SI PRUEBAS UNA VEZ...

 

CAPITULO II

 

 

 

Autor: Alma

Clasificación: B

Categoría: Romance

Aclaración: No conozco a ninguna de las niñas y no pretendo dañar a nadie.

Correo: larusa77a@yahoo.com.mx

 

Lena observó que Julia se encontraba muy pensativa. Volvió a besarla, Julia ya un poco seria se aparto de ella, la miró nuevamente a los ojos y le dijo:

 

Lena, tengo que decirte algo.

 

Julia, ¡lo siento!, yo no pensé lo que...

 

¡No, espera!, todo está bien y tengo que decirte algo. Sabes, desde hace tiempo yo...

 

¿Tú que? ¡Dime!

 

Lena yo, yo. Este pues yo. YO TE AMO!. Ya lo dije, TE AMO y ESTOY ENAMORADA DE TI.

 

Julia, ¡no puedo creerlo!, ¿estás hablando en serio?

 

Mira si no sientes lo mismo lo entiendo, será mejor que me marche.

 

No Julia espera. Yo también TE AMO!!. TE AMO Y QUIERO ESTAR CONTIGO.

 

Al escuchar esto Julia no encontró palabras, sonrió se acerco a Lena la besó en la frente, en las mejillas y por último en la boca.

 

Chiquita, ahora la que no puede creerlo soy yo. No tienes idea de cuanto deseaba escuchar eso.

 

Julia, no creo que lo desearas más que yo.

 

Sabes, hoy no estarán mis padres. Mi mamá le va ha hablar  a tu mamá para que te permita quedarte conmigo.

 

¿En serio?

 

Sí, así que...

 

Lena interrumpió a Julia con un beso.

 

Y ¿Por qué no aquí?

 

Sabes Lena, eres una pervertida.

 

A sí, entonces no pues. Dijo Bromeando

 

No, piensa. Tu mamá está molesta, tu hermana mayor está abajo. Y Después ¿que va a pasar?.

 

¡No puedo creerlo!, tienes toda la boca llena de razón.

 

Me sorprendo, la razón siempre la tienes tú. Veo que ya estoy aprendiendo.

 

Si, yo también estoy aprendiendo. Y Lena volvió a besar a Julia.

 

En eso se escucho el ruido de la camioneta de la madre de Lena. Ambas bajaron rápidamente y se sentaron en la sala. Fingían hablar de una entrevista.

 

¡Hijas!, ¡ya llegue!.

 

¡Buenas tardes señora!

 

Julia no sabía que estabas aquí. ¡Buenas tardes!.

 

Sabe, le comentaba a Lena que...

 

En eso sonó el celular de la madre de Lena.

 

Señora Volkova, ¡buenas tardes!. ¿Puedo ayudarla en algo?.

 

Si, mire mi marido y yo tendremos que salir. Y no queremos dejar a Julia sola. No le voy a quitar mucho tiempo. Así que iré al grano. Me preguntaba si ¿podría dejar a Lena dormir con Julia?. Usted sabe lo amigas que son las niñas y mi marido y yo creemos que Julia estará más cómoda con Lena, si usted lo permite, claro.

 

Si, no se preocupe, no hay ningún problema, Lena tiene mi autorización. Después de todo la trate muy mal esta mañana. Y como muestra de mi arrepentimiento, le daré el permiso.

 

¡Muchísimas gracias!,  señora Katina.

 

No hay nada que agradecer.

 

La mamá de Lena se dirigió a Julia, ¿qué decías preciosa?.

 

Veo señora que mi madre tan oportuna como siempre ya le informó. Porque yo estaba aquí.

 

Si Julia, podrías pasar más tarde por Lena. Tengo que hablar con ella.

 

Si señora, más tarde pasó por ella.

 

Se levantó del sillón, se dirigió a Lena , la besó en la mejilla y le dijo:

 

Al rato paso por ti. Nos vemos.

 

Está bien te espero, te vas con cuidado.

 

Si, lo haré. Adiós señora Katina.

 

¡Adiós Julita!.

 

Julia no podía creer lo maravilloso que salió todo, pensaba quiero sorprender a Lena, le voy a preparar una sorpresa.

 

Se apresuró compro lo que necesitaba y preparó todo. Voltio a ver el reloj. Chin! Ya es tarde, tengo que darme prisa, se apresuró y se dio un baño rápido, se vistió y tomó las llaves del coche. Llegó muy rápido a la casa de Lena. Tocó la puerta y...

 

Lena estás guapísima, ¿nos vamos?.

 

¡Gracias!, tú también estás guapísima. ¡Vamonos!

 

Mamá, ¡ya me voy!

 

Y cerró la puerta. Ambas caminaron hacia el coche, subieron a él. Entonces Julia arranco el auto y se dirigieron a su destino.

 

Cuando llegaron a casa de Julia, ésta se apresuro abrió la puerta del auto, le dio la mano a Lena, la cual sonrío y dijo:

 

¡Gracias preciosa! Eres muy atenta.

 

Julia sólo sonrío y dijo: Así soy yo.

 

Caminaron hacia la puerta, Julia la abrió. Ambas entraron. Una vez dentro de la casa, Julia tomó un pañuelo, cubrió los ojos de Lena, la besó y le dijo:

 

Te tengo una sorpresa. Dame tu mano. Y confía en mí.

 

Lena, le dio la mano y le dijo: ¡confío en ti!, ¡vamos!, estoy ansiosa.

 

Subieron las escaleras, llegaron a la azotea. Julia quitó a Lena el pañuelo. Ésta abrió los ojos y dijo:...