LEONARDO GUTTER

 

EL SERVICIO

 

-          Las cinco prácticas espirituales que recomienda Sai Baba

-          Entrega

-          Fuerza de voluntad

-          Deber

-          Compasión

-          Características del Servicio Sai

-          Cuatro clases de personas

-          Líderes y miembros en la Organización Sai

 

 

El servicio es un instrumento fundamental de la aceleración hacia la meta. Swami siempre dice que el servicio es servicio a uno mismo, pero no solamente a uno mismo porque el otro soy yo, por lo tanto si ayudo al otro me ayudo a mí mismo, no solamente desde esa perspectiva, sino que al hacer servicio me estoy ayudando a mí mismo a progresar. La caridad bien entendida empieza por casa, no es solamente que si yo ayudo voy a estar bien y puedo ayudar a los demás, sino que la caridad que yo de al otro, ese dar al otro es lo que mejor me hace a mi. Swami dice siempre: “no se imaginan qué contento está Dios cuando ustedes hacen servicio”, imagínense que Él encarnó en la tierra para hacer servicio, así que imagínense qué feliz se pone cuando el ser humano hace servicio. Es la mejor manera de agradar a Dios.

Sai Baba dice que la devoción no es amar a Dios, la devoción es merecer el amor de Dios, que es bastante diferente. Puede haber millones de personas amando a Dios pero a lo mejor muy pocas viviendo de tal manera que merezcan el amor de Dios.

Devoción, Bhakti, viene de la raíz Bhak, que significa servir, avistar irreverencia y temor reverencial, esa es la devoción, la actitud de entrega que tiene que haber. Esta palabra de servicio, uno se sirve a sí mismo es el ABC del camino espiritual. Si yo hago servicio me sirvo antes que a nadie, olvídense del advaita, antes que nadie me sirvo a mí porque limpio mi karma, purifico mi ego. Las cinco prácticas espirituales que recomienda Sai Baba, este remedio quíntuple que nos da a nosotros para curarnos de esta enfermedad que tenemos por la cual nos creemos seres humanos y vivimos acá sufriendo placer y dolor, es un cóctel de cinco pastillas:

-la meditación

-los cantos devocionales

-el servicio

-los círculos de estudio

-y las actividades con los chicos.

El servicio es una parte fundamental de estas cinco, tanto es así que uno puede dejar las otras cuatro pero el servicio es fundamental.

La meditación permite concentrarnos y sentir la presencia de Dios en nuestro corazón, el servicio elimina el ego, los círculos de estudio expanden la conciencia, los cantos devocionales purifican la mente y el corazón, y el trabajo espiritual con los chicos es el verdadero servicio al otro.

Para Sai el verdadero servicio es trabajar por el despertar de los valores humanos en los niños, porque si yo le doy comida a una persona que tiene hambre, le tendría que estar dando tres veces por día todos los días de su vida para hacer un servicio. Si yo le doy comida una vez por semana, una vez por mes, es un servicio relativo. Obviamente es mejor darle comida una vez por semana que no darle nunca, pero es medio relativo. Le puedo dar comida todos los días de la semana tres veces por día pero la persona estaba en la condición en la que estaba porque su conciencia determinó que en la vida pasada hiciera lo que hizo y encarnó en esas condiciones. La persona que encarna en unas condiciones determinadas, encarnó porque su nivel de conciencia, su historia kármica necesitó que encarnara así para pagar culpas, para progresar desde ese dolor, etc. pero ¿qué puedo hacer yo por esa persona? yo le doy de comer, les doy mantas o ropa cuando tiene frío, por un lado abrigo su cuerpo. Sai Baba dice que no se puede hablar de Dios a una persona que tiene hambre, hay que hablarle de Dios a través de la comida que uno le da.

Por un lado yo lo ayudo físicamente o emocionalmente, por otro lado, el ejemplo que le doy haciendo este servicio le hace pensar algo y algo despierta. Pero en realidad el servicio más alto es cuando uno trabaja con un niño y le enseña valores humanos porque lo despierta, le cambia el karma, acelera su evolución kármica enormemente, eso es decirle la verdad y ese alma evolutiva que estaba acá, de repente está acá arriba. Este es el verdadero servicio al prójimo. Por eso el servicio a la comunidad es un servicio a uno mismo, indispensable porque en estos cinco condimentos del remedio es indispensable que sea el más importante de todos, es un auto remedio que se están dando cuando dan servicio.

Otra conciencia más tienen que tener en el momento de hacer servicio. Sai Baba dice que lo espiritual es dar, lo mundano es recibir, que Dios sólo sabe dar y el hombre sólo sabe recibir, que el hombre tiene que aprender a dar. Como esa famosa frase: “dando se recibe”, dando se gana, el que da la vida gana la vida eterna. Sai Baba dice cómo hay que dar: dar en reverencia, con esta actitud interior de reverencia, dar en cantidad.

En lo que hace al servicio dar en cantidad significa dar todo lo que puedan, no sean avaros en dar, no sean de las personas ricas que tienen millones de dólares y va y le tira $1 al pobre, o a lo mejor le tira U$S 100 al pobre, pero para él U$S 100 son como 10 centavos para nosotros, esa persona no dio en cantidad, no fue un servicio puro el de esa persona porque no le costó nada, no le implicó nada. La madre Teresa decía "dar hasta que duela", ésto es dar en cantidad, dar hasta que duela, dar un poquito más. No den más allá de sus capacidades, cuando hay un proyecto de servicio si uno se pone a tratar de hacer algo más de lo que puede, va a fracasar, y eso es malo porque en vez de hacer algo que pudiera ser un servicio bueno, se puso una meta tan alta que es directo al fracaso y perjudicó a aquellos que iba a ayudar. Pero dar en cantidad significa que si yo puse un poquito más voy a dar un poquito más, que si yo tengo cinco sacos, uno no me cuesta nada, dos no me cuesta nada y a lo mejor tres me cuesta un poquito porque me quedo sólo con dos. El verdadero dar es dar esos tres, o a lo mejor para la persona es dar dos,  pero uno a lo mejor no es nada. Dar en cantidad.

Otra forma de dar: dar con modestia. Este es otro concepto de Swami, dar como un amigo. Cuando dan sentir que uno es amigo, que le dan como si el otro fuera un amigo y le doy con esa actitud interior. Olvídense del atma por un rato, porque no podemos estar en esa conciencia átmica todo el tiempo, tú eres Dios, tú eres Dios, tú eres Dios, ese es un trabajo interior que yo voy a tratar de hacer antes y todos lo días pero cuando voy a dar le voy a dar al otro sintiendo que es mi amigo y voy a ser su amigo, le doy con corazón de amistad.

Dar sin esperar nada a cambio, dar sin ostentación, la ostentación en el dar corrompe el dar, transforma el dar en un veneno. La persona que va a dar con una mano y clava un cuchillo con la otra, da con ostentación. Dar con humildad, dice Sai Baba, no solamente modestia. Hay una diferencia muy grande entre modestia y humildad. Modestia es una actitud interior de no ostentación, de recato, de tratar de controlar mi actitud cuando doy, tratar de dar con la mayor suavidad posible. La humildad es un sentimiento mucho más interior, humildad es cuando uno se siente humilde. No solamente no le voy a mostrar al otro, por ejemplo yo me siento seguro de mí mismo, me llevo el mundo por delante pero cuando voy a dar no voy, imagínense a Donald Trump, a Rockefeller, se llevan el mundo por delante, vienen y dicen: “vení, tomá”. El puede decir bueno, voy a dar con modestia, voy ir tranquilo con modestia, pero la humildad es cuando uno se siente menos. Humilde es una persona, no es una actitud auto impuesta, fingida, la humildad es cuando yo reconozco mis macanas, reconozco realmente que está Dios y estoy yo. Por un lado está el mundo. ¿Vieron cuando Swami dice hay tres personas: las que creen que son, las que los demás creen que son y las que verdaderamente son? yo me puedo creer el rey del mundo, ustedes se pueden creer el rey del mundo, pero Swami sabe la verdad. Entonces yo interiormente sé que Swami sabe la verdad, veo mis errores.

Miren cómo dice Swami que hay que desarrollar el amor: hay que considerar las faltas propias como enormes por insignificantes que sean, segundo paso: considerar las faltas ajenas como insignificantes, por enormes que sean, y tercer paso: ser conscientes de la Omnipresencia de Dios. Todo el tiempo ser conscientes que Dios está acá al lado mío mirándome, esté donde esté. Entonces si Dios  me está mirando y yo todo el tiempo agarro mi falta por pequeña que sea y la agrando enormemente, digo la verdad que soy un animal lo que hago y me doy con un hacha. Eso me va a ayudar a cambiar. Jesús dijo lo mismo cuando dijo el famoso tema de la viga en el ojo propio. Entonces ésto es lo que origina la humildad. Cuando yo me pongo un espejo me veo bien, pero no veo bien mis bienes, veo bien mis males, veo bien mis bajezas, mis egoísmos, mis macanas, y viendo bien mis macanas y egoísmos voy a ser realmente humilde. Humildad es lo que le agarra a uno cuando está con Swami y ve quién es Swami, y se da cuenta de lo que le falta a uno para llegar a Swami. Entonces uno dice: “sí, Señor ¿qué voy a pretender delante Tuyo?”. Esta es la actitud de humildad, este reconocimiento que no somos Swami todavía, de que Swami hay uno y yo todavía estoy acá. Si estoy en este cuerpo es que todavía no soy Swami, obviamente si yo fuera Swami no estaría acá, estaría en todos lados, omnipresente. Esta es una concepción fundamental, desarrollar la humildad. Dice Swami que el verdadero estudiante tiene que ser humilde, el fruto de la educación es la humildad, es el carácter. Sin humildad no hay educación. Una persona muy educada para Swami si no es humilde no es educada porque está equivocada y tenemos que darnos cuenta de ésto, ser humano es poco, es un fracaso, no es una cosa genial, lo genial es ser Dios, si estamos humanos es que todavía no nos recibimos de Dios, no despertamos.

Vean desde esta perspectiva ésto: soy humano, nos mandaron a todos a este hospital de enfermos. Uno no puede ir por el hospital de enfermos y ver a un tuberculoso y decir: “ah, tuberculoso gil!” y uno tiene un cáncer por otro lado. O la persona  tiene otra enfermedad pero no se puede burlar de otro enfermo porque esté más grave. En este planeta tierra estamos todos enfermos, somos Dios y estamos acá, quiere decir que estamos enfermos. Entonces considerémonos enfermos un poco, todavía no despiertos y luchemos por curarnos ayudando a curarse a  todos  los que podamos. Esto es humildad.

Entonces este principio de ver las faltas propias como enormes, desmerecer las faltas ajenas, considerar que son mínimas y pensar siempre en la Omnipresencia de Dios todos los días, y cuéntenle a los demás que traten de hacer esto porque de esa manera vamos poder progresar. Swami dice que el primer efecto de poner en práctica esta disciplina es que empieza a surgir el sentimiento de amor en el corazón, por eso vamos a sentir cada vez más amor y más amor y más amor. Para Sai Baba la disciplina más alta es poner en práctica las instrucciones del Maestro. Aparte del servicio en sí es la instrucción del Maestro, el mandamiento del Maestro, es servir. Hablar de servicio es hablar de la práctica espiritual, de la disciplina espiritual que nosotros tenemos como aspirantes espirituales. Estamos acá porque somos aspirantes espirituales. Hay algo que tienen que reconocer inmediatamente como una cualidad indispensable del camino espiritual: la entrega.

Hay una palabra en sánscrito: saranagathi, que es entregarse. Por ejemplo viene Swami caminando, se sienta acá y les dice que cierren la puerta un rato que se va a quedar con ustedes toda la noche, van a venir de a uno y le va a dejar tocar Sus Pies. Entonces vienen ustedes uno por uno y no van a estar parados y le van a decir: “Swami levantá el Pie”, se entregan a los Pies de Swami, uno se zambulle a los Pies de Swami, le toca los Pies o le da un beso en los Pies, zambullido en el suelo. Ese zambullido en el suelo es entregarnos totalmente, nos rendimos a Tus Pies, eso es saranagathi, me entrego a Tus Pies Señor, Tus Pies me van a guiar por el camino de la Liberación, me van a guiar en este mundo de samsara tormentoso, y me van a llevar a la salvación. Entonces me entrego a Tus Pies, pero miren esa entrega a los Pies, ese entregarse totalmente tiene un secreto, el secreto es una doble actitud: una es un rendirse, me rindo completamente, pero  la otra es agárrense fuerte de los Pies, que no se les escape.

Una vez estaba en una entrevista con Swami y estaba Swami, una persona muy alta, en un puesto muy alto en la Organización Sai y yo.

Swami empezó a retar a esta persona, cuanto más crece, Swami más exige. Por ejemplo Swami a los estudiantes del Ashram cuando están con una mujer les dice que miren el piso, esta es la actitud de un estudiante Sai, sólo que Swami les exige. Nosotros vamos por ahí, hacemos cualquier barbaridad y Swami nos mima, pero a un estudiante le dice: “mirá el piso”. A este devoto tan alto le exigía mucho, lo estaba retando, pero tanto lo retaba, no le hablaba a él, me hablaba a mí, me decía que él esto, que él lo otro. Ojalá nunca en esta encarnación y en ninguna encarnación reciban ese enojo, esos retos, esa furia del Avatar. Estaba enojado y su enojo iba creciendo, y en un momento ese enojo de Swami llegó a un climax, y Swami se paró y dijo: “me voy de tu vida!”, y se levantó y se fue. Esta persona que estaba al lado mío le hizo un takcle a Swami, se zambulló desde donde estaba, voló en el piso porque Swami se estaba yendo de la habitación y de su vida. Voló en el piso y lo atrapó a Swami por las piernas. Fue un milagro que Swami no se cayera, no se cayó porque es Dios, pero esta persona voló no sé cuantos metros y lo atrapó. Saben que hacerle eso a Swami, imagínense si Swami se hubiera caído al suelo y se hubiera lastimado, haberse jugado la vida haciendo esto. Esta persona en este gesto yo vi la perfección de la entrega y del aferrarse, “estos Pies no se van a ir de mi vida”. Y Swami se quedó duro, lo miró, supo lo que esta persona había hecho, volvió y siguió hablando como si nada. O sea lo perdonó, lo perdonó porque esta persona hizo eso. Y esto es lo que nosotros tenemos que hacer, tenemos que tener esta entrega, este “no te vas a ir de mi vida”. Él no se va de nuestra vida, nosotros somos los que nos vamos de la vida de Él, nosotros somos los que hacemos las macanas, Él es un reflejo de nuestra acción, Él está amándonos todo el tiempo. Como decía Shirdi Sai Baba: “Tú me miras a Mí, yo te miro a ti”, este era el mantra de Shirdi, Él decía mirame que yo te voy a estar mirando. Entonces la persona no mira, mira al mundo, dice: “ah, Shirdi no me mira, no me presta atención”, y Shirdi está diciendo: “pero estoy acá, pensá en Mí y vas a ver que estoy todo el tiempo mirándote”. Esto es estar todo el tiempo pensando en Él, permanentemente pensando en Él, esto es el camino espiritual, no olvidarse nunca y aferrarse, uno se tiene que agarrar, Él no se va, uno tiene que agarrarse fuerte para que no se vaya ¿cómo se agarra fuerte uno? pensando todo el tiempo en Él y pensando cómo agradarlo. La clave es ésta, la devoción no es amar a Dios sino merecer el amor de Dios, y para agradar a Dios piensen en cada acción de su vida si va a agradar o no a Dios, ésta es la respuesta a todo lo que tengan que hacer cuando tengan que elegir y decidir cualquier cosa.

Esta es la piedra roseta que responde todos los jeroglíficos, la fuerza de voluntad. Para lograr nuestro avance espiritual también, otro requisito indispensable, es la fuerza de voluntad.

 

(Anécdota de su comienzo en el camino espiritual)

 

La fuerza de voluntad se incrementa restringiendo, reprimiendo las acciones negativas, por ejemplo una persona va a fumar un cigarrillo, sabe que está mal y no lo hace. El haberse reprimido de esa acción negativa, esa energía que iba a ser consumida al fumar un cigarrillo aumenta su fuerza de voluntad. Todas las acciones incorrectas que no se hacen, esa energía aumenta el caudal de fuerza de voluntad. Traten aunque sea una vez por día de no hacer algo que para Swami no es correcto y dentro de un tiempo van a venir acá como paladines de la fuerza de voluntad.

 

Nosotros vivimos en el mundo y es muy difícil estar totalmente abstraídos por las necesidades laborales, uno a lo mejor por trabajo tiene que saber qué pasa, porque no puede vivir en una isla cuando tiene que trabajar. Otra cosa si uno vive en el Bolsón, vive de su chacra y no depende del conocimiento, de lo que pasa todos los días. Pero si uno puede en su vida evitar leer noticias policíacas, noticieros, crónica tv, etc., va a terminar con la conciencia mucho más purificada y más cerca de la meta que al haber empezado. Si viene una persona a tu casa y te empieza a contar algo terrible, mi consejo es decirle que por favor no te lo cuente porque te hace mal. Como la persona vegetariana… (anécdota de los ravioles que tenían pollo).

 

Cuando uno se purifica siente mucho más intensamente el efecto negativo de las cosas incorrectas. Mi consejo práctico es que le digas a esa persona: “mirá, charlemos pero no me vengas a contar historias”. La gente en general vive deleitándose en los chismes y en las cosas terribles, pasa una cosa terrible y todo el mundo vive de eso una o dos semanas hasta que otra cosa terrible pasa. Si uno puede vivir en otra realidad le va a ser mucho mejor a uno y al mundo.

Cuando uno hace servicio es consciente que uno está haciendo algo bueno para si mismo. Entonces uno podría decir en un purismo absoluto y estás esperando un fruto. Ese un buen fruto que espera esa persona tendría que tratar de ni pensar en eso para que sea más puro todavía, si uno actúa espontáneamente porque le surge el corazón ayudar el prójimo, no porque está pensando: “ésto me va a hacer bien para mi progreso”. Si piensa eso, bueno, lo piensa, pero por lo menos que no espere el fruto de los demás, o sea que no espere el reconocimiento de los demás, la recompensa, el halago. Ese es el primer paso que hay que dar, sin interés externo, no estoy haciendo ésto esperando que  aparezca el periódico, llamo a la cámara de tv y digo: “vengan, miren que voy a dar algo de caridad”, en formas sutiles o groseras, y va a llegar el día que hasta se va a olvidar de que se está haciendo bien a si mismo. Ahí va a estar cerca de la graduación.

Cuando empecé a ir al ashram, era la época que estaba la cantina vieja, era totalmente distinto el ashram hace 20 años, 18 años. Entonces en esa cantina vieja había unas mesas de piedra y cada tanto una persona hacia servicio para limpiar las cosas, no había un sistema de sevas como hay ahora. Había un señor que todos los días hacía servicio y era realmente sorprendente. Este señor tenía un brillo en los ojos más especial que los hindúes, que tienen un brillo espectacular. Era muy simpático, siempre estaba sonriendo, todo el tiempo sonriendo, con humildad. Yo un día le dije por qué hacia de seva todos los días, y me dijo que hacía un tiempo había tenido un accidente y se había quedado ciego, que estaba en la cama y se había querido suicidar. Se acercó a una ventana y cuando se fue tirar a mitad de la noche una mano lo agarró, lo llevó la cama y le dijo que no haga eso, que le diga a su familia que lo lleven a verlo a Él, que era Sai Baba. A la mañana le contó a la familia y por supuesto ella lo llevó al ashram, que quedaba no sé si a 1000 km de distancia. En el primer darshan Swami pasó delante de él, sintió que le quemaban los ojos y recuperó la vista, entonces se quedó a hacer servicio en el ashram.

 

 

…Después de unos años me dijo que me iba a remover  y cuando volví a Argentina a los cinco días tuve tres enormes remociones, y una de esas fue que me robaron el reloj. Un par de años después tuve una entrevista con Swami y le dije del reloj, si me lo daba de nuevo, y Él me miró y me dijo: “primero cumplí tu deber, tu duty, deber, y después te voy a dar”. Yo me quedé mucho tiempo pensando cuál era mi deber para Sai Baba. Él siempre dice que en el camino espiritual hay que tener las tres D: Deber, Devoción y Disciplina. Entonces yo pensaba si Él me dijo que tengo que hacer mi deber no lo estoy haciendo. ¿Qué es cumplir el deber? Es muy simple en realidad la respuesta que tardé años en comprender.

Sai Baba dice que el propósito de la vida humana, el objetivo por el cual recibimos este cuerpo humano es para sacrificar el ego en la cruz de la compasión. Cuando uno sacrifica el ego, erradica el ego, logra la auto-realización, y Él dice cómo sacrificar el ego: en la cruz de la compasión.

¿Qué es la compasión? la compasión es una manera de referirse al servicio Sai, es lo que están haciendo ustedes, es tener pasión, sufrir, sacrificar el ego en la cruz de la compasión, habla de sufrimiento, pero ¿qué sufrimiento? sufrir por el dolor del otro, tener esa empatía, la compasión, esa angustia que solamente se erradica cuando uno hace algo para erradicar el sufrimiento del otro. Así desaparece la angustia propia. Entonces así comprendí qué era el deber.

 

¿Qué es el servicio Sai? no es lo mismo que servicio mundano. Servicio Sai es el servicio que tiene que tener la cualidad Sai, es un servicio que tiene que tener la S de Sai, la A de Sai y la I de Sai.

Sai Baba dice que la forma más alta de servicio es trabajar dentro de la Organización Sai porque ésta es la organización que canaliza el método y el mensaje del Avatar, de Dios, para ayudar a toda la humanidad. Es como dijo Jesús hace 2000 años, si uno viene a dar pescados, enseñar a pescar, es la manera de ayudar a los seres humanos a que terminen con un sufrimiento permanente, no con un sufrimiento temporario. Un sufrimiento permanente es el de nacer y morir, nacer y morir porque en cada nacer hay sufrimiento, hay placer y dolor, entonces la única manera de terminar con esta rueda de nacimientos y muertes, de alegría y dolor es despertar, liberarse. Trabajar en la Organización Sai es trabajar para que la humanidad entera pueda acercarse a ese despertar verdadero.

¿Qué es el servicio en la Organización Sai? en los lineamientos se habla de servicio comunitario y servicio interno, todo tiene que ser Sai, pero este servicio al que se refiera este trabajo es un servicio comunitario. Sai Baba lo llama en realidad Sadhana comunitario. Sadhana y comunidad son dos palabras claves. Sadhana significa dos cosas: esfuerzo y disciplina, es una actividad espiritual que tiene que implicar esfuerzo y disciplina, una actividad que no implique esfuerzo no es Sadhana.

(Ejemplo de las pesas en el gimnasio)

 

El camino espiritual no es un camino de quedarse toda la vida en el mismo lugar, es ir agregando, agregando, hasta que no haya más que agregar porque ya estamos totalmente despiertos. Hasta ese día hay que agregar, hasta la auto-realización.

¿Qué es comunitario? Sociedad en sánscrito es samaha. Sama es igual. La sociedad no es una agrupación de personas que están unidas por una afinidad en especial, un país, una cultura, etc. Una verdadera sociedad para Sai Baba es la unión de personas que son iguales, pero no son iguales en el sentido de la Revolución Francesa, igualdad, fraternidad, iguales en el sentido de que todos somos reflejos del mismo principio divino, todos somos imágenes del uno, éste es el concepto, todos para uno y uno para todos. Los muchos en el uno. Esta sería la definición de sociedad para Sai Baba, los muchos en el uno, los muchos son una apariencia del uno. Una persona está realmente instaurada en una sociedad cuando vive en esa sociedad sintiendo que está en medio de sí mismo, que todos los demás son reflejos de uno mismo. Este es el concepto fundamental del servicio Sai.

El servicio Sai es un servicio que parte de este reconocimiento del advaita, de la unidad, de que todo es uno, no de que todos somos uno en realidad porque todos implica que hay muchos, y no hay más que uno. Entonces cuando hay uno solo ¿quién sirve a quién? yo me sirvo, no hay otro. Si uno realmente asimila este concepto de sólo yo, entonces desaparece el sentimiento del otro a quien se sirve. Cuando uno se cura a sí mismo, yo me lastimé el brazo y vengo a curarme el brazo, mi brazo no se da vuelta y me dice: “gracias por curarme!”, es lo más ridículo del mundo que uno se cure a sí mismo y luego se auto-agradezca, porque cuando uno se cura a sí mismo todo su ser está contento de que está curado. De la misma manera si uno se abriga a sí mismo no dice: “gracias por quitarme el frío”.

Este sentimiento de que no le damos a otro es la principal cualidad Sai. Tienen que entenderlo de tal manera que no sea un concepto teórico, intelectual. El verdadero sentimiento de que somos uno es que yo me miro y digo que forma rara que tengo en ese cuerpo, pero que forma rara YO tengo, es diferente, es una forma distinta a la que tengo acá pero sigo siendo yo. Cuando este sentimiento se instaura, el servicio puede ser Sai.

La S de la palabra Sai crea diferentes versiones de Sai, S de servicio en el sentido de las tres formas de yoga: karma yoga, bhakti yoga y jñana yoga, los tres caminos a Dios. Karma yoga, el yoga de la acción, de la actividad, del servicio.

La A de adoración, devoción; la I de Indagación, investigación, iluminación, el conocimiento.

La S de sátvico ¿Qué es un servicio Sai sátvico? es el servicio que se da cuando hace falta, que se da en su medida. La persona que se muere de sed, el primer vaso tiene una ganancia marginal, dice Swami, de 100 %, el segundo vaso de 50%, el tercero de 25% y el quinto vaso lo vomita.

El servicio sátvico es un servicio no de conveniencia, yo no hago el servicio que me conviene a mí, hago el servicio en el momento justo a quien realmente lo necesita y lo que esa persona necesita. Si yo estoy en un país de mucho calor no voy a repartir frazadas, este es el sentido de sátvico, en el momento exacto, no antes y no después, en la cantidad exacta. La cantidad también tiene que ver con nuestra propia capacidad, si nosotros al hacer servicio nos esforzamos más de lo que podemos, nos hacemos daño. Si yo soy tan yo en este cuerpo como yo soy en aquel cuerpo, entonces si ayudo a ese cuerpo y daño este, estoy dañando algo.

Es como la persona en el ejemplo del gimnasio. Va al gimnasio y hoy empieza con 1 kg, y mañana en vez de ir a 2 kg quiere ir a 50 kg, se rompió la mano y no va a servir más esa mano por mucho tiempo.

Entonces el servicio sátvico en el momento correcto, en la medida correcta, un servicio de no conveniencia, o sea, no lo que me conviene a mi sino la necesidad del otro. El servicio Sai tiene que ser un servicio a quien lo necesita, un servicio a quien no lo necesita no es servicio. Está muy mal por ejemplo la persona que por condescendencia o pleitesía le hace servicio al que no necesita servicio.  A una persona rica y poderosa uno va y le dice en que te puedo servir, por congraciarse, eso no es servicio, es un acto equivocado, pecaminoso.

El servicio de la A, átmico, el servicio que se hace de corazón a corazón, pero no de corazón a corazón en esta forma mundana de hablar: “te quiero desde mi corazón, te mando un abrazo desde mi corazón”, no, es en el servicio adváitico, mi atma reconoce en esa otra persona mi misma atma, el atma que está en mi, está en ti. En la India se saluda a la gente diciendo “Namasté”, como decimos “hola” aquí, en el ashram dicen “Sai Ram”, en la India los mil millones de hindúes dicen “Namasté”, que significa: “el Dios que está en mi, saluda al Dios que está en ti”. Miren que increíble enseñanza en el saludo de todos los días. Namasté o Namaskar. Namaskar es: “me inclino ante el Dios que está en ti”. Ese reconocimiento del Dios en el otro es el saludo permanente del hindú. Entonces el servicio A, Sai, es el servicio átmico en donde yo voy a servir reconociendo permanentemente el atma en el otro, entonces si yo reconozco el atma desaparece la condescendencia, el yo más y vos pobrecito. Voy por la calle y veo una persona indigente y le tiro una moneda, desaparece ese sentimiento porque ese otro soy yo, una forma mía que kármicamente o evolutivamente está hoy en esa expresión pero soy yo que estoy ahí. Entonces yo me tengo que ayudar a mí mismo, no es que yo esté bien aquí, yo también estoy mal ahí, éste es el servicio átmico. Este trabajo de reconocimiento del otro como una expresión nuestra es el sadhana más importante que tenemos que hacer al hacer servicio, éste permanente trabajo. Yo les recomendaría que antes de hacer una actividad de servicio dediquen un momento de reflexión sobre ésto:"me voy a servir a mí mismo" para que no se nos pase nunca de la mente para que realmente cada acción la hagamos con esa pureza de motivación, que ese servicio no nos traiga malas consecuencias porque si no lo hago desde esa pureza el servicio va a incrementar mi karma en forma negativa. En vez de decir yo hago servicio y esto es mejor para mi karma, hice un poco mejor para mi karma y también hice un poco peor, o sea quizás limpié  un poco de karma negativo pero agrandé mi ego y el balance en vez de acercarme más a la liberación a lo mejor me quedo donde estoy.

La I es otra palabra clave, ya dijimos que en un nivel esa I es indagación, iluminación ¿cuál es el aspecto de iluminación en esta I relacionada con el servicio? es el concepto de identificación, es lo mismo que el átmico, pero es esa identificación no solamente con el atma del otro, me identifico con el dolor del otro, tengo que sentir, sufrir el dolor del otro, compenetrarme de cómo esa persona está sufriendo, de su situación de vida, me pongo en el lugar del otro. Si una persona está enferma, paralítica o un chico abandonado, me imagino lo que debe ser vivir en esas circunstancias, lo que debe ser haber nacido sin amor, abandonado, solo, el dolor que implica, la soledad que implica, lo que no conoce, el mundo que no conoce, el mundo en el que fue criado, las circunstancias, me identifico, me meto en ese dolor, entonces ustedes al hacer servicio tienen que poder hacer frente al otro y pasar por estas tres etapas de la palabra SAI: ver por un lado con la mente qué necesita el otro, si está enfermo, si tiene frío, si tiene hambre, cuál es la necesidad hoy, ahora, en qué medida, qué es la urgencia de hoy. Después tienen que hacer este reconocimiento inmediato de que el otro soy yo, de que estoy yo ahí, es una forma mía de que yo un día me toqué y aparecí  en tantas formas, en esta forma fui un poco más rápido y  hoy estoy en este nivel de conciencia y en esa otra forma todavía estoy como estaba yo en esta forma hace algunas vidas a lo mejor, pero sigo siendo yo, y desde este reconocimiento de yoidad, de que el otro es yo, sentir esa verdadera compasión, esa unidad y después esa identificación. Como las tres etapas, la mente primero mira, analiza, después pasa el sentimiento de devoción, de reconocimiento, de unidad y pasa también el plano emocional, sentir el dolor, meterse en el dolor, zambullirse en el mar de ese sufrimiento que vive esa persona. Cuando uno está empapado realmente del dolor del otro lo está ayudando tratando de sacarlo de ese dolor, no es un servicio superficial, un servicio de cumplir con nuestra conciencia que nos dice tenemos que hacer servicio tantas horas por día o por semana, o por mes, para que Sai nos mire y nos quiera, es un servicio mucho más profundo, un servicio realmente. Ahí desde el corazón emocional veo al otro sufrir y lo quiero ayudar. Esa es la cualidad del servicio Sai.

 

Sai Baba dice que hay muchas personas, hay cuatro clases de personas en este planeta tierra.

-Está la persona que ve lo malo en lo malo, cuando hay algo malo reconoce que está mal.

-Hay otra clase de personas que ve lo malo en lo bueno, ésta es la peor clase, ve a una persona buena y le parece que está mal, la critica.

-Está la persona que ve lo bueno en lo bueno, que puede reconocer lo bueno en lo bueno

-y está el cuarto grado, el más alto de todos, que ve lo bueno en lo malo. Este estado de conciencia es el estado más elevado en la escalera espiritual. Cuando uno va a hacer servicio se encuentra con seres que kármicamente están pasando por lo que les tocó pasar, nadie atraviesa una situación que no se ha ganado anteriormente y esto puede implicar que haya características en esa persona también que no sean de una pureza. No es que vamos a hacer servicio y encontramos a los chicos abandonados y son todos angelitos sufrientes, pobrecitos, criaturas divinas que sufren. A lo mejor no son buenos chicos, qué milagro sería que fueran angelitos sufrientes, porque realmente pasar por lo que pasan. Les doy el ejemplo de un chico por dar cualquier ejemplo de una persona, un vagabundo, mendigo, abandonado en la calle. Pasar por lo que pasan, vivir por el infierno que viven y ser un ángel, realmente bueno, hay ángeles que encarnan en esa condición para ayudar a los demás, pero en general vivir en esas condiciones forma y moldea el carácter de una manera no muy suave.

Entonces nosotros tenemos que tratar de ser la cuarta clase, que vemos lo bueno en lo malo, en lo malo de esa forma nosotros vemos lo bueno. Éste es otro requisito necesario en el servicio Sai, empezar a mirar lo bueno.

Sai Baba dice cómo se gana la Gracia de Dios, y dice: "Hagan el bien, no hagan el mal, miren el bien, no miren el mal, piensen el bien, no piensen el mal, hablen el bien, no hablen el mal". Y esto que parece simple es realmente la esencia de todas las enseñanzas de Sai Baba, este entrenamiento mental y espiritual para ver lo bueno, pensar lo bueno, hablar lo bueno, este autocontrol de no permitirnos. Imagínense ustedes este ejercicio: si nos olvidamos absolutamente de todas las disciplinas espirituales y solamente nos decimos: vamos a partir de ahora a no decir ninguna mala palabra. Hay malas palabras que son dichas con muy buenas palabras, no solamente están hechas de insultos las malas palabras. Un erudito puede decir bellamente una cosa agraviante para el otro. No voy a hablar mal, no voy a pensar mal, no me voy a permitir pensar mal. Cuando alguien me viene a contar algo no me permito entretener este pensamiento malo, no lo dejo, aunque me esté hablando de algo malo verdadero, de un corrupto que hizo algo terrible, que perjudicó a mucha gente, nosotros sabemos que hay gobiernos donde está lleno de corruptos y esos corruptos han robado y hay mucha gente sufriendo, demasiada gente sufriendo en condiciones terribles en la Argentina y muchos gobiernos corruptos son muy responsables de eso. Yo puedo leer el diario y envenenarme con eso y odiar a esos corruptos o puedo elegir purificar mi pensamiento y tratar de irradiar luz a esta Argentina que tanto lo necesita para salir de donde está, porque si yo me lleno de odio y de bronca por los que hicieron mal, estoy agregando una vibración de oscuridad. El aura que rodea a Argentina está más oscura y la oscuridad atrae a la oscuridad, en cambio la luz atrae a la luz. La única manera espiritualmente hablando que es el nivel más alto de ayudar a cambiar esta situación es llenar de un aura de luz tremenda a la Argentina para que mañana aquellas personas que estaban con tan malas intenciones de repente se levanten y digan que quieren ser buenos. Porque primero todo se da en el plano espiritual y después en el plano material. Esas personas también son influenciadas por sutilezas y lo mismo con leer, mirar, todos los sentidos, lo bueno. Si nosotros hacemos esta sadhana de esta disciplina nos vamos a hacer un enorme bien y por añadidura le vamos a hacer bien a todas las personas que se pongan en contacto con nosotros.

Ustedes están en la Organización Sai porque hace muchas vidas que están en un camino espiritual, que estamos en un camino espiritual, y como producto de ese camino un día descubrimos que las respuestas importantes había que buscarlas en otro lado, no afuera, empezamos a buscar adentro y un día también en alguna vida dimos un salto cualitativo y descubrimos la necesidad de un Maestro, de una guía, y un día descubrimos que lo importante era seguir esa guía, poner en práctica ese mensaje, aplicarlo a nuestra vida. Y están  también hoy acá porque esa escuela de formación y transformación que han emprendido hace muchas vidas han merecido, hemos merecido, la Gracia de tener al  Avatar como Maestro, como guía y ser un instrumento de Él en esta organización. Es una prueba también porque el Señor nos forma permanentemente con pruebas, las pruebas que se dan en lo espiritual, las pruebas del ego. El ego está permanentemente tratando de rebelarse porque sabe que el avance espiritual implica su destrucción, es el famoso tema de que si nosotros acá ponemos una película, imagínense Titanic la primera vez que la vieron, se quedaron tres horas sin moverse y no se dieron cuenta de que les dolía un pie. En cambio si decimos que vamos a meditar, a los tres minutos el 99% de las personas movieron ya algún miembro de su cuerpo para acomodarse, que algo les molestaba. Este fenómeno de por qué cuando uno quiere meditar a los tres, cinco minutos ya se movió cinco veces, y porque con Titanic no se dio cuenta que existía el mundo, es porque el ego con Titanic está solazándose con una distracción mental, en la meditación el ego está en pánico, entonces él no sabe cómo jorobarnos: "No, no te quedes quieto", "mirá, te pica la pierna" y ahí vienen todos los pensamientos habidos y por haber. Entonces el ego es justamente esa instancia que está atentando contra nuestra concentración, a lo que voy es justamente a esta necesidad de estar atentos.

 

Sai Baba dice que hay diferentes clases de líderes en la Organización Sai, que hay tres clases de líderes y cuatro clases de miembros.

Los líderes dice que son:

-aquel que manda

-aquel que hace

–y aquel que inspira.

Todos ustedes son o van a ser líderes en la Organización Sai, así que no se olviden de esto. Hay tres formas de ser líder, ordenar es la peor, hacer no está tan mal, inspirar es la mejor. Inspirar implica hacer inspirando, o sea es una cualidad del hacer donde uno no solamente hace, sino que hace de tal manera que inspira a los otros para hacer también.

Y después dice que hay cuatro miembros de la Organización Sai:

-está el miembro que llega un día y después de un tiempo se va.

-el miembro que llega un día y se queda siempre en el mismo lugar, siempre viene a cantar, está ahí, vino 20 años a cantar, se fue.

-está el miembro que está un día y avanza todo el tiempo, todo el tiempo quiere progresar en esta escuela de transformación

-y está la cuarta clase de miembro, que espero que no haya ninguno acá, que es el que llega a la Organización Sai y después de un tiempo tiene más enemigos que antes de haber llegado.

 

Son las cuatro posibilidades. En esta universidad, esta escuela, se dice que en el camino espiritual hay tres posibilidades, tres etapas: está la escuela primaria, secundaria y universidad. En la primaria la persona llega a la Organización Sai y quiere reconocimiento de los demás. Como lo que le importa es ser reconocido, empieza con competencias, intrigas, acciones políticas en un sentido, alianzas, grupitos, este es bueno, aquel es malo, critica. Después algún día pasa a la secundaria, quiere el reconocimiento de Sai, hace lo que hace para que Swami esté contento, pero ésta es la secundaria, no es la universidad, la universidad es cuando esa persona hace lo que hace porque reconoce en los otros y en todo el mismo atma que está en él. Él no puede sino actuar correctamente porque se da cuenta que todo es uno, que todo es Dios, y le surge espontáneamente actuar bien. Esto es cuando ya está graduándose. Entonces nosotros tenemos diferentes actitudes y posibilidades de ser no sólo en el mundo sino en la Organización Sai, y esto lo digo en esta charla de servicio porque ustedes tienen que ver que están haciendo servicio en la Organización Sai, tienen que ver que ustedes, quieran o no, les guste o no les guste, lo reconozcan o no lo reconozcan, todos nosotros somos aspirantes espirituales, somos Sadakas, somos seres que estamos en el camino espiritual.

 

La historia es así: un día Dios que estaba solo decidió jugar, entonces se tocó a sí mismo y parte de sí mismo perdió la conciencia de quién era y se creyó piedra. Se creyó que era piedra , Dios se creyó que era piedra y entonces se empezó a despertar, después se creyó vegetal, se creyó animal, se cree humano y acá o se despierta y dice: "ah, soy Dios!", o da un paso intermedio y dice: “ah, soy ángel". Nosotros estamos en un momento de este camino, en esta misma rueda, podemos decir que el hombre sale del animal, primero se comporta como un animal, hay un montón de animales como forma humana, lastimosamente hay demasiados, la mayoría quizás, y después va dejando un poquito el animal y cada vez se comporta un poco más humano. Hasta que un día es humano.

¿Cuál es el humano para Sai Baba? el humano para Sai Baba está allá lejos de nosotros en general, porque es aquella persona que tiene integridad. El dice la integridad entre lo que piensa, lo que dice y lo que habla, que tiene integridad de carácter, que tiene entereza, el valor y el coraje de ser siempre correcto, decir la verdad, hacer bien. Ese es el ser humano, y de ahí humano humano se empieza a humano divino. ¿Qué humano divino conocemos? La madre Teresa de Calcuta, seres que no viven para ostentar, que viven para ayudar, que no quieren tener una cuenta corriente en el banco sino que quieren servir al prójimo. Ahí empieza la escalera de ascenso hasta que llega más divinos que humanos. Hay muchos seres por suerte más divinos que humanos. Cada uno de nosotros estamos ya en esta etapa, el camino espiritual es una etapa donde hicimos un clic de maduración y empezamos un esfuerzo consciente para despertar, para ser mejores, ser más buenos, ser más divinos o más humanos. Nos demos cuenta o no nos demos cuenta todos estamos ya conscientemente en realidad, conscientemente desde la conciencia superior, quizá no de la conciencia inferior. Pero nuestro buddhi sabe y está conscientemente en este proceso de mejoración, de refinamiento, de evolución, y en esta vida vamos a haber progresado solamente si el día que dejemos este cuerpo nuestra conciencia nos diga: "sí, avanzaste, estás más cerca de la meta, esta vida no fue en balde". Nuestra conciencia nos va a dar el resultado en el último segundo de nuestra vida. El famoso "muero con la conciencia tranquila", nuestra conciencia nos va decir en realidad "no sólo no retrocediste, tampoco te quedaste en el mismo lugar".

 

 

 

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