CORAZONES A LA
DISTANCIA
Por aLieN uRBaNo (aka Natalia @->- Rosa Roja)
Disclaimer --- t.A.T.u es propiedad de Universal. Yuliia y Lena existen realmente y yo no tengo nada que ver con ellas. No trato de lastimar su imagen tampoco.
Nota: Los eventos son ficticios.
Clasificación: PG-13 con posibilidad de subir a NC-17
PROLOGO 1: Paris, un coeur isole
Jamás le había gustado la lluvia en las ventanas de Paris. El hecho de ver las gotas deslizándose sobre los cristales, verlas suplicando y agonizando en el mismo segundo en que sus cuerpos informes se azotaban contra la ciudad la deprimía demasiado. Cuando todos en Paris amaban la lluvia por ser un motivo mas para abrazar al ser amado, ella la detestaba. Era la continua ironía de su vida, vivía en la ciudad del amor sin un romance. Se dedicaba a lo que en años pasados amaba pero que después de tantas cosas se había vuelto una cruz demasiado asfixiante para cargarla con gusto. ¿Como había ido a parar ahí? Esa pregunta tenia una única respuesta obligada. Había llegado huyendo del pasado, de los recuerdos. Se había refugiado en los brazos de otras tierras en busca del olvido que regalan los años. Un olvido que no había encontrado en Italia, en España y tampoco en Francia. Cinco años después de la separación del dueto t.A.T.u Yulia era maestra de piano. Vivía en el último piso de un edificio raído por los años, cada noche miraba la ciudad por su ventana y se dormía pensando en aquellas calles empedradas que le habría gustado recorrer de su mano y no de la mano de la soledad, se dormía y soñaba que cada mañana Lena la despertaba con un beso y una caricia. Sin embargo, todo aquello eran solo sueños de una mente solitaria.
La lluvia caía insistente y se arrastraba por la ciudad formando pequeñas cascadas en las aceras. Yulia había terminado pronto la clase de piano de aquella chiquilla sin talento. La verdad era que sus padres insistían en convertirla en una autentica navaja suiza, con tantas habilidades como fuera posible. El ballet, la pintura, clases de cerámica, las clases de canto y las de piano, actividades que tenían la finalidad de volverla una "damita", pero la pobre niña no tenia talento para nada artístico, excepto por la poesía. Por desgracia sus padres no querían que su hija tuviera ese talento. Yulia sentía pena por Monique, esa niña nunca seria libre sino se le daba una pequeña ayuda y ella estaba dispuesta a dársela. Tomo la taza frente a ella y sorbió un poco del café. A menudo pensaba en su pasado y en su presente. Había sido parte de una revolución sin armas, gracias a t.A.T.u y a su libertad el mundo había abierto sus mentes y corazones. Ella y Lena habían sido las principales impulsoras del 'amor diferente'. Gracias a ellas el mundo podía mirar el amor gay sin la vergüenza de antaño. Por primera vez los oídos de Yulia prestaron atención a una melodía que sonaba lejana dentro del café pero, al mismo tiempo, encantadoramente cercana.
- Zachem ya.
Era increíble que siete años después de que t.A.T.u iniciara y a cuatro años de su separación, sus canciones aun sonaran en las estaciones de radio de todo el mundo. Sus fans no las habían olvidado. Yulia tampoco se había olvidado de ellos ni de su compañera de batalla, esa mujer a la que había amado desde el instante que la vio entrar junto al representante de Neposedi.
- Lena... - murmuro en un suspiro.
Cuatro años sin verla, sin saber de ella. El recuerdo palpitaba doloroso en sus sienes. Aquellos ojos verde-grises, aquella sonrisa picara, el rostro dulce, la voz melosa, y su nombre, el mas cruel de los aguijones, la atormentaban día y noche desde aquel adiós en el aeropuerto de Moscú. No se verían nunca mas, lo sabían, y a pesar de eso ninguna de las dos tuvo el valor de decir 'Lo siento'. En Paris había dejado ya de llover, pero en su corazón el diluvio no tenía nunca fin.
-oOo-
Continuara...