Autor: Samantha Kuonji
Cap. 1 Gotas de lluvia
Un nuevo día comienza alumbrando la ciudad de Japanes. Desde las primeras horas de la mañana la ciudad se llena por el bullicio de la gente que se dirige hacia su trabajo. Llenando el lugar de vida y alegría
En un conjunto residencial, una de las últimas casas del lugar, se escucha un enorme bullicio dentro de esta.
- ¡Otaru! ¡Ven conmigo por favor!
- ¡Otaru! ¡Mira este lugar para ir de viaje!
Dentro dos jóvenes se abrazan al chico Otaru quien no parece querer librarse de ellas. Una de cabello azul y otra de cabello rosado. Lima y Zarzamora.
Pero no a diferencia de todos los días hay una diferencia en esa conocida escena hay algo que falta y ese algo es Cereza
Mira algo triste desde la cocina donde prepara el desayuno sabe que Otaru se enojará si no lo termina a tiempo
En un día normal en un momento normal ella también estaría colgada del brazo de su querido Otaru pero no hoy no es un día normal ya nada es normal
Cereza tiene algo ella lo sabe algo que la diferencia de todas las demás marionetas algo que la hace especial un circuito virgen algo que le da vida sentimientos y personalidad un corazón
Pero también sabe que sus dos amigas compañeras también poseen uno al igual que las marionetas de Gartland eso les da fuerzas para amar a alguien ellas a Otaru las otras a Fausto
Pero a veces Cereza se pregunta lo que es en realidad el amor ella tan solo es una máquina ella tiene vida casi eterna ya que puede ser reparada fácilmente
Pero al final de todo es una fría máquina con cables y conexiones dentro de su cuerpo ella no es como Otaru ella no es como un ser humano no tiene sangre dentro de sus venas no tiene un corazón bombeando dentro de sí solo solo un robot eso la agobia
Y no solo eso a veces se pregunta al mirar así a sus amigas si realmente vale la pena si realmente son algo en el corazón de Otaru si él no las ve tan solo como marionetas sus marionetas
Con esos pensamientos rondando por su cabeza baja el rostro algo triste.
- ¿Cereza? ¿Qué te pasa?
La androide se sobresalta. Al voltear encuentra la mirada de Otaru sobre ella. Y Cereza sonríe al verlo.
- Nada mi señor Otaru, el desayuno ya está listo.
Todos los presentes se sientan a la mesa mientras que la marioneta de cabello morado sirve la comida.
Zarzamora mira a Otaru quien se atraganta con la comida.
- No deberías comer así Otaru, sabes que aún no encuentras trabajo y la comida no durará para siempre
El chico deja el plato vacío sobre la mesa y le dirige una sonrisa a la marioneta.
- ¡Ya lo sé! ¡Pero hoy pienso volver a buscar un trabajo!
Lima se lanza al cuello de Otaru mientras que sonríe alegremente.
- ¿Puedo ayudarte, Otaru? ¿Puedo? ¿Puedo?
Otaru sonríe mientras intenta quitarse amablemente a Lima de encima.
- Claro que sí, Lima
Zarzamora se inclina sobre la mesa hasta quedar frente a su amo.
- ¡Yo también quiero ayudarte, Otaru!
El chico sonríe nuevamente todos parecen felices pero el sonido de unos platos al ser levantados los hacen voltear sorprendidos Cereza se encuentra de espaldas mientras lleva los platos sucios a la cocina.
- Yo me quedaré hay mucho que arreglar aquí en la casa
Otaru la mira sorprendido.
- Cereza ¿segura que te sientes bien?
La marioneta voltea mientras le sonríe.
- Claro que me siento bien, mi señor Otaru no tienes porque preocuparte
Pero al volver a voltearse baja el rostro y queda cubierto por las sombras con un rastro de tristeza reflejado en el
La casa está vacía Otaru, Lima y Zarzamora salieron a buscar trabajo
Cereza aprieta la escoba en su mano mientras que con ella limpia todo el polvo que hay en la casa. Sus movimientos son lentos su mente vuela lejos
No sabe desde cuando se siente así no sabe desde cuando comenzó a cuestionarse tanto sobre su vida pero se siente mal y ella no sabe porque
Un sonido suena, llamándole la atención.
Es en la casa de a un lado, la casa de Hanagata. Como quien no quiere la gran cosa se inclina ligeramente sobre la pared que divide las dos viviendas sabe que la pared es lo suficientemente delgada como para permitirle escuchar lo que diga su molesto vecino.
Escucha algo pareciera que estuviera llorando ya que tiene su lamentable voz de cuando se queja
- No es justo simplemente no es justo ¿Cómo es que Otaru quiere más a esas estúpidas marionetas que a mí?
Cereza se sonríe un poco se imagina lo tonto que se debe ver Hanagata llorando por un hombre continua escuchando
- Otaru es un tonto no debería querer tanto a esas robots ¡Está en un error! ¡Sobre todo a esa molesta de Lima!
Se escucha el lamento seguido de el fuerte ruido de la puerta al cerrarse se fue
El rostro de Cereza se ve triste se derrumba en el suelo mientras que suelta la escoba
- ¿Estúpidas marionetas? ¿eso es lo que somos? ¿está mal que nuestro señor Otaru nos quiera?
Luego baja la cabeza aún más quiere llorar pero sabe que no debe hacerlo sabe que no vale la pena
- ¿Y en realidad es a Lima a la que más quiere?
Lágrimas corren por su rostro lentamente comienza a llorar
Se ve un bosque en las afueras de la ciudad un río que brilla con los últimos rayos emitidos por el sol una figura sentada frente al río sentada sobre la hierba que cubre el monte
De pronto otra figura llega por detrás.
- ¿Cereza?
La marioneta se voltea sus ojos se ven tristes pequeñas lágrimas asoman a ellos ve al hombre detrás de ella lo conoce bien
- ¿Maestro?
El hombre sonríe en realidad es el maestro de Otaru pero le dice así como muestra de respeto el hombre se para junto a ella suele dar esos paseos por el bosque
- ¿Qué haces aquí a estas horas, pequeña?
Cereza baja la cabeza, mientras que sus ojos se fijan en las aguas del río el sol está por caer
- Nada solo vine
El maestro mira al sol en el horizonte al voltear puede notar la tristeza en el rostro de la marioneta nunca pensó ver una marioneta así le costaba creer que existieran marionetas con sentimientos
- Pero ¿Qué haces sola? ¿Otaru sabe que estas aquí?
La joven niega con la cabeza.
- No no le dije que vendría
El maestro se sienta junto a ella
- Entonces debe de estar preocupado tal vez buscándote ¿no crees?
De nueva cuenta la marioneta vuelve a negar con la cabeza.
- No no soy como Lima además quiero estar sola
El hombre la mira fijamente a pesar de la apariencia de niña que tiene Cereza es una marioneta muy sensible tal vez más que sus amigas
- ¿Puedo preguntar por qué?
Cereza se cruza de manos sabe que no tiene frío pero busca reconfortarse
- ¿Qué es el amor, maestro?
El maestro sonríe una pequeña enamorada
- El amor es un dulce amargo es algo que te lleva al cielo al tiempo que te baja al infierno lo es todo y a la vez puede acabar siendo nada
Cereza no comprende las palabras de aquel hombre son contradictorias son tan confusas
- ¿Es malo llorar por amor?
El maestro niega con la cabeza apenas puede verse el sol en el ocaso
- Claro que no nunca es tonto llorar menos por amor
Cereza voltea su rostro lágrimas corren por el sus ojos se ven vidriosos
- ¿Es malo que una simple marioneta ame a un ser humano?
El maestro la mira algo serio algo triste
- Tu no eres una simple marioneta tu tienes un corazón y eres libre de usarlo cuando tu lo desees que no te importe el resto del mundo
Cereza traga saliva cada vez se siente peor cada vez toca alguna parte dentro de si que se rompe por sus pensamientos
- ¿Y que pasa cuando ese ser humano no corresponde a los sentimientos?
Baja el rostro de nuevo más lágrimas empiezan a correr más lágrimas que no puede reprimir comienza a llorar amargamente
El maestro le pone una mano en el hombro.
- No puedes obligar a alguien a que te quiera es algo triste
Cereza esconde su rostro entre sus manos escondiendo su rostro bañado en llanto.
- No sabe cuanto
El maestro se para. Levanta la vista a la luna que ondea en el firmamento teñido de estrellas.
- No llores pequeña Cereza cuando una puerta se cierra otra se abre siempre hay una oportunidad cerca de ti el caso es no dejar que las lágrimas te nublen la razón
Cereza levanta los ojos
- Pero yo estoy atada a mi señor Otaru
El hombre le sonríe y le pone una mano en la cabeza.
- Tú eres libre pequeña puedes ir a donde quieres ir soñar lo que quieras soñar no estas atada a nadie más que por ti misma
Luego le extiende la mano.
- Ya es muy noche es hora de regresar a casa
Ambos caminan por el bosque Cereza ha dejado de llorar ahora solo mira el camino, volteando a veces de reojo hacia el hombre junto a ella.
- ¿Por qué me dijo todo eso?
El maestro la mira algo confundido.
- Te sentías mal solo quería hacerte ver lo que yo siento estabas confundida solo quise ayudar
Cereza baja el rostro.
- ¿Usted no me ve solo como una marioneta?
El hombres sonríe.
- Claro que no cualquier persona con sentimientos es especial
Cereza sonríe tiernamente al escuchar esas palabras, el maestro vuelve a preguntar.
- ¿Quién dijo que eras solo una marioneta?
La marioneta vuelve a poner el rostro un poco triste.
- Hanagata dijo que éramos una estúpidas marionetas y que no merecíamos el cariño de Otaru
El maestro le pone una mano en el hombro mientras sonríe.
- Hanagata es un tonto, no debes hacerle caso y Otaru tiene derecho a darle cariño a quien sea
Cereza suspira mientras mira la luna se ve triste
- Pero Otaru quiere más a Lima ¿verdad?
El maestro baja el rostro también.
- Yo no conozco los sentimientos de Otaru pero no tienes porque amargarte por eso estoy seguro de que él también te quiere
Cereza vuelve a bajar el rostro.
- No comprendo
El maestro vuelve a mirar las estrellas.
- No hay nada que comprender las respuestas debes buscarlas tu sola
Las dos figuras se encuentran frente a la casa de Otaru. El maestro mira a la marioneta.
- ¿No piensas entrar?
Cereza mira algo melancólica la puerta.
- Yo
Pero en ese momento callan escuchan los ruidos desde dentro
- Ya Otaru, no te preocupes, ella volverá
Es la voz de Zarzamora no parece muy preocupada luego se escucha a Otaru parece alterado
- ¡Pero no está en la ciudad! ¡¿Dónde se pudo haber metido?! Ella nunca sale sola
Unos momentos de silencio Otaru vuelve a hablar
- ¡Desde la mañana actuaba raro! ¡Debí darme cuenta! ¡Debí insistir!
Otra voz, algo preocupada, pero calmando al chico.
- Tranquilo Otaru no fue tu culpa
Era Lima Cereza no sabía si sentirse bien o darse la vuelta y salir corriendo cuando el maestro abrió la puerta por ella
Otaru estaba en el suelo se veía mal Zarzamora de un lado de la habitación leyendo mientras que Lima intentaba calmar a Otaru los tres miraron a los dos visitantes
- ¡¡Cereza!!
Otaru salta al tiempo que abraza a la marioneta en la puerta. Cereza no reacciona ante esto, tan solo se sonroja un poco Otaru se separa y la toma por los hombros
- ¡Que bueno que estás bien! ¡Estaba muy preocupado!
Luego voltea la vista hacia su maestro.
- Maestro ¿Usted que
El hombre sonríe ante el desconcierto de Otaru.
- Encontré a esta jovencita en el bosque pensé que sería mejor traerla de vuelta
Otaru regresa la vista a su marioneta.
- ¿Qué pasó Cereza?
La joven baja el rostro un poco apenada.
- Lo siento mi señor Otaru fui a caminar un rato al bosque y me perdí
Un momento de silencio pero luego Otaru vuelve a sonreír mientras que la abraza nuevamente.
Lima se levanta mientras que mira alegre a su amiga.
- ¡Qué bien que regresaste Cereza!
Zarzamora también se levanta y se coloca junto a ellos.
- Ya nos tenías preocupados, pequeña
Mientras que Otaru la abraza fuertemente.
- Es bueno tenerte en casa
Cereza cierra los ojos mientras que responde el abrazo a pesar de fingir una sonrisa sabe que no esta contenta ni siquiera por ese gesto de cariño solo un pensamiento flota por su mente...
No lo creo Otaru no lo creo
Notas de autor.
Otro fic de Saber Marionnette J (el primero casi no cuenta porque fue corto)...pensé que no volvería a escribir de esta serie, porque no le encuentro el gran tema...pero son vacaciones y mi tiempo de ocio es ver Evangelion y esta serie...asi que he aprendido un poco más...y bueno, pensé que no podía vivir felices estando las tres enamoradas del mismo personaje (bueno, cuatro contando Hanagata ^_^)
Espero que no sea molesto escribir de una serie no muy conocida...pero ni modos...
Para cualquier comentario, reclamo, felicitación o para avisarme de cualquier error mío, favor de escribir a: anime_demon@hotmail.com