Escritores y Star Wars fanfic
"LA GUERRA DE LOS FANFICS"
por Ivan Emiliano Altamirano
Advertencia: Todos los personajes en este fanfic son propiedad de...un momento! Creo que no hace falta decir esto...solo lean el fanfic y espero que les guste.

Agradecimiento: Le doy todas las gracias a los escritores de fanfics que me dieron su permiso de incluírlos en esta historia. Perdonen si no les gustó como les pusé, pero no había remedio.



Toda generación tiene una leyenda
Todo camino tiene su primer paso
Toda saga tiene un comienzo

Hace mucho tiempo, en una galaxia
muy, muy lejana...


FANFICS
WARS


Capítulo VIII

ACONTECIMIENTOS


UNA NUEVA AMENAZA SE GESTA A LA REPUBLICA. NAVES DEL IMPERIO SITH HAN COMENZADO A TOMAR PLANETAS Y SISTEMAS SIN TENER RESISTENCIA

UN GRUPO DE JEDIS HA COMENZADO A ENTRENARSE PARA ENFRENTARLOS AUN SIN EL CONSENTIMIENTO DEL CONSEJO

ALEX SALMON, UNA MAESTRA JEDI, EN COMPAÑIA DE SU NUEVO ANDROIDE, BRA, HAN APARECIDO EN ESCENA MIENTRAS JOSEL SE PREPARA PARA LA CARRERA DE PODS.

PERO LOS SITH HAN RESULTADO MAS DE LOS QUE SE PENSABAN

Espacio exterior...afueras del planeta Megazoar
-Que hiciste que!! - Sam se le echó encima al chico - como pudiste cambiar el rumbo!!
-Fue necesario - el pobre apenas podía escapar de su estrangulamiento - tengo cuentas pendientes con los Sith
-Esto no es para estar jugando...la reina nos acompaña y puede morir por tu culpa
-No lo hará, yo las cuidare
-Huy sí! Vas a cuidarnos mucho...no como yo lo hice contigo
El chico miró a Sam
-Quieres que te lo vuelva a agradecer?
-No, quiero que demos vuelta a la nave y vayamos a Pergamino
-Imposible! - negó con la cabeza
-Entonces...- suspiró - que planeas hacer?
-Mira Sam, este planeta es uno de los que abastecen en armamento y municiones al Sith. Mire los archivos antes de partir de Malagaste
-Estas seguro?
-Sí, por eso coloque el sistema "Stelth" que tiene esta nave. Eso evitara que nos detecten.
-Veo que tu amigo Jedi no vinó tan desprotegido como ustedes... - la chica sonrió ante la mueca de molestia de su acompañante - esta bien, continua con lo que ibas a decir
-Ok...según ví los archivos, este planeta era un lugar de colonizadores, un puerto para poblar nuevos mundos afuera de la Galaxia, pero entonces, según la historia que tiene la República en su banco de datos, los colonizadores lo dejaron por considerarlo peligroso. Yo jamás me trague ese cuento, el planeta era perfecto para ser habitable
-Entonces...insinuas que el Sith envió esos archivos falsos a la República
-Exacto y no solo eso. Me imaginó que los colonizadores no se fueron
Sam frunció el cejo
-Insinuas que estan alla abajo?
-Exacto, deben ser prisiones o esclavos - el joven le dió un informe de la computadora - esto ví con el escrudiñador antes de que despertaras
-50,000! - Sam gritó - hay 50,000 formas humanoides alla abajo?!
-Sí, por eso tengo que liberarlos y destruír este centro. Con esto, el Sith perdera impulso en su conquista...suficiente para que la burocracia de la República lance un discurso, de el permiso y aun para tirarle una patada en el trasero a esos tipos
-Pero... - la chica iba a hablar pero el joven le tapó la boca con un dedo
-Shh! No me llames así, soy Kenobi recuerdas?
-Como sabías que iba a decirte así? - preguntó Sam - además, no me calles
-Lo siento, pero que no se te olvide - dió media vuelta - ahora tengo que hablar con su majestad, ustedes escaparan y me dejaran aquí
-Eso es imposible, no te dejare solo Ivan
El chico se detuvó y se volvió enojado
-Sam, te he dicho que soy Kenobi..prefiero que me digas así, pero no Ivan...ese nombre es horroroso
-Yo no tuve la culpa...el Dr. Jimenz te bautizó así...Ivan Kenobi - Sam sonrió disfrutando el dolor del chico.
-Tramposa.... - solo atinó a decir.

Pergamino...
El Senado de la República. Miles de senadores y representantes de los planetas afiliados a este gobierno pueden expresar sus opiniones o declaraciones en el domo de color azul, parecido a un estadio gigantesco, donde las plataformas flotantes sirven de estrado a tales personas. Esta es la forma de gobernar de la gran República de planetas. Desgraciadamente, el burocratismo ha comenzado a tener efectos tan tremendos, que se necesita casi un 80% de los votos para aprobar una acción. Alguna vez, una Maestra Jedi (se imaginaran cual) le dió el apodo al Senado de la "Gran Tortuga"....algo cierto.
-Pero planetas enteros han interrumpido sus comunicaciones, eso tiene que significar algo - exclamó el senador de Tigrus
-Lo sentimos - murmuró el Gran Canciller Hemm - pero ya hemos hecho votación y la noción no ha sido aprobada
-Señor Canciller, no podemos seguir retrasando la ayuda...según los Jedis...
-Escuchen todos! - el Canciller elevó la voz - el Consejo Jedi o la Orden no tiene nada que ver con nuestras decisiones. Como sabemos, los Sith fueron extinguidos hace un milenio...tal vez esto que esta pasando sea un resquicio de rebeldía y nada más, así que no vuelvan a hablar de esto
Una senadora suspiró ante el comentario. De cabellos castaños y ojos del mismo color, bajo la vista y se levantó
-A donde va Señora? - preguntó su mozo
-A descansar, esto no va a ningún lado y no tiene caso quedarse - su vestido, color azul se agitó y salió caminando de la plataforma.
Unos momentos después, se encontraba en sus aposentos, comunicandose por una pantalla holográfica
-Así que no ha resultado nada?
-No primo, esto no me gusta. El Senado no quiere hacer caso a las peticiones de los Jedis
-Será mejor armar el planeta cuanto antes - un joven de cabello verde asintió, vestido con un uniforme tipo militar - los Sith pueden atacarnos en cualquier momento
-Realmente crees que sea eso?
-Que más puede ser? Cuando un Jedi tiene razón, la tiene
-Eso lo sé...pero el Canciller y la mayoría de los senadores son demasiado necios...temo que esto cueste demasiado a futuro...Jorge, ten cuidado
-Lo tendre prima...lo tendre - la imagen desapareció. La senadora tomó un nuevo respiro. Entonces una doncella apareció
-Senadora Sunrider, tiene una visita
-Una visita? Quien es?
-Es un Jedi. El Maestro Julian Soullard
-Hazlo pasar inmediatamente - finalizó la dama.

Sailorn
Cloud admiraba la capital del planeta desde un balcón del palacio de Cristal. Había estado escuchando la historia de Vegemoon, una hechicera que servía de guardaespaldas a la princesa. Ella había entrenado como una luchadora en un torneo de artes marciales cuando Aisha la encontró y decidió darle un mejor futuro.
-Vaya cosas - suspiró el joven Jedi - este día ha sido muy ajetreado
Volvió su vista hacia la ciudad. Aun se sorprendía de la paz que emanaba este lugar. Era como si la invasión Sith que se aproximaba al planeta no existiera.
-La vida da muchas vueltas - pensó. Era cierto, ya que él había vivido de esa forma.
Hace unos meses, él estaba entrenando en Dagobah, un planeta lleno de pantanos y de cienagas, no habitable por nadie, excepto los Jedis. No solo constituía una especie de refugio para el Jedi, sino también un lugar de entrenamiento, ya que el Lado Oscuro dominaba parte del planeta.
Strife, un huerfáno de padre y madre, fue entrenado por el maestro Akira, un poderoso Jedi que había fallecido recientemente. Ese fue el motivo por el que el chico regresó a Pergamino, y sin querer, el Consejo lo tomó en cuenta para ayudar a Conchita y su padawan en la misión con Malagaste, debido a su poder y su conocimiento del Sith. Sin pensarlo, ahora estaba luchando contra un viejo enemigo y sin querer, se volvió Maestro de una princesa que ansía convertirse en Jedi.
-Impresionado?
Cloud despertó de sus pensamientos y se volvió rapidamente. Era la princesa Aisha
-Su maj.. - el Jedi iba a inclinarse, pero Aisha lo detuvó
-No tienes que hacerlo Cloud y además, ya te he dicho que puedas hablarme de tú - sonrió la joven gobernante. Strife asintió apenado
La princesa se colocó a su lado, admirando la ciudad
-Es hermosa cuando es de noche... - musitó - no lo crees
-Sí, muy bella - solo atinó a decir el Jedi, el cual se volvió por un momento para admirar de nuevo a Aisha. Rubia, de estatura mediana, ojos azules claros. No aparenta ser mayor de 22 años, sin embargo, su mirada reflejaba una gran madurez. A pesar de ser mayor, Cloud se sentía como un niño ante ella. Ser un Jedi implica un gran compromiso y seriedad, pero ser gobernante de un planeta es distinto.
-Así que entrenaste en Dagobah
-Que... - exclamó Cloud desconcertado - como sabe?
-Investigue un poco de ustedes. Conchita Nemain es una Caballero Jedi que tenía un padawan. No lo he visto..me imaginó que fue muerto por un Sith
-Efectivamente, cuando fueron investigar a Malagaste, el Sith los ataco...Antilles fue asesinado. Yo apenas pude llegar para evitar mas muertes
Aisha sonrió
-Entonces debes ser muy fuerte
-No majestad... - el chico se quedó callado cuando vió la mirada de enojo de la princesa - digó...Aisha, realmente tuve suerte...lamentablemente no pude evitar que Nemain tocara el lado Oscuro
-Ya la habías visto antes?
-No, desde que termine mi entrenamiento, fui enviado a Dagobah. Solo volví para el funeral de mi Maestro Akira...El Consejo supó de mí y me enviaron
-Ya veo...pues veo que te preocupas mucho por ella
-Es una compañera solamente - sonrió - ni siquiera parecemos simpatizarnos
Un ruido seco se oyó a la espalda de los dos, que se voltearon. Sin embargo, no había nadie
-Tal vez fue dentro de palacio - murmuró Aisha
-Sí, eso debe ser - frunció el cejo Cloud inquieto. Una presencia había aparecido fugazmente pero luego desapareció con el ruido.

Pergamino...
El Templo Jedi se levanta enmedio de las superestructuras que forman parte de este planeta-ciudad. En uno de los balcones, dos figuras analizan la situación que ocurre respecto al Sith.
-Conchita tiene razón - exclamó un chico vestido a la usanza Jedi. Destaca en su peinado de color negro, una cola de caballo - ella nunca fallaría y menos cuando su padawan...
-Tranquilo Mamoru - sonrió el otro sujeto que portaba un casco de color negro - no dejes que tus emociones te guien.
-Vaya, el recien graduado ya me quiere dar lecciones de como controlarme - el otro suspiró - y que?
-Mira, Conchita esta bien ok...ella esta en Sailorn y para que lo invadan como esta sucediendo en los otros planetas, falta todavía mucho
-Pero si el Maestro Soullard no logra el permiso..entonces...
-Lo hara, tiene que hacerlo. La senadora Raquel Sunrider es buena amiga de nosotros. Por lo menos dejara que algunos Jedis vayamos
-Ese "dejara" me suena sospechoso - sonrió Mamoru - que insinuas Blaster?
-Nada - una mano tipo cibernetica emergió de la capa del Jedi - pero creo que tu "amiga" no estara sola tanto tiempo.
Entre tanto, en los aposentos de los Senadores...
-Facilitarles una nave?
-Sí, por favor su majestad... - rogó el Jedi Soullard. La senadora detuvó su caminata sin rumbo y volvió la mirada al Maestro Jedi. Julian era de la raza golem, los cuales se caracterizaban por tener forma humanoide, pero destacaban por estar lleno de marcas y rocas, tanto en el rostro y en el cuerpo. A pesar de esto, no envejecían a la misma rapidez que los humanos y estaban dotados de una fuerza y velocidad sobrenaturales. El Maestro rondaba los 70 años, sin embargo, se veía como de 26.
-Pero... - la senadora levantó la mirada - sí el Senado se da cuenta, puede...
-No se preocupe, también actuamos contra la decisión del Senado cuando envíamos a los 3 Jedis. Pedirle un consejo o voto al Senado es terriblemente tardado...por eso Nemain y su padawan fueron en una nave de tipo "comercial"
-Pueden volver a hacerlo...entonces porque me piden permiso?
-Luego de que el Senado se enteró de nuestros movimientos, ha bloqueado todo tipo de viajes "extraños"...por eso necesitamos de su ayuda.
-Ya veo - Raquel sonrió adivinando las intenciones del Jedi - la nave diplomática
-Exacto, nadie revisa los transportes de los Senadores...además, la que usted utiliza es piloteada por alguien que no es ni piloto oficial
-Te refieres a Gohan? Veo que has estado planeando esto cuidadosamente
-Cierto, pero nos será de mucha ayuda. Se que él es un científico que se ha dedicado a los inventos antiguos...entre ellos, los Gaimelechs
-Según supe, algunos Gaimelechs también atacaron Malagaste...
El Maestro Soullard asintió. Raquel frunció el entrecejo
-Los Jedis son listos - Raquel sonrió - esta bien, les dejare ir. Además, temó por mi hermano y mi planeta parece estar en la ruta de los supuestos Sith
-Gracias su majestad! - exclamó Soullard emocionado - no se decepcionara
-No es nada...pero cuantos iran?
-3 Jedis más y yo...además de Gohan. No levantaremos sospechas - finalizó Julian inclinandose ante la senadora...

Sailorn.
Akiko caminaba bostezando por los pasillos del Palacio mientras iba a su habitacion
-Ahh! Construír una nueva nave es díficil... - murmuró. Entonces notó un extraño ruido. Rapidamente sacó su blaster y comenzó a moverse a la fuente cuando vió que provenía de una de las habitaciones del lugar. Era la de la Jedi Nemain.
-Conchita? - Akiko tocó, pero no hubo respuesta. Entonces guardó su blaster y entró. Vió una figura, recargada sobre el balcón.
-Conchita..estas... - Akiko notó que estaba llorando. La Jedi volteó. varias lágrimas corrían por su cara.
-Akiko - musitó - él...él solo.. - no terminó de hablar y de nuevo se soltó en llanto. Akiko se le acercó y la abrazó
-Creo que tenía razón...

Urania...
-Y estaban los tomatitos, muy contentitos!! Que para su suerte, llegó del...!
-Ya maestro! - exclamó Hukarovi ligeramente molesto por la tonada de Mawyin. Josel solo se reía a mandíbula batiente.
-Vamos mi joven padawan - sonrió el Maestro Jedi con dos teflones en las manos - que acaso no te gusta mi melodiosa voz
-No es eso, pero usted ya es mayor y además, esas canciones...
-Ja! Mira quien le esta dando lecciones a quien - rió Mawyin.
-Vamos Hukarovi, no seas tan aguado - dijó Josel levantandose - Dios! Me duelen las costillas de tanto reír..
-Y todavía no acabo..."Cuanto calienta el sol...aquí en la playa..."
Mientras Josel reía con el Jedi, Hukarovi frunció el entrecejo y dió media vuelta saliendo de la casa.
-Sera mejor dar una vuelta - murmuró - ahora vengo
-Bien, pero recuerda que si llegas tarde, no te dejare salir la próxima vez - le bromeó su maestro. Yanoki respondió con una mueca y salió rapidamente.
Luego de caminar unos cuantos minutos, dió un largo suspiro
-No entiendo porque tiene que ser tan payaso - musitó - un Jedi tiene que ser serio, y no andar como un cierto dinosaurio de color rosado.
-¡Diablos! - se detuvó. El padawan había sentido una presencia fría, terrible. Y se estaba acercando.
Volteó a todos lados en el suburdio donde se encontraba y se metió rapidamente a una especie de tienda.
Entonces vió a un sujeto vestido totalmente de negro pasar. Y alguien más lo seguía...
-Haruka - murmuró Hukaravi reconociendo al acompañante. El sujeto se detuvó y volteó hacia el joven
-Mira Tenou, deja de molestar conque hago trampas
-No me digás Squal, todos vieron como casi matas a Josel
-Squal? - Hukarovi palideció - es el Sith. Mi Maestro tenía razón.
-Josel es un inepto...creeme. Por suerte suya no murió
Haruka agarró del cuello al sujeto, pero este a su vez la sujetó de una mano. El joven tuvó que retroceder con una mueca de dolor
-No vuelvas a hacer eso - su voz era gelida - o te matare - entonces lo soltó - no se porque lo defiendes tanto.
-Solo quiero una carrera justa, nada más...
El sujeto le dirigió una mirada inquisidora
-No me engañas... - musitó - se quien eres realmente
Hukarovi notó como el joven se pusó pálido al escuchar eso.
-N-No..estas bromeando - sonrió a medias - que puedo ocultar yo?
-Bueno, se dice solo los hombres pueden participar en una carrera de pods. Tu actitud es algo sospechosa
Haruka tragó saliva
-Y? soy chico, no lo ves?
El tipo llamado Squal sonrió
-Eso espero Haruka - dió media vuelta - nos veremos en la carrera... - comenzó a caminar, pero se detuvó repentinamente.
-Rayos! - el Jedi bajó la mano hacia su sable - creo que me descubrió
Pasaron varios minutos. Squal sonrió y comenzó a acercarse hacia donde estaba Hukarovi. Este sujetó su sable, listo para pelear...pero entonces vió como el Sith señalaba algo en el aparador de la tienda.
-Esto le gustara a mi chica - musitó. Hukarovi casí se cae de la impresión. El Sith sonrió y se retiró del lugar.
-Eso estuvó cerca... - suspiró el Jedi.
-Hukarovi? Eres tú?
-Que.. - el chico se levantó y vió a Michiru viendole con cara extrañada - erh..hola, que haces aquí?
-Bueno, antes de contestar, te preguntó, que haces TU aquí?
Hukarovi frunció el entrecejo. Fue entonces cuando se dió cuenta de que se había metido en una tienda de ropa íntima para mujer.
Todas las chicas del lugar, desde humanoides hasta alienígenas, tenían la mirada de: "mira, que pervertido".
-¡Oh Dios! - solo atinó a decir....

Xoom...
-Bra, porque no dejás de seguirme? - musitó Alex mientras caminaba por las calles de la ciudad.
-No puedo dejar de hacerlo Ama, usted me trató muy bien. Mi deber ahora es seguirla a donde vaya...no importa si es a un sol o el oscuro planeta de Hoth
Alex pusó una mueca de molestía. Nunca le había gustado estar acompañada..bueno, tal vez de un chico sí, pero en este caso...
-Y a donde vamos?
-A devolver esta llave - Alex sacó el objeto - esa chica cree que voy a quedarme. Debo partir mañana mismo
-Pero esta en la prisión...dudo que dejen pasarla
Alex vió que Bra tenía razón. A pesar de ser un Jedi, ella no tenía autoridad en este lado de la galaxia.
-Parece que diste en el clavo, pero que hare entonces? No quiero seguir aquí
-Creo que yo puedo ayudarla - finalizó la androide...

Espacio exterior...
Una enorme flota de cruceros Sith surcan el espacio a gran velocidad, mientras dejan la atmósfera de Titania. Destaca entre todos, un crucero de color rojo fuerte, con la insignia del Sith en un lado.
Y en una de sus cámaras, el causante de toda esta guerra, escucha a sus discípulos con los últimos informes
-5 planetas...me parece poco - musitó Lord Master Demon mientras 5 Siths esperaban arrodillados - debemos seguir avanzando
-Los próximos objetivos son Airthes, Sau Pal, Gaia y Crika - exclamó Darth Eagle
-Así es, y a pesar de la fuerza militar de los últimos dos - intervinó Darth Battousai - lograremos destruírlos y conseguir el "Holocron Fic"..
-Bien, Darth Caronte se encargara del primero y segundo. Claro, con ayuda de Darth Zombie
-¿Darth Zombie? - preguntaron todos - acaso...
-Sí, sobrevivió al ataque que realizamos en Syrus. Los apoyara de ahora en adelante...Darth Deluxe atacara Gaia
-Perfecto! - asintió el joven Sith - al fin tendre una operación bajo mi m..
-Espera, no irás solo...Darth Bulma te acompañara
El rostro del Sith mostró una furia repentina
-Pero Señor! - se levantó - quiero ir solo...no quiero con ninguna chica!
-Tendrás que hacerlo - una voz apareció por detrás. Los Sith se volvieron y una chica, de aspecto dulce y cabello azul apareció. Sin embargo, sus ojos rojos emitían chispas de odio.
-Yo no necesito de mujeres - tronó Deluxe - menos de tí..
-Te dije que obedecerás irrespetuoso! - le recriminó. Darth Deluxe iba a contestar, pero bajó la cabeza
-Bien, no habrá otro remedio, sin embargo, yo comandare a los Gaimelechs fantasmas. Dicen que el Rey Jorge Sunrider es bueno manejando esas cosas...me gustaría matarlo yo mismo.
-Como quieras... - Darth Bulma sonrió y le dirigió una mirada de satisfacción a Darth Daga.
-Y para finalizar - prosiguió Lord Demon - Darth Eagle y Darth Daga atacaran Crika
-Bien - asintió la Sith - mi planeta natal...
-Solo una cosa más...cuando llegue Darth Squal, díganle que quiero verlo... - los ojos del Lord brillaron - es un irresponsable!
-Sí me permite - una luz apareció en el lugar. Una figura emergió de ella - yo ire a buscarlo
-Lord Hibiki, nos honra con su presencia - comentó sarcastico Deluxe. El Sith, de cabello al estilo medieval y oscuro, ignoró el comentario
-Te lo encargó Hibiki...traeme a ese tipo. Ya es hora de iniciar el ataque directo a la República...

Urania...
-De verdad que eres distraído - rió Michiru mientras Hukarovi se sonrojaba
-No te burles, simplemente tropece por accidente
La chica siguió ríendo mientras el pobre Jedi la acompañaba a su casa. Por suerte el Sith no se había aparecido ya por esos lugares.
-Hukarovi...
-Eh - el chico despertó de sus pensamientos - sí, que ocurre?
-Cuanto tiempo piensan quedarse?
-Bueno, aun no lo sabemos...la nuestra se descompuso
-Y porque no roban una nave?
-Robar? Claro que no! - contestó algo sorprendido - por quienes nos tomas?
-Bueno, es que siendo Jedis, tal vez tendrían ventaja
Yanoki se pusó pálido. Michiru lo miró con una sonrisa pícara
-N-No se de que hablas... - trató de mentir, pero la chica le sostenía la mirada
-No me engañas, se nota que no sabes mentir
El chico solo suspiró
-Malaya! Como te diste cuenta?
-Simple, cuando caíste, tu capa se abrió y ví el sable
-Ah sí? Se puede saber que me veías?
Michiru se sonrojó violentamente
-Nada - trató de contestar - pero es que te veías muy lindo
El Jedi sonrió pícaramente. Era turno de devolver la broma
-No digás eso, Haruka puede molestarse
-Molestarse? Pero si es mi... - Michiru se tapó la boca
-Sí, ya se que es tu novio, pero, tienes que guardar el secreto
-Lo sé, ví al Sith...
-Conoces de ellos?
-Un poco, mi padre cuando vivía nos contaba historias de la legendaria Guerra del Sith
-Esto es peligroso...creo que no deberías acercarte a nosotros
-No te preocupes, tengo a Haruka recuerdas?
-Yo no lo creo mucho - musitó Hukarovi recordando la escena anterior - en fin, tenemos que regresar. Mi maestro debe saber sobre el secreto
-También Haruka, se impresionara con esto
-Michiru, no es un juego. Esos Sith estan buscandonos...a cualquiera que se meta con ellos
-Lo sé tonto - se acercó y le dió un beso en la mejilla - lo sé
-Oye! Acaso estas coqueteando conmigo?
Michiru no contestó y siguió caminando. Hukarovi solo se encogió de hombros...
-Mujeres...

Katerpi...Xoom. Cuartel General de la Policia Galáctica.
-Así que F5 volvió?
-Así es jefa - murmuró Susana mientras limpiaba su arma. Una mujer de unos 30 años se acercó a la joven teniente - lo extraño es que esta vez no provocó a los maleantes como la otra vez
-Al menos la amenaza que le hizó resultó, así es como le debes hablar a esa clase de sujetos mi joven padawan
Susana frunció el entrecejo
-Padawan? Otra vez con eso?
-Que querías? - se encogió de hombros - siempre quise ser un Jedi desde pequeña. Por eso entre a la Academia alumna
-La entiendo "sensei", pero ya esta algo grande para eso...además, es capitán de esta división, tiene que guardar seriedad
-Y lo hago, solo que... - la chica movió la cabeza - bien, olvida eso padawan
Susana pusó una mueca de resignación y guardó su blaster.
-Hey Marijose!! - una voz resonó de una celda al fondo del lugar - dejame salir! No hice trampa!
-A callar Scarlet, es la tercera vez en este mes que te atrapamos, ya no tienes excusa
-Escuche! - la chica de cabello rojizo se levantó - mi moto esta alla afuera, y temo por ella, así que solo dejeme ir por ella
-Sí como no, ahora aguanta adentro
-No voy a callarme!! Lo escuchó capitán...¡Dejenme salir!
-Allí va otra vez - suspiró Susana - nunca se cansa de discutir
Entonces la puerta del recinto se abrió. Dos mujeres entraron por él. Una era vestida con una capa de color azul y la otra, parecía ser una androide.
-Disculpen, aquí esta encerrada una joven llamada Scarlet
-Sí, es ella - La capitan Marijose señalo el fondo de donde provenían ciertos "gritos"
-Bueno - asintió la androide - hemos venido a pagar su fianza
Tanto Scarlet, Susana y Marijose se vieron extrañadas

Megazoar...
Una figura, vestida totalmente de negro, observaba una especie de ciudad enclavada en un enorme bosque. Tal como las predicciones de Kenobi, el planeta era habitable por su aspecto.
-Disculpe Señora - un soldado robot apareció. La figura se volvió desde el balcón
-Que quiere cabo?
-Nuestros sistemas detectaron una presencia...una nave de combate
-¿Nave?
-Sí, parecía usar un sistema Stelth, pero cuando bajó hacia la atmosfera, la destruímos totalmente
-Esta seguro?
-Así es...Lady Karen
La figura elevó la mano...
-Señora - la voz del robot se quebró - yo no quis... - no terminó de decir eso cuando estalló en pedazos al mismo tiempo que la joven apretaba el puño.
-Idiota, ese ya no es mi nombre...ahora soy un Sith - entonces varios soldados robots aparecieron y se llevaron los restos. Se retiraron rapidamente. La Sith se volvió hacia el horizonte. Personas de todo tipo caminaban por las calles, pero sus rostros mostraban una tristeza y miedo indescriptibles.
-Por fin tengo algo a mi mando - murmuró - y nadie me lo va a quitar...sin embargo, esa presencia que sentí...era fuerte...muy fuerte..

Fin del capítulo

Notas del autor
Antes que nada, una aclaración. Darth Hibiki no soy yo, sino un amigo que también utiliza el apodo de Ryoga Hibiki (solo que no escribe fanfics, sino solo es fan de Ranma)...pero se pone mas como nick Hibiki17, así que lo deje como Darth Hibiki (gracias Amílcar!).
Bueno, más personajes siguen apareciendo. Siento que la trama halla enlentecido tanto, pero cuando logre aparecer la mayoría de los personajes, irá más rapida (hmm, aun falta muuucho). Nos veremos en el siguiente episodio.