Escritores y Star Wars fanfic
"LA GUERRA DE LOS FANFICS"
por Ivan Emiliano Altamirano Advertencia: Todos los personajes en este fanfic son propiedad de...un momento! Creo que no hace falta decir esto...solo lean el fanfic y espero que les guste.

Agradecimiento: Le doy todas las gracias a los escritores de fanfics que me dieron su permiso de incluírlos en esta historia. Perdonen si no les gustó como les pusé, pero no había remedio.



EPILOGO
Esta historia ocurre a miles de años luz, hace mucho, mucho tiempo, en un lugar muy, muy lejano...(eh, creo que ya han oído eso antes). En fin, la galaxia animee (oigan! acaso no me dirán que un tras un escritor, no hay un fan emperdernido del animee)...ok, terminemos con las aclaraciones y pongamonos serios.
Donde iba? Ah sí, en la galaxia animee, existían miles de planetas y sistemas que estaban bajo la jurisdicción de la República únida de planetas, un sistema de gobierno democrático y justo que gobernaba con justicia toda la región (suena a sueño guajiro).
La sede de la República era un planeta en el centro de la misma, llamado Pergamino (¡!), el cual albergaba un gran senado donde los representantes de los planetas daban su opinión y dictaban leyes en beneficio de todos, para no hacer largo el cuento, era el modelo perfecto de gobierno.
Sin embargo, gente ambiciosa (como siempre) trató de derrocar a la República y como los conflictos no faltaban, los Caballeros Jedis, seres legendarios, con poderes basados en una antigua religión donde la Fuerza era el centro de su poder, controlaban cualquier acto de rebeldía y de maldad sin mayores problemas.
Sin embargo, la Fuerza como el poder, no distingue entre el bien y el mal, un Caballero Jedi hace 100 años trató de utilizar sus poderes para su beneficio, para ser poderoso. Así inició la batalla eterna entre el bien y el mal, entre los Jedis y los Sith, y como su conflicto, llegó a afectar la galaxia entera....
Los Jedis lograron triunfar, pero al final, un puñado de caballeros oscuros sobrevivió...

Hace mucho tiempo, en una galaxia
muy, muy lejana...


FANFICS
WARS


Capítulo I

La Fugitiva


LA PAZ Y LA ARMONIA REINA EN LA GALAXIA GRACIAS AL GOBIERNO DE LA REPUBLICA Y LOS CABALLEROS JEDIS DISPERSOS EN DIFERENTES SISTEMAS CON LA MISIÓN MANTENER EL ORDEN.

SIN EMBARGO, ESTA PAZ ES RELATIVA YA QUE HAY AMENAZAS DE QUE SURJA UNA NUEVA GUERRA ENTRE EL JEDI Y EL SITH

Y MUCHOS SISTEMAS SE VERAN AFECTADOS...

Año 30XX, Planeta Pergamino

-Vamos joven padawan, te falta enfocar más tu poder
-Sensei, me gustaría hacerlo, pero usted se la pasa críticandome todo el santo día
-Y que querías? Lo único que haces es salir de juerga a las computadoras
-El entrenamiento no tiene que ser tan aburrido - sonrió el chico mientras sostenía un sable de luz.
Dicha arma, el sable de energía, era el toque de distinción y poder de un Jedi, no utilizaban otra cosa que el sable, lo cual les daba un rango superior.
Como ven, el joven que esta siendo entrenado, de cabellos negros y ojos castaños, mirada arrogante pero decidida, practica para convertirse en un caballero Jedi, y dejar el rango de aprendiz o padawan.
La chica o mujer que lo entrena, es su sensei. Los Jedis son entrenados desde muy jovenes para poder unificar mejor su poder con la Fuerza. Tan pronto son Caballeros, ellos reciben a su vez un chico que se convertira en su aprendiz. En el caso de la joven (se supone que es joven) lleva unos 10 años entrenando a su primer padawan. De cabello negro corto y mirada penetrante, observa los movimientos de su aprendiz mientras practica con un rotor, un dispositivo que hace de disparador, con el cual puede entrenar sus movimientos.
-Ten cuidado Ryoga!
-Ya lo sé Sensei, ya lo...ah!! - el rotor dispara sin que se de cuenta y el joven sale corriendo mientras su cabello comienza a quemarse. La jedi solo mueve la cabeza con pesar.
-Creo que necesitas seguir practicando

Entre tanto, en el espacio exterior de Pergamino, a miles de kms, una nave de aspecto desconocido va a gran velocidad, mientras varios cazas de color oscuro lo persiguen con saña
-Tengo que llegar - exclama la piloto mientras esquivaba los disparos de sus captores, pero finalmente, en un descuido, logran darle en un alerón, perdiendo toda la estabilidad.
-Mayday! Mayday! - exclama por el comunicador. El crucero da varias vueltas y en un desliz, la piloto se golpea con el panel de control y pierde el conocimiento. La nave se precipita hacia Pergamino.
-¡Malaya! - grita uno de los perseguidores - no podemos seguir
-Esto no le gustara al Señor
-Ni que lo digas, será mejor regresar...tal vez no logre salir con vida
Las naves dan media vuelta mientras el crucero herido cae a la atmósfera...

Tanto la Jedi como su aprendiz caminan lentamente por los campos de entrenamiento, una sección artificial, que esta colocada a lado del Templo Jedi, el centro y lugar de reunión de todos los Jedis, los cuales se establecieron luego de la Gran Guerra del Sith y es su cuartel general, así como la lanzadera a los miles de Caballeros que rondan la Galaxia.
Un ligero humo negro aun brotaba de los cabellos mojados del padawan que había corrido al lago más próximo para terminar con su percance.
-Eres demasiado impetuoso joven padawan
-Sensei, no deja de regañarme...solo estaba probando ese movimiento
-Exponer tu cabeza burlandote del rotor no es algo que debe considerarse
-Je, lo siento - el joven sacó la lengua mientras su maestra lo miraba con regaño.
-Conchita...
-Sensei, dime sensei...igualado
-Lo siento...
-Siempre disculpandote, no entiendo porque eres tan insolente
-Soy un chico, recuerdas?
Conchita levantó la vista implorando piedad. Conchita Nemain, una prominente Caballero Jedi, llevaba ya 10 años entrenando al impetuoso Ryoga Antilles, un padawan bastante arrogante e imprudente (me recuerda a alguien). Ella hubiera preferido una chica, pero la mala suerte, según ella, le había caído cuando vió a este chico hace 10 años. Era talentoso, pero demasiado ocupado con otras cosas, como los videojuegos y el deporte, por lo cual, siempre iba a la zaga con respecto a los demás padawans.
-Ser un chico tampoco te da excusas para ser como eres...deberías
-Lo sé, "Ser como los demás", ya lo sé
-Lo sabes, pero no lo aplicás
Ryoga volteó la mirada mientras Conchita le dirigía una mirada de regaño.
-Como sea, debes seguir entrenando mi aprendiz
Ryoga iba a hablar cuando se escuchó una explosión.
-¿Que fue eso?
-Ni idea, pero parece que fue una nave que se estrelló
-¿Uso la Fuerza oh gran sensei para verlo?
-No, ví el humo de un crucero a lo lejos
Ryoga frunció el cejo con desilución y siguió a su maestra. Finalmente llegaron al claro y una nave yacía totalmente de espaldas mientras el humo comenzaba a salir
-Ryoga, ve a los cuartiles y trae un doctor, yo tratare de ver si hay sobrevivientes
El chico asintió y salió hacia el Templo. Conchita sacó su sable de luz y partió con rapidez la compuerta. Entró enmedio de una humadera. Debido a lo intenso del humo, cerró los ojos y con la Fuerza, comenzó a detectar presencias en el lugar. Solo un ente se encontraba
-Allí - hizó un movimiento con el aire y dispersó el humo por unos momentos. Una piloto yacía en la cabina, recostada e inconsciente.
-Vaya - Conchita checó el pulso. Estaba con vida. Tomó a la joven y la llevó hacia afuera - me sorprende que halla sobrevivido.
Conchita se alejó lo más posible de la nave y colocó a la joven en el suelo. Ryoga apareció, pero sin médico, salvó con un maletín
-¿Y el doctor?
-No habie nadie - Ryoga se arrodilló - pero al menos traje lo que necesitó
-Te he dicho que...
-Tranquila sensei, no le hare daño, ahora he estado practicando
Conchita miró con expectación a su aprendiz. Todos los Jedis, además de tener habilidades propias de su rango, nacen con un talento especial. En el caso de Conchita, era poder comunicarse con cualquier persona, inclusive animales y plantas, y entender su sentir o sufrimiento. El de Ryoga era un extraña habilidad de curar a las personas, como si fuera un médico.
-Primero tenemos que comprobar signos vitales - Ryoga sacó un estetoscopio y comenzó a verificar. Frunció el cejo y entonces se colocó a lado de la chica.
-¿Que ocurre?
-No respira... - Ryoga comenzó a darle respiración de boca a boca, pero al tercer movimiento, la chica comenzó a toser y entreabrió los ojos.
-Parece que ya esta - de nuevo revisó su condición con un estetoscopio y un baumanómetro - hay signos - entoncés sacó un aparato y lo colocó en la boca de la joven. Luego de un minuto, lo sacó y leyó el monitor
-Su PO2 es baja, creo que sufrió intoxicación por humo - acto seguido sacó un pequeño ventilador con oxígeno y tomó a la chica - aspira esto, te ayudará
La joven no respondió y solo tomo el ventilador, succionándolo.
-De todas formas, tiene que verla un doctor, pero parece que se pondrá bien - sonrió. Conchita miró con satisfacción a su alumno. A pesar de ser un torpe en sus habilidades jedi, era bueno en otras cosas
-Y bien - Ryoga se inclinó - ahora mis honorarios
Conchita le salió una gota de sudor.

-Así que ya esta bien doctor?
-Sí - sonrió el galeno mientras miraban a la chica viendo la TV dimensional - Ryoga volvió a hacerlo
-Gracias - asintió el joven - pero sino, no se salvaba
-Tienes un buen alumno Conchita
-Eso se supone, pero doctor, es el único que me lo ha dicho...en fin, quería cobrarle a la chica
-Ryoga...
El chico se encogió de hombros apenado.
-Creo que ire a buscarle su expediente...de seguro su familia debe estar preocupada
-Esta bien - Conchita asintió. La chica miraba la TV, pero con una expresión triste.
-Hola - la Jedi se acercó. Ella se volvió
-Hola, gracias por haberme salvado
-No fue nada, cual es tu nombre?
-Barbara, Barbara Chekka...perdonen el destrozo en su jardín
-No, no hay problema - se sentó en la cama junto a ella - que andabas haciendo? Acaso escapaste de casa?
La joven negó con la cabeza
-Lo siento, pero no puedo decirlo...es algo secreto
Conchita frunció el cejo. Ahora notaba miedo y algo de terror en aquella joven.
-Bueno, si no quieres decirlo, sabes, nosotros podemos ayudarte
-Nadie puede ayudarme... - dijó con un halo de tristeza - nadie...
Conchita se levantó y volteó. Ryoga le hacía una seña desde la puerta.
-¿Que ocurre?
-No esta en los registros...creo que es extranjera
-Lo es - Conchita la miró - parece que tiene muchos problemas
-Que raro - Ryoga la miró - yo solo percibó dolor
-Siempre malinterpretas, debes unirte con la Fuerza más joven padawan
-Esta bien, pero... - Ryoga notó como su maestra mantenía la mirada fija. Luego pareció despertar
-Acaso vió el futuro de la chica?
-Sí - la Jedi pareció desconcertada - pero eran demasiadas cosas...una batalla...una familia...un planeta...un sith
-¿Un sith? - Ryoga tembló - acaso...
-Tenemos que averiguar que tiene de especial y porque apareció en el Pergamino
-Bien, dejemelo a mí
-Ryoga, no es momento de jugar al Don Juan
-Maestra, usted siempre malinterpreta, solo hablare con ella
-Como quieras, pero no juegues
-¿Jugar? Acaso... - el chico miró a su sensei - bien, bien, olvídelo
-Iré al Consejo, tal vez tengamos que salir
Ryoga asintió y fue con la chica...

A miles de años luz, en el planeta Malagaste, uno de los 6 que integran el sistema Hispania.
-Tenemos total control del planeta señor - un soldado ataviado con ropas medievales apareció - el último resquició, el fuerte Asturia cayó por fin
-Bien, bien - el joven se volvió - informen al Señor y luego comiencen con el plan. Este lugar nos servirá de fuente de energía para los reactores de la Estrella
-Como ordene Lord Eagle - se despidió el soldado. El sujeto, vestido totalmente de negro, pero con un capucha que simulaba el emplumado de un halcón, se volvió lentamente hacia la ciudad Core, la mayor de todo el planeta. Entonces una pantalla apareció atrás de él. Eagle era de pelos castaños, y mirada fría y temible.
-Señor Eagle, una comunicación de los Interceptors
-Bien, proyectenla
Una imagen borrosa apareció. Era otro joven, vestido de negro
-Y bien Battusai, que pasó con la chica?
-La perdimos
Eagle frunció peligrosamente el cejo
-¿Como que la perdieron?
-Bueno, se acercó demasiado a Pergamino...si la hubieramos seguido, ya nos hubieran detectado
-Pero el Señor terminara muy enfadado
-Lo suponía - apareció alguien a lado de Eagle - sabía que fallarías al atrapar a la chica
-Deluxe...deja de meterme en mis asuntos
-Como quieras, pero ya fallaste. El Señor no estará muy complacido
-Je, al menos seremos dos
Deluxe pusó una mueca de enojo mientras Eagle soltaba una risita
-Bien, por el momento la dejaremos así...de seguro volverá, su familia no durará mucho tiempo.

Conchita colocó su mano frente a un panel. La puerta cambió de rojo a verde y se abrió. Una sala de forma circular apareció frente a ella, así como 12 personas, el Gran Consejo Jedi, los 12 sabios más importantes de la Orden.
-Saludos Nemain...hemos recibido tu solicitud, y es algo que hay que ver
-Lo sé Maestro Wolf - asintió la chica viendo que el Consejo sabía los detalles del accidente - esa joven tiene una carga de energía muy extraña
-¿Un Sith? - preguntó otro maestro
-No lo sé Maestro Shion, solo sé que su mente es una mezcolanza de imagenes terribles
-El lado oscuro es díficil de ver - exclamó otro de los maestros, que era mucho más alto que una torre - tendrás que averiguar lo que ocurre con la joven. El Sith no ha muerto, eso puedo asegurarlo...mil años han pasado, pero no son suficientes para erradicar el mal
-Mi aprendiz esta tratando ahora maestro Soullard, pero temo que no tendrá éxito tampoco
Los 3 maestro jedis, Black-Wolf-Equis, Saulo Shion Gi y Jullian Soullard, los más antiguos y venerados de toda la orden, parecían encabezar el consejo, miraron con cierta sonrisa maliciosa
-Sabemos lo que piensas Nemain, así que no des rodeos
La Jedi frunció el cejo molesta
-No podemos cambiar a tu aprendiz, llevamos 10 años diciendotelo
-¡Pero maestros! Ese chico va a colmarme la paciencia...porque no me dieron una niña para entrenar
-Era parte de un experimento
-¿Experimento? Eso es injusto! Las mujeres somos descriminadas, no cabe duda
Los 3 Maestros solo se encogieron de hombros
-No refunfuñes...es un chico que tiene talento
-Pero es demasiado atolondrado
-Lo sabemos, por eso lo dejamos en tus manos. Tú eras igual que él cuando te entrene
-No me haga recordar cosas tristes - exclamó Conchita - pero esta bien, ya casi se gradua...bueno, si no vuelve a errar en las pruebas
-Dile que tenga paciencia, eso es todo
-Bien, lo hare - Conchita se inclinó - entonces, si averiguamos la procedencia de esa extraña joven, nos dejaran partir a averiguar el asunto
-Podrás ir - sonrió el Maestro Shion - pero ten cuidado, esto puede significar el inicio de una nueva guerra y no queremos ya más derramamientos de sangre innecesarios
-Bien, como ordene Maestro - se levantó - tengo luz verde
-Que la Fuerza te acompañe - le despidieron. Mientras Conchita salía, los 12 maestros se miraron
-Kart-La, que opinas?
-Eso será peligroso, sería mejor que no fueran solos
-Nemain es muy capaz, igual que su aprendiz, pero esto... - Black se tocó la barbilla - siento algo muy oscuro aquí...creo que no perderemos el tiempo - tocó un interruptor de su asiento y habló - díganle a Cloud Strife que lo necesitamos, que venga al Consejo...es confidencial.

Conchita bajó con preocupación al cuarto donde tenían a la joven. Vió a Ryoga con un expediente médico en la mano
-¿Al fin hablo?
Ryoga tomó aire
-Nada - soltó todo lo que tenía en un suspiro. A la Jedi le salió una gota de sudor
-No quiere decir ni una palabra, no me dirigió ni siquiera la mirada desde que me dijó su nombre
-Je, tienes buenas cualidades para comunicarte con las mujeres
-No es mi problema que ustedes sean tan volubles... - Ryoga se calló por un coscorrón de su maestra
-Más respeto! Acaso no te enseñe modales
-Lo siento sensei - Ryoga se tocaba el brazo adolorido - pero es cierto
Otro coscorrón y el chico saltaba de dolor de un lado a otro.
-A veces me das pena, eso no lo hace un Jedi
-Bien, bien - el chico guardó silencio - y ahora que haremos?
-No lo sé, su mente es díficil de ver...
-Igual que ella misma, a proposito, cheque los examenes que le hicimos
Conchita tomó el expediente y vió los resultados con normalidad...salvo uno.
-5000 midiclorianos... - dijó con algo de sorpresa
-Tiene sensibilidad a la Fuerza. No es una Jedi ni aprendiz, pero con un buen entrenamiento...
-Es demasiado grande, pero tal vez funcione...por eso no podíamos ver su mente con claridad. Debió aprender parte de eso
-Como le dirían ustedes Maestra, el sexto sentido o intuición femenina
Conchita asintió y siguió viendo a la joven que solo veía la ciudad por la ventana
-El Consejo nos dió luz verde para investigar
-Eso esta bien, pero sin los datos necesarios, no podremos ayudar a la...
-Maestra Nemain - un joven apareció - ya tenemos los informes de la "caja negra" de la nave
-Eso es perfecto - Conchita asintió - Ryoga, quedate con ella, voy a averiguar lo que pasó
El aprendiz asintió
-Ojalá podamos ayudarla - se volteó...

Ryoga miró el reloj puestó en la pared de la habitación.
-Han pasado dos horas - pensó - desde que estoy aquí y ni siquiera me dirige la palabra
Siguió viendo a la joven, la cual no daba señales de respuesta.
-Chts! Que hare...la Sensei se esta tardando
Ryoga sentía algo de desesperación. Podía percibirla de la joven, su impaciencia, aunque no la exteriorizaba, hacía mover la habitación y la Fuerza misma.
-Aun no domina sus sentimientos - sonrió - puedo sentir algo...bueno, yo tampoco soy bueno en esto, pero...
-Tu mundo ya debe estar destruído - se oyó. La chica se volvió hacia Ryoga que fingía desinteres - si no nos dices que ha pasado, no podremos ayudarte
La chica quisó hablar, pero se calló y se volvió rapidamente.
-Tu familia, tus amigos...tu casa, todo puede estar destruído... - Ryoga notó que no podía contenerse - y tal vez tu perro
-Deja de decir eso! - contestó con enojo - no ves que me estas haciendo sufrir
-Vaya, hasta que hablaste - se acercó - ahora sí podemos conversar
-No quiero hacerlo, nadie puede ayudarme...ni siquiera ustedes que son Jedis
-Sabes quienes somos, pero no lo suficiente
-Ustedes nunca podrían ganarles
-Ganarles? - Ryoga pensó con cierta sorpresa - deben ser los Sith
-Nadie puede ganarles, son invencibles, ellos destruyen nuestro planeta en.. - la chica comenzó a echarse a llorar. Ryoga le acercó un pañuelo - ellos son horribles
-Lo sabemos, por eso tenemos que...
-Nadie puede ayudarme...son temibles
-¿Sabes quienes son?
-No, solo se que vestían totalmente de negro y que portaban blasters y tanques de batalla
-¿Blasters? ¿Tanques? - meditó el chico - entonces no son los sith...tal vez alguien que quiere rebelarse
-Y porque dices que podemos ser de utilidad?
-Ellos nos amenazaron y dijeron que no podrían ni siquiera los Jedis, nadie en absoluto
-Solo te lavaron el cerebro, nosotros liberaremos tu planeta, no te preocupes
-Pero...
-No te preocupes, los venceremos - dijó Ryoga con confianza. La joven lo miró con cierta reserva, pero denotó una sonrisa
-Eso, no te desanimes...ahora tienes que ayudarnos, tienes que decirnos de donde eres y que paso con tu planeta Barbara
-Esta bien - se limpió las últimas lágrimas - lo hare...

Conchita regresaba del taller con frustración. La caja negra no había sido dañada, pero no contenía más que frases de auxilio y sonidos de ataque. Ahora era seguro, ella no se había estrellado por accidente, sino que había sido derribada. No dentro de Pergamino, sino fuera del espacio.
-No cabe duda de que la Fuerza esta con ella - musitó - si hubiera sido alguien normal, no habría sobrevivido al choque
Además, la nave casi no se había cuarteado en el trayecto, salvo un disparo en el alerón. Naves como esa no existían en gran cantidad en la galaxia, salvo en ciertos sectores.
Mientras los técnicos investigaban, Conchita regresaba a la habitación y vió con agrado que Ryoga y la chica platicaban con soltura.
-Parece que lo logró - pensó y se acercó
-Chicos, como han estado?
-Hola - se volvió la joven - gracias de nuevo, Ryoga me ha dicho que podrán ayudarnos
-Claro que los ayudaremos, pero necesitamos saber todo sobre tí...no estas en los registros
Barbara asintió
-Como saben, me llamó Barbara, vengo del planeta Malagaste, del sistema Hispania
-Eso esta casi al otro extremo de la Galaxia - comentó Conchita
-Sí, no estabamos en unión con la República, pero mi padre, ya estaba en términos de aliarse con ella
-¿Tu padre?
-Sí - intervinó Ryoga - ella es una de las dos hijas del soberano del planeta
-Vaya, entonces eres una princesa?
-No precisamente - sonrió con tímidez - mi hermana, Belen es la heredera al trono...en cambio yo, iba a prepararme para ser una estudiosa de mi pueblo
-Eso esta bien - sonrió - pero se nota que sabes pilotear
-Me enseñaron como parte de mi educación formal...siempre me ha gustado ser una combatiente, y no tanto el papel de hija refinada de mi padre
Ryoga observó con sorpresa como Barbara había cambiado. Detrás de ese exterior, tenía un carácter fuerte y decidido
-En fin, entonces dices que fueron invadidos
-Sí, pero no supimos cuando. Un día atacaron el palacio, tomados por sorpresa. Muchos murieron y mi familia fue encerrada para obligarla a firmar un armisticio. Yo logré escapar
-Pero los tanques, los soldados...todos hubieran sido detenidos
-Eso no fue la razón de que cayó el palacio, sino que algo invisible nos atacó...no pudimos verlo, pero yo sí...eran Gaimelechs
-¿Gaimelechs? Eso no puede ser, fueron prohibidos por su ferocidad al ataque
-Y aun así, son enormes, cualquiera los hubiera visto
-Nadie los vió, salvo yo...parece que llevaban algo que los hacía invisibles
Conchita miró a su alumno con una mirada que el le devolvió. No cabía duda de que Barbara poseía talento.
-Bueno, y no pudiste ver a los invasores
-Solo a los soldados, pero no a los líderes...aunque debó decir que siempre tenía un extraño presentimiento, de algo maligno y tenebroso. Yo quería quedarme con mi familia, pero mi padre me obligó a escapar...Dios! Quisiera saber si estan bien
-De seguro lo estan, te ayudaremos
-Entonces fuí de ayuda?
-Claro - asintió la Jedi - sabemos a donde ir y a que enfrentarnos, pero para mandar una fuerza de la República, tenemos que verlo por nosotros mismos
-Que! Entonces no me creen!!
-Te creemos, pero - sonrió Ryoga - si no son tan fuertes, solo nosotros podemos encargarnos de esto
-Gracias, muchas gracias - les tomó las manos a ambos - entonces rescataremos a mi familia y a mi pueblo, gracias!!
Tiempo después, luego de hablar un poco más y despedirse de Barbara para que pudiera descansar, los dos jedis conversaban afuera en voz baja
-Tiene poder, usa por instinto la Fuerza
-Eso pude ver, si los Gaimelechs existen, ella tiene razón
-Esas cosas fueron vetadas desde su gran poder de destrucción, aun me niego a creer que existan
-Pueden existir mi joven padawan...nosotros aun usamos algunos
-En este caso, debemos llevarlo
-Creo que sí, esto no me gusta...
-A mi tampoco sensei...sabe, he estado algo resfríado
Conchita le dió un buen zape a su discípulo
-Deja de bromear, esto es serio
-Lo siento..auh - dijó mientras se tocaba la cabeza.

Fin del capítulo

Notas del Autor
Por fin, pude matar dos pajáros de un solo tiro, ya que había prometido un fanfic de Star Wars hace tiempo y a la vez, pude incluír en uno, los diferentes escritores de fanfics que existen (gracias por dejarme incluírlos). Gracias de nuevo y espero que no les aburra la temática. Como ven, han comenzado a aparecer algunos, pero no se preocupen, que habrá más apariciones, por si acaso no se vieron aquí. Si alguien quiere aparecer (escritor o lector), es bienvenido, solo me avisa con tiempo.
Bien, nos veremos en el siguiente episodio...