15 de Noviembre del 2002

Bueno, me doy. Hace mucho que había perdido este episodio 26, y tras pedirlo a varios
amigos y buscarlo entre varios diskettes y no encontrarlo, pues he decidido tomar una
decisión bastante simple... voy a reescribirlo. A ver qué tal queda.

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Bishoujo Senshi Sailor Moon: La Alianza
Episodio 26: No pierdas las esperanzas


	En realidad, yo lo sentí tanto como mi hermano. Vi a Nakago, con Misao en sus brazos,
mientras poco a poco ella se iba desvaneciendo a la vez que le entregaba lo último que le
quedaba de su energía.
	Finalmente no quedó nada de ella. Lo último fueron unos pequeños corpúsculos de
luz dorada, que se elevaron en el aire y se iban desintegrando hasta desaparecer.
	Yo, débil y adolorida como estaba, hubiera querido hacer algo, al menos decir algo
para él, hacer algo por ponerme de pie y tratar de ayudar a mi hermano a derrotar a Kohr.
Pero todo estaba fuera de mi alcance. Sailor Venus ya había sido terriblemente derrotada
y los demás estábamos en condiciones similares. El único que ahora no estaba arrojado encima
del piso era... Nakago.
	¿Pero podría él hacer algo? Vi a su rostro. Vi una expresión de abatimiento, mezclada
con algo de tristeza. En verdad él había llorado la muerte de Misao. Yo lo conocía bien y
sabía que de seguro él se sentía miserable por la forma en que ella repentinamente había
mostrado un cambio de actitud. De no hablarle y tratarlo con frialdad a salvarle la vida y
decirle que lo amaba.
	¿Hasta dónde podía llegar su amor? Ella sabía que no era correspondida, y sin embargo...


	"¡Misao!", exclamó nuestra pequeña princesa, con lágrimas en los ojos. Los demás
también miraban la escena, acongojadas. Las sailor, sobre todo Sailor Moon, lucían muy
afectadas. Por un instante me pregunté si en sus peleas anteriores ellas habían estado
expuestas a ese sufrimiento.
	"Tenías una amiguita muy valiente", dijo Kohr de repente, quien al parecer también
había quedado algo sorprendido por el sacrificio de Misao. "Y ahora puedo sentir algo distinto
en ti. Me imagino qué es lo que harás ahora."
	¿Qué dijo? ¿Sentía algo distinto en Nakago?


	Fue entonces cuando lo vi. Nakago alzó la mirada. Fue algo extraño, pues si bien
mostraba esa mirada furiosa que tanto había logrado impactarme algunas veces, esta vez no
era una mirada furiosa mezclada con ira o enojo, sino con una actitud distinta. Era como si
estuviera molesto con él mismo por algo que debió haber hecho en su momento. Era una mirada
de... que tenía que hacer lo que tenía que hacer.


				*	*	*	*


	"Naki-chan... No pierdas las esperanzas."
	"Claro que no", murmuré, mientras me levantaba. Lentamente me dirigí hacia Sailor
Venus, y tomé la espada Phi, que estaba a su lado.
	"E... Eagle...", dijo ella, con voz débil y quebrada.
	"Gracias por tu ayuda", musité. "Tú y Misao me mostraron algo de lo que yo debí
darme cuenta por mí mismo. Soy un cobarde."
	"No, Eagle, tú..."
	"Derrotaré a Kohr", continué, "pero no sé si alguna vez podré perdonarme a mí
mismo por esto."


	Me volví hacia Kohr. El sacrificio de Misao había logrado devolverme algo que sentía
haber perdido no sólo hace un instante, sino hace mucho, mucho tiempo. En la época de La
Alianza, fui yo quien dio su vida por ella, pero esta vez había ocurrido lo contrario.
	Sí, yo era un cobarde. ¡¡Tenía que haber ocurrido exactamente lo mismo esta vez!!
¡¡YO tenía que haber muerto luchando contra Kohr, pero no ella!!
	Ese era mi destino, pero Misao había sacado eso de su mente y había luchado contra
ello, cambiándolo y permitiéndome a mí vivir.
	Aún en ese instante, todavía podía sentirla...


	"¿Qué pasa? ¿Vas a luchar, o no?"
	"Voy a matarte", le dije a Kohr, sin miramientos. A pesar de que era él quien había
asesinado a Misao, el odio que sentía en ese instante no estaba dirigido tanto hacia él, sino
hacia mí mismo.
	Kohr no respondió, sino que simplemente blandió su espada. Recién en ese instante
me di cuenta que me estaba empezando a tomar en serio.


	Elevando mi aura, emprendí el vuelo hacia Kohr, con la espada dirigida directamente
hacia él. Sentía que aquella batalla no duraría ni siquiera un minuto. Kohr simplemente se
limitaba a mirarme fijamente, sin expresión alguna, mientras tomaba una postura defensiva.
	Faltando poco para llegar hacia él, vi que bajaba la guardia y simplemente se me
quedaba viendo. ¿Qué era lo que estaba haciendo?
	Tal vez se había dado cuenta que no tenía caso luchar contra mí.


	Dirigí la espada Phi directamente hacia su pecho, terminando finalmente con él y
con toda aquella batalla... Pero la pesadilla todavía seguiría por algún tiempo dentro de mí.
	"Bien, Eagle... me venciste... Pero te aseguro que algún día terminarás como yo...
Aquel nuevo e increíble poder que tienes... no te dejará en paz."


	Quizás sí, quizás no. Eso estaría por verse.


				*	*	*	*


	El cuerpo de Kohr se desvaneció, en medio de una gran energía maligna.
	Nakago, por su parte, sólo se quedó parado en medio del campo de batalla, sin
realizar movimiento alguno.


	"Por fin", alcancé a oír a Uranus murmurando.
	"Esto llegó a su fin", la secundó Neptune. Lentamente, ambas se fueron levantando
y ayudaron a sus demás compañeras.
	Yo hice lo mismo. A lo lejos, vi que Nakago se dirigió hacia el lugar en que había
estado con Misao instantes antes. Se agachó, y cogió algo. Me di cuenta que era la pluma de
transformación de Warrior Lynx, y al ver esa escena, y la mirada en los ojos de mi hermano,
supe lo que él estaba a punto de hacer.
	Apuntando hacia el cielo con la espada Phi, incrementó su aura y empezó a elevarse.
	"Nos vemos pronto", dijo él, mientras me observa directamente. Yo solamente lo vi,
con lágrimas en los ojos.


	"¡Nakago, espera!"
	Sailor Mercury se dirigió hacia él cuando ya estaba a unos cuantos metros por encima
del suelo. Finalmente, vi sonreír a Nakago.
	"Tranquila, Ami. Solamente voy a cumplir una última voluntad. Mientras tanto... no
quiero que te pongas triste."
	"¡No! ¡Espera! ¡¿A dónde vas?! ¡¿Qué es lo que vas a hacer?!", gritó ella, sumamente
consternada. Las demás sailor también lo veían con preocupación en su mirada.
	"No pierdas las esperanzas de volver a verme, Ami... Te prometo que pronto regresaré."


	Nakago desapareció en el cielo, junto con la espada Phi y la pluma de Warrior Lynx.
Yo sabía que él se dirigía Lambda. Aquel seguramente sería el único lugar en que Misao podría
descansar en paz.
	Caminé hacia Mercury, quien empezaba a mostrar unas cuantas lágrimas en sus ojos.
	"Pero... por qué se fue...", murmuró ella. Yo me acerqué, y puse una mano sobre su
hombro.
	"No llores. ¿No lo escuchaste? Dijo que volvería pronto."
	"Pero... no sabemos a dónde va... y no sabemos qué es lo que le pueda pasar", dijo, con
voz temblorosa.
	"No te preocupes. A dónde él va no hay peligro alguno, te lo aseguro. Y hemos oído de
sus mismos labios que volverá pronto. Tenemos que confiar en él."


	Dirigí la mirada hacia el cielo, y vi las constelaciones del Águila y el Lince. Las
estrellas de ambas brillaban como nunca antes lo habían hecho.
	"Él... siempre cumple sus promesas."



				FIN


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Anyway, ese fue el episodio 26 de La Alianza, reescrito 3 años después de su publicación en
Internet. Si alguno de ustedes tiene el episodio 26 original tal vez note las diferencias.
Es más, tal vez no haya alguna gran diferencia (je je), más que la de la manera de narrar las
cosas...

¡Ah!, y aquí supuestamente iban esos resultados de una encuesta acerca del personaje favorito
de cada uno de los lectores de "La Alianza". Ja ja, creo que en ese entonces me había
emocionado un poco con la popularidad de la historia =P y se me ocurrió esa tontería.
Bueh, si les interesa saberlo, lo único que recuerdo es que en mejor personaje ganó Nakago
y en el más odiado... obviamente ganó Misao.

OK, eso es todo. Nos vemos en la continuación... Sailor Lambda


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