TSITELUBANI (EFE).- Georgia denunció hoy oficialmente que dos aviones de guerra rusos violaron su espacio aéreo y bombardearon su territorio, incidente que, si bien no causó víctimas ni daños, amenaza con complicar aún más las ya difíciles relaciones entre Tiflis y Moscú.
"Dos aviones rusos, presuntamente cazabombarderos SU-24, el lunes 6 de agosto a las 19.30 horas (14.30 GMT) dispararon cohetes contra los alrededores de la aldea Tsitelubani", señaló un comunicado oficial del ministerio georgiano del Interior.
"Los radares civiles y militares dejaron constancia de la hora de la violación del espacio aéreo, así como la velocidad y altitud del avión", dijo el titular de esa cartera, quien se trasladó al lugar donde cayó el proyectil, que fue mostrado por la televisión local.
El ministerio de Asuntos Exteriores convocó al embajador de Rusia en Tiflis, Viachéslav Kovalenko, a quien le entregó una nota de protesta.
Por su parte, el vocero de la Fuerza Aérea de Rusia, el coronel Alexandr Drobyshevski, rechazó en Moscú las acusaciones georgianas.
"El lunes, ni durante el día ni por la tarde, los aviones de la Fuerza Aérea rusa efectuaron misiones en esa zona", dijo, citado por la agencia oficial rusa Itar-Tass.
El líder de la región separatista georgiana de Osetia del Sur, Eduard Kokoiti, aseguró hoy que un avión de combate georgiano sobrevoló varia aldeas surosetas y arrojó dos bombas.
La aldea georgiana Tsitelubani está junto a la zona del conflicto georgiano-suroseta, a sólo cinco kilómetros de Tsjinvali, la capital de los separatistas.
Esta es la segunda vez en lo que va de año que las autoridades georgianas acusan a Rusia de atacar desde el aire su territorio: el 11 de marzo Tiflis denunció que seis helicópteros artillados rusos bombardearon los altos de desfiladero de Kodori, zona de la región separatista de Abjasia controlada por los georgianos.
El incidente, sin duda añadirá hierro a las complicadas relaciones entre Tiflis y Moscú, que prácticamente están congeladas desde que en septiembre de 2006 las autoridades georgianas detuvieran y posteriormente expulsaran a cuatro militares rusos por espionaje.
En su momento, Rusia acusó a Georgia de dar cobijo a los separatistas islámicos chechenos.
A su vez, Tiflis denuncia que Rusia protege y da asistencia a las regiones separatistas de Abjasia y Osetia de Sur, que se escindieron de hecho de Georgia tras sendas guerras civiles, que se cobraron miles de muertos y provocaron el éxodo de más de 300.000 refugiados.