Discurso de LEONARDO
GUTTER
Encuentro
Público, Torres Cainco – Bolivia
4 de junio de 2005
Agradezco
a Bhagavan Sri Sathya Sai Baba el honor de estar aquí con todos ustedes, les
quiero dar a todos mi más calurosa bienvenida a este encuentro.
Quiero compartir mis
conocimientos sobre el mensaje de Sai Baba, su vida, su obra, también voy a
compartir con ustedes algunos de los milagros que he tenido en mi vida. Han
sido muchísimos desde que lo conocí.
Soy
psicólogo de profesión, muy escéptico. Me costaba, aunque viera, creer y tuve
la oportunidad de haber visto y haber experimentado y haberme convencido de
algo que mi mente no podía aceptar.
Quiero
comenzar por explicarles la respuesta que da Sai Baba a - “¿Qué es la vida?”
Creo
que todos ustedes tienen que tener algún nivel de interés por la pregunta y
esta respuesta. ¿Qué es la vida? ¿Qué somos nosotros? ¿Por qué estamos aquí?
Voy
a empezar por la respuesta final: Sai Baba dice que la vida es un juego de
Dios. A Dios le pueden dar el nombre que quieran, la definición que
quieran. Pueden llamarlo Conciencia Cósmica, Energía Absoluta… hay miles de
nombres que se le dan, pero lo importante es el concepto.
Él
dice que todo esto, todo lo que existe es solamente la manifestación de Dios
que juega consigo mismo a redescubrirse.
Según
Sai Baba, todos los que estamos aquí somos parte de una Unidad.
La
palabra Universo, también, da esta respuesta. Significa Unidos en la
diversidad.
Sai
Baba, como dice, entonces y todas las religiones lo han ratificado, es que
todos somos hermanos y hermanas bajo la paternidad de Dios y en este sentido
quiero darles la bienvenida como mis queridos hermanos y hermanas y esto se
transforma, entonces, en una reunión familiar.
¿Por
qué estamos hoy, aquí, en este salón?
Yo
les voy a dar una respuesta un poco más profunda que las aparentes.
Aparentemente ustedes vinieron por diversos motivos: invitados por algún amigo,
invitados por un cartel que vieron en la calle, por alguna curiosidad personal.
Las razones pueden ser muchas pero el verdadero motivo es uno solo. Todos
ustedes están aquí porque ya sea que crean o no crean en la reencarnación, hace
muchísimas vidas que el alma de ustedes sintió una desazón muy especial. En una
vida, hace quizás miles de años, ustedes sintieron que no podían sentir
satisfacción o simplemente satisfacer las necesidad de la carne, de los
sentidos y sentían que comer y beber y gozar con los sentidos no era
suficiente, que la vida tenía otra respuesta.
En
ese momento, en esa vida, comenzaron un camino muy especial que se iba a llamar
Camino Espiritual. Empezaron a buscar respuestas en otro lado, no afuera,
adentro.
En
ese momento se transformaron en buscadores espirituales. Pasaron vidas, vidas y
vidas y en un momento dieron otro salto cualitativo que fue sentir que para
encontrar las respuestas a todo esto: ¿Quién soy yo? ¿Quiénes somos? ¿Por qué
estamos aquí? Tenían que tener una guía, un maestro. Alguna luz que les
enseñara el camino.
En
ese momento se transformaron en lo que hoy puede llamarse Aspirantes
Espirituales. Comenzaron a buscar una respuesta, un maestro, una guía, a emular
esas enseñanzas y pasan vidas y vidas y en algún momento van a ver que no basta
con leer la Biblia, el Corán, el Zend Avesta o cualquiera de los libros de
otras religiones. Lo importante es aplicar en la vida de uno esos preceptos. O
sea, que hay que romper con esa aparente hipocresía de ir un día a la iglesia y
el resto de la semana comportarse de una manera totalmente diferente.
Ya
sea que ese día sea un domingo o un sábado, o un jueves. En ese momento la
persona se da cuenta que lo importante no es amar a Dios, no tiene ninguna
importancia y permítanme que se los explique a ustedes. No tiene importancia ni
valor. Lo que realmente importa es que vivan de tal manera que merezcan el amor
de Dios, que es absolutamente diferente.
Mucha
gente sentía que amaba a Dios y después salía a la calle a matar, a robar.
Muchos genocidas, quizás, los domingos en la iglesia amaban a Dios. Cuando una
persona vive de tal manera que merece la aprobación, el agrado y el amor de
Dios, se transforma en un devoto de Dios.
Y
les vuelvo a definir: no importa la forma que le den: todos ustedes están aquí,
dentro de este camino evolutivo. Están aquí porque el alma de ustedes los
trajo. Los trajo para encontrar
respuestas, una inspiración, una motivación para avanzar más en ese camino
evolutivo.
¿Cuál
es el camino de la evolución?
Más
allá de lo que nos expliquen los científicos, el camino de la evolución es muy
simple: según lo que dicen todos los grandes maestros espirituales y Bhagavan
Sri Sathya Sai Baba, Dios un día comienza un juego al creer que se separa de si
mismo y aparece manifestado como un mineral, una piedra y aparentemente de esa
forma de piedra como una montaña, una roca, pasan eones de tiempo, hasta que un
día da un salto cualitativo y aparece manifestándose como si fuera un vegetal:
plantas, flores, hierbas y en algún otro momento da otro salto cualitativo y
aparece como un animal, cualquiera sea la forma del animal. Podría hoy, si
tuviera tiempo, describirles también la evolución de las formas animales: cómo
van progresando, cuál es su forma, sobre las últimas cinco formas: perro, gato,
elefante, caballo y mono antes que ese ser se despierte y sea un ser humano.
Empieza
como humano y al principio, en sus primeras manifestaciones tiene un cuerpo
humano, pero un comportamiento animal.
Hay
muchísimos de estos pseudos humanos en la Tierra, muchos de los cuales están en
las cárceles o en los partidos de fútbol tirando piedras, pueden encontrarse
con estas pseudo-formas animales por doquier.
Y
van, vida tras vida progresando y un día llega a ser un humano con forma humana
y un comportamiento humano.
Para
Sai Baba, alcanzar ese nivel se alcanza cuando existe unidad entre la palabra,
el pensamiento y la acción.
Ahora,
ustedes dirán que un ladrón es una persona que piensa que va robar, dice que lo
va a hacer y lo hace y dirán que es una persona totalmente coherente, pero la
coherencia tiene que ser en los valores
humanos a los que se refiere Sai Baba.
En
ese momento, la persona se convierte en un verdadero ser humano. El verdadero
ser humano no es el que corre detrás de sus sentidos. No es un esclavo de los
sentidos que va de aquí para allá. Ese todavía está en una etapa prehumana pero
después sigue la cadena evolutiva y un día ese ser con forma humana aparece
vestido con una túnica blanca y se llama Madre Teresa de Calcuta. Y ese ser
tiene forma humana, comportamiento Divino.
Esos
son los escalones más altos de evolución. Todos nosotros vemos que en el mundo
hay manifestaciones de las tres clases de seres. En realidad hay cuatro: el ser
demoníaco, el animal, el humano y el Divino.
Depende
en qué nivel manifieste su compasión, su magnanimidad, su preocupación por el
otro va a estar en alguna de las cuatro clases de seres.
Nosotros
vemos que en el mundo hay violencia, hay guerra, nuestro sentido común no nos
deja comprender como hay seres humanos que se matan a sí mismos.
Hace
poco, en los “Oscars”, una película fue nominada: “Hotel Ruanda”. Es sobre el
genocidio en Ruanda. Dos sectas: los Jutus y los Tutsis, millones de seres
humanos mataron a millones de niños. Querían erradicar cada una a la otra secta
de la faz de la Tierra. Los degollaban.
Y
uno ve eso y dice: -¿son seres humanos? Esto no pasó a hace muchos años. Vean
lo que pasa ahora en Sudán. Podría escribir una lista muy larga que nos haría
pensar: ¿son seres humanos? Pero al mismo tiempo hay otra humanidad. Otra
humanidad que avanza muy firmemente hacia la luz. Avanza muy bien.
Una
porción de esa humanidad está sentada hoy en este salón. Ustedes están hoy aquí
porque están en un movimiento hacia la luz, están ya en un estado evolutivo que
los separa ya muchísimo de ser animal, de ser demoníaco. Están queriendo
acercarse a la Madre Teresa de Calcuta.
Lamento
dar una mala noticia o ratificar una mala noticia: “todos los que estamos
aquí nos vamos a morir”. Esto es inevitable.
Es
inevitable pero el ser humano trata de no pensar jamás en eso hasta que es
tarde. Nosotros tenemos que tratar de enfrentar ese último momento que lo van a
enfrentar todos, no con un llanto como cuando nacimos sino con una sonrisa
porque… les voy a contar cómo es morir. ¿Les interesa? ¿Si o no? Como todos van a pasar por esa
experiencia es mejor que se enteren.
No
importa la manera como vayan a morir, si es con un accidente, si es con una
bala, si es que se duermen a la noche con un ataque al corazón.
No
importa la manera como mueran, todos van a sentir exactamente lo mismo: morirse
es igual, igual y lo voy a decir en castellano, igual que dormirse a la noche.
La
única diferencia entre dormir a la noche y morir es que a la mañana no se
despiertan en el cuerpo físico. Pero así como en el momento en el que caen en
el sueño y se durmieron, así va a ser morirse. No es otra historia, no hay otro
dolor, no hay nada.
¿Qué
sucede? ¿Alguna vez alguno de ustedes sintió que cuando estaban dormidos y
despertaron de golpe y se cayeron en la cama? ¿Sintieron esa caída? Algunos,
todos las sintieron, la mayoría se olvidó. Caerse a la cama, porque cuando uno
se duerme, el cuerpo físico, yace en la cama y la conciencia se activa en lo
que se llama el cuerpo astral o plano astral.
En
ese plano se vive durante lo que llamamos la noche cuando se duerme. Las
personas que se caen es porque de repente o de golpe algo las despertó y el
cuerpo astral entró de golpe al cuerpo físico. Casi, digamos, con violencia. Y
esa sensación de caída, de vértigo es la entrada precipitada del cuerpo astral
al cuerpo físico.
Cuando
mueren, la conciencia permanece en el plano astral y no vuelve al cuerpo
físico. Se corta el cordón de plata que la sostiene. Y van a vivir en el plano
astral una cantidad de años, pueden ser pocos años, como muchos, pueden ser
100, 200 ó 300 hasta que mueren en el plano astral, duermen y se despiertan en
el plano mental. Tienen un cuerpo mental donde viven en ese plano y tienen una
determinada cantidad de experiencias hasta que duermen en el mental y van al
plano causal y van a esperar ahí hasta que les toque volver a nacer. Cuando les
toque volver a nacer, se forma el cuerpo mental, después el astral y entran al
cuerpo de la madre. ¿Quieren saber cómo entran, también? Les voy a satisfacer
una curiosidad. Es muy simple y esto a los hombres, se los digo, tengan
cuidado: el alma entra al cuerpo de la madre a través de la comida que come el
padre. El alma se mete en el alimento que el padre come, va a través de ese
alimento y luego al fluido seminal y ahí entra la madre. Entra en la madre y se
queda el alma, una vez que se produce la unión de óvulo y espermatozoide, el
alma entra y sale del cuerpo de la madre hasta aproximadamente el quinto mes en
donde se queda ya permanentemente adentro. Esto es morir. Esto es nacer. Esto
es la ilusión que hace que hoy estemos aquí preguntándonos ¿por qué estamos
sentados?
Ustedes
están acá sentados, se los voy a repetir de nuevo, porque han nacido y muerto
muchísimas veces, han pasado por todas las formas imaginables de vida, hombre y
mujer, hombre y mujer, han escalado mucho, mucho, mucho en esa escala evolutiva
y hoy están maduros como para preguntarse algo más, no simplemente para saber
¿Qué como mañana? ¿Cómo me lleno más de dinero?
En
el último momento, cuando dejen el cuerpo físico, el famoso juicio final, no es
un juicio donde Dios sentado en un banco los mira y les dice: -“vas al
purgatorio o al cielo”. En ese momento, ustedes van a ver su vida como una
película. Les voy a contar una experiencia…
Sai
Baba nació un 23 de noviembre de 1926, el día 23 es un día muy relacionado con
Sai Baba. Muchas veces se manifiesta en nuestra vida de una manera especial
para hacernos sentir que él está presente al lado nuestro, para protegernos,
cuidarnos, guiarnos.
Yo
he tenido muchas experiencias con el número 23, muchas, pero una fue esta. Que
estaba en la ciudad de New York, por trabajo, y tenía que tener diferentes
reuniones en distintos lugares al mismo tiempo. Tenía reuniones con diferentes
compañías, algunas de esas reuniones estaban superpuestas. Me la pasaba
corriendo de un lugar a otro.
Y
resulta que un día tenía una reunión a la mañana en una punta de la ciudad, que
empezaba alas ocho de la mañana y otra a las 10 de la mañana en la otra punta.
La primer reunión duraba toda la mañana pero a eso de las diez dije “me voy a
escabullir” y no eran reuniones individuales, eran reuniones con un grupo de
personas y entonces pensé que me iba a escabullir, iba a ir a la otra reunión
para hacer acto de presencia y después retornaba a mi primer reunión.
Bueno,
me fui a esta reunión. Era el mes de febrero. En New York nevaba, hacía mucho frío
y mucha nieve. Como tenía que volver a esta misma reunión decidí dejar mi
maletín en una habitación para no tener que cargarlo innecesariamente. Me tomé
el metro, el subterráneo, cuando llegué la otra reunión ya había empezado, y
había ocurrido algo muy especial. Que empezaron a mostrar una película. Cuando
muestran películas en su estadio original, siempre aparecen unos números: 10,
9, 8, 7, 6, 5… hasta que llega al cero y aparece la imagen. Es un estándar
internacional. Pero esta vez la película comenzó con el número 23, lo que es
absolutamente inusual. Imagínense de 23 a cero ustedes quedan hipnotizados o
dormidos. Yo vi el 23 y pensé inmediatamente en Sai Baba. Dije “qué raro esto”
y pensé en él. Después volví a prestar atención a lo que estaban mostrando,
levanté mi mano un par de veces para que vieran que estaba presente, para que
no sintieran que había faltado a la cita y después de aproximadamente 45
minutos de haber levantado la mano varias veces decidí que era hora de volverme
a escabullir y volver a mi reunión original.
Cuando
me voy a mi reunión original vuelvo a tomar el metro, el subterráneo y cuando
me siento en el subterráneo… otra cosa inusual: conseguí un asiento. En New
York, en febrero es bastante difícil, me senté y tuve una experiencia
impresionante. Sin cerrar los ojos, siempre con los ojos abiertos dejé de ver
la realidad y empecé a ver imágenes de mi vida, justamente como les estaba
contando antes de en el último momento de la vida cuando uno ve una película,
escenas de su vida una tras otra, yo tuve esa experiencia. Era una escena tras
otra, una escena tras otra de mi vida pero de las cosas que yo no había hecho
bien, que no estaba haciendo bien.
Hasta
que de repente fue como si alguien estuviera haciendo así (un ademán delante del
rostro), nadie hizo esto pero yo volví a prestarle atención a la realidad en el
momento en el que el subterráneo estaba parando en la estación que yo tenía que
bajar.
Alcancé
a leer el nombre de la Estación, como un autómata me paré, salí del subte. Me paré
en la plataforma y me quedé en un estado de shock total porque estaba como
shockeado por lo que había experimentado en esa visión de mi vida en imágenes,
hasta que comencé a salir de ese estado y lentamente me dirigí hacia la oficina
a la que tenía que ir y mientras caminaba empecé un diálogo interno con Sai
Baba y le pregunté si él me había dado es experiencia, si él me había mostrado
lo que no estaba haciendo bien para que cambie y le dije a Sai Baba: -“Mirá: si
fuiste vos dame una prueba, porque si no me das una prueba ni siquiera voy a
intentar cambiar esas cosas”. Empecé con esta negociación con él y en seguida
pensé en algo y dije: -“Ya sé. Mostrame el número 23 como apareció en la
película de forma inusual y voy entonces a creer que fuiste vos y voy a
intentar cambiar”.
Y
en ese momento llegué al edificio, subí y lo primero que hice fue ir a la
habitación a buscar mi maletín y cuando agarré mi maletín, alguien había pegado
un papel a un costado, con cinta adhesiva, con el número 23 . Este es Sai Baba.
Pero
esta historia viene a colación de lo que va a pasar en el último momento. En el
último momento ustedes van a ver su vida de la misma manera: imágenes de la
vida, fundamentalmente todo lo que hicieron mal. Según el peso que tenga lo que
hicieron mal, lo que hicieron bien… en la Madre Teresa de Calcuta seguramente
pesó mucho más lo que hizo bien… en función de eso va a ser el plano astral
donde se despierten. Y en esos planos astrales están los inferiores, que son
lugares de experiencia mental muy e intensamente dolorosa, o los más elevados
que son los que se llaman en las Escrituras: el Cielo, la Tierra de Verano.
Ustedes,
en el último momento, tienen que lograr sentir tener la joya más preciada de
todas, que es la tranquilidad de la Conciencia.
Ahí
no les va a importar si tienen plata en el banco, no les va a importar si son
famosos, no van a decir: “Tengo un millón de dólares en el banco, ¡qué bien!”.
Les puedo asegurar que no les va a importar un comino.
A
ver: ¿alguno se acuerda de la cantidad de plata que tuvo en la vida pasada?
Levante la mano. Aquí hay personas que fueron muy ricas en la vida pasada y yo
quiero pedirles un préstamo (Risas) ¿Puede alguien compartir algo? Si no me lo
pueden dar por lo menos úsenlo ustedes. ¿Pueden usarlo?
No,
¿no es cierto?
No
les va a importar la plata que tengan en el banco, no les va a importar si
fueron famosos, estrellas de Hollywood, si fueron presidentes de Bolivia, no
les va a importar nada. Lo único que en ese último segundo va a importar es la
tranquilidad de la conciencia.
Para
estar tranquilos en ese último momento hay que vivir una vida coherente, con lo
que se llama Espiritualidad.
La
Espiritualidad, para Sai Baba, no es la suma de dogmas y rituales. La
Espiritualidad es una forma de vida.
¿Saben
lo que significa Espiritualidad para Sai Baba?
Es
alejarse de las malas cualidades, erradicar las malas cualidades de la vida de
uno. Ese es un ser espiritual.
Ser
espiritual no es el que medita tres horas o levita a medio metro del piso y
después es un energúmeno en su casa, con su familia, con sus compañeros de
trabajo.
Un
Ser espiritual es la persona que es buena, que es honrada, que dice la verdad,
que promueve la bondad en el mundo. Ese es un Ser espiritual. Esa es la
espiritualidad práctica que Sai Baba nos enseña, nos insta a practicar en
nuestra vida.
Nosotros
encontramos que han aparecido maestros espirituales en la Tierra, seres que son
poderosos imanes. Esos imanes atraen a nuestra alma, a nuestras almas con una
fuerza más poderosa que el magnetismo terrestre. La traen con la fuerza de un
Amor incondicional, de un desinterés.
Aparecieron
seres en la Tierra, Buda, Mahoma, Jesús, Rama, Krishna… algunos de ustedes
quizás no los conozcan pero todos estos seres hicieron un antes y un después
para millones de personas en el momento en el que vivieron y a lo largo de los
años.
Uno
puede querer tapar el sol con un dedo y decir que el sol no está o ahora es de
noche, pero el sol está ahí. Uno no puede negar que millones de personas viven
en función de los preceptos de Mahoma o de Jesús, o de Krishna, o de Rama. Son
seres que promulgaron un mensaje y por casualidad es casi y muy, muy parecido,
al que hoy Sai Baba proclama.
¿Quién
es Sai Baba?
Nació
un 23 de noviembre de 1926 en el sur de la India. Nació en un pueblito
absolutamente desconocido que ni siquiera figuraba en los mapas de India y
desde que nació comenzó a realizar milagros: materializar dulces, formas de
Dios.
Algo
inusual: su familia no era vegetariana pero el no quiso tocar ningún alimento
animal, no quería comer cadáveres y lentamente comenzó a manifestar estas
cualidades sobrenaturales, hasta que a los 14 años dijo quién era, dijo que era
una manifestación Divina que venía a ayudar a la humanidad a evolucionar. No
venía a fundar una nueva religión, sino que venía a impulsar que la gente
practique su propia religión y sean mejores personas.
Predijo
lo que iba a ocurrir en el curso de la humanidad con puntos y comas. Hasta el
día de hoy se cumplieron todas. Todo lo que dijo: todo.
Les
voy a decir, para que estén contentos, ya que los amargué con que se van a
morir. Los voy a alegrar un poco. Él dijo que no va a haber ningún holocausto
nuclear, no se va a terminar la Tierra a través de un holocausto, ni nuclear,
ni un Tsunami que va a ahogar a todo el mundo. Al contrario, la Tierra avanza
hacia un periodo maravilloso de luz, de bondad donde van a prevalecer los
valores humanos: rectitud, paz, verdad, amor y no violencia, en las relaciones
entre las personas.
En
otras palabras, van a tener que sacar las cerraduras de las puertas de sus
casas porque no van a hacer más falta. Esto, hoy parecer ciencia ficción. Sin
embargo, está más cerca de lo que ustedes creen.
Ustedes
son parte de un movimiento, de una masa humana que está lentamente despertando
hacia los valores humanos espirituales. Esta masa humana va a llegar a una masa
crítica y partir de eso va a ser como un día y noche, va a empezar un cambio
fundamental en las relaciones de los seres humanos, las guerras van a empezar a
desaparecer, los conflictos van a desaparecer.
¿Cuál
es el origen de todos los conflictos?
Es
muy simple: es la ignorancia. La ignorancia es la madre de todos los problemas
que hay en la Tierra. La ignorancia de saber quién somos. La gente cree que es
el cuerpo y la mente y quiere satisfacer las necesidades del cuerpo y la mente
y por lo tanto hace cosas incorrectas.
Cuando
nos demos cuenta que somos Dios en estado de amnesia tendremos que recuperar la
memoria, vamos a vivir para recuperar esa memoria y las cosas se van a empezar
a resolver.
Sai
Baba habló de toda la historia de la humanidad, reveló la vida de Jesús con
todos los detalles. Dijo lo que hizo Jesús entre los 12 y los 30 años. Ese es
el que se llama el Período desconocido de la vida de Jesús.
Un
simple detalle: ¿saben qué pasó con él? ¿Por qué no tienen historia, los
libros, de ese periodo de su vida? Según la tradición judía, a Jesús lo iban a
casar a los 13 años. Como no se quiso casar, se fue y se fue en un recorrido
que lo llevó a India, a los Himalayas, a Persia, a Egipto y después volvió a
donde realizó su misión. En los Himalayas, en realidad, fue en donde Jesús
realizó su Divinidad y comenzó, realmente, su prédica.
Sai
Baba habla de la vida de Buda, Mahoma y de todos los grandes Maestros. Así como
habla del futuro que nos espera, y dice que todos nosotros tenemos un rol muy
importante que cumplir en la humanidad que viene.
Toda
la filosofía espiritual que Sai Baba proclama no es la necesidad de alejarse
del mundo a una cueva a meditar. Dice que simplemente hay que practicar una
frase: “AMA A TODOS; SIRVE A TODOS”. O sino, algo más simple: “AYUDA SIEMPRE;
NO DAÑES JAMAS”.
Dice
que el que viva de acuerdo a estos preceptos va a vivir correctamente.
Él,
como les dije, no sólo no vino a fundar una nueva religión.
Vino
a que cada uno sea un mejor seguidor de la religión que dice profesar, para que
viva coherentemente con los preceptos de la religión que sigue y si no tiene
uno una religión dice: “Sean buenos seres humanos. Promuevan el bien. Mejórense
ustedes mismos”. Esta es la religión del Amor.
El
amor es lo mismo que expansión. Expandir la rectitud, para Sai Baba, es
expandir los límites de uno. Uno tiene también y pasa por el Yo, Yo, Yo,
después mi familia, mis seres queridos hasta que algún día uno va a dar un
salto cualitativo y va a pensar en Nosotros y algún día va a llegar al salto
cualitativo de la Madre Teresa de Calcuta. Sólo ustedes. O sólo tu, por Dios.
Tarde
o temprano, espero que todos en esta vida o en alguna otra vamos a llegar a ese
lugar.
En
realidad, todos nosotros tenemos que vivir para que el último día de nuestra
vida, tengamos la sensación de que avanzamos, de que desencarnamos en el
determinado nivel de conciencia. Este es el verdadero progreso de la vida.
Sai
Baba es conocido como el hombre de los milagros por las materializaciones que
hace. Yo vi más de 100 materializaciones a centímetros de mis ojos. Una vez
estaba en mi cuarto, de viaje en la India… Yo fui a la India como un curioso,
escuché hablar de Sai Baba y de lo que se trataba y dije “voy a ver cómo, si
hubiera vivido hace dos mil años y hubieran hablado de Jesús lo hubiera visto,
si hubiera tenido la posibilidad”.
Fui
para ver y comprobar.
El día que estaba esperando a Sai Baba como
escéptico, haber de qué se trataba, de repente el corazón me empezó a latir muy
fuerte en el pecho y dije: -“¿qué me pasa?”. En ese momento Sai Baba aparecía y
ahí me di cuenta que mi corazón le reconoció mucho antes que mi mente. La mente
viaja como en una carreta y el corazón viaja a la velocidad de la luz, por eso
es tan sabia la frase que dice que sigamos al corazón, que es el único que nos
hace llegar a la meta. Pero a pesar de haber visto milagros, de haber hablado
con personas que fueron curadas, mi mente todavía seguía escéptica y les voy a
contar una experiencia.
Estaba
en mi cuarto de viaje en la India y de repente me agarró un ataque de duda.
Sabía que Sai Baba era muy bueno. Él no pide nada a nadie y todo es gratuito,
todo en la Organización Sai es gratuito. No se cobra derechos de membresía,
nadie paga ni nadie cobra. Las escuelas de Sai Baba son gratuitas, los
hospitales son gratuitos, los Centros Sai son gratuitos. Si uno va al Ashram de
Sai Baba, a la comunidad donde él está, sale, más o menos 10 Bolívares
(Bolivianos) comer, no sé… Cuatro comidas por día y la habitación y es que
realmente no hay fines de lucro.
Pero
a mi me agarró una duda y dije “dice que es Divino esto, pero eso es algo
difícil de digerir y yo me la pasé muy mal porque en cada lugar que fuera
escuchaba esto. Me pasó lo que a tanta gente en la época de Jesús y contarle a
todo el mundo que había un ser especial en Argentina”. ¿O no hubieran hecho
ustedes lo mismo si hubieran encontrado a Jesús? ¿Lo hubieran hecho o no? Me
imagino que sí.
Entonces,
cuando me agarró esa duda dije que no podía hablar más de Sai Baba si no estaba
seguro. Y me quedé muy mal y me fui a la pieza en el Ashram y le pregunté:
-“¿Quién sos?” y dije: -“Ya sé, te voy
a pedir que me materialices un reloj”.
¿Por qué le pedí un reloj? Por dos motivos:
Uno, en las entrevistas que había tenido nunca le había visto materializar un
reloj y quería ver, pero el verdadero motivo era que yo tenía un reloj muy
bonito que era a cuerda y que siempre atrasaba o adelantaba y me volvía loco.
No lo cambiaba porque me gustaba pero nunca estaba en hora. Veía en todas las
relojerías los relojes de cuarzo y decía que esos si andaban bien y yo estaba
apegado a uno porque era bonito, la forma y todo pero nunca sabía la hora
exacta. Pensé que si Sai Baba me materializaba un reloj iba a usar el de Sai
Baba y mi problema iba a estar resuelto. Creo que esa misma noche estoy en el
cuarto y tengo un sueño con Sai Baba.
En
algún momento Sai Baba dice que si uno sueña con él no es una proyección
onírica sino que realmente aparece. Y el apareció en el sueño que lo quería
cambiar y no lo cambiaba y me dice: -“ voy a resolver tu problema. Tu reloj
desaparece”. Y el reloj desapareció. Y fue tan fuerte que me desperté. Antes de
dormir había dejado el reloj en la mesita de noche y cuando desperté quise
agarrar el reloj y el reloj había desaparecido. Me pegué un susto. La puerta
cerrada, la ventana cerrada, nadie había podido entrar y pensé que me estaba
castigando Sai Baba por haberlo desafiado pidiéndole un reloj.
Para
hacerles la historia corta, el día que me iba del Ashram, 20 días después, Sai
Baba pasa a mi lado, me mira y me dice: -¿A qué hora te vas? O sea, entre las
miles de personas que había va y me pregunta, porque sabía, que ese día me iba.
Entonces
me pregunta esto y yo le digo: -“después del Darshan”. El Darshan es cuando
Baba camina entre la gente, pero primero me llamó a una entrevista.
En
ella, me mira, me corre la manga de la camisa y me dice: -“¿qué hora tenés?” y
le voy a decir que no tenía el reloj y me pone la cara de “yo sé”, la misma
cara que tenía en el sueño y me sonrió. Las mismas palabras, el mismo tono de
voz. Yo me quedo con la boca abierta y luego de un rato me pregunta: -“¿Cómo
está tu mente de mono loco?” Y cuando me dijo eso yo me di cuenta.
El
mono… ¿tuvieron un mono alguna vez? El mono no se queda quieto nunca. Se mueve
todo el tiempo a menos que esté dormido. El mono salta y yo sentí que mi mente
saltaba de las alturas de la fe a los abismos de la duda. Y cuando me dijo eso
y me di cuenta, le dije: -“muy mal, Swami”. Y me me mira:-“Tan mal, tan mal, no
está”. Me pone la palma de la mano frente a la cara y de pronto se materializa
un reloj. Lo agarra antes que caiga. Me lo muestra y yo veo la hora, eran las
ocho y doce y luego apunta hacia el reloj de la pared y eran las 8 y doce. Todo
perfecto.
Y
me dijo: -“a tu reloj le voy a dar un poder muy especial; Cada vez que tengas
un mal pensamiento se va a parar”.
Cuando
el materializa algo, el objeto materializado está refulgente de luz. Yo lo
tenía oculto, así para que nadie lo mire y un ratito después corro la mano para
mirarlo y el reloj se había parado¡
Pegué
un grito y dije: -“¡Swami, se paró!” y Swami se rió y me dijo que él sabía que
se había parado porque yo había pensado tal y tal cosa.
Y
el reloj estaba vivo porque por ejemplo, hoy es el día 16 y si a mi me pasaba
algo especial la fecha pasaba al 23.
Les
voy contar la historia completa del reloj.
Nueve
años después, en una entrevista, Sai Baba me mira y dice: “Te voy a remover, te
voy a remover, te voy a remover”. Bueno, ¿qué significa la remoción de Sai
Baba? Volví a Argentina. A la semana de volver tuve tres tremendos accidentes.
Cada uno podía haber sido fatal pero el karma que tenía debía de pasar por la
protección de Sai Baba. Estoy aquí, parado. Es un milagro, en sí.
Uno
de esos fue que una banda de ladrones muy peligrosa que mató a un periodista,
asaltó la casa en donde yo vivía y yo no estuve justo en la casa. Dejaron amenazas
pintadas en la pared, con una banana y se llevaron el reloj que me había
materializado Sai Baba. Imagínense eso. Que se lleven el reloj que me había
materializado. Yo en otro viaje le dije si me podía materializar otro y el me
dijo que primero cumpliera mi deber y después lo haría.
Como
ante los ojos de Dios cumplir el deber es muy difícil yo me compré otro reloj
mientras tanto. Un año, dos años después, fui a la India, y unos días después,
un miércoles, me voy a ver a una persona, a un cliente en la ciudad de Buenos
Aires. Salgo a las cinco de la tarde de la oficina de esta persona y voy a la
vuelta de la manzana, al parking donde tenía el auto.
Y
cuando voy caminando alguien me inmoviliza el brazo desde atrás. Primero pensé
que era un amigo que me hacía una broma pero apretó muy fuerte y luego pensé
que era la policía que me arrestaba. Miren como es la mente que piensa primero
tonterías… Y me di la vuelta y ví a un muchacho de 14, 15 años. Con una mano me
inmovilizó el brazo y con otra dio un golpe en seco y se llevó el reloj.
Yo
cuando reaccioné empecé a correrlo. En la esquina le espera otro en una moto,
saltó hacia ella y se fue. En la calle había gente y nadie hizo nada. Yo me
quedé parado y pensé “¿qué Karma tengo con los relojes?” Primero me roban el de
Sai Baba y luego este.
Bueno,
agarré mi auto, me fui hacia mi casa. Yo vivo en las afueras de la ciudad y no
tenía nada que hacer. No podía hacer la denuncia a pesar de que era un reloj
muy valioso.
Jueves
en la mañana, al día siguiente, antes de salir de mi casa, estaba meditando y
cuando voy a terminar mi meditación me acuerdo del robo y pienso en Sai Baba y
digo: -“vos sos omnipotente, me lo podés devolver si querés”
Y
apenas pienso en esto dije: -“qué tontería, mejor le pido cosas importantes y
dejo de pedirle un reloj, me desapego del reloj y punto”.
Cinco
minutos más tarde terminé de meditar y el reloj que me robaron la otra tarde,
estaba en mi casa, con la correa rota, estaba ahí, materializado. Me lo había
devuelto Sai Baba.
Este
es el hombre de los milagros. Yo he visto más de 100 materializaciones.
Una
chica argentina estiró la mano, ella dijo en el Ashram “qué ganas de comer algo
que me de Sai Baba”. Al llamar al grupo argentino, Sai Baba le llamó y le dijo
que estirara las manos. Ella estiró una y el le dijo que estirara las dos.
Cuando hizo esto, en la palma de la chica apareció una pelota de polenta.
¿Conocen lo que es polenta? Bueno, entonces comenzó a sacar de ella un bocado
para cada persona, habían 30 personas en la sala de entrevistas, le dio 3 veces
un bocado a cada persona, 90 bocados, y la pelota estaba intacta, como si no la
hubiera tocado.
Sai
Baba puede materializar comida, estatuas, anillos…
Una
vez agarró el anillo de una persona, lo sopló y se transformó en un diamante.
Otra vez sopló y se volvió una esmeralda, luego sopló de nuevo y fue un rubí.
Seis veces sopló y seis veces era una piedra diferente. No se si la última fue
un diamante de piedra. La última vez preguntó qué piedra era y cuando le
dijeron lo que era él dijo: -“No, no. Esta es la Gracia de Dios”.
He
visto materializaciones de lo que se les pudieran ocurrir. Yo siempre quería
ver la trampa. ¿Dónde? ¿Cómo? Yo soy psicólogo y por ningún lado me entraba
esto. La gente enferma va con Sai Baba, por problemas personales, por la
búsqueda de sabiduría.
He
visto personas, he viajado con personas con enfermedades incurables.
Una
vez, cuando volvía de mi primer viaje a India,
me volví en febrero de 1992, volví a Buenos Aires Volví a Buenos Aires y
cuando me volvía pensé qué ganas de volver en Septiembre. Yo hacía 3 meses que
estaba fuera de Argentina.
No
tenía posibilidad de volver en Septiembre por dos motivos: yo tenía una
sociedad con una persona y ya había estado fuera tres meses y si volvía en
septiembre él me mataba, así que no iba a poder ir porque iba a estar muerto. Y
el segundo motivo era que no tenía recursos económicos porque después de un
viaje de tres meses…
Pero
cuando me iba del Ashram se lo pedí en el corazón, le pedí volver en septiembre
tan intensamente y a la gente que conocía en el Ashram le dije que no me
extrañe porque en septiembre vuelvo. Y volvía a Buenos Aires, obviamente no
podía, no tenía recursos para volver en septiembre a India pero en el mes de
julio, me llega una propuesta para participar en una obra de teatro en Ecuador.
La compañía que tomó los derechos me pagaba el pasaje, los honorarios por ir y
me fui con ellos a Ecuador. Estuve un mes recorriendo Ecuador y cuando
terminamos, un día lunes, el martes tenía que volver. El pasaje duraba 30 días
y yo tenía que volver ese día. Pero se me ocurrió en ese momento y dije: tengo
que hablar sobre Sai Baba, nadie conoce de Sai Baba y tengo que contarles que
Sai Baba existe, que está en la Tierra.
Lo
primero que hice fue irme a la compañía de aviación a cambiar mi pasaje para
volver al otro día en el primer vuelo. En la aerolínea no quisieron saber
porque mi pasaje vencía y cuando más me decían que no yo me emperraba más.
Luego de 40 minutos le dije a la de la aerolínea que cómo podía hacer porque yo
del lugar no me iba sin la extensión de mi pasaje. Y me dice “pague la
diferencia del cambio y váyase cuando quiera”. “¿Cuánto es?” le dije y me dijo
“Cien dólares”. Yo había cobrado 1000 dólares por ir a Ecuador así que no me
costaba nada. Entonces salgo con mi pasaje y digo: “¿Y ahora qué hago...voy a
una plaza, me paro en un banco y empiezo a hablar?”
Así
que quería quedarme pero no sabía que hacer, le hablo a un conocido en Quito,
le cuento lo que me pasaba y me dice “venite acá, que por lo menos vamos a ser
dos para intentarlo”
Había
aumentado 100 % mis posibilidades. Me fui a Quito.
Estaba
el día martes en Quito, el día viernes estaba dando una charla sobre Sai Baba
en una sala de Yoga, estaba lleno de gente el salón. El centro de Yoga lo dirigía
un cura católico. Cuando terminé él me dijo: -“señor, si usted me escribe un
artículo sobre Sai Baba yo lo publico en una revista que tiene tiraje en todo
Ecuador y si me da una foto de Sai Baba la pongo en la tapa de la revista”.
Imagínense lo feliz que estaba.
El
siguiente martes me fui a Buenos Aires, estaba en un concierto con mi amigo. A
la salida se encuentra con un amigo industrial al que le estaba haciendo una
campaña de publicidad. Era muy tarde, estaba haciendo mucho frío. Yo empecé a
tiritar y el empresario me mira y me dice: -“dejemos de conversar, vengan
mañana a mi casa y ahí hablamos o sino su amigo se va a morir de frío” y me
invitó a mi también.
Cuando
este señor se fue le dije a mi amigo le dije que no iba a ir porque tenía un
almuerzo de trabajo pero mi amigo me dijo que si no iba lo iba a hacer quedar
mal a él, que era poco educado al rechazar la invitación. Y fundamentalmente
fui por no hacer quedar mal a mi amigo. A ver, de qué hablé en el almuerzo? Sai
Baba. A los diez minutos de hablar de Sai Baba, este industrial que no estaba
en ningún camino espiritual, era de lo mas mundano de lo que se puedan
imaginar. Una de las personas más ricas de Ecuador, tenía fábricas de aerosoles
y desodorantes, un ex embajador de Ecuador en Israel. A los diez minutos me
dice: -“¿A usted le molestaría viajar conmigo a la India?” y yo le digo “De
ninguna manera”. Entonces me dice: -“Bueno, entonces mañana nos encontramos en
una agencia de viajes que está en tal lugar y sacamos dos pasajes y nos vamos a
India”. -“Como no”, digo.
El
martes estaba en el hotel. Yo creí que era una broma y voy, pensando que no lo
iba a encontrar y el señor apareció, sacó dos pasajes y ya estaba de viaje a la
India y en septiembre estaba en el Ashram de Sai Baba con los pasajes
totalmente pagos.
Les cuento otra anécdota… Cuando Sai Baba salió. A 40 o 50 centímetros míos yo sentí una experiencia telepática. Escuché la voz de Sai Baba en mi cabeza.
La
telepatía es escuchar una voz en la cabeza, no en los oídos, la voz de alguien.
La voz de él decía -“querías estar en septiembre y acá estás”
Este
señor quiso viajar a la India pero no por un motivo espiritual. Me enteré en el
avión que tenía un cáncer en el paladar. Se había operado hace 3 meses en un
hospital de Houston, Texas, en uno de los más importantes centros Oncológicos
de Estados Unidos, y no lo pudieron curar.
Le
quedaba muy poco tiempo de vida y me escuchó a hablar de Sai Baba y de sus
milagros y dijo bueno, entre morirme y probar, como tenía plata fue a probar.
Tiempo
después volvimos con este señor, totalmente curado.
Fue
a un centro de Europa y después de Estados Unidos y le preguntaron que quién lo
operó, que el cáncer no estaba más. Y desde entonces pasaron 26 años, está
vivito y coleando. Hizo una revista con su experiencia y distribuyó 10.000
ejemplares en Ecuador y esta fue una de las experiencias de curación que viví
con Sai Baba.
Estuve
con gente ciega y les devolvió la vista. Estuve con una persona de Holanda que
estuvo paralítico 20 años y Sai Baba le dio la mano y le sacó caminando. Al día
siguiente la persona hacía ejercicios frente a mi cuarto. Sus piernas eran dos
palitos de haber estado en silla de ruedas.
Yo
personalmente tuve 2 experiencias de curación, que yo sepa porque a uno a veces
lo cura y uno no se entera. Una vez y aquí viene la otra experiencia, tenía un
pasaje para la India. Tres días después tuve una caída, se me fractura el
tabique nasal en dos partes. Fui al médico, me dijeron que no me podían operar
porque el hueso estaba dañado y sólo podía esperar y sufrir. No se si alguna
vez se fracturaron la nariz, doble fractura ¿Quieren saber que se siente?. No
podía mover la cabeza, no podía tocarme la nariz. Si alguien me hablaba y hacía
así (se mueve como robot, sin mover el cuello). No podía dar la vuelta la
cabeza del dolor que tenía, pero como tenía el pasaje en mano pensé “¿dónde
prefiero sufrir: en Buenos Aires o en India?” y por supuesto en India y me tomé
un avión y me fui.
En
el avión, descubrí que en alguna vida pasada fui una muy, muy mala persona
porque me resfrié. Si quieren pagar karmas de alguna vida, rómpanse el tabique
nasal y resfríense. ¿Vieron las revistas de historietas que cuando a algo a uno
le duele puede ver estrellitas alrededor? Bueno, son de verdad. Rómpanse la
nariz y resfríense y verán que las estrellitas son de verdad. El dolor era
insoportable. Cuando me sonaba la nariz, lloraba. No se pueden imaginar el
dolor que sentí. Tenías que pagar un karma pesado.
Llegué
al Ashram con ningún hematoma que se viera que tenía la nariz fracturada. Sólo
se notaba cuando alguien me veía caminar como si estuviera enyesado.
Sai
Baba pasó, el primer día y me miró y me llamó a la entrevista. Y en la sala de
entrevista estoy sentado al lado de él y Sai Baba estaba hablando. De repente
me mira de reojo, se sonrió y siguió hablando.
Y
antes que pudiera yo reaccionar me atenazó la nariz! Cuando vi venir la mano no
pude hacerme para atrás, no pude moverme y me apretó con tanta fuerza la nariz
que si yo los agarro con la fuerza que él lo hizo los lastimo. Tiene una fuerza
impresionante en las manos y me empezó a sacudir la cabeza de lado a lado. Yo
no sentía nada, sólo pensaba que me iba a sacar la nariz de la cara. ¡No saben
lo que era! La cabeza de un lado a otro. De repente me soltó y siguió hablando.
Yo me quedé duro y sólo llegué a llevar la mano a mi nariz para ver si aún
estaba.
Entonces
me di cuenta que tenía la nariz curada y el resfrío se había pasado. Este es
Sai Baba!
Yo
he tenido diversas curaciones, pero en vez de contarles estas experiencias, les
vuelvo a decir: he visto materializaciones hasta no cansarme, nunca me canso de
verlas, he visto muchas. He visto curaciones. He visto milagros de todo tipo.
Son verdaderos.
No se si en esta película van a ver una materialización de ceniza. El materializa mucho, mucho esta ceniza. Les recomiendo algo de todo corazón. Ya sea que ustedes de aquí se vayan y no quieran saber nada de nada nunca más sobre Sai Baba, por si acaso llévense un poquito de ceniza y ténganla con ustedes. La ceniza de Sai Baba tiene tres poderes, curación, puede curar cualquier enfermedad después de tomarla, una o varias veces. Si no les cura es porque el karma de ustedes era lo mejor que les podía pasar y la enfermedad no se les podía pasar con ceniza. Pero siempre tiene un efecto a nivel mental y espiritual. Los videntes ven que cuando se toma la ceniza, el aura se purifica y expande en un ciento por ciento.
Vibhuti
significa “aquello que es auspicioso”. Trae a la vida lo auspicio. Se
forma una campana de luz que los protege. Tengan esta ceniza con ustedes, por
si acaso.
Les
voy a decir algo ahora, algo que suelo decir al final: “ninguno de ustedes
está acá por casualidad”. Ya sea que a partir de hoy piensen o no piensen
en Sai Baba, Sai Baba los invitó a esta reunión porque los va cuidar y guiar y
proteger hasta el final de los días.
Acuérdense
de esto.
Les
quiero comentar la experiencia que les prometí sobre cómo pedirle a Dios.
Se
las voy a contar pero con la condición que ustedes tienen que hacer una
promesa.
El
que no lo quiere hacer se tapa los oídos, así no acumula karma negativo.
La
promesa es que cuando la escuchen, vayan y le cuenten a la mayor cantidad de
gente que puedan, ¿de acuerdo?
Bueno,
a Dios hay que pedirle con total intensidad hasta que uno se canse o Dios se
canse.
Se
los estoy diciendo en serio. No es broma. A Dios no se le puede pedir a media
tinta.
Les
voy a contar una experiencia, una vez hice un viaje que tenía que ir por 7
países de Latinoamérica y luego a Estados Unidos. Hice un viaje que tenía
conexión Bogotá-Colombia. Esa tarde a las 7 de la tarde tenía que participar en
una conferencia pública en el Auditorio de Bogotá, a donde asistieron unas 2000
personas, era uno del los oradores principales. Llegué a Miami en la mañana y
mi vuelo era para las 5 de la tarde y decidí quedarme en el aeropuerto.
Imagínense
desde las 5 o 6 de la mañana hasta las 5 de la tarde, las horas no pasan nunca.
Fui a un templo cercano a meditar, me fui a ver negocios, a ver negocios, a ver
negocios y mas negocios, leí, vi mas negocios, leí y vi más negocios. Hice de
todo, hasta que a las dos de la tarde, busco el sobre donde tenía los pasajes,
mi pasaporte, tarjetas de crédito, U$S 1000 en efectivo… y no estaba.
Lo
repito: pasajes, mi pasaporte, tarjetas de crédito y toda la plata. Si uno
pierde la plata no es problema, pero si se pierde el pasaporte se tiene que
volver a su país.
Yo
tenía que ir por 7 países, después tenía que ir por negocios… un caos total.
Primero
pensé que no era cierto, que no me estaba pasando eso. Busqué y busqué en el
bolso, después me fui a objetos perdidos, “Lost and Found” del
aeropuerto y nada. Me volví loco. Corrí por todo el aeropuerto. En el
aeropuerto de Miami salen vuelos cada 30 segundos, miles de personas pasan por
día y pensé que alguno estaría diciendo: -“Gracias, Dios mío” porque si no lo
devolvió lo estaría agradeciendo.
Conclusión:
que en medio de mi desesperación, me acordé de Sai Baba y me acordé de lo que
acabo de decirles de cómo pedirle a Dios, con total intensidad y dije le voy a
pedir como el dice que hay que pedirle pero no podía hacerlo delante de tanta
gente y entonces me fui al único lugar que se me ocurrió en ese momento, de
mayo privacidad: me fui a un baño.
Me
encerré en el baño y le empecé a pedir. No gritaba pero pedía en la mente con
una intensidad que decía: -¡Swami, por favor, por favor!!! Con una intensidad
que me jugaba el alma… Estuve no se si 30 o 40 minutos hasta que me agoté. Si
ustedes me ponían un revólver acá y me decían “pedí una vez más”, yo quizás les
decía “dispará porque no doy mas”.
Pedí
hasta que me cansé. Me agoté. Salí del baño, cerré la puerta y delante de mi
había una mujer con un sobre en la mano diciendo: -“Señor, ¿es esto suyo?”
Yo
agarro, miro todo y todo estaba adentro y cuando levanto la vista, la mujer ya
no estaba más, se había esfumado.
¿Entienden
cómo hay que pedirle a Dios?
Pídanle
con intensidad hasta que alguno de los dos se canse.
Sai
Baba hace obras enormes, hospitales de super-especialidades, cirugías de
corazón abierto, gratuitas, escuelas gratuitas.
¿Por
qué hace todo esto? Para mostrarnos que se puede hacer un mundo diferente.
El
Gobierno no lo hace. Hay un sector al sur de la India que no tiene agua
potable. Los chicos nacen deformes por tomar agua contaminada. En todos los
años de existencia de la India el
Gobierno nunca pudo solucionar nada.
Sai
Baba le pidió una entrevista al primer ministro diciendo que el Gobierno debía
solucionar esto. El Primer ministro levantó los hombros diciendo: -“¿qué puedo
hacer?”
Sai
Baba dijo que él lo iba a resolver y que al año iban a tener agua potable en la
India.
Así
fue.
Una
obra prácticamente imposible, hoy tienen 2 millones de personas agua potable.
Estas son obras que se han hecho por la buena voluntad de la gente que quiere
colaborar y por la voluntad de Sai Baba que quiso que se haga.
Lo
que quiero demostrar es que Él da ejemplos para ver que se puede hacer un mundo
mejor.
En
El Salvador, el problema del agua potable se solucionó.
Quieren
una experiencia más? les quiero contar una interesante en Argentina , la
Organización Sai es donde nos encontramos todos para ayudarnos a comprender el
mensaje de Sai Baba y para ponerlo en
práctica. Una de las formas más importantes de ese mensaje es el servicio a la
comunidad. Sai Baba dice que el amor, no solo es una palabra que sale de
nuestra boca sino una acción, puesta de manifiesto en nuestra vida, entonces,
la mayor actividad de la Organización Sai es el servicio a la comunidad.
Sai
Baba dice que si uno quiere sentir amor por Dios, que ayude al prójimo en
necesidad, que es donde Dios está manifestado y nosotros como parte de las
actividades de servicio, ayudábamos a chicos que viven en la calle, éstos
chicos que viven en la calle roban para poder comprar drogas, los llevábamos al
centro Sai, donde se bañaban, les lavábamos la ropa y les dábamos charlas sobre
valores humanos. Los chicos como conocían la dirección del centro, volvían
solos...para robar, venían un día a lavarse y otro a robar. Nosotros insistimos
porque robar, era su aprendizaje, pero nos dimos cuenta que dejarlos en la
calle era tratar de llenar un balde con un montón de agujeros, uno llena agua y
el agua sale por los agujeros, porque ellos viven en un ambiente, donde, robar
es la forma de conseguir drogas y sobrevivir.
Alquilamos
una casa. Como toda la organización Sai es sin fines de lucro, donde no se
cobra y no se paga nada, no hay muchos recursos. Era una casa en condiciones no
muy buenas y empezamos a arreglarla.
Tres
chicos, de la calle que iban a vivir en la casa colaboraban en arreglarla, un
día, estaba una seguidora de Sai Baba con éstos tres chicos, y de repente
aparecieron los chicos y ella les pidió que removieran la tierra de tres
canteros del frente para poner flores y hacer más atractiva la entrada de la
casa, al rato vinieron los chicos con una bolsa que encontraron en el cantero,
donde, habían catorce kilos de oro! entienden, les repito, catorce kilos de
oro, laminas de oro, los chicos nos contaron que cuando encontraron el oro,
pensaron en escaparse , pero después se acordaron de las charlas sobre valores
humanos que les dimos y nos trajeron el oro. La jueza dictaminó que el oro nos
pertenecía.
Con
ese oro se compraron dos casas, en una viven chicas de la calle abandonadas y
maltratadas que los jueces las mandan que hoy son seres humanos de luz, hace ya
catorce años que están allí, se les dio toda la educación primaria , ahora la
educación secundaria otro es un centro comunitario, a uno de los tres chicos le
faltaba una pierna, se le compró la pierna ortopédica y ese chico dijo que
quería ir a ver a Sai Baba, y nosotros sentimos que si él quería ir era porque
Sai Baba lo estaba llamando , le compramos un pasaje para ir, Sai Baba le dio
una entrevista a ese chico, y le dijo que Él, Sai Baba, había puesto en oro
allí.
En
ésta vida todos ustedes tienen que tomar una decisión, tienen que decidirse y
pensar que quieren hacer en sus vidas, tienen que pensar para que están vivos,
Sai Baba como todos los grandes maestros, nos han dado la respuesta de qué es
la vida: Que es la verdad; cuál es el propósito; el sentido y el significado, y
cuál es el camino para salir de éste
laberinto.
Ustedes
tienen que decidirse que hacer de sus vidas diarias, nosotros, no estamos acá
para que mañana vengan a los Centros Sai…. encantados si pueden venir. Estamos
acá para compartir las experiencias que tenemos con un Maestro espiritual, con
un ser que nos deslumbra día a día, que vino a darle la inspiración, el valor y
el coraje a millones de personas del mundo, para transformarse en mejores
personas. Ese es el toque Divino de Sai Baba, cuando alguien se pone en
contacto con Él, empieza un proceso irreversible de transformación para el
bien. Jesús decía: -”por sus frutos le conoceréis”. Cuando las personas conocen
a Sai Baba, comienzan un proceso de transformación y comienzan a ser mejores
personas.
Ojalá
puedan concurrir a los centros Sai, donde practicamos las enseñanzas de
meditar, servicio , educación en valores humanos, cantos devocionales ,
círculos de estudio, ojalá puedan venir a compartir eso, pero si no , por lo
menos no se olviden , jamás, jamás , jamás de Sai Baba. Ustedes tienen que
tomar una decisión, y dar un paso, si dan un paso, Dios va a dar cien pasos
hacia Ustedes.
Dios
en la forma de Sai Baba , en la forma de Jesús, Krishna , Rama, en la forma que
quieran, pero van a ver la presencia de Dios, en sus vidas como los seguidores
de Sai Baba, sentimos su presencia, en innumerables milagros que colma nuestras
vidas, que nos llenan de felicidad y no sólo hacen que tengamos una sonrisa en
nuestros rostros sino en el corazón, quiero que vean atentamente ésta película,
porque si Sai Baba es todo lo que digo, ver la imagen de El , tiene un efecto
muy importante en la limpieza Kármica de todos Ustedes, dice Él, que verlo,
genera una limpieza de Karma negativo, se limpian toneladas de Karma negativo
de muchas vidas.
Miren
con atención ésta película, miren su
obra y traten de tomar una decisión, tomen una decisión donde crean que
éste mundo no es sólo para comer, beber y gozar de lo sentidos. Ustedes son
mucho más que eso, han nacido para darse cuenta de quiénes son.
Ustedes
son. Yo les voy hacer un último ejercicio. Levanten el dedo de la mano
derecha cierren los ojos sin temor, cuando yo, diga, ya!…..señálense diciendo: -Yo.
Todos
los que hicieron esto tan espontáneamente seguramente hicieron esto: Yo, Yo, (se señala el corazón) nadie hace ,Yo.
(Señala otra parte) Un chico que está en una Isla desierta , sin ninguna educación
, también va a decir Yo, esto es espontáneo, todas las escrituras, dicen que
nuestro verdadero ser está acá. (señalando corazón) Sentimos nuestro verdadero
Ser , nuestra identidad, aquí (señala el corazón ) y no aquí. (otra parte).
Ustedes tienen que descubrir quién es ese Yo,
Sai
Baba dice que es una chispa de luz del tamaño de ésta parte de mi dedo que es
eterna y es igual que Dios, ojalá que todos Ustedes, puedan vivir en una forma
coherente para que descubran su verdadera identidad.
Yo
le agradezco, enormemente a todos , por haber venido, por dos motivos:
Porque
Sai Baba los invitó, y porque el alma de Ustedes aceptó su invitación.
El va a acompañarlos
siempre, no se va a olvidar nunca de Ustedes, traten de no olvidarse de Él, traten
de aprovechar ésta oportunidad maravillosa, saber que hay un ser especial, con
un poder muy especial sobre la tierra, y si no quieren pensar en Él, vivan por
lo menos pensando quienes son Ustedes, que todos Ustedes puedan vivir con mucha
felicidad, que puedan sentir la presencia constante de Dios, todos los días,
que ésta sensación se refleje en el brillo de sus ojos, la sonrisa de vuestros
labios y las acciones de bondad que hagan todos los días.
¡QUE
DIOS LOS BENDIGA!