Agradecimiento: Le doy todas las gracias a los escritores de fanfics que me dieron su permiso de incluírlos en esta historia. Perdonen si no les gustó como les pusé, pero no había remedio.
Hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana... |
SIN EMBARGO, ESTA PAZ ES RELATIVA YA QUE HAY AMENAZAS DE QUE SURJA UNA NUEVA GUERRA ENTRE EL JEDI Y EL SITH UNA JOVEN APARECIO Y PARECE TENER LA CLAVE SOBRE EL SURGIMIENTO DE LOS SITH. DOS CABALLEROS JEDIS HAN SIDO ENVIADOS AL SISTEMA HISPANIA PARA AVERIGUAR EL PROBLEMA QUE HA SURGIDO EN LA FUERZA... |
-Maestra, insistó en pilotear la nave
-No juegues! - dijó sarcastica la joven Jedi mientras su alumno la seguía de cerca - la última vez casi nos estrellamos en Olderón
-Bueno, quería probar...
-¡Siempre quieres probar! Porque no admites de una vez que te equivocas!
El padawan bajó la cabeza
-Bien, lo admitó..me confíe y casi estrellamos
-Ese no es el chiste...llevabamos al príncipe de Olderon a casa
-Si, y usted estaba "babeando" por él - sonrió el chico maliciosamente
-Erhh! Ese no es el chiste - se sonrojo levemente - pero debo admitir que era muy apuesto
El padawan movió la cabeza. Al menos ya se había librado de un sermón más de su maestra.
-Bueno, y entonces quien sera el piloto?
-Es alguien que conozcó personalmente
-Pues de seguro es una mujer
-Como lo supiste? - preguntó con genuida incredulidad Conchita
-El femenismo, el femenismo... - dijó con una sonrisa Ryoga. Conchita ignoró su comentario y siguieron los dos adelante por una rampa transportadora por las partes bajas de Pergamino. Comunmente, los garages (ok, talleres para no ser tan gringos) y sitios de despegue se ubican en las partes bajas de esta ciudad-planeta, el centro de la Galaxia animee.
El Consejo había dado el permiso para que dos caballeros Jedis fueran al sistema Hispania a investigar lo que había pasado. La joven solo atinaba a decir que habían sido invadidos por Gaimelechs, una especie de robots que habían sido usados como arma de guerra en las antiguas guerras interplanetarias, antes del surgimiento de la República. Supuesta habían sido prohibidos por su amenazadora fuerza, pero ahora estaban de vuelta.
-Maestra, ya me duelen los pies
-Shh! Se supone que eres un Jedi, no una niña
-Eso me han dicho desde que soy su padawan
-Pues ignoralos, no puedes!
-Los demás han tenido un maestro, yo una maestra...al menos tengo la suerte de no estar trastornado
-¿Que estas insinuando?
-Nada, nada - se encogió de hombros y siguió a su maestra. Conchita soltó un largo suspiro.
Hace 10 años, era todo lo contrario de ahora. Acababa de ser nombrada Caballero Jedi y estaba feliz porque iba a tener su primera discípula, pero cuando vió que el resultado fue un chico, casi se cae de espaldas. Alegó y ha estado alegando de que le cambie de alumno durante 10 años, pero el Consejo desoyó sus suplicas, en especial porque decían que el chico era talentoso. Conchita no lo creía, había visto su analisis de sangre y era apenas de 700 a 900 midiclorianos, en otras palabras, era un Jedi de clase baja.
-"No te preocupes" - se oyó la voz del Maestro Jullian - tiene aptitud"
Eso creyó, pero al entrenarlo estos años, vió con decepción como el chico fallaba en progresar, inclusive en el manejo del sable y de la Fuerza misma. No sabía concentrarse, se iba de "pinta" en los entrenamientos y era el más insolente que había conocido.
Contrario a él, ella había sido una talentosa padawan, cuando entrenaba bajo las ordenes de Shion, un prominente maestro Jedi. Él le había dicho que tenía un gran destino, entre ello, el ser la protagonista de un suceso que alteraría la galaxia entera. Esto la había llenado de emoción, además, de que su nivel de midiclorianos era alrededor de 10,000, muy alto entre los Jedis. Se sentía orgullosa de su poder y sobre todo, su capacidad para entender a cualquier persona era increíble...pero Ryoga había dado con el traste en sus aspiraciones
-"Ten paciencia" - era la voz de Blackwolf en su cabeza - "Es impetuoso solamente, como tú cuando eras una padawan"
-Impetuoso? Talentoso? Que hice para merecer esto!
Volteo a verlo. A pesar de todos sus defectos, ella también percibía algo extraño en el chico. Algo inusualmente raro, que aun con la Fuerza, los Maestros Jedis no habían percibido. Además, Conchita no podía percebir los pensamientos de Ryoga concretamente, solo por sus acciones. Ryoga podía bloquear inconscientemente la Fuerza...pero...
-Tonterías - se dijó para sí misma - solo es mi imaginación
-Es aquí? - preguntó Ryoga rompiendo sus pensamientos. Conchita levantó la mirada. Efectivamente era el taller de una amiga suya.
-¡Dije helado! - se oyo una voz - ¡No chocolate!
Un pobre androide salió volando frente a los Jedis.
-¡KR-LOZ! - se volvió a oír - es la última vez que te aceptó esto...ve por mi helado
El androide, con forma humanoide, se levantó de un salto y se fue corriendo. Una gota de sudor corrió por las cabezas de los Jedis.
-Erh! - Conchita movió la cabeza para despertar de su estupor. Se acercó a la puerta
-¿Akiko? ¿Eres tú?
-Nemain? - se oyó y una joven salió - ¿Eres realmente tú?
Las dos amigas tardaron en reconocerse, pero luego de unos minutos, se dieron un fuerte abrazo.
-Hace mucho tiempo que no te veía Akiko
-Ni a tí...mira nada más, ya eres una Caballero Jedi
-Gracias, y por fin veo que lograste abrir tu negocio de naves
-Ya sabes - sacó la lengua - apenas voy empezando, pero creo que lo lograre
-Eso espero
-Ah - Akiko notó la presencia del desconcertado padawan - quien es el?
-Te presentó a mi aprendiz, Ryoga Antilles
El chico se acercó y se inclinó
-Saludos bella dama - sonrió el joven. Akiko frunció el cejo
-Al menos lo has domesticado - bromeó Akiko. Conchita soltó una risita mientras Ryoga movía la cabeza como desilucionado.
-Veo que las mujeres son imposibles - masculló en voz baja. Segundos después, el chico estaba estampado en la pared.
-Perdón - Akiko reaccionó - creo que no debí...
-No te preocupes - asintió Conchita complacida - se lo merecía...vamos, tengo que hablar contigo - se volvió hacia Ryoga que soltaba una lágrima de dolor - ve por la señorita Barbara por favor
-Roger - dijó con voz baja el padawan - pero podría sacarme de aquí, creo que me rompieron un par de vertebras.
Hispania, planeta Malagaste...
Los imponentes Gaimelechs rondaban como buitres el Palacio Real de Malagaste mientras varias figuras observaban el desolado paisaje
-Así que las familias estan en campos de concentración?
-Afirmativo mi Señor - asintió uno de los soldados de la guardia - fabricando para la siguiente invasión...la familia real esta en las catacumbas.
-Bien, no debemos desperdiciar recursos...este pequeño planeta no tiene lo que buscabamos
-Se refiere al...
-Sí, El Señor se enfurecera
El soldado tragó saliva nerviosamente.
-Puedes retirarte - se levantó el soldado y dió media vuelta. La figura se volvió hacia la ventana
-Lo que te decía
-Deluxe, de nuevo tú?
Otra figura de menor tamaño apareció
-Saludos Darth Eagle - sonrió de forma siniestra el recien llegado - veo que sus instintos no funcionaron
-Aun no cantes victoria...el planeta esta siendo revisado de pies a cabeza y pronto lo encontraremos
-Eso no fue lo que escuche
El primero dió una mueca.
-Se podría saber porque eres tan chismoso
-Solo sirvó al Señor, eso es todo
-Hipócrita - musitó en voz baja - solo eres un ambicioso de poder, pequeño inverbe
El pequeño levantó la mano pero Darth Eagle hizó una seña de alto
-No debemos pelear...ya lo haremos cuando termine esto
-Puede ser...puede ser - bajó la mano - pero no te confíes Eagle...no te confíes
El Señor se volvió sin prestarle ya más atención. Deluxe dió media vuelta
-Te estas haciendo viejo Darth Eagle, pronto caeras
Darth Eagle solo soltó una risita
-Eso lo veremos....
Pergamino
-Así que iremos de incognitos? - preguntó Akiko
-Sí, tal vez sea una trampa o algo peligroso...no podemos ir con un crucero Jedi o de la República, eso nos pondría en una situación terrible
-Lo sé, pero aun si somos de la milicia, nos dispararan
-Por eso te elegí, eres una de las mejores pilotos de este lado del universo
-Me elogías... - Akiko guardó silencio - y no te lo voy a negar
Conchita sonrió. No cabe duda de que no había cambiado en nada en estos años
-Así que iras? Esto es peligroso...te comprende si no quieres
Akiko guardó silencio, como meditando...pero no duró mucho tiempo
-Claro, no te fallaría amiga, además, extraño esos viejos tiempos en que apenas era una padawan, con el maestro Shion
-Gracias! - Conchita sonrió - no creí...
-Pero.. - ella hizó una seña muy característica - pero no todo es gratis en el universo...sabes, cuesta mucho el combustible, las armas, mi comisión, etc.,etc.
-La República pagará, no te preocupes
-Eso espero - Akiko se levantó - esos burocratas son terribles al momento de pagar
-Lo hare, si es necesario, usare el truco Jedi
-Sí, sus mentes son más débiles que las de un bantha
Las dos comenzaron a reír cuando Ryoga apareció con Barbara
-Parece que todo esta solucionado cierto? - preguntó el padawan.
-Claro que sí, nos vamos a Hispania... - levantó Akiko la mano hacia el cielo - bueno, luego de que me entreguen mi helado
Los presentes se cayeron de espaldas
Sistema Nemesis, planeta Yetzal
-Tranquilo, concentrate - musitaba en voz baja un sujeto vestido a la usanza Jedi mientras observaba al joven que estaba parado de manos y con los ojos cerrados - siente la Fuerza, esta aquí, esta alla...esta en todos lados...unete a ella, forma parte de la Fuerza que domina y envuelve al universo
Entonces la piedra en que estaba sentado el maestro Jedi comenzó a levantarse con él...el joven mantenía los ojos cerrados, con un gota de sudor recorriendole la frente
-No te esfuerces..solo siente...no pienses...usa tus instintos
La piedra siguió elevandose hasta que pasó encima del aprendiz y se colocó al otro lado lentamente.
-Bien - el maestro se levantó - eso estuvó muy bien Hukarovi
-Gracias - el chico abrió los ojos y se volteó rapidamente. Su rostro no mostraba gran emoción - fue todo por hoy?
-Sí, vas aprendiendo rápido el arte de la Fuerza, pronto alcanzarás el rango de un Caballero Jedi
El chico asintió en silencio y recogió su capa de Jedi mientras se tiraba la coleta de aprendiz hacía atrás.
-Maestro Mawyin, realmente lo cree?
-Sí, tus temores casi han desaparecido...lo que sentías antes se ha ido diluyendo, puedo decir ahora que estas casi listo
-Gracias de nuevo, nunca pense poder hacerlo
-La vida nos trata mal algunas veces, pero cuando alcanzas la paz en tí, todo fluirá más rápido...la vitalidad, la energía...y también el odio, la furia y el miedo.
-El lado oscuro
-Sí, el lado oscuro - El Maestro Al Mawyin levantó la mirada. El era un prominente maestro Jedi durante mucho tiempo, sirviendo con gran destreza a la Orden los Jedis. Pero su estilo de enseñar era muy peculiar. No le gustaba estar en Pergamino, rodeado de tanta tecnología...prefería la vida silvestre, por lo cual elegía a Yetzal, un planeta del Sistema Nemesis, cercado al sistema Hispania. Había tenido varios discípulos, pero ninguno como Hukarovi Yanoki, un chico que había recogido por accidente como discípulo en una de sus misiones al planeta Huniversi. Se dió cuenta de su talento en la Fuerza y decidió entrenarlo. El chico era callado, pero obediente...aunque guardaba un gran resentimiento dentro de sí. Esto preocupó al principio al maestro, pero se dió cuenta de que tal ira se iba disipando con el entrenamiento. Ahora la paz fluía por el joven
-Creo que es hora de regresar a la casa - el Maestro dió media vuelta, pero se detuvó
-Ocurre algo malo Maestro? - preguntó el chico
-No lo sé, sentí algo en la Fuerza...algo tenebroso
-Yo también...es débil, pero muy oscuro
Mawyin levantó la vista. Esto no lo había sentido en mucho tiempo...salvó una vez.
Hyperespacio...
-Estamos a punto - señalo Akiko mientras su crucero se deslizaba por el hiperespacio - llegaremos en unas dos horas
Volteó y miró a Barbara, la cual no mostraba señales de alegría...solo de preocupación mientras el aprendiz de su amiga entrenaba con un rotor, una suerte de "esfera voladora" que disparaba rayos de vez en cuando
-No entiendo porque tengo que hacer esto - dijó Ryoga mientras blandía el sable frente al rotor. Sus ojos estaban cubiertos con una venda
-Estamos en una misión, no de vacaciones, así que tienes que seguir entrenando
Ryoga soltó un bufido y movió el sable esquivando un rayo inconscientemente
-Vaya - dijó Akiko - eso fue sorprendente
-Ah, es cosa de niños - presumió el padawan, pero no logró esquivar el siguiente rayo y le dió en la cara. La risa no hizó esperar, incluyendo de Barbara
-Sí, ríanse - se levantó lentamente - pero algún día no lo harán
-Lo dudo - sonrió Conchita - aun te falta concentrarte
-Vaya, estoy rodeado de chicas, y no precisamente en la posición que yo quisiera
-¡¡QUE QUIERES DECIR! - dijeron las 3 en tono amenazador. El joven se sintió una mosca al escucharlas
-Eh..nada - dijó en voz baja - no dije nada
-Eso espero - exclamó Akiko todavía molesta - sabes que esta es mi nave y podría aventarte por la escotilla de escape
-Sí, sería algo bueno - intervinó Conchita - así no tendría que aguantarte
-Cuidado Sensei - dijó el chico - esto se puede volver realidad
-Tu realidad será que si no te pones a practicar, te hare cocinar
El padawan ignoró el comentario y siguió con su entrenamiento.
-¿Te sientes bien?
-Sí, gracias - Barbara se volvió hacia Akiko - solo que estoy preocupada
-Yo se que tu planeta esta en dificultades, pero ten calma, pronto llegaremos
-Es por mi familia...se que estan en problemas...algo me lo dice
Ryoga miró instintivamente a su sensei. No cabía duda en los examenes ahora.
-Estamos llegando - Akiko escuchó la alarma del hiperespacio. Saltó hacia el asiento y miró los controles
-El Steel Heart jamás me ha fallado - musitó - pasaremos ese bloqueo sin problemas
-¿Steel Heart?
-Así llamó a mi nave..."Corazón de acero"
-Vaya, y crees que podamos pasar el bloqueo si hay
-Se los aseguro - sonrió - aunque va a armarse una calamidad
-No - Barbara se inclinó - hay un lugar por donde podemos pasar...te diré las coordenadas
-¿Estas segura?
-Creo... - dijó en voz baja - solo se que hay un lugar, las coordenas son 90 grados este, 80 grados sur, latitud 120
-Bien, como tu digas... - Akiko ajustó la computadora - iremos directo a ese lugar cuando salgamos a la velocidad de la luz
Entonces la estela comenzó a aminorar en la ventanilla de la nave y salieron directo a un planeta de color amarillo con manchas rojas
-Es Malagaste - señalo Barbara
-Oh por Dios! - exclamó Akiko al ver varias naves, destructores estelares por su tamaño, orbitando el planeta - a donde he venido a dar?!
-Solo sigue la ruta - señalo Barbara - por allí
Akiko asintió y aceleró lo más que pudó. Todos guardaron silencio así como la respiración mientras Corazón de Acero pasaba por delante de ellos...finalmente, penetraron a la atmósfera
-Dios mío! - Ryoga soltó el aliento - como pudimos pasar?!
-No lo sé, pero lo hicimos - suspiró Conchita. Akiko ajustó los controles
-Preparense, vamos a aterrizar
Mientras la nave descendía, el planeta comenzaba a divisarse.
Malagaste, era uno de los 15 planetas que rondaban una estrella de color amarillo, del tipo enana, formando el sistema de Hispania.
El planeta más importante era Madrid, sede del gobierno de esta parte de la galaxia. Malagaste era otro de los planetas, rico en recursos naturales y uno de los mejores para hacer comercio, junto a Zarag, al otro extremo del sistema.
El gobierno era una monarquía de tipo hereditaria. El gobernante o rey actual era de la dinastía Chekka, los cuales habían traído la paz a este sistema luego de la gran Guerra del Sith acontecida hace unos 1000 años. Se decían muchos secretos y lugares que los antiguos Siths emplearon en este sistema para esconderse, antes de enfrentar la guerra con los Jedis, pero esto ya había sido olvidado, en parte por voluntad propia, en esforzarse por no recordar esas sangrientas batallas, que tantas vidas costaron.
-Llegamos.. - Akiko descendió la nave hasta unos bosques. Activó una especie de camuflaje y el crucero desapareció.
-Esto nos ayudara - asintió - lo diseñe para esconderme de los policias
-Siempre tan tramposa - sonrió Conchita. Akiko sacó la lengua
-Bien - Barbara se levantó - les dire donde esta mi familia
-Pero antes tendremos que checar si es cierto lo de la invasión
-Disculpe, pero no venimos por lo de mi familia? - musitó Barbara algo molesta por la forma de actuar del Jedi
-Lo siento Barbara, pero la misión es primero...si no confirmamos esto ante el consejo, podríamos
-¿Podríamos? Acaso mi testimonio no cuenta!!
-Es que...
-Ahora me acusas de mentirosa, pense que me tomaban en serio
-Claro que lo hacemos, pero el Consejo y el Senado tiene que ver lo que pasa por sus propios ojos
-Mi familia esta en peligro! Acaso no comprendes..
-Claro que lo hago! - exclamó Conchita ya molesta por los alegatos de la joven - pero...
-No creí que una Jedi fuera tan molesta!!
-Y no creí que fueras como una niña consentida!
-¿A quien le dices consentida? Amargada!
-Amargada? Tu solo eres una bebé!!
Mientras las dos discutían, Ryoga y Akiko se miraron
-Vaya, parecen dos hermanas discutiendo - sonrió Ryoga (el autor tambien sonríe)
Entonces el sonido de un sable de luz resonó
-Será mejor detenerlas - asintió Akiko.
Luego de las discusiones y de que Ryoga casi pierde la cabeza al tratar de detener la pelea, el grupo bajo de la nave
-Segura que quieres venir? - Conchita se dirigió a Akiko - esto ya no es parte del trato
-No te preocupes - ella ajustó su blaster - será divertido
-Yo los guiare - dijó Barbara - solo si la señorita Jedi me lo permite
Conchita le dirigió una mirada asesina. Ryoga solo sonrió y el grupo comenzó a avanzar.
-Sentiste eso? - musitó Darth Eagle mientras revisaba unos planos. Deluxe asintió
-Sí...es una leve perturbación en la Fuerza...tal vez sean
-Son Jedis - Eagle cerró los ojos - uno o dos, no sé...parece que se ocultan
-Entonces Battousai falló, ese idiota
-Deja de hablar así de tus compañeros, ahora debemos averiguar si son Jedis o no
-No podemos saberlo, esa misma perturbación estaba cuando llegamos al planeta...reconozco que eso pudo ser lo que buscabamos
-Tal vez, pero esto es diferente..más fuerte - Darth Eagle se volvió hacia uno de sus oficiales - Almirante, busque cualquier rastro de personas extranjeras...y traigalas a mi presencia
-Sensei, esta bien? - Ryoga notó el rostro de preocupación en su maestra
-Lo estoy, pero sentiste eso?
-Sí, creo que las suposiciones son ciertas...
-¿Ciertas? - preguntaron Barbara y Akiko - ¿De que hablan?
-Por la oscuridad que se siente...tal vez sea el Sith
-¡Sith! - las dos palidecieron - ¡Pero fueron destruídos hace 1000 años!
-Pues parece que esos huerquillos aun no se mueren - dijó Ryoga burlonamente - esto me gusta
-¿Gustarte? - dijó horrorizada Akiko - nadie me había dicho que esta invasión estaba siendo guiada por los Sith...en este caso, mejor me hubiera quedado en Pergamino
-Lo siento, pero te lo advertí
-¡Cual advertencia! Dijiste que solo ibamos a rescatar a una familia! No a luchar contra los Sith
-Akiko, sabías del riesgo!
-No me salgas con eso!
Las dos se pusieron a discutir. Ryoga solo bajó la cabeza
-Aquí vamos de nuevo - y entonces de nuevo se oyó el sonido de un sable de luz.
Luego de salvarse por segunda vez de que le cortaran la cabeza, Ryoga caminaba delante de las 3 chicas
-No puedo creer que discutan demasiado...mujeres
-Es que ella tuvó la culpa!
-No, fue ella!
-Yo? Mira quien lo dice!
-QUE NO SE PUEDEN CALLAR UN MOMENTO! - se volvió el padawan ya harto de las peleas. Las 3 bajaron la cabeza apenadas
-Así esta mejor - Ryoga levantó la vista y un imponente castillo se veía a lo lejos - parece que allí es
-Efectivamente - Barbara sonrió - es aquí
-Rayos - musitaba Conchita mientras se adentraban por un pasaje subterraneo - soy la unica Jedi la cual tiene un alumno que siempre le falta el respeto
-Conchita, por favor - le rogó Akiko - ya llevas 15 veces rumiando eso
-Es que no es justo...
-Maestra - Ryoga se volvió - deje de quejarse, es su destino
-Sí, mi destino - bajó los brazos - bien, ya dejemos esto..cuanto falta para llegar?
-Ya casi - Barbara llevaba una especie de lámpara en mano mientras recorrían los pasajes secretos del castillo. En eso, pasaron por una ventila, por la cual, unos soldados conversaban
-¿Los vieron?
-No, sigan buscando...lord Eagle los quiere vivos...esos Jedis o lo que sean, no pueden estar lejos
-Chts! - Conchita exclamó - ya saben que estamos aquí
-El infiltramiento no fue tan efectivo - musitó Akiko con su blaster de tamaño A-5 en mano - lograron verlo
-Yo no lo creo - Ryoga se tocó la barbilla - si nos hubieran descubierto, nos habrían disparado en ese momento
-Tal vez si sean Sith - finalizó Conchita - el lado oscuro díficil de ver es...será mejor darnos prisa
El grupo siguió avanzando cuando llegaron a otra ventila. Barbara se detuvó y una sonrisa cruzó por su cara
-¿Que ocurre?
-No lo sé, pero siento si mi hermana estuviera aquí
-No cabe duda - pensó Conchita - esta chica tiene la Fuerza en ella...pero porque sus padres no lo notaron antes?
-Son las celdas del palacio - musitó Akiko viendo los barrotes laser - yo conozc..digo, lo se por eso
-Me suena que has estado antes en prisión
-Solo un par de veces, ya sabes, nadie te agradece lo que haces por ellos - soltó una risita nerviosa.
-¡Donde esta mi padre! - se escuchó - ¡Exigo verlo aquí y ahora! ¡Soy la Princesa de Malagaste! Solo lo hacen para fastidiarme...así que dejenme salir!
-No cabe duda - sonrió Barbara - es mi hermana Belen
-Bien señores - Ryoga corrigió al ver las caras de sus acompañantes - digó señoritas, a pelear!
Un enorme estruendo se hizó presente. Los custodios androides tardaron en reaccionar y fueron tomados por sorpresa por los Jedis, los cuales los acabaron en cuestión de minutos mientras Akiko corría por las llaves para liberar a la princesa.
-Cuidado Ryoga! - Conchita esquivaba un par de lasers - concentrate
-No me regañe en plena batalla sensei... - musitaba el chico moviendose a gran velocidad enmedio de los androides - no me gusta que me presionen
Finalmente, el último androide cayó al suelo destruído. Conchita y Ryoga apagaron sus sables
-Fue fácil...espero que no hallamos hecho mucho ruido
-Hermana! - Belen corrió hacia Barbara tan pronto fue liberada - Estas bien!
-Sí - la joven la abrazó - logre escapar
-Eso esta muy bien - sonrió - y dime...que me trajiste?
Una gota de sudor corrió por la cabeza de todos
-Creo que esta algo consentida - atinó a decir Ryoga
-¿Y estos quienes son? - preguntó la princesa
-Son dos Caballeros Jedis enviados por la República para liberar nuestro planeta hermana
-Ah sí... - ella se adelantó - podrían dar una maroneta o mostrarme sus sables para demostrarlo
-¡Belen!
-Lo siento - sacó la lengua pícaramente.
-Que diferentes son ustedes dos - musitó Conchita - no parecen hermanas
-Sí, me preguntó porque la eligieron como sucesora al trono...yo con ella, me hubiera ido volando del planeta.
Ryoga recibió un buen coscorrón por parte de su maestra
-¿Acaso no tienes respeto por las mujeres? - masculló Akiko
-No, creo que no - se levantó del coscorrón - soy bobo, pero no tanto para estar derrapando por una chica
Todas se le quedaron viendo
-Acaso eres de una especie fuera de este universo?
-No, solo que las chicas aquí presentes no lo adjudican - Ryoga vió la mirada asesina de las chicas - es decir, son tan bellas que no necesito inclinarme ante ellas...simplemente lo único que puedo hacer es servirlas
Un leve sonrojo corrió por todas ellas. El chico dió media vuelta..pero era un sonrojo de molestia
-Bueno, vamonos...no quiero perder más el tiempo, rescatando damiselas en peligro
-Siempre es tan cínico? - preguntó Akiko mientras el irrespetuoso padawan se asomaba para ver si no había moros en la costa. Conchita solo asintió con pesar
-Tiende a ser muy grosero, especialmente con las chicas...pienso a veces que todavía no ha pasado de los 8 años..mentalmente hablando
-Escuche eso - se volvió el aprendiz - y mi sensei tiene razón...vengan, el camino esta despejado
Las chicas y la Jedi no tuvieron otra opción que encogerse de hombros y seguirlo.
-Esa sensación de nuevo - Eagle se levantó - son Jedis, no cabe duda
-Bien - Deluxe sonrió - me encargare de ello
-No se moleste Lord Deluxe - una voz tétrica se escuchó atrás de ellos - yo lo tomare
-¿Estas seguro Battousai? - se volvió Eagle. Un sujeto, vestido a la usanza negra de los otros dos, apareció. Tenía varias cicatrices en la cara y el cabello, de color negro, sujetado en una cola de caballo
-Claro que sí mi Señor..hare papilla a esos Jedis
-Espero que no falles...adelante - asintió Deluxe
-Bien, pero no irás solo... - otros dos personajes aparecieron. Una era una chica muy hermosa, de cabello morado, pero con una mirada tan fría como el mismo hielo, vestida con ropajes negros, así como otro que tenía una máscara horrenda, como la muerte misma. Estaba desprovisto de cabello y sostenía una especie de hoz.
-Lady Daga...Darth Caronte - sonrió Deluxe - veo que ya han llegado
-Así es...hora de divertirnos... - sonrió Daga malevolamente.
Entre tanto, un crucero de color plateado utilizaba la misma ruta que el crucero de Akiko para pasar enmedio del bloqueo...
Fin del Capítulo
Notas del Autor
Más Jedis y Siths son introducidos a la trama ¿Que ocurrira en el siguiente episodio?