Eddie Vablú

Esta historia es un poco complicada. Resulta que fue el primer beso de mi mamá y mi papá (bueno, eso si no contamos el que se dieron en el barco ese del pasado, pero ya os hablaré de ello en oto momento), pero mi papá no era mi papá. Era un señor con rabito que se había transformado en mi papá.

Empecemos por el principio. Ellos habían ido a investigar una cosa de unos niños que nacían con una cola atrás como los perros. Yo no entiendo por qué lo investigaban, porque si yo hubiera nacido con rabo, me gustaría que me lo dejaran. Me vendría muy bien tener algo con lo que agarrarme a los barrotes de la cuna la próxima vez que intente fugarme.

Así evitaríamos desagradables incidentes como el chichón de mi frente tras la huída frustrada de ayer. Pero eso no viene al caso.

El tema es que llegaron allí, y fueron a ver a una señora que tenía un hijo del tío ese del sable láser, pero que mi mamá dijo que era por haber visto muchas veces la película. Yo no entiendo como se pueden tener niños por ver películas. ¿Qué película verían mi padre y mi madre para tenerme a mí? Espero que fuera buena...

Pero ahora que lo pienso... Si los niños se hacen viendo películas... ¿Cada vez que veo la peli de Pokemon, estoy haciendo niños? ¿Y dónde están?

Se lo preguntaré a papá luego.

Luego fueron a ver a un gilipólogo o algo así. El que saca los bebés de las mamás, vamos. Y allí conocieron a Eddie Vablú. Mi papá le reconoció porque tenía una marca del rabito atrás. Qué tonto, cortarse el rabito.

Le metieron en la cárcel y todo eso, porque por lo visto Eddie había visto muchas películas con muchas señoras, y les había dado muchos niños. Y claro, los maridos de las señoras estaban cabreados con Eddie. Por lo visto, cuando te casas, no puedes ver películas con nadie más que con tu mujer. Vaya aburrimiento, yo no me voy a casar nunca. A mí me gusta ver películas con mi mamá.

Bueno, pues Eddie estaba en la cárcel. Y como era muy listo, se escapó.

Aquí es cuando, como siempre, mi mamá y mi papá me cuentan cada uno su historia. Mi madre cree que se escapó de verdad, pero mi padre dice que fue porque se transformó en un guardia y les engañó a todos. Yo no sé a quién creer, pero si además de tener rabo, pudiera transformarme en otra persona, molaría.

Mazo.

Se pusieron a buscar a Eddie, y fueron a la casa de su padre, el señor Vablú, que también había tenido rabito, y hablaron con él, pero ese no era el señor Vablú, sino Eddie, transformado en el señor Vablú.

Ya os he dicho que es todo un poco lioso.

Lo que sí encontraron fue el caláver del señor Vablú, y papá le rompió la colita, aunque eso mamá todavía no lo sabe. Algún día utilizaré esta información privilegiada en mi beneficio. ¿Me oyes, papá? ¡No más baños!

Bueno, pues al final mi padre encontró a Eddie, pero éste le dio un golpe y le encerró, y se convirtió en mi padre. Mi madre le notaba raro, o eso dice, pero no dijo nada y se fue a casa.

Mi padre, que no era mi padre sino Eddie, fue a visitar a mi madre con una botella de vino (que no sé como los adultos se pueden beber eso, porque donde esté un buen biberón...). Estuvieron hablando, porque mi madre se pensaba que Eddie era mi padre, y le contó muchas cosas que nunca se habían contado. Al final, Eddie intentó darle un beso a mi madre...

Pero entró mi padre, tirando la puerta abajo. Es muy macho, mi padre.

Eddie se volvió a convertir en Eddie, y mi madre puso cara de horror.

Luego, mi padre fue a hablar con el pobre Eddie cuando estaba en la cárcel, y dice que le llamó perdedor y que llevaba una gorra roja muy fea. Mi madre siempre le dice a mi padre que no es un perdedor.

Yo creo que el perdedor es Eddie por cortarse el rabito. Con lo que mola.

Mazo.