SI PRUEBAS UNA VEZ...
Autor: Alma
Clasificación: B
Categoría: Romance
Aclaración: No conozco a ninguna de las niñas y no pretendo dañar a
nadie.
Correo: larusa77a@yahoo.com.mx
Se
dirigieron a su destino.
¿A
dónde me llevas?
Ya
verás, es una sorpresa.
¿Otra?
Sí.
Mira ya llegamos.
Julia,
esto es un parque de diversiones.
Así
es, busquemos un estacionamiento.
Estuvieron
dando vueltas y vueltas. Hasta que por fin encontraron un lugar donde
estacionarse. Antes de bajar Julia le dijo a Lena.
Abre
la cajuela, hay algo tuyo ahí.
Cómo,
¿olvide algo en tu casa? ¡que pena!
Puede
ser, ábrela.
Está
bien.
Cuando
Lena abrió la cajuela se llevo una agradable sorpresa. En la cajuela estaba una
rosa blanca con una nota que decía: ¡GRACIAS POR LLENAR DE TU EXISTENCIA MI
VIDA!, ¡ TE AMO! JV
Lena
besó a Julia y le dijo: ¿Cómo heces para sorprenderme tanto?. No tenía idea de
que fueras tan detallista.
El
amor hace milagros, no lo olvides. Y sonrió.
Ven
entremos, vamos a divertirnos. Recuerda que hoy es nuestro último día de paz.
Mañana tenemos sesión de fotos.
Tienes
razón, ya lo había olvidado.
Bajaron
del auto y se dirigieron a la entrada del parque. Pagaron la entrada y se
dirigieron a los juegos.
¿A
qué juego te quieres subir pecosita?
Pues
a uno donde me asuste para que me puedas abrazar, flaquita.
Bien,
entonces vamos a la montaña rusa, sólo para variar.
Sabes
ya cambié de opinión. Creo que ahí me daría más miedo. Pero si me das muchos
besos me subo.
Está
bien te daré todos los besos que quieras. Pero vamos.
Subieron
a la montaña rusa, abrocharon sus cinturones y arranco el juego mecánico. Ya
una vez arriba Lena no paraba de gritar y de hacer gestos, mientras que Julia
sólo se burlaba de las caras que hacia. El juego se detuvo y ambas bajaron.
Sabes
miedosa, creo que no te ganaste nada. No paraste de gritar.
¡No
es justo!, me subí sólo por los besos. Así que exijo que me los pagues.
Está
bien no te enojes, sólo bromeaba. Se acerco a Lena y estaba a punto de besarla
cuando se dio cuenta que muchas personas la miraban raro. Así que sólo la
abrazo y le dijo:
No
es para tanto, ya paso. ¿Estás bien?.
Lena
con una cara de no entiendo respondió. Sí estoy bien, gracias. Vamos al
sanitario creo que voy a vomitar.
Bien
vamos.
Caminaron
y entraron al sanitario.
¿Qué
pasó?, ¿Por qué no me besaste?
Según
se tu mamá te regaño por un chisme. ¿verdad?
Sí,
¿pero esto que tiene que ver?
La
gente nos miró con extrañeza. Y ya sabes que aquí los chismes vuelan. Estoy tan
contenta contigo, qué no me gustaría que por que nuestros padres se enteren
esto termine. ¿Me entiendes?
Si,
te entiendo perfectamente. Y nuevamente tienes razón. Sabes pero no creas que
por esto se me olvida que me debes muchos besos y además me los tendrás que
pagar con intereses.
Si,
cuando regresemos te los doy.
Pasaron
toda la tarde encantadas de la vida, sonriendo y pensando en lo felices que
serían. Comenzó a caer la noche y ya era hora de retirarse, ya que tendrían que
descansar mucho, el día que les esperaba mañana indicaba ser muy pesado.
Subieron a auto y se dirigieron a sus
respectivas casas. En el transcurso del camino Julia se dio cuenta que había un
terreno baldío y en seguida dio vuelta.
¿Qué haces?
Pues
voy a llevarte ahí, para pagarte todos los besos que te debo.
Muy
bien, vamos.
Estacionaron
el coche y comenzaron a besarse. Sonreían y se besaban. Pasaron como 1 hora
así, hasta que Lena observó su reloj y dijo:
¿Ya
viste lo tarde que es?
Nuestros
padres nos mataran. La verdad es que contigo se me pasa el tiempo volando.
Vamonos.
Arranco
el auto y llevó a Lena a su casa. Antes de que bajara le dijo:
¡Hey
pecas!, ¿no olvidas algo?
¡Oh
si! Tienes razón. Y le dio un beso.
No
me refería a eso, sino a lo que te regale.
Ah,
gracias nuevamente. Eres un amor. Vete con cuidado y sueña conmigo.
Lo
haré puedes estar segura.
Bien
nos vemos.
A
la mañana siguiente Lena despertó temprano, quiero sorprender a Julia, ¿cómo
sorprenderla?, pensaba mientras se daba un baño. Cuando de pronto, ¡ya lo
tengo!. Salió del baño y se vistió, salió del cuarto y se acerco a su mamá.
¡Buenos
días mami!
¡Buenos
días hija!, ¿por qué te levantaste tan temprano?, tengo entendido que la sesión
es más tarde.
Lo
se, pero necesito ir a comprar unas cosas que necesito. Y no quiero hacer
esperar mucho a Julia. ¿Me llevas?
Lo
siento no puedo, que te parece si mejor te presto la camioneta, compras lo que
debes de comprar y pasas tú por Julia, ya me da pena que sólo ella venga por
ti.
Por
supuesto mami, ¡muchas gracias!. La besó y se fue.
Julia
por su parte estaba más dormida que despierta. No se imaginaba la sorpresa que
quería darle Lena. ¡Cielos!, ya es tarde y tengo que pasar por Lena, quiero que
vea que por ella cambió lo necesario. Incluso me haré puntual. En eso suena el
teléfono. Contesta su mamá.
Julia,
es para ti.
Mamá
me estoy bañando, ¡pásame el teléfono por fa!
Está
bien.
¡Hola
Julia!, soy Lena.
Ya
lo se como olvidar esa voz tan dulce que me vuelve loca.
Gracias,
sabes te hablo para pedirte que no pases por mi. Mi mamá me presto la camioneta
y pasaré por ti en 1 hora. ¿te parece bien?
Perfecto,
te espero.
Y
cierra ya la regadera, no debes desperdiciar el agua.
No,
porque ya me voy a terminar de bañar. ¿te gustaría tallarme la espalda?
Si pudiera lo haría. Ternina lo que hacías, en un rato
pasó por ti.
Bien, nos vemos.
Lena llegó a una joyería,
compró unos dijes con un corazón roto. En uno pidió que grabaran su nombre y en
el otro el de Julia. También compró las respectivas cadenas, ordenó que las
envolvieran para regalo, pago y salió de ahí. Se dirigió a casa de Julia, llegó
y tocó la puerta.
Hola, qué puntual.
Si, también lo soy. ¿Ya
estás lista?
Claro, ¿nos vamos?.
Subieron a la camioneta y
de dirigieron a la sesión. Llegaron temprano, no había nadie aun. En eso suena
el teléfono de Julia. Era Iván.
Volkova, sólo te hablo
para informarte que no habrá sesión. El fotógrafo aun no llega de viaje.
Llagará hasta mañana. Avísale a Katina. Las espero mañana temprano.
Muy bien.
¿Quién era?
Iván, sabes no habrá sesión
hoy hasta mañana.
Me parece perfecto. Que te
parece si mientras nuestros padres creen que estamos en la sesión, tú y yo
vamos a montar. Tengo mucho que no lo hago y quiero hacerlo.
Ya sabes que yo no se
montar, pero por esas lindas pequitas aprendo. Así que vamos.
Subieron a la camioneta y
se dirigieron a el club. Llegaron en unos cuantos minutos, entraron a el
y...