"PROMESAS"

Por: ARIADNA.

Capítulo 6: UNA TERRIBLE VERDAD

 

-¿Cómo supiste que se transformaba, Akari?

-Después de vivir desde que nací rodeada de animales sé diferenciar entre uno que actúa como tal y uno que no.

-Que fea cicatriz tiene en el pecho…

-Hey, está despertando.

Todos los habitantes de la casa rodeaban a la extraña chica que se transformaba en gato. Está ahora estaba vestida con una polera sin mangas y unos pantalones cortos, ropa de Pai. La chica abrió lentamente los ojos, y se percató rápidamente que estaba siendo observada. Se sobó la nuca, recordando inmediatamente que era lo que había ocurrido. Se levantó tranquilamente y esperó que alguien le dijera algo. Esto no pasó de inmediato, ya que, más bien, ellos esperaban que ella comenzara a hablar por sí sola.

-¿Y bien? – preguntó Ranma luego de un rato de silencio.

.¿"Y bien" qué? – respondió ella secamente.

-¿Quién demonios eres? – volvió a preguntar Ranma, enojado por el tono de voz que usaba la chica.

-No querrás saberlo.

-Dilo de todos modos.

-Jum, lástima, me estaba gustando esto de estar aquí de incógnito, pero ni modo… les diré a que vine, pero tengo que ir a buscar a alguien primero, ya que no se dignó a aparecer....

La chica se iba a retirar cuando Akane le impide el paso.

-Alto ahí jovencita. No te irás de aquí hasta que aclares que hacías rondando en mi casa.

-¿Y tú vas a detenerme?

-No te hagas la lista, no sabes con quien te enfrentas.

-Error, si lo sé. TÚ no sabes con quien te enfrentas. El golpe que me dieron en la nuca fue solo suerte. – la chica se da cuenta de que no la dejaran irse por las buenas si seguía comportándose así, por lo que decidió cambiar su actitud. – mira, disculpa por haber estado así en esta casa los últimos días ¿Ok?. Pero ahora necesito ir a buscar a alguien que debe hablar con tu esposo, así que, por favor, déjame ir. No quiero hacerte daño, al menos no a ti…

Akane estaba ya pensando en dejarla ir cuando…

-¡MISAO!

Un grito proveniente del jardín interrumpió a todos.

Por la ventana entró un chico, muy parecido físicamente a la extraña muchacha, alto y bien fornido, de cabello negro corto, vestido con una camisa china del azul de sus ojos y unos pantalones holgados negros, traía en su muñeca izquierda atados con un pedazo de lana un par de cascabeles, y en su brazo derecho tenía una cicatriz. La expresión de su cara era de la más pura de las furias.

-Ryuu… - la chica reconoció al muchacho inmediatamente, pero no estaba sorprendida de verlo. – justo a tiempo…¿Cómo me encontraste?

-lo sabes muy bien, mocosa, tu dejaste una nota. La pregunta es ¿Qué haces TÚ aquí? Por los mil demonios Misao, ¿por qué, de todos los lugares en donde podías estar, te tuve que encontrar aquí?

-Bueno…iba a decírtelo, pero tu no me hubieses dejado venir…por eso dejé la nota…

-Exacto, y ahora nos vamos.

El chico, que aparentemente se llamaba Ryuu, toma a la chica, a la que llama Misao, por el brazo. Ésta se resiste. Ambos estaban por irse, cuando Ranma apoya su mano en el hombro de Ryuu en señal de desapruebo.

-Oye, no se pueden ir así, merezco una explicación.

-Tu, de todas las personas del mundo, eres el único que no merece nada. – Ryuu lo dijo en voz baja, pero suficientemente alto para que Ranma lo escuchara. – Suéltame.

Ranma lo miró a los ojos, esos ojos azules tan parecidos a los propios, estos demostraban un odio enorme, pero no dirigido hacia él, sino al mundo entero. Lo soltó inmediatamente.

Misao logra zafarse de Ryuu. Este aún está furioso.

-¡no nos iremos de aquí! ¡No hasta que se cumpla el deseo de la abuela!

-¡¿de que demonios hablas Misao?! ¡La abuela está muerta!

Misao golpea fuertemente al chico en el estomago, dejándolo sin aire y haciéndolo chocar contra Pai.

-la abuela quiere que vivamos aquí. – sentenció Misao.

-¡¿Nani?!

-lo que oíste. Ese es el deseo de la abuela y así se hará.

-hey, un momento, ¿de qué están hablando ustedes dos? – interrumpió Kaneda, que no entendía nada.

Los extraños chicos lo ignoraron.

-¡no, de ninguna manera! ¡Tu y yo nos devolvemos a China ahora!

-¿para qué? En la aldea de las amazonas no nos aceptaran de vuelta.

-¿la aldea de las amazonas? – repite Akane.

-si, la aldea de las amazonas, el lugar donde vivimos durante los últimos cuatro años, bajo la tutela de nuestra tatarabuela, la que ustedes conocieron como Cologne.

-Cologne… - murmuró Ranma, que no parecía estar gustándole el rumbo que tomaban los acontecimientos.

-al morir ella, ya no nos quedó ningún familiar con vida a excepción de mi papá…

-¡no digas nada más Misao! – le interrumpió Ryuu.

La chica, de todos modos, prosiguió.

-…y de Ranma. – dijo, indicando al susodicho.

-¿yo? ¿Y que tengo que ver yo en eso?

-tu…¡ERES EL PADRE DE RYUU!

La sorpresa de los presentes fue general. Nadie se atrevía a decir nada.

-¡¿Qué?! – preguntó Ryoga al fin, que no entendía nada de la situación.

Nadie le respondió.

Luego de un rato de silencio, Ryuu volvió a pararse sobándose el estomago por el dolor, mirando con rabia a Misao.

-él…él no es mi padre ¡no digas tonterías!

Nadie dijo nada. Ranma se giró a mirar a Akane, está no parecía reaccionar, tenía los ojos en blanco.

-Akane…yo… - Ranma no sabía que decir para excusarse. – yo…no sé que están diciendo…lo juro, no sé de donde sacaron eso….

Akane seguía sin reaccionar.

Otro que estaba en shock era Kaneda, pero al parecer nadie haberse percatado de eso a excepción de Pai, pero ésta estaba más preocupada por el otro chico, Ryuu, que parecía estar a punto de explotar.

Misao lo miró con lástima.

-ya estoy harta de eso. Tienes un padre al quien recurrir y está enfrente de ti, hermano. Él no sabía de nuestra existencia, no lo culpes por ello.

El chico ignoró el comentario y se dirigió hacia una de las paredes del jardín. Pegó un grito y golpeó la pared rompiéndola a pedazos. Luego respiró profundo, volvió a la sala y se sentó.

-¿ya te desahogaste? – le preguntó Misao.

-si, pero aún estoy enojado contigo Mi-chan. – dijo el chico evitando su mirada en un tono mucho más calmado que antes. Al parecer se había resignado.

Misao sonrió. Sabia que si él le decía "Mi-chan", es porque la había perdonado.

El resto de las personas que estaban en ese momento en la casa se sorprendieron con la demostración de fuerza del muchacho, y si esa chica llamada Misao lo había dejado sin aire, eran chicos por los cuales había que preocuparse.

-De todas maneras, todo fue mejor así, porque…. – dijo Ryuu.

-…sino yo no hubiera nacido. – finalizó Misao, cerrando los ojos con tristeza.

-Hai...

-¿quién… - Akane por fin dijo algo. - …es su madre? – le preguntó a Misao, sabiendo que sería ella quien respondiera a sus dudas.

-la amazona que ustedes conocieron como Shampoo.

-¿Sh…Shampoo? – murmuró Akane mientras trataba de aguantarse las lagrimas, sin mucho resultado. No podía ser cierto, no podía ser…

Ranma trató de pensar con claridad. No podía ser, no veía a Shampoo desde… dirigió su mirada hacia Ryuu.

-¿qué edad tienes?

El chico no dijo nada.

-¡¿qué edad tienes?!

-…

-¡¡por los mil demonios dime qué edad tienes!!

-17 – murmuró al fin.

-17 años… - repitió Ranma. - …eso quiere decir que…en aquella ocasión...

-¿qué quieres decir, Saotome? – interrumpió Ryoga, que ya estaba harto de mantenerse aparte.

-¿es cierto, Ranma? Por favor respóndeme con la verdad… - pidió Akane. - ¿qué pasó entre tú y Shampoo hace 17 años? ¿Este chico es en verdad tu hijo?

-…

-¡¡responde!! – rogó entre lagrimas su esposa.

-tal vez…

Akane no pudo más, fue demasiado para ella, y salió corriendo de la habitación, y de la casa… Ranma salió tras ella.

Ryoga intentó seguirlos pero Akari lo detuvo.

-esto no nos incumbe. – dijo la señora Hibiki.

-demo…

-Deja que se las arreglen solos.

 

-¡Akane! Akane por favor espera, déjame explicarte… - Ranma trataba de alcanzar a su mujer, pero ésta era demasiado rápida.

De pronto ella se detuvo.

-¡¿explicarme qué?! ¿Los detalles de tu romance con esa amazona? ¿Cómo se reían ustedes dos a mis espaldas? – gritaba irónica Akane, mientras seguía llorando.

Ranma la tomó por el brazo antes de que se volviera a escapar.

-¡Iie! De cómo la conocí verdaderamente a ella y de cómo a través del tiempo me fui enamorando de ti. – dijo Ranma.

-¿c-cómo? – murmuró ella.

Ranma respiró profundamente y le pidió a su esposa que lo siguiera hacia la orilla del río para que conversaran tranquilos.

 

Mientras, en la casa, Akari y Ryoga no sabían que hacer con respecto a Ryuu y Misao. El primero estaba en un rincón del cuarto sin decir palabra, y la segunda estaba frente a la puerta que daba al jardín, mirando fríamente la cara de Ryuu, para que así éste no se decidiera a escapar.

De pronto, Kaneda se levanta y se dirige hacia la salida.

-¿y tu donde vas? – le preguntó Akari preocupada.

-a dar una vuela, volveré dentro de un rato.

Dicho esto, salió al jardín, saltó la pared y se alejó del lugar.

-yo iré con él. – dijo Pai, poco antes de seguir el mismo camino de su ex prometido.

 

 

 

 

 

Notas de la autora:

Jo, ya se armo la grande…

¿Será Ryuu realmente hijo de Ranma? ¿Quiénes son realmente Ryuu y Misao? ¿Cómo se lo tomará Akane? ¿Y Kaneda? ¿Qué pasó con Shampoo? ¿Y con el compromiso de Pai y Kaneda?

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Bueno, de paso aviso que me voy a demorar un poco más de lo acostumbrado en publicar los siguientes capítulos, por cuestiones de tiempo y de notas, que las he bajado mucho últimamente, y si Okaasan se entera…ahí si que no saben de mi por un buen tiempo…