La luz de un reflector se enciende, iluminando un pequeño pedestal de estilo gótico.
Sobre este pedestal, una cajita de música inunda el lugar (si se le puede llamara así) con su melancólica tonada. Aquella música lenta, pero melodiosa, hacia mover al pequeño flautista de plástico invitando a una historia, como si recreara a un Flautista de Hamelin para que lo sigan a donde el quiere.
Ese tipo de melodías incitan a los jóvenes a aventurarse por el mundo, mientras que a los ancianos les devuelve los recuerdos olvidados. Mil y un reacciones pueden ocurrir al entrar en contacto con tan misterioso objeto.
Pero el lugar oscuro, iluminado por la luz de un reflector sin tramoya, no está completamente solitario. La joven Camila estaba allí, mirando la caja de música con una mirada fría; su vestimenta a lo Sailor Júpiter la hacían inconfundible.
Al frente de ella, estaba Celestine Schneider, presentándose majestuoso como si de un noble se tratase. Con su túnica blanquiazul y su semblante serio, da la apariencia de saber más de lo que desea rebelar.
Pareja de la conciencia... Pareja de la guarda de los seres humanos... Ambos han estado presentes en tantos momentos difíciles como si fueran seres divinos... como si fueran mensajeros de Dios.
- ¿por qué no terminamos con esto? – dijo Camila mirando a su compañero a los ojos – ¿por qué no cerramos esta caja y nos olvidamos de todo?.
- Porque no – dijo Celestine exhalando un suspiro, como si recordara momentos de antaño – ellos no tuvieron una opción que elegir.
Camila miró la cajita de música por un momento, entornando los ojos como si ese simple objeto tuviera la culpa de todo.
- Entonces... ¿no tenemos opción?... ¿continuamos nuestra labor?
- Cuando el mensajero de la oscuridad desaparezca, nuestro trabajo habrá terminado – concluyó Celestine.
Ambos se separaron y tomaron caminos diferentes, dejando atrás la cajita de música sobre aquel pedestal de mármol.
Escrito por Starknight
CAPITULO 16: ALTER EGO
La sala de los monolitos estaba vacía en aquel momento; la imagen holográfica del Cubo estaba completamente azul, mientras que una videocasetera estaba conectada a la laptop como si este fuera un televisor, grabando cada situación que haya ocurrido durante los sueños inducidos del alien.
Con un rápido golpeteo de teclas, las pantallas de una laptop mostraban los datos que su usuario estaba buscando. Allí estaba L en la sala de conferencias multicolor, escudriñando en la red todo la información que pudiera serle útil. Se sobresaltó al sentir una mano enguantada en su hombro; siendo D.D. el causante.
- ¿Por qué pierdes tiempo en esas cosas? – preguntó con un sutil tono de sarcasmo – deberías estar con los demás celebrando la victoria rotunda de nuestro mensajero.
- Hay algo que me intriga... algo que no me deja pensar – dijo L con un tono muy preocupado – es como si nos hubiéramos metido con algo que no controlamos.
- Patrañas, si algo extraño pasara, ten por seguro que nosotros seriamos los causantes – dijo relamiéndose de gusto, mientras se sentaba a un lado de L.
- Eso es porque no eres observador, ¿acaso no has investigado a nuestras victimas? Algo esconden dentro de sus subconscientes... algo que nos puede acabar si no controlamos.
Al mismo tiempo que hablaban, L tecleaba los comandos al ordenador, buscando la información que el deseaba.
- Pues no creo en esas tonterías, ellos son los culpables por manejarnos a su antojo, y ahora deben pagar – dijo D.D. apretando los puños.
La pantalla emitió unos pitidos y ambos comenzaron a analizar la información recabada. Habían ocho cuadros mostrando a las ocho almas tiradas en el suelo en varias posiciones, retorciéndose a causa de las pesadillas inducidas.
(Nota del autor: este capitulo ocurre antes de los sucesos del episodio 9).
- Ahora observa lo siguiente – dijo L. Tecleando a gran velocidad – Aquí están las lecturas vitales de cada uno – En la pantalla, cada una de las fotos de los ocho escritores venia acompañado por tres líneas – la primera representa sus signos cardiacos, la segunda son sus ondas cerebrales.
- ¿Cuál es la tercera? Esta muy cerca de las ondas cerebrales de cada uno – dijo D.D mostrando un poco mas de interés.
- Esas son las ondas del subconsciente... donde duerme el “Super Yo”.
- ¿Quieres hablarme claro? – replico D.D bastante confundido, provocando una sonrisa en L.
- El “Super Yo” es conocido también como el Alter Ego... es nuestro subconsciente hecho persona, que duerme en los mas profundos niveles del pensamiento
D.D se sentó en una de las sillas mientras L explicaba, previendo que el cuento seria bastante largo como para provocarle un sopor.
- El pensamiento se divide en tres fases: el “Ello” que refleja lo que vemos en el exterior; el “Yo” que refleja la personalidad; y el “Super Yo” donde toda la memoria se almacena y acumula.
- ¿Y eso que tiene que ver? – dijo D.D bostezando del aburrimiento, provocando que L lo mirara así: ¬¬X
- Tiene mucho que ver... si las ondas cerebrales se unen a las del subconsciente, el Alter Ego se hará presente de variopintas maneras... y lo que me preocupa es que tres personas están a punto de desarrollar a su Alter Ego.
- El Alien se encargara de ellos, ya nosotros no tenemos nada mas que hacer – dijo D.D levantándose – puse a grabar cada una de las pesadillas, así que me iré a dormir, despiértame cuando pase algo nuevo.
D.D se retiró bostezando con fuerza, a pesar de los intentos de L por detenerlo y mostrarle lo encontrado.
- esa confianza te costara muy caro D.D... el hecho que pertenezcas al “otro lado” no te hace invencible.
L también se fue de esa sala, no sin antes revisar a los tres escritores que estaban a punto de darle vida a su subconsciente... dos mujeres, y un hombre.
*** *** ***
En la habitación del Cubo holográfico, C se encontraba mirando fijamente la pantalla de la computadora personal. Las imágenes de los 8 escritores retorciéndose, sufriendo internamente sus mas terribles pesadillas, no provocaban en el ninguna reacción o mueca; solo estaba allí, sentado, mirándolos como si estuviera en el influjo de algún trance hipnótico.
Ni siquiera la aparición del monolito R.F le provocó ninguna perturbación.
- ¿Todavía los observas? Deberías descansar un rato o no podrás sentarte durante una semana – le dijo divertido a C quien se encontraba sentado todo ese rato. Este no se inmutó.
- Los odio... ellos me maltrataron a mi y a los otros... nos han humillado y pisoteado como si fueras simples cucarachas atravesando su cocina – contestó C mirando con saña a los escritores.
- ¿Lo dices por su oficio de medio tiempo?, pues eso no debería molestarte tanto, siéntete halagado.
- No lo entiendes – replicó C, haciendo una mueca de odio que no contrastaba para nada con su usual sonrisa – ellos nos han humillado tanto que ya no causamos el impacto de antes; tu no has sido insultado por ellos, así que no deberías opinar ni tratar de entenderme.
R.F tosió un poco ante semejante respuesta.
- Lo que estoy haciendo es por precaución... existe un autor que no me ha manejado como una marioneta, pero es capaz de hacerlo.
- No has sentido el orgullo destrozado ante semejantes bazofias – dijo C cada vez mas enojado, pero sin perder serenidad – lo que han hecho no tiene perdón... y lo peor es que no pueden ser tocados porque tienen un poder que se asemeja a un Dios.
- El poder de controlar todo lo que para ellos no existe – dijo la voz de un niño, que se identifico como E.K – yo generalmente era bueno, pero me convirtieron en lo que ahora soy
- Mi poder es ilimitado, pero me han ridiculizado y le han dado importancia a un guerrero inferior – dijo F apareciendo como un monolito más – se supone que soy capaz de destruir universos enteros, pero me han relegado a segundo plano.
La congregación estaba rodeando a C, quien permanecía en el escritorio iluminado por el reflector invisible. Los sentimientos de ira y rabia desbordaban sus pensamientos y podía sentirse la presión en la sala.
- Ellos pagaran – terminó diciendo C – el Mensajero de Dios los torturará y atormentará hasta que su raciocinio desaparezca... morirán lenta y dolorosamente, hasta que les extraigan sus corazones y permanezcan despiertos para dejar de verlos latir.
- ELLOS PAGARAN – terminaron diciendo E.K y F al unísono antes de desaparecer.
R.F no podía entender tanto odio irracional hacia ocho simples personas, pero algo para él era seguro: no permitiría que aquella persona lo manejara como a un juguete en manos de un niño de 3 años.
Nunca permitiría que un ser como el, que estuvo a punto de acabar con el mundo, sea ridiculizado de esa manera.
Desapareció sin emitir ningún sonido, quedando C en la habitación, contemplando a las ocho victimas un rato mas antes de irse de la habitación. Nuevamente la computadora quedó encendida cuando se fue, por lo que si se hubiera quedado un poco más, hubiera visto como un mazo de croquet aparecía junto al cuerpo de Anji antes que este despertara, al mismo tiempo que Gata Lunar era golpeada por el cráneo dorado de serpiente.
El humanoide no tiene
ciertamente un "Yo permanente" sino una multitud de diferentes
"yoes" infrahumanos y absurdos.
El pobre animal intelectual equivocadamente
llamado hombre, es semejante a una casa en desorden donde en vez de un amo,
existen muchos criados que quieren siempre mandar y hacer lo que les viene en
gana...
Samael Aun Weor.
"Tratado de Psicología
Revolucionaria"
Los seres humanos, después de muchos estudios,
han demostrado que solo usan el 10 % de su masa cerebral. Ese 10 % refleja
nuestros pensamientos, nuestros sentimientos, todo lo que nos identifica como
“hombre” o “mujer” a nivel psicológico, es dominado por ese 10 %.
Entonces, ¡¿ que pasa con el 90 % restante?!.
Allí residen nuestro subconsciente e
inconsciente... todo lo que decimos o hacemos se almacena en ese lugar, sin
olvidar nada a pesar que no lo
recordamos.
Y siempre hay alguien allí que nos lo
recordará... alguien que esta con nosotros, pero no lo vemos... alguien que nos
reflejará lo más hermoso o lo más terrorífico.
Cuando la situación lo amerita, esa persona
invisible tomará control de nuestros actos y nuestro pensamiento, hasta
conseguir el equilibrio mental perdido.
*** *** ***
Pasos resonando en un largo pasillo eran lo
único que se escuchaba... una persona estaba allí, cubierto en las sombras,
haciendo flamear algo parecido a una capa.
Sonidos metálicos salían debajo de su capa, que
cubrían su costado derecho, mientras avanzaba a su destino desconocido.
Se dirigía hacia la sala de conferencias, donde
momentos atrás estaban L y D.D discutiendo sobre la presencia de los “Alter
egos”.
Los pasos resonantes se detuvieron ante la
llamada de una pantalla que se encontraba en la puerta, en la cual apareció la
señal “Sound Only”.
-
T.S, ¿en donde te metiste? – era la voz carrasposa de G.
-
Estoy buscando a L y D.D, ya estoy aburrido y no se que ha
pasado con los escritores – contestó apoyándose en la pared sobre su costado
izquierdo.
-
Me parece que nada de esto esta saliendo como lo planearon –
dijo G en tono de preocupación – el Alien ha tardado mucho en matarlos.
-
¿Cómo demonios sabes eso? – preguntó T.S de un modo
perspicaz.
-
Yo puedo sentirlo todo... soy el mas grande de los
hechiceros de todo...
-
Si si, ya lo contaste cuando nos vimos – interrumpió T.S –
pero por qué dices eso.
-
Si ellos hubieran muerto, yo lo hubiera sentido.
-
Entonces... ¿el Alien no los ha matado aun?.
-
Exacto – contestó G casi triunfalmente – y si esto sigue
así, la verdadera fuerza que mueven a los escritores saldrá a relucir.
El comentario premonitorio de G fue contestado
con una carcajada burlona de T.S.
-
Mejor deja de pensar horóscopos baratos y déjame en paz, que
tengo que buscar a los otros – finalizó T.S apagando la pantalla, dejándola
atrás cuando desapareció en la oscuridad de la sala de conferencias.
Al mismo tiempo que ocurría esto, el Gato cayó
al suelo adolorido por el ardor de su tobillo, mientras Lina Saotome lloraba
desconsolada en la habitación donde despertó.
*** *** ***
-
Ellos no tuvieron opción – dijo Camila – ¿pero que pasó con
la nuestra?
-
La nuestra está ligada a las ocho vidas que están a punto de
extinguirse – contestó Celestine – si ellos deciden sobrevivir, nuestra labor
habrá terminado... y seremos reemplazados.
Ambos estaban en el mismo lugar donde se
encontraba la cajita de música, sonando sin parar como si tuviera una cuerda
interminable.
-
¿Quiénes nos reemplazaran?
-
Los verdaderos dueños de sus destinos.
“a veces pienso que la concordia le debe a la
discordia, porque igual que la paz y la guerra, no existe sin su comparación
negativa, porque no hay concordia sin saber que es la discordia...”
Minaya_Lilla
“Sigue tu Destino”
CONTINUARA...
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