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El Dragón Invisible |

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Berisso – Buenos Aires
31 de agosto y 26 de septiembre de 1990
Parte III
Proyecto CATENT
Buenos Aires – Argentina
catent2002@arnet.com.ar
Continuando con la investigación
A continuación y aprovechando que nos encontrábamos en las
inmediaciones del lugar de los hechos, nos dirigimos hacia la vieja usina
hidráulica, ubicada a unos trescientos metros al otro lado del Puente Roma, que
cruza un riacho color petróleo que divide a las localidades de Berisso y
Ensenada.
Esa zona está plagada de refinerías de petróleo
pertenecientes a la empresa Repsol YPF, contando además con amplias
instalaciones portuarias destinadas a la carga y descarga del crudo y derivados.
Es un paisaje netamente industrial, salpicado de zonas parquizadas y sin
viviendas particulares. Existen vías férreas, líneas de alta tensión y todo
lo que un buen ufólogo buscaría y esperaría encontrar cerca del lugar de un
encuentro. Es un paisaje un tanto desolador, con gigantescos tanques de
combustible de al menos treinta metros de altura, chimeneas y torres de venteo,
barcos entrando y saliendo del puerto y algunos edificios de oficina.
Justamente allí, en la ahora abandonada usina
hidroeléctrica, con todo el aspecto de un castillo medieval, fue donde se
habrían avistado unos extraños "gnomos" arrojándose y
desapareciendo dentro de un pozo, por parte de testigos anónimos. La encuesta
realizada a personal de vigilancia de Repsol YPF ubicados en una playa de
estacionamiento contigua al predio de la usina, arrojó resultados negativos, ya
que esta persona que hace años se desempeña allí, jamás había oído hablar
del caso. En cambio, nos refirió que hace unos años, en las cercanías del
lugar y yendo hacia la ciudad de La Plata, "algunos niños"
habían asustado a la gente con calabazas iluminadas con velas durante la noche,
lo que habría llevado a algunos a presumir la presencia "extraterrestre"
en la zona. Nada más pudimos averiguar por el momento.
Así fue que ya siendo más de las 19,30 hs., emprendimos el
regreso a Berisso a fin de entrevistarnos con el Sr. Luis Furlano.
Muy desconfiado, alegando que se debía a la ola de
inseguridad que hay en todas partes, el testigo se negó a atendernos en el
interior de su vivienda y además agregó que no le gustaba la idea de hablar de
esto y de que otra vez se difunda su nombre ya que lo habían cargado mucho en
su trabajo por aquél suceso.
De todas maneras accedió a contar los hechos y se prestó a
un breve interrogatorio ya que su relato resultó por demás pobre, notándose
en él las pocas ganas de volver sobre el tema de nuestro interés.
Transcripción de la entrevista
Entrevista realizada a Luis Furlano por Mariela Verónica De
Tomaso y Miguel Angel Gómez Pombo el día 31 de mayo de 2002 en la puerta de su
domicilio en Berisso.
- Yo llegué a la fábrica con la cabeza a mil viste, porque
nunca me había pasado.
- ¿A qué distancia los tuvo?
- Y... más o menos de aquí hasta la reja aquella (señala
una distancia de aproximadamente 15 m). Y eran... precisarte si eran 6 ó 7
no me acuerdo bien porque ya te digo, menos mal que vino el micro 14 (por el
214) que justo ese día vino enseguida sino yo no sabía... me temblaban las
piernas.
- ¡¿Eran 6?!
- Sí, sí, no era una sola, 6 ó 7 eran, varios, no me
acuerdo pero eran una bandita. Uno de esos muchachos medio se trastornó (por
Poli) porque venían de un cumpleaños o algo así y decían que les habían
puesto alguna droga en el cumpleaños porque puede ser haber visto eso. No
quería salir de la casa.
- ¿Decían que estaba drogado?
- Que fue una alucinación le decían, pero yo no había
tomado nada, te imaginás.
- ¿Usted dónde iba?
- Iba a trabajar a Alpargatas (Fábrica de zapatillas).
Me tomaba el 14 (214) hasta Plaza Italia (en La Plata) y después
me tomaba el Río (por la Empresa de micros Río de la Plata). A las 4,30
hs. de la mañana ó 4,20 hs. por ahí, salí por esta a la calle Nápoles.
- ¿Esta cuál es?
- 152 norte o Puerto.
- ¿Por dónde pasaba el 214?
- Por la 8. Y fui caminando y ellos venían así.
- ¿De la derecha suya, digamos?
- Sí. Ahora hubo otra cosa también en la calle Callao y
Habana, que tienen como un parquecito y ellos estaban ahí.
- ¿Quién lo vio eso?
- Falleció la señora, la señora De Simone. También hubo
otro caso por donde vive mi hermano que desaparecieron por un aljibe muy viejo,
72 y 10, había un jardín muy grande y muy viejo también, te hablo, no de la
fundación de La Plata pero quizás de antes también, había un aljibe, sacaba
el balde de abajo y los vieron aparecer y desaparecer por el agujero ese.
- ¿Cómo era lo que vio usted?
- Mirá era algo parecido, a veces la impresión que te da no
podés definir algo.
- ¿Usted iba caminando y lo ve viniendo?
- Exacto, del lado de allá (de 153).
- ¿Y cómo venían?
- Venían todos alineados, viste.
- ¿Caminaban?
- Caminaban, sí.
- ¿Cómo eran?
- Y como si fuera un monje, viste con el... (hace un
gesto como de capucha) pero no... sin un rostro definido porque era de noche
y venían en la oscuridad.
- ¿Por la vereda?
- No, no, por la calle. Yo iba por la calle también.
- Y cuando los ve ¿ellos lo ven a usted?
- Sí, no, no, la verdad a mí no me molestaron ni apuraron
ellos el paso, yo sí apuré el paso.
- ¿Cómo eran las caras?
- No, no, no se ve porque tenés atrás una oscuridad, tenés
faroles pero no estaba justo en la bocacalle. Ves una cosa borrosa, ves la
imagen, la vi perfecta.
- ¿Qué color era?
- Bueno, oscuro era seguro, a esa hora de la mañana.
- ¿No le veía color?
- Y a esa hora no ves si el pasto es verde o es negro.
- ¿Y cómo caminaban?
- No sé si caminaban o se arrastraban, no vi pero vi que
venían bien, venían avanzando, yo no puedo definir, ya te digo la parte de
abajo era como si fueran un monje con sotana, no era como si fuera
"pulgarcito" que tiene pantaloncito corto y ves las piernas. No veía
nada, veía como una sotana de un monje.
- ¿Todos juntos uno al lado del otro?
- Sí, sí.
- ¿Y venían por la vereda o por la calle?
- No, no, por el medio de la calle. No sé que otra cosa...
- ¿Qué pensó en ese momento?
(Silencio y gesto de no saber)
- ¿Se asustó?
- Me impresionó... porque de asustarme, si me hubiesen
atacado... pero me impresionó por ser una cosa que nunca había visto, viste.
- ¿Escuchaba algún sonido?
- Sí, era como si fuera una melodía, como si fuera el
trasfondo de una película que por ahí te hacen como un corito, un coro medio
apagado así.
- ¿Provenía de ellos, como un canto?
- Sí, sí, porque música a esa hora de la mañana que puede
haber, ¡4,30 hs!
- ¿No le pareció una radio?
- No, no, nada de eso, era de ellos, era de ellos.
- ¿Era canto o música?
- No te digo que era como una melodía, como un canto, un
coro, sé que era algo así pero definírtelo bien viste, como no soy músico,
no.
- ¿Nunca escuchó algo igual?
- No, no.
- ¿Algo religioso?
- No te digo, como un coro de ángeles, viste una cosa así
medio apagado.
- ¿Cómo los pierde de vista?
- Cuando apuré el paso y me fui, ahí los perdí de vista,
ni miré para atrás.
- ¿Ruidos de pasos?
- No. Te digo si estos muchachos estuvieron más cerca que yo
pudieron haber visto más que yo (refiriéndose a Leo y Poli).
- No, no estuvieron (más cerca).
- Dicen que aparecieron también en el edificio de la
hidráulica en el tiempo ese. ¿Qué año fue?
- Año 1990.
- No, no, antes.
- ¿1984 ó 85 puede ser?
- Sí puede ser, ahí sí.
- Tenemos dudas con el año porque nadie nos supo precisar y
el recorte no lo tiene.
- Pero yo en el 90 me iba a la fábrica con el auto, no con
el 214.
- ¿No recuerda bien la fecha o la época del año?
- No, bien no. ¿Y estos chicos no se acuerdan?
- No tampoco se acuerdan pero por la edad de ellos era el 90.
- Pienso que antes, era casi primavera.
- ¿Hacía frío?
- No me acuerdo pero el pasto estaba muy verde, sería casi
primavera o hasta noviembre (podía ser).
- ¿Qué altura tenían?
- Y un enano cuanto puede medir, 70 u 80 cm. Puede ser así (hace
el gesto).
- ¿Qué pensó en ese momento, por qué dice que le dio
miedo? ¿Cuál fue la sensación, qué era eso?
- Fue una cosa, una impresión, no, miedo no porque ya te
digo a mí no me atacó. Podés sentir miedo si te ataca un perro.
- ¿Lo sorprendió?
- Me sorprendió y me quedó...
- ¿Le pareció que ellos lo vieron?
- No, yo te decía, ellos habrán dicho "éste no me
molesta", yo tampoco los molesto, no sé, no podría definir lo que
pensaban ellos de mí.
- Pero a lo mejor por alguna reacción que tuvieron...
- No, no, no hicieron nada, siguieron caminando, ellos
venían hacia el cruce de la calle, yo seguí para allá... (señala para la
calle 8)
- ¿No se dio vuelta para nada, a ver qué hacían?
- No, no, ¡que me voy a dar vuelta!...
- ¿Se veían brazos?
- Mirá te diría que no, viste que los monjes tienen como
una capa, algo así, esto tiene una cosa así (dando a entender la
existencia de una capucha).
- ¿Se les veía la cara?
- No, no te digo que no, es una oscuridad.
- Sí, claro, pero uno puede ver como que tiene cara ¿no?
- No, no, no vi nada de eso.
- ¿Detalles de la ropa?
- ¡No te estoy diciendo que era todo cubierto! (medio
ofuscado), aparte la oscuridad...
- ¿Cuándo lo comentó? ¿A quién se lo comentó primero?
- Se lo conté a uno y empezó con las cargadas (bromas)
viste y después el muchacho que estudiaba eso (un compañero de trabajo)
me dijo que era el Pombero (supuesta leyenda del norte argentino) eso y
que había una persona que se encontraba con ellos en una época del año en un
valle en el norte y que me dijo lo mismo que también Romaniuk.
- ¿Y su familia?
- Lo tomaron porque no sólo a mí me había pasado, fue el
comentario de todo el barrio, a estos chicos también les había pasado, o sea
que si soy yo solo me podían tomar de loco pero... a otra gente y otros casos
te estoy diciendo.
- ¿Aparentemente ustedes vieron esa noche lo mismo?
- Sí, ellos venían ese sábado del cumpleaños. Yo sábado
iba a trabajar. Este muchacho no lo tomó a risa, después vino Romaniuk que me
enseñó una piedra que tiene, que no sé el origen o que finalidad tiene, como
una cosa cónica con muchas caras, con luces, color azulado...
- ¿Entonces los seres venían avanzando?
- Sí, venían avanzando.
- ¿Y usted ve el auto de Poli?
- No, no, podía venir un tren que yo no lo veía.
- ¿Y cómo se enteraron que habían visto lo mismo?
- Porque vino el comentario de ellos y yo dije no se rían
que a mí también me pasó porque me vinieron a ver. El chico que estaba
afectado, vinieron el padre y la madre a verme.
- ¿Los que vivían frente al videoclub?
- Sí, vinieron a verme y les dije sí, yo también los vi.
Porque ellos pensaban que se había pasado con la bebida o habían tomado alguna
droga. No le digo, no tomaron nada, yo también lo vi.
- ¿Y qué piensa que podían estar haciendo ahí estos
seres?
- Y escucháme, lees tantas cosas, ves tantas cosas que a
veces no sabés ni que pensar viste. Puede ser gente de otras civilizaciones,
gente de otro planeta, no sé que pensar viste, porque tienen que ser personas
que lo hayan estudiado y profundizado al tema.
- ¿Siguió pasando por ahí?
- Sí, sí. Ahora a pie no porque ando con la camioneta.
- ¿Y en los días siguientes quedó con temor?
- Mirá resquemor tenés pero si no te hicieron nada una vez,
que te van a hacer otra vez.
- ¿Alguna vez leyó sobre OVNIs o le interesó el tema?
- Mirá yo leí cosas superficiales.
- ¿Después o antes?
- Después, casos donde se han parado aparatos ahí y han
quemado el pasto.
- ¿Dibujó lo que vio?
- No, lo dibujó Romaniuk y fue lo que vi yo.
- ¿Haría un dibujo?
- No, no tengo mano para dibujar, dibujalo vos (Mariela
hace el dibujo en base a los comentarios e indicaciones del testigo, acto
seguido le mostramos el dibujo de Leo respecto del cual dice que coincide
bastante con lo visto por él). Pero le veo más forma como si tuvieran un
cinturón... y los hombros, la parte de arriba más en punta y la túnica como
ajustada a la cintura (Insistimos para que dibuje pero no quiere). Bajaba
más acampanada y notaba los hombros más o menos.

Dibujo realizado por Mariela en base a los dichos del testigo
y corregido varias veces según sus indicaciones.
- Tratamos de tomar mejor la imagen que le quedó a usted.
- Sí, que pasó, pasó.
- ¿Alguien vio ojos rojos?
- No que yo sepa.
- No coincide con nadie lo de los ojos rojos (eran versiones
de la revista Flash). ¿Alguna vez volvió a ver algo raro?
- No.
- ¿Antes?
- Tampoco.
- Bueno, gracias.
Fin de la entrevista.
Comentarios
El problema de la fecha se debió a que el artículo de Flash
citaba los días pero no el año y nosotros contábamos con el recorte
solamente. Ayudó a poner claridad el recuerdo de Leo y Poli que coincidían
como para datarlo en 1990, ya que sus edades eran 22 y 19 años respectivamente
en el momento de los hechos y además ambos tenían vehículos lo que también
nos indicaba que no podía estar en lo cierto lo que decía Furlano de que era
antes ya que los chicos tenían 15 años. Para constatar mejor revisamos el
almanaque de esos años y coincidían los días perfectamente con el año 1990 y
para terminar de reconfirmar el dato recurrimos a un nuevo integrante del Proyecto
CATENT que cuenta con innumerables fuentes, se trata de Fabio Picasso quien
ha llevado adelante un trabajo tremendo de recopilación de fuentes denominado
MEGACAT y rápidamente salimos de cualquier duda ya que nos citó el siguiente
titular: Los "Monjes veloces" que conmocionan a Berisso (*)
23/9/1990 – Diario Popular (Buenos Aires).
Tenemos tres testigos de un mismo hecho, la misma madrugada,
sus versiones y descripciones son similares, a continuación analizaremos
algunos detalles que marcan diferencias que sin embargo no afectan la esencia de
lo avistado.
Poli las describe como dos figuras de más o menos un metro,
negras, que se desplazaban rápidamente de vereda a vereda, desde 153 a 152
norte.
Leo coincide en que eran dos figuras negras, de un metro pero
nos habla de que caminaban tipo pingüinito y a una de ella le ve un extraño
brillo en el pecho, curiosamente compara este brillo con el del petróleo siendo
empleado de la empresa Repsol YPF. A diferencia de Poli y coincidiendo con lo
dicho por Furlano, no le ve brazos. Siendo, sin embargo, notable la similitud de
los dibujos de estos dos últimos.
Leo las ve en la esquina de 152 norte y 9 y Furlano las ve
viniendo por 9 desde 153, unos 20 metros antes de llegar a 152 norte.
El brillo que Leo ve en el ser podría ser el reflejo de las
mismas luces del auto, ya que le prendió todas las luces del Fiat 600.
Furlano aclara que la cabeza era más puntiaguda, como la
hizo Leo.
El desplazamiento de las figuras es diferente para cada
testigo, para Poli eran muy veloces y lo hacían de vereda a vereda aunque
cuando las ve de más lejos en una segunda oportunidad dice que ya venían más
lento, para Leo el que caminó era como un pingüino y para Furlano caminaban o
se arrastraban, alineados aunque no estaba muy seguro de poder definirlo así.
La mayor diferencia en cuanto a lo que vieron es a nuestro
entender la cantidad de seres, ya que Furlano ve 6 ó 7 que venían uno al lado
del otro por la calle y los otros testigos vieron 2 aunque en la charla con Poli
nos aclaró que le resultaba difícil precisar la cantidad debido a la velocidad
con que se movían.
La historia contada por Luis J. Mango (Poli) en la primera
parte del informe es para tomar con cautela ya que su relato respecto a horarios
y alguna circunstancia del avistamiento como quedó aclarado anteriormente
están alteradas debido a situaciones de índole personal. De todas maneras
merece plena confianza el relato en cuanto a las entidades observadas.
Respecto al horario tanto Furlano como Leo entraban a sus
trabajos y recuerdan con mayor seguridad y precisión la hora del encuentro que
sería entre las 4,15 y las 4,45 hs. Con una posible duración mínima de 15
minutos desconociéndose el momento en que desaparecieron, que se encuentra
acotado por la última observación y el momento en que Leo regresa con su
compañero de trabajo.
Furlano no recuerda haber visto el auto de Poli en esa
madrugada, sin embargo los relatos de los chicos y los comentarios respecto a
diálogos existentes entre sus padres y Furlano (la gente grande desconfiaba de
los jóvenes) hacen pensar que si bien Furlano pudo no haber visto el auto en
esa noche los padres de Poli o de Leo (quien sí vio a Furlano en esa noche)
habrían hablado con Furlano para corroborar los dichos de sus hijos.
Al parecer Luis Furlano confunde las fechas y hasta nos
hablaba de una fiesta de 15 años a la que habrían asistido los chicos Mango y
Olivera (los cuales no hicieron mención de la misma en las respectivas
entrevistas) y se muestra muy reacio a hablar del tema con temor. Podemos notar
que su memoria parece fallar tal vez debido a no querer recordar esos sucesos o
tal vez debido al paso de los años.
Una pauta común que hemos observado en varios casos de
avistamientos con multiplicidad de testigos, es que no suelen hablar entre ellos
de lo vivido sino que por el contrario es común escucharlos decir que no saben
bien lo que el otro ha visto y que nunca se sentaron a charlar de los hechos.
Notamos con preocupación el comportamiento de ciertos
colegas que no dudan en mostrar dibujos de otros casos sugiriéndoles a los
testigos que se trata de lo mismo que ellos vieron y diciéndoles además que
seguramente es de procedencia extraterrestre cuando no hay certezas al respecto,
no habiendo luces u objetos asociados al encuentro de los cuales poco o nada
sabemos.
Un párrafo aparte le dedicamos a don Pedro Romaniuk quién
en algún momento fue referente de la ufología argentina pero que en su visita
al testigo Luis Furlano le mostró una piedra a la cual le atribuía poderes,
este detalle quedó más grabado en el testigo que el hecho en sí y le provocó
mayor confusión, además de quedar muy sugestionado. Este comportamiento lo
único que hizo fue restarle seriedad al tema y ridiculizar la investigación
ufológica. Quizás sea este uno de los motivos por los cuales este testigo no
quiere conceder entrevistas a los investigadores.
La descripción de los seres, llamadas por la prensa y por
los testigos "las monjitas" nos recuerdan los relatos de la
Santa Compaña en Galicia, España. Ya que se trata a grandes rasgos de una
procesión de almas en pena, vestidos con túnicas con capucha que vagan durante
la noche.
Aquí citamos fragmentos del artículo de Paula Cristobo
"LA SANTA COMPAÑA ENTRE EL MITO, LA REALIDAD Y LA SUPERSTICION":
"...Han sido muchos los sociólogos que intentaron
encuadrar esta tradición y darle unas características comunes pero hay tantas
variantes que esta tarea se hace imposible, con lo que se llega a la conclusión
de que cada aldea o pueblo tiene una santa compaña con identidad propia.
...Las versiones más compartidas de porque las ánimas
vienen a este mundo y andan por los caminos buscando a alguien son las
siguientes:
Para reclamar el alma de alguien que morirá en breve tiempo
después de esta aparición.
Para reprochar a los vivos faltas o errores cometidos.
Para pedir misas a los familiares vivos y que cumplan los
votos que ellas prometieron en vida y no cumplieron.
Para comunicar la muerte de algún conocido al que presencia
la procesión.
Para cumplir una pena infringida por alguna autoridad del
más allá a fallecidos en pecado para así restituir el mal hecho por ellas.
...Muchos de los testigos que afirman haber visto la Santa
compaña aseguran haberla visto precisamente en un cruce de caminos, espacios en
donde según algunas creencias se llevaban a cabo ancestrales ritos mágicos o
de curación se producían apariciones no deseadas, reunión de almas, brujas,
etc.
...Así es como llaman a La Santa compaña en Asturias,
también conocida como La Buena Gente".
La Buena Gente también aparece en la mitología celta y es
tomada en consideración por el investigador Jacques Vallée en sus diversos
libros responsabilizando a estas entidades por los modernos encuentros con
extraterrestres. Creando así una interesante teoría unificada de las
apariciones.
Por nuestra parte seguimos en la investigación y sin
respuestas.

Plano del sector de los avistamientos ocurridos en el Barrio
Supe – YPF.
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