SI PRUEBAS UNA VEZ...

 

 

Autor: Alma

Clasificación: B

Categoría: Romance

Aclaración: No conozco a ninguna de las niñas y no pretendo dañar a nadie.

Correo: larusa77a@yahoo.com.mx

 

 

CAPITULO IV

 

 

Se dirigieron a su destino.

 

¿A dónde me llevas?

 

Ya verás, es una sorpresa.

 

¿Otra?

 

Sí. Mira ya llegamos.

 

Julia, esto es un parque de diversiones.

 

Así es, busquemos un estacionamiento.

 

Estuvieron dando vueltas y vueltas. Hasta que por fin encontraron un lugar donde estacionarse. Antes de bajar Julia le dijo a Lena.

 

Abre la cajuela, hay algo tuyo ahí.

 

Cómo, ¿olvide algo en tu casa? ¡que pena!

 

Puede ser, ábrela.

 

Está bien.

 

Cuando Lena abrió la cajuela se llevo una agradable sorpresa. En la cajuela estaba una rosa blanca con una nota que decía: ¡GRACIAS POR LLENAR DE TU EXISTENCIA MI VIDA!, ¡ TE AMO! JV

 

Lena besó a Julia y le dijo: ¿Cómo heces para sorprenderme tanto?. No tenía idea de que fueras tan detallista.

 

El amor hace milagros, no lo olvides. Y sonrió.

 

Ven entremos, vamos a divertirnos. Recuerda que hoy es nuestro último día de paz. Mañana tenemos sesión de fotos.

 

Tienes razón, ya lo había olvidado.

 

Bajaron del auto y se dirigieron a la entrada del parque. Pagaron la entrada y se dirigieron a los juegos.

 

¿A qué juego te quieres subir pecosita?

 

Pues a uno donde me asuste para que me puedas abrazar, flaquita.

 

Bien, entonces vamos a la montaña rusa, sólo para variar.

 

Sabes ya cambié de opinión. Creo que ahí me daría más miedo. Pero si me das muchos besos me subo.

 

Está bien te daré todos los besos que quieras. Pero vamos.

 

Subieron a la montaña rusa, abrocharon sus cinturones y arranco el juego mecánico. Ya una vez arriba Lena no paraba de gritar y de hacer gestos, mientras que Julia sólo se burlaba de las caras que hacia. El juego se detuvo y ambas bajaron.

 

Sabes miedosa, creo que no te ganaste nada. No paraste de gritar.

 

¡No es justo!, me subí sólo por los besos. Así que exijo que me los pagues.

  

Está bien no te enojes, sólo bromeaba. Se acerco a Lena y estaba a punto de besarla cuando se dio cuenta que muchas personas la miraban raro. Así que sólo la abrazo y le dijo:

 

No es para tanto, ya paso. ¿Estás bien?.

 

Lena con una cara de no entiendo respondió. Sí estoy bien, gracias. Vamos al sanitario creo que voy a vomitar.

 

Bien vamos.

 

Caminaron y entraron al sanitario.

 

¿Qué pasó?, ¿Por qué no me besaste?

 

Según se tu mamá te regaño por un chisme. ¿verdad?

 

Sí, ¿pero esto que tiene que ver?

 

La gente nos miró con extrañeza. Y ya sabes que aquí los chismes vuelan. Estoy tan contenta contigo, qué no me gustaría que por que nuestros padres se enteren esto termine. ¿Me entiendes?

 

Si, te entiendo perfectamente. Y nuevamente tienes razón. Sabes pero no creas que por esto se me olvida que me debes muchos besos y además me los tendrás que pagar con intereses.

 

Si, cuando  regresemos te los doy.

 

Pasaron toda la tarde encantadas de la vida, sonriendo y pensando en lo felices que serían. Comenzó a caer la noche y ya era hora de retirarse, ya que tendrían que descansar mucho, el día que les esperaba mañana indicaba ser muy pesado. Subieron a auto y  se dirigieron a sus respectivas casas. En el transcurso del camino Julia se dio cuenta que había un terreno baldío y en seguida dio vuelta.

 

¿Qué  haces?

 

Pues voy a llevarte ahí, para pagarte todos los besos que te debo.

 

Muy bien, vamos.

 

Estacionaron el coche y comenzaron a besarse. Sonreían y se besaban. Pasaron como 1 hora así, hasta que Lena observó su reloj y dijo:

 

¿Ya viste lo tarde que es?

 

Nuestros padres nos mataran. La verdad es que contigo se me pasa el tiempo volando. Vamonos.

 

Arranco el auto y llevó a Lena a su casa. Antes de que bajara le dijo:

 

¡Hey pecas!, ¿no olvidas algo?

 

¡Oh si! Tienes razón. Y le dio un beso.

 

No me refería a eso, sino a lo que te regale.

 

Ah, gracias nuevamente. Eres un amor. Vete con cuidado y sueña conmigo.

 

Lo haré puedes estar segura.

 

Bien nos vemos.

 

A la mañana siguiente Lena despertó temprano, quiero sorprender a Julia, ¿cómo sorprenderla?, pensaba mientras se daba un baño. Cuando de pronto, ¡ya lo tengo!. Salió del baño y se vistió, salió del cuarto y se acerco a su mamá.

 

¡Buenos días mami!

 

¡Buenos días hija!, ¿por qué te levantaste tan temprano?, tengo entendido que la sesión es más tarde.

Lo se, pero necesito ir a comprar unas cosas que necesito. Y no quiero hacer esperar mucho a Julia. ¿Me llevas?

 

Lo siento no puedo, que te parece si mejor te presto la camioneta, compras lo que debes de comprar y pasas tú por Julia, ya me da pena que sólo ella venga por ti.

 

Por supuesto mami, ¡muchas gracias!. La besó y se fue.

 

Julia por su parte estaba más dormida que despierta. No se imaginaba la sorpresa que quería darle Lena. ¡Cielos!, ya es tarde y tengo que pasar por Lena, quiero que vea que por ella cambió lo necesario. Incluso me haré puntual. En eso suena el teléfono. Contesta su mamá.

 

Julia, es para ti.

 

Mamá me estoy bañando, ¡pásame el teléfono por fa!

 

Está bien.

 

¡Hola Julia!, soy Lena.

 

Ya lo se como olvidar esa voz tan dulce que me vuelve loca.

 

Gracias, sabes te hablo para pedirte que no pases por mi. Mi mamá me presto la camioneta y pasaré por ti en 1 hora. ¿te parece bien?

 

Perfecto, te espero.

 

Y cierra ya la regadera, no debes desperdiciar el agua.

 

No, porque ya me voy a terminar de bañar. ¿te gustaría tallarme la espalda?

 

Si pudiera lo haría. Ternina lo que hacías, en un rato pasó por ti.

 

Bien, nos vemos.

 

Lena llegó a una joyería, compró unos dijes con un corazón roto. En uno pidió que grabaran su nombre y en el otro el de Julia. También compró las respectivas cadenas, ordenó que las envolvieran para regalo, pago y salió de ahí. Se dirigió a casa de Julia, llegó y tocó la puerta.

 

Hola, qué puntual.

Si, también lo soy. ¿Ya estás lista?

 

Claro, ¿nos vamos?.

 

Subieron a la camioneta y de dirigieron a la sesión. Llegaron temprano, no había nadie aun. En eso suena el teléfono de Julia. Era Iván.

 

Volkova, sólo te hablo para informarte que no habrá sesión. El fotógrafo aun no llega de viaje. Llagará hasta mañana. Avísale a Katina. Las espero mañana temprano.

 

Muy bien.

 

¿Quién era?

 

Iván, sabes no habrá sesión hoy hasta mañana.

 

Me parece perfecto. Que te parece si mientras nuestros padres creen que estamos en la sesión, tú y yo vamos a montar. Tengo mucho que no lo hago y quiero hacerlo.

 

Ya sabes que yo no se montar, pero por esas lindas pequitas aprendo. Así que vamos.

 

Subieron a la camioneta y se dirigieron a el club. Llegaron en unos cuantos minutos, entraron a el y...