Cuando perdí los documentos en el
aeropuerto de Miami estabamos en una gira por varios países latinoamericanos,
como a siete países, y después de esa gira de siete países de dar charlas sobre
Sai Baba, seleccionar comités coordinadores, etc., tenía que ir a EEUU a
trabajar. El primer país era Colombia, yo viajé de Buenos Aires y para ir a
Colombia la mejor manera era ir via Miami. Llegué en un vuelo a las seis de la
mañana a Miami y mi vuelo a Bogotá salía a las cinco de la tarde algo así, yo
ese mismo día llegaba hora de Bogotá a las siete de la tarde se suponía que
tenía que llegar al aeropuerto de Bogotá y de ahí tenía que irme inmediatamente
porque a las ocho de la noche tenía el encuentro público.
Llego al aeropuerto de Miami y
decido quedarme en el aeropuerto para no salir y empezar a dar vueltas por
Miami, estaba cansado, me quedé ahí. A eso de las cuatro de la tarde, una hora
antes de embarcar, después de haber estado todo el día en el aeropuerto de
Miami, el aeropuerto de Miami es un aeropuerto donde hay miles de personas que
todo el día pasa por ahí. A las cuatro de la tarde descubro que me había
desaparecido el sobre donde tenía el pasaporte, los pasajes, el dinero, todo,
absolutamente todo. Empiezo a buscarlo en el bolso de mano que tenía, no estaba,
empecé a desesperarme cada vez más porque no era solamente que había perdido
absolutamente todo sino que tenía toda esta gira por siete países, encuentros
públicos, reuniones con devotos, y después me tenía que ir a trabajar a EEUU y
todo eso se cancelaba en ese momento porque lo único que yo podía hacer era ir
a algún lado, a alguna compañía para que me lleven de vuelta a la Argentina, a
la embajada de Argentina porque no tenía un peso. Yo empecé desesperado a mirar
por todos lados, a dar vueltas por el aeropuerto por donde había estado,
buscando, y busqué y busqué y busqué cada vez más desesperado, hasta que de
repente me acordé de Swami, entonces agarré y quise empezar a pedirle a Swami,
y ahí había tanta gente que decidí irme a un baño, me metí en un baño para
sentir que estaba tranquilo y que podía ir a hablar con Swami, pero en realidad
no hablé con Swami, le grité, empecé a decirle: “’Swami no me podés hacer esto,
tenemos el encuentro público hoy”, y así Swami debería estar en India tapándose
los oídos de cómo yo estaba, y me quedé tranquilo de haberle gritado lo
suficiente, de haberle pedido lo suficiente porque le pedí con todo el corazón,
pero no gritaba físicamente para que no me lleven preso pero adentro mío
estaba..., cuando salí de ahí salí tranquilo y dije: “bueno Swami si es Tu
voluntad que encuentre los documentos los voy a encontrar y si no es Tu
voluntad no los voy a encontrar”. Así que salí en realidad entregado a Su
voluntad y así como salí del baño fui muy tranquilamente y dije: “”voy a
empezar por acá”, y al primer lugar donde me acercaba, al primer lugar donde
iba a empezar a buscar había una señora con el sobre en la mano diciéndome:
“señor ¿esto es suyo?” Así es Swami. Y no terminó ahí para que vean la lila de
Swami, el juego de Él, pude tomar el avión, llego a Bogotá, el avión llega con
un poco de demora, cuando uno llega al aeropuerto es el sistema de apretar un
botón, si es luz verde o roja a ver lo revisan a uno, y yo llego y digo:
“’bueno, Swami va a hacer que me toque luz verde porque estoy muy
atrasado”, toco el botón y sale luz
roja, y digo: “Swami ¿qué querés?”, me entregué de nuevo y dije: “”bueno, que
me revisen, total si no llego no llego”. Me revisaron, cuando salí del
aeropuerto había unos devotos que me estaban esperando, me llevaron al hotel,
yo me iba a hospedar en el mismo hotel donde era la conferencia, y resulta que
llego al hotel de la conferencia, voy, dejo mis cosas en la habitación y bajo
corriendo, y cuando llego al salón había dosmilquinientas personas, era un
anfiteatro enorme, estaban todos sentados, voy rápido, subo al escenario, me
siento, y más o menos habrán pasado tres segundos desde que me senté que me
tocaba mi turno para hablar. Así que no pude más que sentarme y la persona que
hablaba decía sus últimas palabras y el siguiente que tenía que hablar era yo.
Así arregló Swami hasta el último detalle.
Cuando estuvimos en la gira con el Dr.
Goldstein, les voy a contar una prestada para que vean lo que le pasó a él.
Resulta que él estaba en India y de repente tuvo un enorme dolor de muelas, se
le había destapado una muela y quedó el nervio expuesto, fue a ver al dentista
y el dentista le dijo que había que hacer un tratamiento de conducto, una
operación, porque no había otra alternativa. Entonces Goldstein fue a darshan,
cuando pasa Swami lo llama a entrevista y Goldstein le pregunta a Swami si
estaba bien, si tenía Sus bendiciones para hacerse esa operación en el diente,
y Swami le dice: “si, si, muy bien, andá, tenés todas mis bendiciones”.
Entonces al rato Swami se pone a hablar con otra gente, de repente, estaba
sentado en la silla y saltó de la silla Swami, movió la mano y materializó algo
que le hizo abrir la boca a Goldstein y se lo metió en la boca, y él no pudo ni
siquiera darse cuanta, había materializado una especie de azúcar cristalizado,
duro, muy grande, él cuenta que era como un limón que tenía en la boca, no
podía hablar. Swami siguió hablando con las otras personas y estuvo cuarenta y
cinco minutos hablando con las otras personas que fue lo que tardó en
disolverse lo que Goldstein tenía en la boca. Cuando Goldstein salió de ahí fue
a ver al dentista para que le haga el tratamiento, la operación que le tenía
que hacer. Cuando se sentó en el sillón vio las jeringas, las agujas, se acordó
del problema del SIDA, de la higiene, de si las agujas eran descartables, si
las había usado con otras personas o no, y le dio un poquito de temor, entonces
se acordó que había estado con Swami y le dice al dentista: “mire, hagame el
tratamiento sin anestesia”, el dentista lo mira y le dice: “mire, usted es
doctor, médico como yo y sabe que cuando uno toca un nervio (CORTADO) pero también le dijo recordando el
prasad de Swami que no le ponga anestesia y le completó el tratamiento de
conducto sin ninguna anestesia. Así es el prasad de Swami.
Yo en mi primer viaje a India, cuando casi el
primer darshan cuando Swami pasa delante de mí, yo lo miro a swami y le pedí
una entrevista, pero en inglés le dije: “Swami Y want to see you”: “Swami te
quiero ver”, y Swami me miró y en mi cabeza tuve la primer experiencia de lo
que es la telepatía, escuché la voz de Sai Baba en mi cabeza que me dijo: “but
you I see you me now”: “pero me estás viendo ahora”, yo me quedé con la boca abierta y empecé a
decir: “no, una entrevista”, y me miró y se empezó a matar de risa y se fue…