SI PRUEBAS UNA VEZ...

 

Autor: Alma

Clasificación: B

Categoría: Romance

Aclaración: No conozco a ninguna de las niñas y no pretendo dañar a nadie.

Correo: larusa77a@yahoo.com.mx

 

 

CAPITULO I

 

Lena se encontraba llorando en su habitación, estaba demasiado triste después de la pelea con su mamá. Sentía la necesidad de hablar con alguien, de desahogarse, de contar todo lo que llevaba dentro. No podía explicar porque su madre la había tratado así, ella siempre había sido una buena hija y la obedecía en todo. En verdad la estaba pasando mal, entonces pensó en hablarle a su mejor amiga y lo hizo, tomó el teléfono y marco a Julia

                  

¡Hola Lena!, a qué debo este milagro?, ¿qué pasó?.

 

¡Hola!, sabes tuve un problema con mi mamá y necesito contarte.

 

En ese momento Julia sintió como se le quebrada la voz a Lena.

 

Sabes te escucho mal, creo que no es buena idea que lo hablemos por teléfono. Espera un momento ya voy para allá.

 

Bien Julia, ¡Muchas gracias!. Te espero.

 

Ambas colgaron el teléfono. Julia tomó su saco Y salió. Un momento después llegó a casa de Lena, tocó la puerta. Lena la esperaba y en cuanto escucho que tocaban bajo rápidamente y abrió la puerta. En cuanto vio a Julia la abrazó y comenzó a llorar. Julia la abrazó también y en cuanto tuvo la oportunidad cerró la puerta.

 

¿Qué te pasa chiquita?, ¿por qué lloras?

 

Mi mamá me dijo muchas cosas que me han lastimado, comenzó a decir que era una vergüenza...

 

Lena volvió a abrazar a Julia, Julia por su parte no entendía  porque había dicho eso, si Lena era tan encantadora y bien portada.

 

Pero, ¿por qué te dijo eso?. Ya quisieran mis padres y muchos otros más tener una hija tan linda, atenta, cariñosa, tierna, etc. Como tú. Tu madre debe de estar drogada o algo así. Dijo tratando de hacer sonreír a Lena.

 

Con una sonrisa un poco fingida Lena respondió. Si verdad, sólo dices eso porque quieres levantar mi ánimo.

 

¡No!, no lo dijo sólo por eso. Tan solo mírate, eres muy inteligente y siempre los obedeces. De plano tu mamá sólo quiere fastidiar. No le hagas caso.

 

En eso se escucho que llegaba la hermana mayor de Lena, se asomaron a la ventana. Y sí, efectivamente la hermana mayor de Lena estaba apunto de entrar a la casa, no venía sola, se encontraba acompañada por 5 de sus amigas. Lena tomó a Julia de la mano y le dijo:

 

No quiero que me vean llorando, si lo hacen me fastidiaran después. Vamos a mi cuarto.

 

Está bien. Vamos!!!

 

Subieron las escaleras, entraron al cuarto. Lena caminó hacia la cama y se sentó ahí, Julia hizo lo mismo.

 

Quiero que me cuentes cómo estuvieron exactamente las cosas, porque comenzó el pleito y todo lo que se relacione al asunto.

 

Lena suspiró profundamente y comenzó a contar:

 

Verás, mi mamá llego enojada porque vio en una revista un reportaje que...

 

No terminó de decir las palabras porque en tan sólo unos segundos se cubrió en llanto. Julia quien ahora se encontraba triste también, la abrazó y le dijo:

 

No llores, ¡por favor!, no soporto verte así. ¡Mírate!, tu carita se ve mal. Ya se te perdieron la pecas.

 

Lena intentó sonreír pero no pudo hacerlo. Lo único que pudo decir fue:

 

No me preguntes nada, abrázame. ¡Por favor!.

 

Está bien. Pero en cuanto te sientas mejor tendrás que contarme. Y la abrazó.

 

Se acomodaron en la cama de tal forma que Lena se encontraba cómo un bebe, al cual abrazaba Julia con ternura. Estuvieron así durante un largo rato.

 

Al tener a Lena así, Julia sentía unas ganas inmensas de besarla, de protegerla y de no soltarla jamás. Quería decirle lo que sentía por ella. Lena por su parte, se sentía segura y tranquila. No quería soltarla tampoco.

 

Por fin el silencio se rompió.

 

Julia, ¿ por qué nadie me quiere?

 

No digas tonterías, yo te quiero mucho y lo sabes.

 

Sí, lo dices porque soy tu mejor amiga y me ves mal en este momento.

 

No comenzaremos de nuevo. Si lo dije es porque realmente lo siento. TE QUIERO, TE QUIERO... TE QUIERO MUCHO!!!

 

Pues no te creo, dijo Lena sonriendo.

 

Julia le besó la frente y las mejillas. Tomó la cara de Lena entre sus pequeñas manos, le miró fijamente a los ojos, a esos ojos en los que tanto pensaba cuando cerraba los suyos y le dijo:

 

En verdad te quiero, y más de lo que tu crees.

 

Lena abrazó a Julia. Por su mente pasaba la idea de que tal vez Julia también sentía lo mismo que ella. Que si no lo decía era por pena. Así que sólo le dijo:

 

Yo también te quiero mucho, mucho y mucho!. Y sin pensarlo la beso.

 

El beso fue tierno, suave, lento. Julia no podía creerlo. Lena la había besado y no estaban en una presentación.

 

Se apartaron y se quedaron viendo fijamente a los ojos, entonces...