Bishoujo Senshi Sailor Moon: La Alianza
Episodio 21: El combate decisivo por las piedras Sigma



	--¡Nakago!--
	Me había quedado despierto toda la noche, cuidando de Ami. Estaba a punto de amanecer,
y poco a poco el sueño me iba venciendo. Pero antes de quedarme dormido, escuché la voz de
Nadia en mi mente. Se estaba comunicando conmigo.
	--Hmmm... ¿Nadia?--
	--Sí, soy yo. Kail me contó todo lo que pasó anoche. ¿Cómo estás?--
	--Bien... estaba a punto de quedarme dormido.--
	--¿No has dormido en toda la noche?--
	Le expliqué por qué estaba en la casa de Ami.
	--¿Te pidió que te quedaras con ella? No te creo.--
	--Nadie te obliga.--


	Entre otras cosas sin importancia, Nadia me dijo que debido a las circunstancias (¿qué
dicen? ¿que cuáles circunstancias?... ¡¿Les parece poco lo ocurrido la noche anterior?!) ella
y Kail habían decidido postergar el entrenamiento de ese día hasta las 10 de la mañana. Di un
suspiro de alivio. Si salía en ese momento (eran las seis de la mañana), podría llegar a casa,
limpiar un poco, tomar desayuno y dormir al menos una hora. Desperté a Ami para avisarle que
me estaba yendo.
	"Ami, despierta", dije, sacudiéndola un poco.
	"... Hmmm... toda matriz no singular es un producto de matrices elementales..."
	"???? Ami, no estamos en clase de matemáticas..."
	"Eh... Ah, buenos días Nakago... ^_^"
	"Buenos días, Ami. ^_^"
	...
	...
	...
	"O_O ¡NAKAGO! ¡¿Qué haces en mi habitación?!"
	Ami se levantó de golpe de su cama antes de que yo pudiera detenerla.
	"¡NO! ¡No te levantes tan...!"
	Demasiado tarde. Los ojos de Ami se volvieron dos espirales y se volvió a caer sobre
su cama.
	"Todo me da vueltas..."
	"¿No recuerdas nada de lo que ocurrió anoche, Ami?"
	"Pues... recuerdo que tú saliste a comprar, y que unos instantes después llegaba un
gran tumulto de chicos... y nada más."
	"Entonces prepárate, porque no creo que te agrade escuchar esto."
	Le conté todo lo ocurrido. Todo. Sin omitir ningún detalle (es que la verdad, no pude
resistir la tentación de ver cómo reaccionaba). Pero también le expliqué lo de los poderes de
mis primos, y no tenía por qué preocuparme de que se lo dijera a alguien; nosotros mismos
también guardábamos el secreto acerca de nuestra identidad y sabíamos lo que se sentía.
	"¿En serio yo... hice todas esas cosas?"
	"Así es. Puedes preguntárselo a Usagi, a Julian o a Kail."
	Ami se quedó con la vista fija sobre el techo de la habitación, pensativa. Se había
puesto algo roja, pero me extrañaba que no se hubiera escandalizado por lo que le dije.
	"Creo que sólo puedo comportarme así cuando estoy ebria, ¿no?", dijo con una expresión
algo triste en su rostro. Me quedé sorprendido. ¿Sería posible que ella...
	"Un momento, Ami. No me digas que te gustaría convertirte en una chica tipo Misao..."
	No, ni Misao hubiera sido tan radical.
	"No, no. Me refiero a expresar mejor mis sentimientos, a no sentirme avergonzada por
hacer ciertas cosas... aprender a desenvolverme mejor. De repente me hace falta un poco más
de locura, ¿no crees?"
	¿Qué podía responder yo ante esa sincera confesión? Ami no dejaba de sorprenderme,
y en ese momento me sentí más enamorado de ella que nunca. Yo tomé su mano, y la miré directo
a los ojos.
	"No te preocupes, Ami. Tienes quince años. Todavía estás a tiempo de volverte loca."


	Ella sonrió y respondió a mi gesto, apretando un poco mi mano.
	"¿De verdad piensas eso, Nakago?"
	"Sí."
	Ami se puso de pie, y aunque tuvo un pequeño traspiés pudo mantenerse erguida. Luego
se acercó hacia mí e hizo algo que yo nunca hubiera esperado; tomó mi rostro entre sus manos
y lo fue acercando lentamente al suyo.
	"Entonces, creo que voy a dar el primer paso."


	Fue mi primer beso con la chica a la que yo en verdad amaba (¡al fin!). Y no se lo
di yo a ella, sino que ella me lo dio a mí. La sorpresa al darme cuenta de esto me impedía
cerrar los ojos... ¡Ami ME estaba BESANDO!
	Pero eso no fue nada comparado con lo que vino después. Ami se apartó, y vi su rostro
en el tono de color al que ya me tenía acostumbrado. Y dijo lo que nunca olvidaré.
	"Nakago, tú me habías preguntado esto y yo no te di ninguna respuesta, pero... pero
ahora yo quiero preguntártelo a ti. ¿Quieres... quieres ser mi novio?"
	El corazón me dio un vuelco. ¿Qué pasó en ese momento? ¿Estaba yo en la Tierra?
	"A... ¡Ami! ¿Eres tú?"
	"¡Nakago! ¡No hagas esas bromas!"
	"Has hecho que me ponga rojo de la vergüenza, Ami. Se supone que soy yo el que tiene
que preguntarte eso."
	"¿Hay diferencia?"
	Ella tenía razón. No la había. No cuando al fin podíamos estar juntos.
	"Claro que quiero, Ami. ¡Por supuesto que quiero!"


	Viernes 19 de setiembre de 1996 - alrededores de Tokyo
	Hora: 2 p.m.


	"Que aburrimiento", dijo Julian.
	"Te dije que viniéramos a las tres. ¿Qué caso tiene estar acá varias horas antes del
combate?"
	"No sé, para irnos compenetrando con el ambiente, que sé yo."
	"Claro, nosotros somos los dos únicos estúpidos que hemos venido antes. Podría estar
pasando unos cuantos momentos más con Ami, pero NOOO, tenía que ser mi amigo el inglés, tan
puntual como siempre."
	"No empieces, Nakago..."
	Esa conversación nos servía como un escape para algo: pensar en el fracaso y el miedo.
Teníamos ganas de pelear, era verdad, pero era imposible no sentir algo de temor. ¿Habrían
servido todos esos entrenamientos?
	Al menos yo ya dominaba mi nueva técnica, Aura Force Wave. Y eso sería lo primero que
haría, tal y como ya lo habíamos planeado.


	"A propósito de Ami", dijo Julian, "me sorprende que Misao se haya tomado las cosas
con tanta calma y no le guarde ningún rencor."
	"A mí también. Y no sé si estar tranquilo o preocuparme por eso."
	Siendo sinceros, estaba medio molesto. El martes de esa semana había ido a su casa a eso
de las 5 de la tarde para hablar con ella respecto a ese tema. Le solté la noticia de frente,
sin ningún remordimiento. Ella me dio la espalda, pasaron unos cuantos segundos, y luego volteó
a verme con una sonrisa radiante.


	"¡Me alegro por ustedes!"


	Luego me invitó a pasar, me invitó unas galletas que según dijo había estado preparando
especialmente para mí, vimos una película... y salí de su casa cerca de las 10 de la noche. Me
fue imposible decirle nada más.


	"Yo no me preocuparía Nakago, ella es inteligente y supongo que ya entendió que..."
	Julian y yo escuchamos unas pisadas en el pasto, y nos pusimos alertas. Quizás las
Outer Senshi habían decidido venir antes también.
	Pero el alma nos volvió al cuerpo cuando vimos que no era ninguna de ellas, sólo se
trataba de Rei.
	"Hola chicos...", saludó Rei, medio sorprendida porque cuando ella nos vio estábamos
en posición de ataque. "Julian, ¿puedo hablar contigo un momento?"
	"Claro."
	"A solas..."
	Wow...
	--¡¡¡¡QUE BUENA ESTUVO ESA!!!! ¡Vamos Julian, ya es tuya!--
	"Eh... sí, claro", respondió Julian, y luego volteó a verme medio confundido. 
	Julian siguió a Rei, y ambos desaparecieron tras unos árboles. Interesante... ¿qué se
traería esa chica entre manos?


	Me tiré sobre el pasto. Faltaba algo de media hora para que dieran las tres de la tarde,
la cual era la hora convenida, y tenía que relajarme un poco. Una suave y refrescante brisa
recorrió mi cuerpo. Aaah, la paz, la quietud del bosque...
	"¡Naki-chan, hola!"
	... Ay...


	Misao llegó y se paró frente a mí. Tan linda, tan alegre, tan... insoportable. Cada vez
me molestaba más su actitud. ¿Por qué no aceptaba que yo no la quería?
	"¡Warrior Lynx ha entrado en escena! ¡Y junto a su amado Warrior Eagle, ambos vencerán
a las Outer Senshi!"
	No. Si no entiende a la primera, pues a la segunda tendría que ser más drástico. Me puse
de pie, pero en ese instante...
	"¡Misao! ¿Sientes eso?"
	Eran cuatro auras. No eran muy fuertes, pero bien podían ser las Outer Senshi que las
estaban tratando de ocultar para pasar desapercibidas.
	"Naki-chan, ¿serán ellas?"
	"No lo sé... Pero mejor estar preparados."


	Aquila Constellation Power, Make Up!
	Lynx Constellation Power, Make Up!


	"¡Lynx, escóndete tras esos árboles y esconde tu aura! ¡Si son ellas, las atacaremos por
sorpresa!"
	"¡Entendido, Naki-chan!"


	Me elevé a una altura de unos diez metros. Como esa técnica requería que yo usara mi
aura irían a darse cuenta de mi presencia, pero eso no importaba. En el aire yo tenía la
ventaja y además Lynx también podía encargarse.
	Fui preparando mi ataque, pero cuando vi de quiénes se trataba, no lo hice.
	"¡Oigan! ¡¿Qué hacen aquí?!"
	Eran Sailor Moon, Mercury, Jupiter y Venus. Al darse cuenta de esto, Lynx salió de
su escondite.
	"Hemos venido para detener esta pelea sin sentido", dijo Sailor Moon.
	"Por favor, les pedimos que no hagan esto", nos dijo Mercury. Lynx y yo nos miramos.
	"Chicas", dije, "lo siento, pero no es posible."
	"Ya hemos hablado de esto varias veces, ¿no creen?", dijo Lynx, con algo de enfado (Al
parecer, al fin sus verdaderos sentimientos estaban saliendo a flote). "Ustedes no tienen nada
que ver, así que por favor les pido que se retiren."
	"Pero Lynx..."
	"Mercury, tú ya has visto lo que ellas son capaces de hacer. Uranus no tuvo ningún reparo
en lastimarlas. No queremos que sufran daño, así que por su propio bien, váyanse cuanto antes."
	"No, ¡No lo haremos!", gritó Sailor Moon. La vi muy angustiada, al igual que las demás.
Aunque yo lo intentaba, no lograba comprender su manera de pensar. ¿No entendían que esa pelea
era necesaria?
	"Quiero ser sincero con ustedes", les dije. "No entiendo por qué tratan con tanto empeño
de impedir este combate. Es necesario que luchemos. Ellas nos han quitado lo que nos pertenece,
lo que es necesario para salvar a este planeta y para que nuestra princesa pueda manifestarse.
La única manera de impedir el enfrentamiento sería que ellas cambien de opinión, pero como
ustedes saben, ellas ya están influenciadas por Kohr y jamás lo harán."
	"Él tiene razón", dijo Lynx. "Les pedimos por lo que más quieran que se vayan, o de lo
contrario podrían salir lastimadas si es que las cosas con las Outer Senshi se ponen peores."
	Por un momento las vi dudar. Sólo por un momento.
	"Pero... ¿No entienden que todos somos guerreros que luchamos para defender la Tierra?",
preguntó Venus.
	"Eso es cierto. No deberíamos de pelear entre nosotros. Siempre hay una forma de salir
de estas situaciones", la apoyó Jupiter.


				*	*	*	*

	
	"Ya fue suficiente", dijo Borealis. Él y yo habíamos estado escuchando todo desde una
distancia prudencial, esperando a que las Inner Senshi se fueran. Pero cuando nos dimos cuenta
de su inmensa terquedad, decidimos acercarnos.
	"Jupiter, chicas, sabemos cómo se sienten", dije, "pero no hay remedio. Y dado que nada
de lo que digamos las hará entrar en razón..."
	Uní mi aura a la de Borealis, y el realizó uno de sus ataques de hipnosis. Extendió su
mano, y apuntado hacia las Inner Senshi, hizo que se desmayaran.
	"Listo. Ellas así lo quisieron", musitó mi compañero. Cuando vi las caras de asombro y
preocupación de Eagle y Lynx, yo los tranquilicé.
	"Cálmense, ellas sólo estarán dormidas por un buen rato. Creo que debemos llevarlas a
algún lugar donde puedan estar seguras."


				*	*	*	*


	Dieron las tres de la tarde. Unicorn había llegado justo a esa hora, y lo vi conversando
con Eagle acerca de algo.
	Cuando terminaron de conversar, Eagle nos llamó a todos.
	"¿Qué ocurre, Naki-chan?"
	"Escuchen con atención. Según Rei, tal parece que Kohr ha logrado influenciar a las Outer
Senshi mucho más de lo que nosotros nos imaginamos. Aunque nosotros no estamos peleando contra
ellas con el propósito de matarlas, puede que ellas no duden en hacerlo si lo consideran
necesario."
	"¿Y no sabe si es posible curarlas usando el Ginzuishou, como ocurrió con ella y Venus?",
pregunté.
	"Me dijo que no estaba segura", respondió Unicorn. "La vi muy preocupada."
	"En todo caso, estemos alertas, y traten de usar el poder necesario sólo para dejarlas
inconscientes. En el peor de los casos usen su máximo poder. No queremos que ocurra nada
trágico", dijo Eagle.


	Las Outer Senshi aparecieron cinco minutos después. Eagle salió al frente, y por parte
de las Outer Senshi, Pluto lo hizo. El aura de mi hermano tenía algo de ira...
	"Enséñennos las piedras que robaron", dijo Eagle.
	Sailor Pluto extendió su brazo y enseñó una piedra negra, la cual le correspondía a
Borealis, y una piedra dorada, la cual le correspondía a Lynx. Eagle hizo lo mismo, mostrando
las tres piedras que nosotros teníamos: azul, roja y gris.
	Al estar tan cercas las unas de las otras, las piedras empezaron a emitir un extraño
brillo. Una energía muy intensa emanaba, no de cada una de ellas, sino de todas, en conjunto.
Saturn temió algo, y se acercó hacia Pluto y Eagle.
	"¡Creo que ya han visto demasiado!", exclamó, y luego extendió su báculo hacia las
piedras. Éstas desaparecieron de nuestra vista.


	"¡QUÉ HACES!", gritó mi hermano, estallando de furia. Nosotros nos pusimos en
guardia. Esas guerreras habían perdido su honor debido a que ahora servían a Kohr.
	"No tienes por qué ponerte así. Están en un lugar seguro", respondió Saturn, con tal
calma que hasta pude oír que Borealis emitía un gruñido. Esa niña necesitaba una buena tunda
y yo estaba dispuesta a dársela con mucho gusto.
	"¡¿Para qué quieren las piedras?! ¡Respondan!", amenazó Unicorn.
	"Creo que ahora sí es justo que lo sepan", dijo Pluto. "Queremos las piedras Sigma
para destruirlas y evitar que ustedes las usen."
	Diversas reacciones pasaron por nosotros, desde incredulidad, sorpresa, hasta una
profunda ira. En mi caso, la ira logró vencerme.
	"¡Idiotas! ¡¿No entienden que la única forma de derrotar a Kohr es usando la espada
Phi?!", grité, sin poder contenerme.
	"Eso no es cierto", dijo Neptune. "No necesitamos de su ayuda para defender nuestro
planeta. Con nosotras basta."
	"Entonces, que empiece este combate de una buena vez", musitó mi hermano. Su aura
empezó a elevarse peligrosamente para las Outer Senshi.


	Aura Force Wave!


	La onda de energía fue expandiéndose, recorriendo el suelo que se encontraba frente
a mi hermano y arrancando rocas y tierra a su paso, hasta llegar frente a las Outer Senshi.
Fueron tomadas por sorpresa, y cada una de ellas no pudo evitar soltar una exclamación al ser
arrojadas hacia el aire.
	

				*	*	*	*


	Aunque muy dentro nuestro cada uno de nosotros quería evitar ese enfrentamiento, esas
estúpidas eran muy obstinadas y no aceptaban ninguna razón. Muy bien, así lo habían querido
ellas y tendrían su merecido. No logré elevar a las Outer Senshi a la altura que yo tenía
planeada, pero al menos en el aire yo tenía una grandísima ventaja. Lo primero que hice fue
volar hacia Uranus, y luego animé a cada uno de mis compañeros a que atacara a alguna de las
otras Sailor.
	"¡Ikuwa yo! ¡Unicorn y Lynx, encárguense de Saturn! ¡Australis, tú ataca a Pluto y
Borealis a Neptune... ¡DÉJENME A URANUS!"
	Esa Sailor me había humillado logrando sorprenderme hacía tiempo con su ataque, y hasta
me había entumecido la mano, pero yo le haría eso y mucho más...
	Las Outer Senshi empezaron a descender. Ninguna parecía demasiado afectada por el
ataque...


	Sword Blaster!


	"¡NO!"
	¡Maldición! Esta vez fue ella quien me tomó por sorpresa. Había olvidado que podía
invocar aquella espada, la cual aparecía de la nada. Una descarga de energía con la forma de
un corte de espada se fue acercando velozmente hacia mí. Formé una barrera para que el impacto
no me dañara, pero el ataque fue demasiado fuerte y rápido. La descarga de energía resquebrajó
ligeramente la parte del pecho de mi armadura, y caí al suelo de espaldas.


				*	*	*	*

	
	Eagle había caído, pero no podíamos ayudarlo. Tal como lo habíamos acordado, cada uno
de nosotros debía encargarse sólo del contricante que le correspondía. Lynx y yo saltamos
hacia Saturn.
	--Lynx, ten mucho cuidado. Ella es la más fuerte de todas.--
	--Lo supuse. Por algo Naki-chan decidió enviar a dos de nosotros contra ella.--


	"Julian, por favor, ten mucho cuidado..."
	"Lo tendré, Rei... Lo tendré."
	Ella lo sabía y me lo había dicho. Sabía que las Outer Senshi ya se encontraban muy
influenciadas por Kohr y que no dudarían en matarnos. Ese no era nuestro objetivo, pero si
debíamos pelear para defender nuestras vidas, ¿cómo evitar atacar con el máximo poder? En
esa pelea, definitivamente ellas tenían la ventaja pues peleaban sin ninguna restricción.
	"¡Lynx, usa mi ataque de magma! ¡La combinación de los mismos ataques será más poderosa
que la de dos ataques diferentes!"
	"¡De acuerdo!"


	Unicorn Magma Impulse!


	Ambos usamos la misma técnica. Ella tenía la gran ventaja de poder imitar el ataque de
quien quisiera, aunque sólo fuera por la cantidad de veces que lo hubiera visto. Cuando lanzamos
nuestros ataques, Saturn aún se encontraba en medio del aire y teóricamente estaba en gran
desventaja, pero lo que hizo nos sorprendió.


	Silent Wall!


	Saturn usó su báculo para formar una barrera, la cual se convirtió en una esfera que la
rodeó por completo. Con aquella barrera detuvo nuestra ofensiva, y no sólo eso, sino que la
esfera alrededor suyo le permitió descender lentamente hacia el suelo.
	Lynx y yo tocamos superficie. Teníamos para rato contra esa Sailor...
	

				*	*	*	*

	
	Cuando vi a Naki-chan caer de esa forma sentí el impulso de ir a ayudarlo, pero pude
contenerme. Sus órdenes eran que no interfiriéramos en los combates de los demás.
	Seguro estaría preguntándose por qué me había tomado con tanta calma lo de él y Ami.
Bueno, me sentí algo triste y resentida, pero no lo tomé como algo tan trágico.
	No importaba. Naki-chan tendría que regresar a Lambda porque la princesa se lo ordenaría.
Y en Lambda no está Ami, sólo yo. La única persona a la que él podría amar en ese planeta sería
yo.
	¡Pero qué tonta había sido! ¿Por qué me había preocupado tanto? Él y yo estaríamos en
Lambda, y lo más seguro sería que se sintiera triste por regresar, pero con el tiempo olvidaría
a Ami y empezaría a fijarse en mí. Mientras tanto, podía ser paciente y conformarme con estar
cerca de él. Para mí eso era suficiente pues con sólo verlo mi corazón latía de emoción.
	Me daba pena por Ami, pero aunque fuera mi amiga, en el amor, como en la guerra, todo
está permitido. Yo me quedaría con Naki-chan para siempre.
	

				*	*	*	*

	
	Triste. Alguien dijo una vez "a veces las personas necesitan un conflicto para entenderse
mejor", pero lo que ocurría en esos momentos me parecía triste e ilógico. Era necesario pero aun
así seguía siendo estúpido y sin sentido.


	Recordé la primera vez que conocí a Nadia, en Berlín. Cuando nos vimos, inmediatamente
supimos quiénes éramos en realidad y cómo nos habíamos relacionado en nuestra vida pasada. Todo
eso había sido planeado por la princesa, pero no en ese momento, sino en la época de la Alianza.
Es decir, nosotros ya estábamos predestinados a encontrarnos.
	Los Hausers que poseían las piedras Sigma también habían 'reencarnado' en la Tierra, y
cada uno aparecería en el momento justo. Uno de ellos fue usado en Berlín para que Nadia y yo
obtuviéramos nuestras plumas y la piedra Sigma. Al darnos nuestras plumas y hacernos recordar
nuestra condición de guerreros (porque eso era lo único que Nadia y yo no sabíamos) la princesa
usó gran parte del poco poder que tenía, y sólo le quedó lo suficiente para despertar a Eta,
quien resultó estar en Japón junto con los otros tres guerreros. Luego le encomendó a él la
misión de encontrar a Eagle, Unicorn y Lynx.


	Todo estaba cuidadosamente planeado, y todo habría salido a la perfección de no haber
sido por las Outer Senshi. Eagle nos había advertido de no matarlas. Es fácil decirlo, pero en
el momento del combate uno no piensa en eso. Sí me resultaba imposible derrotarla sin usar
el máximo poder, pues entonces tendría que elevar aura aunque fuera muy peligroso para ella.
Si por cuatro vidas podía salvar mi planeta, entonces era mi deber acabar con esas cuatro
vidas.


	Deep Submerge!
	Northern Ice Storm!


	Mi ataque y el de Neptune fueron parejos, pero eso fue porque yo no usé mi poder al
máximo. Afortunadamente el entrenamiento me había servido de mucho. Me sentí algo aliviado
porque me di cuenta de que si hacía bien las cosas y tenía cuidado, podía derrotarla sin
infringirle mucho daño.
	

				*	*	*	*

	
	Fui una estúpida, pero no podía luchar contra mis sentimientos. Cuando vi a mi hermano
caer quise ir a ayudarlo. En ese pequeñísimo momento de distracción, Pluto aprovechó para
realizar un ataque.


	Dead... Scream


	Logré detenerlo, y por unos momentos retrocedí un poco. Luego, pude manternerlo entre
mis manos con algo de esfuerzo.
	"Después de Saturn, tú eres la más fuerte", pensé. "¿Pero podrás contra esto...?"
	La inmensa esfera aún seguía entre mis manos, y usando todo mi poder, logré devolverla.
Esa esfera empezó a dirigirse hacia Pluto a una velocidad impresionante, pero ella, sin ni
siquiera parpadear, la rechazó golpeándola con su báculo. La esfera se perdió en el cielo.
	Esa condenada Sailor... La sentía llena de una gran calma, y yo estaba muy exaltada.
Precisamente aquella actitud suya, tan segura, casi indiferente, lograba enfurecerme.
	

				*	*	*	*


	Sentí como si me hubieran clavado una estaca en la espalda al caer. A pesar de todo el
entrenamiento, ellas seguían siendo más fuertes que nosotros. No sólo sentía sus propias auras,
sino también algo de energía maligna que las ayudaba. Energía maligna de Kohr, sin duda alguna.
Sabía que no actuaban por su voluntad, pero aun así... las odiaba.
	Empezaba a levantarme, cuando Sailor Uranus apareció frente a mí. Su mirada estaba
cargada de odio y... alegría, era una mirada psicópata. Sin que yo pudiera reaccionar, Uranus
empezó a lanzarme una seguidilla de golpes. No pude defenderme ni bloquear ninguno de ellos.
	"¡Esto es una decepción! ¡¿Qué han estado haciendo en todo este tiempo?!"
	Con cada golpe de Uranus sentía un inmenso dolor y escupía algo de sangre. Eso no era
una pelea; era una paliza.
	Finalmente, se cansó, y decidió terminarme con una patada que me dejó en el suelo,
consciente pero completamente inmóvil.


				*	*	*	*

	
	"¡Hermano!"
	Tras ver a Eagle ser castigado de esa espantosa manera, no pude seguir soportándolo
más. Tenía que ir a ayudarlo, e iba a hacerlo pero Pluto me bloqueó el camino parándose frente
a mí.
	"¡Quítate!"
	"Nuestro combate recién empezaba. No puedes irte."
	"¡Estúpida! ¡Ya me llegaste!"
	La furia que estaba en mí me ayudó a elevar mi aura a niveles que nunca antes había
llegado. "Ahora sí...", pensé, "jamás podrás resistir este ataque..."


	Great Australis Aurora!


	Pero para gran sorpresa mía, el ataque no tuvo efecto alguno. Pluto hizo girar su
báculo y produjo una fuerte barrera que la protegió de la ráfaga de hielo que se suponía
debía congelarla.
	"¿Hubieras podido detener eso si no recibieras ayuda de Kohr, maldita?"
	"No sé de qué me hablas. Nosotras hemos obtenido este poder gracias a Sailor Saturn y
al báculo del silencio."


	"¡Australis, no te preocupes! ¡Yo me encargo de Uranus!"
	Volteé a ver nuevamente a mi hermano, quien seguía tirado sobre el piso. Frente a él
estaba Uranus, dispuesta a degollarlo con su espada, pero la rápida intervención de Lynx, quien
la empujó a un lado antes de que lo hiciera, lo salvó.
	La situación no iba muy bien... Sin nadie que lo ayudara, Unicorn no podría derrotar
a Saturn él solo.
	"Creo que mejor acabamos con esto de una vez, Pluto..."
	"Lo mismo digo."


	Southern Ice Storm!
	Dead... Scream


	Por unos momentos nuestros ataques permanecieron en medio de nosotras, pero luego Pluto
aumentó su poder de un momento a otro sorprendentemente (Obvia señal de que había una fuerza
externa ayudándola) y logró arrojarme contra un árbol. Mi vista se nubló por completo, y quedé
sumida en la más profunda oscuridad...
	
				*	*	*	*

	
	Neptune y yo nos habíamos apartado del resto del grupo mientras combatíamos. A pesar
de tener esa bella y frágil figura femenina, era una excelente luchadora y había logrado
que algunos de sus ataques dieran en el blanco. Pero ella también había recibido lo suyo.
Nuestra lucha iba muy pareja.
	"Parece que has mejorado desde que Pluto te humilló la última vez, Borealis... Es una
lástima que no se pueda decir lo mismo de alguno de tus compañeros."
	"¿De qué hablas?"
	"Siento que un aura desaparece, y no es de ninguna de nosotras."
	Fue entonces cuando lo sentí. El aura de Australis se había debilitado y por lo visto
ya había sido derrotada. Y no sólo la de ella... Aunque podía sentir que Eagle aún estaba
consciente (por el lazo telepático que nos une a los cinco guerreros) también sentía que
alguien lo había vapuleado salvajemente.
	"No hay nada que pueda hacer por ellos", pensé. "Es mi deber derrotar a Neptune."
	

				*	*	*	*

	
	Australis había sido derrotada... al igual que Eagle. En el poco tiempo que llevaba de
luchar con Saturn no había podido hacer nada, y ella me había producido múltiples heridas con
ese báculo.
	Al menos a Lynx le estaba yendo bien. Por algo ella y Borealis eran los más fuertes,
y con el entrenamiento habían podido elevar su nivel al punto de luchar de igual a igual con
una de esas Sailor. Eagle, Australis y yo nos habíamos vuelto algo más fuertes, pero sólo
para DURAR un poco más como material de pisoteo para las Outer Senshi.
	Conforme la pelea entre Saturn y yo se prolongaba sentía que las fuerzas me abandonaban.
Seguro que yo sería el siguiente en caer, y eso ocurriría muy pronto...
	"Diablos", pensé, "si voy a perder contra una niña, pues que sea con honor. Al menos
lograré que sienta uno de mis golpes."
	Claro que, para 'perder con honor', usé un medio poco honorable...


	"¡Oh, genial!", exclamé, fingiendo sorpresa. "¡Lynx ha puesto a Uranus fuera de combate!"
	Casi inmediatamente Saturn volteó para ver la supuesta derrota de Uranus. Ja. La tonta
había caído en el truco más viejo del universo.


	Red Flame Dart!


	Saturn se dio cuenta del engaño e iba a detenerlo con su barrera de protección, pero
yo aproveché de mi velocidad para colocarme detrás de ella luego de lanzar el ataque. Sujeté
sus brazos firmemente con mis manos e impedí que realizara cualquier movimiento.
	Era arriesgado, pero yo era veloz y tendría que ser tonto para no aprovechar cualquier
habilidad que tuviera en ese momento. En el último momento me salí del camino y los dardos de
fuego impactaron sobre Sailor Saturn. Ella cayó al piso, sangrando por varias partes de su
cuerpo.
	Sus gemidos de dolor me dieron algo de lástima. Después de todo, era sólo una niña.
	"Lo siento mucho, Saturn. Si ustedes hubieran tratado de entendernos..."
	Todavía quejándose, Saturn se levantó. Sentí que su aura se elevaba, mientras pasaba sus
manos por sus heridas.
	"N... no puede ser..."
	No lo pude creer... Conforme iba pasando su mano, sus heridas sanaban. Al final, se
irguió por completo y me vio, desafiante.
	"Buen intento, pero no sirvió. Y lo que he hecho es una nadería comparado con lo que
puedo hacer ahora..."


	Silence Glaive Surprise!


	Apenas salí de mi estupor, evadí el ataque. Pero ella usaba su báculo para dirigirlo y
esa inmensa esfera me seguía por todos lados.
	"¡Dame yo! ¡Con mi nuevo poder puedo dirigir la esfera y no lograrás escapar de ella!"
	Por lo visto tenía razón. No me quedaba otra que detenerla con algún ataque.


	Unicorn Magma Impulse!


	Saturn era muy poderosa, y mi contraataque nada pudo hacer. Lo último que vi fue una
gran luz que me cegaba por completo, y luego, todo quedó oscuro alrededor mío.
	

				*	*	*	*

	
	World Shaking!


	Respondí a la ofensiva de Uranus con su propio ataque. Vaya, me gustó mucho ver la cara
sorprendida que puso la primera vez que lo hice. La tonta no se daba cuenta que cada vez que
ella lo hacía, yo podía imitarlo. Uranus se iba enfureciendo cada vez más.
	"¡Maldición! ¡¿Cómo haces eso?!"
	"Je, los trucos que tiene una..."
	Todo estaba a mi favor. Poco a poco iría perdiendo el control y eso es lo peor que puede
pasarle a un guerrero.


	Pero cuando Pluto terminó con Australis acudió hacia Uranus para ayudarla.
	"¡Hey! ¡Eso no es justo! ¡No pueden pelear dos contra uno!"
	"¿Y qué es lo que hacían tú y Unicorn hace un momento?", preguntó Pluto.
	"¡Eso es diferente! Saturn es super-poderosa."
	"Esto no ocurriría si ustedes no fueran tan débiles", dijo Uranus. Ella y Pluto fueron
preparando sus ataques...
	"¡Ahora veamos si puedes imitar esto, niña!"


	Sword Blaster!
	Dead... Scream


	"¡KYAAAA! ¡No es justoooo!... ¡Teletransportación!"
	

				*	*	*	*


	Fue una movida genial. Lynx había sido muy inteligente. Se teletransportó detrás de
Uranus y Pluto, y ellas, horrorizadas, voltearon a verla, sin poder hacer nada.
	"¡¿No se lo esperaban, verdad?! ¡¡TOMEN ESTO!!"


	Golden Heavy Blast!


	La gran descarga de energía que Lynx produjo impactó sobre ambas Sailor, quienes no
pudieron reaccionar a tiempo (de hecho, creo que ni Jamiel hubiera podido reaccionar a
tiempo). Uranus y Pluto cayeron, muy heridas.
	Lynx se acercó frente a mí, y se arrodilló.
	"Bien... bien hecho..."
	"¡No estás sirviendo de mucho, Naki-chan!", me dijo Lynx amigablemente.
	Lynx puso su mano sobre mi frente y me dio algo de su energía. Mis heridas sanaron
y pude levantarme.
	"Muchas... gracias. Demonios... me siento como un estorbo. Es horrible."
	"Ya no importa. Lo importante es que estamos ganando."


	"Eso es lo que ustedes creen. Acabo de derrotar a su amigo Unicorn."
	Antes de que Lynx y yo pudiéramos reaccionar, Saturn curó a Uranus y Pluto, quienes
dicho sea de paso, ya empezaban a levantarse por su propia cuenta a pesar del ataque.
	"¡¿Qué?! ¡Ni siquiera con todo ese poder..."
	"Lynx", musité, "creo que vamos a necesitar la ayuda de Borealis..."


	"¡Aquí estoy!", dijo una voz. Poco después, Borealis apareció... con Neptune en brazos.
	"¡Neptune!", gritó Uranus.
	"No te preocupes", respondió Borealis, mientras la ponía en el suelo, "ella es fuerte y
se recuperará. Además, mi intención no era matarla, sólo..."
	"¡CÁLLATE!"


	World Shaking!


				*	*	*	*

	
	La batalla había empezado. Podía sentir las auras de los guerreros de Lambda en combate,
y me di cuenta que Eagle, Unicorn y Australis no estaban en buenas condiciones. Pero estaba
seguro de que al final lograrían la victoria.
	--¡Eta! ¿Me escuchas?--
	--Claro que sí, princesa. ¿Qué se le ofrece?--
	--He podido recuperar un poco de mi energía con el tiempo. Creo que ya tengo
lo suficiente como para indicarte en dónde estoy.--
	--¿En serio, princesa? ¿Puede hacerlo ahora?--
	--Sí. Usaré nuestro nexo telepático para darte la facultad de sentir mi aura.--
	Sentí una nueva especie de energía dentro de mi cuerpo. Estaba lleno de ansias por
encontrar a la princesa por lo que hacerlo fue fácil.
	--¿Resultó?--
	"Sí... ¡Sí!", dije, en voz alta, emocionado. "¡Está cerca de acá! ¡En un momento voy!"


	Mientras seguía el rastro del aura de la princesa Sandra encontré a Luna, Artemis y Rei
en el camino.
	"¡Eta! ¿A dónde vas?", preguntó Luna.
	"¡Síganme! ¡He logrado localizar a la princesa Sandra!"
	

-------------------------------------------------------------------------------------------------

"Ikuwa yo" - 'Vamos', 'adelante'
"Dame yo" - Es inútil

Australis: "¡Estúpida! ¡Ya me llegaste!" - 'Ya me llegaste' es una expresión de mi país (Perú),
no sé si también lo usarán en otros países, pero para los que no lo sepan quiere decir 'Ya me
colmaste la paciencia', o 'Ya me hartaste'.

No tenía planeado realizar narraciones para los otros guerreros, pero este capítulo lo requería.
Y creo que ya pude superar un poco el complejo de "si-escribo-algo-romántico-desde-el-punto-de-
vista-de-una-mujer-se-me-chorrea-el-helado" ('se le chorrea el helado', otra expresión de mi
país, creo que no tengo que explicarlo, ¿no?... y seré sincero, una amiga de por aquí me
está ayudando con esas partes). De todas formas, dudo que vuelva a hacerlo y lo más probable es
que en los demás capítulos sólo veamos (más bien dicho, leamos) a Nakago y Nadia tomar la
palabra.

Ah, otra cosa, en el capítulo anterior puse un comentario acerca del libro "El fin de la
eternidad" pero me equivoqué (cuando no), lo que escribí jamás hubiera podido ocurrir por dos
razones. No voy a ponerme explicar por qué, los que hayan leído el libro ya deben saberlo.


Preguntas, comentarios, sugerencias, insultos: thebrilliantblue@yahoo.com


Regresar a "La Alianza"