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Anime » Inuyasha » Buscando un final feliz text size: (+) : (-)
Author: mysao
G - Spanish - Romance/Action/Adventure - Reviews: 24 - Published: 05-20-04 - Updated: 07-23-04 id:1871027

CAP.1

LA ALUMNA, LA DOCTORA Y LOS HERMANOS

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 - ¡Estoy atrasada, estoy atrasada!- decía una muchacha mientras corría lo más rápido que le permitían sus dos piernas- ¿¡Por qué siempre me olvido darle su desayuno a Kirara?!

Sango nuevamente había perdido el autobús y lo único que podía hacer para ir a su trabajo, era ir corriendo. Claro que eso llamaba la atención de la gente, ya que no todos los días se ve a una hermosa joven corriendo por las calles.

 - ¡Maldito semáforo, tenías que ponerte en rojo justo ahora!- gritaba impaciente ella- ¿por qu  siempre me haces lo mismo...?- lloriqueó- ¡Por fin cambio!

Rápidamente cruzó la calle y entró al edificio.

 - ¡Llegué!- celebró Sango

 - Justo a tiempo- comentó la secretaria- para ser una doctora no actúas como tal, ¿Sabes?

 - No me molestes- pidió la muchacha- dime, llegó la muchacha que está haciendo la practica?

 - Si, te está esperando en la habitación de doctores- contestó la mujer- yo que tu me apuraría

 - Gracias- dijo Sango caminado hacia el pasillo- "qué emoción es la primera vez que tengo que supervisar a una estudiante de medicina!"

Se detuvo frente de una puerta, suspiró y entró. Ahí encontró a una muchacha de casi su misma edad, que estaba de espaldas a ella metiendo un bolso en un casillero.

 - Hola, tú debes ser la alumna en práctica para ser doctora- saludó Sango

 - Y usted debe ser la que me evaluará- contestó la muchacha volteándose y dedicándole a Sango tal vez su mejor sonrisa- mucho gusto, mi nombre es Ayame y durante tres semanas seré su asistente.

Sango miró detenidamente a la joven, tenía un largo cabello rojizo y una figura esbelta. Pero lo más llamativo en ella eran probablemente sus ojos verdes.

 - Mi nombre es Sango- se presentó ella- y soy la doctora encargada de la zona de emergencias del hospital Funbary, durante mi turno...

 - De 8 a.m. a 3 p.m.- la interrumpió Ayame- es un placer ser la asistente de la doctora más joven de todo Tokio

 - vamos no digas eso- dijo algo sonrojada mientras abría su casillero y sacaba de él un delantal blanco

 - Pero si es cierto- comentó ella- a los 20 años ya había sacado su titulo de medicina y la los 22 ya era una de las doctoras más reconocidas del país

 - Vamos, acaso sabes toda mi biografía?

 - No pero sé toda su trayectoria laboral- contestó animadamente Ayame

 - Mejor dejemos de hablar de mí, y vayamos a revisar a los pacientes- pidió algo cohibida Sango.

 - claro- asintió ella

....

 - Bueno para comenzar Ayame- comenzó a hablar Sango- lo primero que debes saber cuando trabajas en una sala de emergencias, es que nunca debes estar relajada ni mucho menos distraída, ya que en cualquier momento podría llegar un paciente.

Ayame escuchaba atentamente mientras Sango hablaba con un tono de voz profesional.

 - Otro detalle importante es que nunca debes ser intimidada por un paciente, tú eres la autoridad aquí- continuó ella- y por supuesto debes tener claro que nunca terminaras de conocer o enterarte de cosas extrañas e insólitas cuando trabajas en un lugar como este...

 - Disculpe?...- consultó algo extrañada Ayame

 - Por ejemplo, tal vez si vamos ahora mismo a la recepción nos encontraremos con la quinta maravilla del mundo- suspiró Sango algo molesta con solo recordarlo

Ayame no pudo comprender tal reacción por parte de la doctora

 - Pero miren quien acaba de llegar- comento un joven muy bien vestido y sumamente guapo, que estaba coqueteando con una enfermera- hola Sanguito...

 - Colita... no te había reconocido... - contestó algo molesta Sango- y a que se debe tu honorable presencia aqu

 - lo mismo que siempre- contestó él- como sabes un hospital es el mejor lugar del mundo para conseguir clientes y lindas chicas- respondió él dedicándole una sonrisa galante a ella

 - Pero es una lastima que esas no sean las verdaderas funciones de un hospital- dijo con un tono irónico Sango- así te pediré que te marches Colita...

 - Pero quien es esa bella muchacha- preguntó ignorando a Sango (haciendo que realmente se molestara)- mucho gusto mi nombre es Miroku y es un honor conocer a una chica tan linda como t

Ayame se sorprendió al ver como ese perfecto desconocido se le presentaba de esa forma tan galante.

 - Abogados que buscan clientes en la sala de emergencia- le comento Sango a la pelirroja- la quinta maravilla del mundo y si me permites decírtelo la más desagradable

 - Qué dura- dijo Miroku volteándose para ver el rostro algo molesto de la doctora- no me digas que estás celosa Sanguito

 - No me hagas reír Colita- dijo Sango- yo celosa por ti...

 - Parece que hoy no hay mucha clientela... – comentó él cambiado de tema rápidamente

 - Pacientes, y eso es bueno- lo interrumpió moleta Sango

 - No para mí querida- suspiró el abogado- cómo sea, ¿Podría invitarte a salir luego que salgas?

 - Por supuesto que puedes- dijo sonriente ella- pero yo no aceptaría

 - Entonces será hasta la próxima Sanguito

 - Espero que no haya próxima Colita...

El abogado rió levemente por ese comentario, luego se dio media vuelta y salió del edificio.

 - Qué fue eso?- preguntó algo extrañada Ayame

 - Miroku- suspiró la doctora- un abogado como te dije; a veces ellos vienen aquí para buscar cliente... principalmente demandantes.

 - ¿Y por qué lo llama Colita?- consultó la estudiante

 - Por el peinado que tiene, ¿No te diste cuenta?- diciendo eso volvió al trabajo- Vamos Ayame

 - Sí.

 - Shippou-Chan, ¿podrías venir a ayudarme?- preguntó la muchacha de no más de unos 23 años que intentaba abrir una puerta mientras cargaba miles de carpetas que tenía en sus manos

 - Señorita Kagome, me debió llamar antes- dijo un chico de unos 15 años que la ayudó enseguida

 - No quería molestarte- respondió ella- además solo quería que me abrieras la puerta

 - Por algo soy su asistente señorita- comentó Shippou

 - Dime, Miroku no ha vuelto?- consultó sentándose detrás de un escritorio mientras que Shippou dejaba las carpetas en él

 - No, aun sigue en el hospital

 - Desde que le presente a mi amiga Sango a intentado invitarla a salir- suspiró Kagome- pero el muy tonto siempre da la excusa que va todos los días al hospital a buscar clientes

 - La señorita Sango siempre le dice que no- recordó Shippou

 - Sí, pero mi jefe nunca se da por vencido... de acuerdo que tenemos para hoy

 - Tiene que revisar el expediente de la empresa Señorita- dijo el muchacho

 - Vaya esto de ser una firma de abogados de una empresa es realmente agotador!- suspiró Kagome tomando una de las miles de carpetas de su escritorio

 - que harás ahora Sango- consultó Ayame a su profesora

 - Iré a ver a una amiga y almorzaremos juntas- contestó ella- ¿Y Tú?

 - Visitaré a mi amiga Rin- dijo Ayame- ella tiene una pastelería en el centro, la heredó de su madre (descanse en Paz), pero no le ha ido muy bien

 - Cocina mal?- preguntó algo extrañada Sango

 - ¡No! Para nada, es que ella casi nunca tiene abierta la tienda- suspiró Ayame- a Rin no le gusta estar encerrada en un lugar por mucho tiempo.

 - Vaya, y por que no se dedica a ser pedidos- consultó la doctora mientras se sacaba el delantal

 - Porque no quiere cerrar el negocio de su madre

 - Tu amigas tiene problemas- dijo Sango- bueno, ¡hasta mañana!

 - Adiós- se despidió ella

Ayame salió del hospital y se dirigió hacia el centro de la ciudad. Decidió ir caminando ya que algo de ejercicio no le haría nada mal y la pastelería de su amiga no quedaba tan lejos.

 - "espero que Rin tenga abierto"- pensó ella. Y para su suerte la tienda si estaba abierta

 - Ayame!- la recibió animadamente una chica de uno 20 años. Era bastante linda en todos los conceptos de la palabra ya que a simple vista uno podía comprender que era una muchacha encantadora. Además tenía un hermoso cabello azabache liso y unos ojos vivaces.

 - Rin- la reconoció ella- veo que por fin tienes abierta la tienda- celebró la pelirroja

 - Sólo te estaba esperando a ti- contestó la chica

 - ¿Cuándo vas a aprender que si quieres ganar dinero debes vender?- consultó Ayame

 - Pero sabes que no me gusta estar encerrada

 - Pero si no te gusta contrata a alguien amiga...

 - ¿Con qué dinero amiga?

 - ¡Con el que ganarías si vendieras algo!- contestó algo desesperada Ayame- Vamos Rin has un esfuerzo!!

 - Desde mañana empiezo- prometió ella

 - No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy

 - Lo dejo para mañana porque ahora tengo que llevar a mi mejor amiga a almorzar- contestó Rin

 - De acuerdo será para mañana- se convenció Ayame ayudando a su amiga a cerrar la tienda

 - Y dime, ¿cómo te fue hoy con la famosa doctora Sango?

 - Esa mujer es mi heroína- contestó la pelirroja

 - Y, ¿conociste a un guapo doctor para presentármelo?- preguntó entusiasmada Rin

 - Par tu información, voy haya a estudiar y aprender, no a ver doctores guapos- dijo seria- pero conocí a un guapo abogado...

 - Cuéntamelo todo...!!

 - No te hagas esperanzas- suspiró Ayame- está loco por Sango

 - A que mala suerte- suspiró triste

 - Vamos además debe tener como 25 años está muy mayor para ti- rió la pelirroja

 - Para mí la edad es lo de menos- contestó Rin- recuerda que yo no soy como t

 - A qué te refieres- preguntó algo recelosa Ayame

 - vamos, tú eres todo caso Ayame- contestó Rin- creo que has salido con casi todos los hombres de Japón, y nunca te has enamorado. Cualquiera pensaría que eres una cualquiera

 - No me insultes- pidió Ayame- tal vez es cierto eso que he salido con casi todos los hombres de Japón, pero NO ME HE ACOSTADO con ninguno de ellos.

 - Eso espero... - murmuró Rin

 - Oye te escuché- dijo ofendida- mejor cambiemos el tema de conversación

- Hola Shippou- saludó una muchacha de cabello castaño al muchachito que se sonrojó al verla- ¿Se encuentra Kagome?

 - Sí señorita- contestó él- la llamaré ahora, espéreme un momento

Diciendo eso el chico se paró y se dirigió a una oficina que decía KAGOME HIGURASHI. La joven dio una mirada a toda la habitación, sin duda era elegante y amplia. Se notaba que eran una de las más prestigiosas firmas de todo el país.

 - Pero si es Sanguito- la llamó una voz masculina

 - Colita- lo reconoció Sango- se me olvida que tu trabajas aqu

 - Corrección querida, yo soy el jefe aquí- dijo creídamente Miroku

 - Aun no sé como la pobre de Kagome te soporta- comentó ella

 - Y yo no sé como ella te soporta a ti- respondió él

 - Y yo no sé como los soporto a lo dos- comentó Kagome que acababa de salir de su oficina- Vamos Sango no quiero que comiencen la tercera guerra mundial

 - Muy graciosa- comento Sango- nos vemos Shippou

 - Señoritas- se despidió respetuosamente él

 - Colita- dijo fríamente como despedida Sango

 - Sanguito- contestó formalmente Miroku- Kagome, que no se olvide que mañana debemos ir a la junta de la compañía

 - Sí- contestó ella- hasta mañana

....

 - Qué junta?- consultó Sango cuando ambas se encontraban ya afuera del edificio

 - Como sabes nuestra firma se hizo famosa luego de ser contratada para la exclusiva empresa "Shikon no Tama"- le explicó Kagome

 - ¿La empresa de ese viejo millonario?- recordó la doctora

 - Era- corrigió Kagome- hace 2 años murió. Pero la dejó para sus hijos

 - Pero si ese hombre solo tenía un solo hijo...

 - Sí, un hijo con su mujer. Pero él tuvo otra relación, un romance, así tuvo otro hijo- dijo la abogada- y ese segundo hijo es el mejor amigo de Miroku...

 - ¿¡Cómo!?- dijo sorprendida Sango

 - A mí también me costo creerle- recordó algo divertida Kagome- pero, lo importante fue que por gran parte a eso ahora él es el abogado de la compañía...

 - ¿Tú conoces al amigo de Miroku?

 - A decir verdad sólo he visto al hijo mayor, Sesshoumaru; pero no conozco al menor, Inuyasha- comentó ella

 - Última pregunta- dijo Sango- y esos dos se llevan bien?

 - ¿Sesshoumaru e Inuyasha? Por lo que me a contado Miroku si su padre no hubiese escrito que le dejaba la compañía a los dos 50 y 50%; tal vez el mayor se hubiese quedado con todo...

 - Entonces la respuesta es no- interpretó Sango Un muchacho de unos 24 años estaba frente a una imponente puerta, por la expresión de su rostro parecía que le costaba encontrar el valor para abrirla. Sus hermosos ojos dorados mostraban una mirada llena de odio y rencor, se notaba que no quería entrar a la elegante oficina que se encontraba detrás de esa puerta.

A él aun le costaba comprender como fue que llegó ahí, nunca pidió ser uno de los hombres más ricos del país, pero gracias a su "padre" se transformó en uno; desde pequeño sabía que su existencia en este mundo había sido un error, a decir verdad no le molestaba las desagradables cosas que la gente susurraba a sus espaldas ni las miradas llenas de odio de la familia de su "padre", ya que la presencia de su madre le era suficiente para soportar todo ese sufrimiento; pero cuando ella falleció su mundo calló ante él. Tuvo que ir a vivir con su "padre" al cual había visto dos o una vez en toda su vida, y además debió soportar a su hermanastro el cual era 4 años mayor que él y simplemente lo detestaba. Para un niño de tan sólo cuatro años le era imposible comprender como alguien que jamás ha visto antes en su vida lo podía odiar tanto.

Además se encontraba la esposa de su "padre" la cual sólo lo veía como el estorbo que arruinó la felicidad de su familia, la unidad de su familia, sus planes sobre su familia...

Pero este desafortunado niño tuvo la suerte de conocer a un chico de su misma edad que se transformó en su primer y único amigo, el nombre de él era Miroku; seguramente lograba soportar todo eso gracias a su apoyo. Pero cuando la esposa de su padre murió las cosas empeoraron, el pequeño era invisible a los ojos de todos ya que su hermanastro ahora era el único punto de atención, al pequeño no le importaba, pero nadie se atrevía a castigar a su hermanastro aunque lo golpeara o hiciera sufrir.

Cuando por fin cumplió los 18 años se fue lo más lejos que pudo de esa casa, intentando dejar atrás todo ese sufrimiento y comenzar una nueva vida.

Pero al parecer el destino no quería que él fuera feliz, ya que a los 22 años se vio obligado a volver a su vida anterior cuando su padre falleció, no lloró ni sintió pena cuando supo la noticia, pero tuvo que ir al funeral de ese hombre en representación a de su difunta madre, ya que a pesar de todo lo que la pobre sufrió por culpa de ese detestable hombre nunca fue capaz de dejarlo de amar.

Él nunca logró comprender ese sentimiento en su querida madre, no podía comprender como ella aún amaba a un hombre que la engañó, mintió y la dejó sola y embarazada.

Cuando el testamento de ese hombre se leyó, sorpresa la suya al enterarse que se quedó con la mitad de la empresa y del dinero también. Obviamente él dijo que no le interesaba en lo más mínimo todo eso pero, al parecer su "padre" ya lo había previsto, ya que al fin del testamento decía que si uno de los dos (Ya que su hermanastro tenía la otra mitad de los bienes) se negaba a recibir su parte de la herencia, toda la compañía sería vendida y todos los miles de empleados que trabajaban en ella sería despedidos.

....

Por eso ahora él se encontraba ahí, hace ya dos años tuvo que volver a esa miserable vida. Sabía que si renunciaba a ella, miles de personas inocentes quedarían sin nada, estaba atado a ese lugar...

Por fin se decidió y abrió las puertas que estaban frente a él.

 - ¿Me llamaste?- dijo fríamente él al joven que estaba detrás de un imponente escritorio.

 - Por fin llegaste Inuyasha...

 - Que quieres Sesshoumaru- preguntó impaciente él

 - Como sabes mañana vendrá Miroku con su nueva socia a informarnos de la situación legal y económica de la empresa- dijo él joven que estaba sentado en el escritorio, el cual no debía tener más de 28 años- espero que no se te haya olvidado

Sesshoumaru tenía, al igual que su hermanastro, unos ojos dorados pero su cabello era igual al de su padre, plateado, el cual no lo hacia ver más viejo ni más joven. Mostraba una mirada fría y calculadora, que intimidaba a cualquiera.

 - No se me ha olvidado- contestó Inuyasha- ¿eso es todo?

 - No- respondió él- quiero que conozcas al nuevo vicepresidente de la empresa

 - Y que le pasó al otro?

 - Lo despedí por inepto- dijo Sesshoumaru fríamente

 - Sin consultármelo- comentó algo enojado

 - No sabía que comenzaste a preocuparte por tu trabajo- contestó- como sea, puedes entrar...

En ese momento entró un joven de la misma edad de Inuyasha, tenía el cabello negro y los ojos de un color azul.

 - .... Kouga- dijo Sesshoumaru- estoy seguro que hará un mejor trabajo y además tal vez llegue a ser socio

 - Señor- saludó Kouga- Inuyasha...

 - Kouga...- lo reconoció Inuyasha- no puedo creer que este idiota sea el nuevo vicepresidente

 - ¿Se conocen?- preguntó extrañado Sesshoumaru

 - Así es señor, ya tuve el desagrado de conocer a su hermanastro- respondió con una mueca de asco Kouga- pero eso no importa

 - Pueden retirarse- ordenó él

Tanto Inuyasha como Kouga se retiraron de la oficina.

 - Ahora respóndeme Kouga, ¿qué mierda haces aquí?- preguntó molesto Inuyasha

 - Tu hermano me contrató... - respondió el OjiAzul

 - Nunca te atrevas a decir que ese desgraciado es mi hermano- lo interrumpió Inuyasha sujetando a Kouga por el cuello de su camisa y mostrándole una mirada peligrosa, llena de odio y rencor.

 - Como quieras- respondió él algo asustado por la reacción del otro

Inuyasha lo soltó y se fue lo más rápido que pudo a su oficina.

- "Cuanto tiempo más podré aguantar todo esto"- pensó él mientras cerraba de un portazo en su oficina - La comida estuvo deliciosa- comentó ffeliz Ayame mientras salía de un restaurante con su amiga Rin

 - Y como coqueteaste con el mesero, el almuerzo nos salió gratis- dijo Rin

 - Solo utilice mis encantos- respondió la pelirroja- no me odies por ser tan linda o

 - ¿Querrás decir creída?- dijo Rin mirando a su amiga

 - no me molestes

 - ¿Qué quieres hacer ahora?- consultó Rin

 - Lo que yo voy a hacer es ir a mi casa a estudiar- contestó Ayame- y lo que tú vas a hacer es ir a tu tienda a vender

 - No quiero- se quejó como una niña pequeña Rin

 - Nos vemos- se despidió Ayame dejando sola a su amiga - Dime Sango- dijo Kagome mientras pagaaba el almuerzo- ¿Te gusta Miroku?

 - ¿¡¿¡¿¡¿¡¿QUÉ DEMONIOS DIJISTE?!?!?!?!- gritó horrorizada la doctora

 - Vamos no tienes que ponerte tan dramática- dijo algo asustada por la reacción de su amiga

 - Cómo se te ocurre decir una cosa tan tonta!- decían aun indignada Sango mientras ambas salían del elegante restauran

 - Es que siempre andan discutiendo, además siempre va a visitarte al hospital- respondió Kagome- y por supuesto él es muy guapo, galante, listo... ¿dije que es guapo?

 - Eso no lo niego... - comentó Sango algo sonrojada-... pero es un maldito mujeriego

 - Eso no lo niego- suspiró la abogada- es que me di cuenta que hace años que no salimos con nadie

 - ¿Años? Creo que son décadas- comentó Sango- pero míranos: tú eres abogada y además socia de la firma más exitosa del país y yo una reconocida doctora. Kagome todo tiene un precio...

 - Te pareces a mi mamá cuando hablas así- río Kagome algo melancólica

 - Como sea- suspiró Sango- ese tema de conversación no me agrada

 - Pero dentro de poco tendremos 30 años, ¡¡yo no quiero ser una de esas solteronas que buscan desesperadas un esposo!!!!!!!!!

 - Kagome... ni siquiera cumplimos los 25- dijo algo asombrada por la reacción de su amiga

 - Eso es verdad- asintió la abogada- tal vez exageré un poquito -U

 - La gente te quedó mirando...

 - Ya sabes que a veces digo tonteras sin darme cuenta

 - Ya es muy tarde- comentó Sango mirando su reloj- tengo que ir a ver a Kirara, ¡Nos vemos Kagome!

 - Cuídate- se despidió su amiga- ok. Ahora tengo que ir a preparar la presentación de mañana - ¿Me llamaste?- consultó una hermosa mmujer que acababa de entrar a una oscura y tétrica oficina

 - Sí- contestó un hombre de unos 30 años o más- necesito que me hagas un favor querida

 - depende, que voy a recibir a cambio?- respondió coquetamente la mujer acercándose a donde estaba él

 - Mi eterno agradecimiento y un cheque con una generosa suma- contestó él tomándola por la cintura

 - Naraku, tu siempre me logras convencer- sonrió ella besándolo- y dime que quieres?

 - Quiero que mates a alguien...

 - Sólo eso?- comentó algo aburrida

 - No, porque tienes que inculpar a otra persona del asesinato...

 - Eso lo hace más divertido- celebró la mujer juguetonamente

 - Eso no es todo- comentó él- quiero que hagas que ese pobre infeliz que asesinaras se enamore de ti, para que cuando lo mates sufra

 - Me encantan tus trampas

 - Lo sé- dijo Naraku volviéndola a besar

 - y dime que te hicieron esos dos- preguntó mientras permitía que él acariciara su espalda

 - No quisieron venderme la empresa de su padre- contestó él- ya que ese maldito no se los permiti

 - No sería más fácil matar a ese hombre?

 - Ya lo maté- contestó Naraku- pero ese desgraciado sospechaba algo e hizo un testamento

 - Astucia, algo raro en tus enemigos

 - Pero seguramente sus hijos no son tan listos como su padre ya que nunca supieron que este fue asesinado

 - Que tontos- rió ella- dime ¿cómo se llama el tonto que tengo que seducir?

 - Inuyasha- contestó Naraku- y el nombre del cretino que culparas es Sesshoumaru

 -¿Nos vemos en mi apartamento?

 - Como siempre- sonrió- No me falles Kykio

 - No te preocupes lo haré- respondió la mujer separándose de él - Me pregunto cuales son los planes de ese desagraciado de Naraku- dijo Sesshoumaru mientras miraba hacia fuera del gran ventanal de su oficina

 - Según a nuestros contactos nada, pero... - respondió Kouga- nada es seguro cuando se trata de Naraku

 - Kouga- dijo Sesshoumaru tomando asiento- espero que aproveches bien el nuevo disfraz que tienes, como vicepresidente de la empresa podrás tener acceso a más información

 - Sí señor- asintió el joven

 - También espero que no tengas ningún problema con ese estúpido de Inuyasha- pidió severamente

 - No señor- respondió Kouga- nunca mezclo mi trabajo con mis problemas

 - Te puedes retirar- dijo Sesshoumaru volviéndose a sentar en su escritorio

Kouga asintió, pero antes de abrir la puerta para retirarse se detuvo.

 - Disculpe mi curiosidad señor, pero- dijo Kouga volteándose para mirar a su jefe- me pregunto por qué Naraku está tan decidido en destruir todo lo relacionado con su padre...

 - Por ese desgraciado no le gusta la competencia y menos la gente que se opone a sus planes- contestó Sesshoumaru- no le interesa el costo de nada con tal de llevar a cabo sus ambiciones. Por eso cuando alguien se niega a cooperar con él, muere

 - Entiendo señor- dijo el muchacho algo sorprendido por la frialdad en la voz de ese hombre

 - Por eso mismo tengo que tener mucho cuidado con ese bastardo... no quiero terminar como mi padre

Kouga abrió sus ojos llenos de sorpresa al escuchar esas palabras

 - ¿Alguna otra pregunta?- dijo sacándolo de su asombro

 - No señor- contestó él- me retiro.

Y esta vez salió de la oficina. Sesshoumaru suspiró y cerró sus ojos en cuanto se encontró solo nuevamente en su oficina. El solo hecho de recordar a ese desgraciado de Naraku le producía nauseas y enojo. Volvió a abrir sus ojos y fijó su fría mirada en un cajón en su escritorio. Con su mano derecha lo abrió y sacó de él una caja pequeña.

 - "Dime padre"- pensó él mirando el interior de la caja donde se encontraba una joya de un color rosa pálido- "¿De verdad valió la pena que murieras por esta maldita perla?" Ayame estaba afuera de su departamento, como siempre no podía encontrar la llave para abrir la puerta.

 - ¿Por qué siempre me pasa lo mismo?- se quejó ella mientras buscaba la condenada llave en su bolso- ¡¡Por fin te encontré desgraciada!!

 - Ya volvió señorita Ayame- la saludó una señora mayor, mientras ella estaba abriendo la puerta de su departamento

 - Señora Kaede- la saludó algo asustada- "¿de dónde salió esta momia?" Sabe que me asusta cuando aparece así...

 - Disculpa querida- dijo ella- espero que no se te olvide que mañana me tienes que pagar la renta...

 - ¡Pero cómo cree eso!, me duele que piense así de mí- dijo dramáticamente- "Siempre se me olvida..."

 - A propósito, ¿Cómo le fue en su primer día de práctica?

 - Ja, ja, ¿Cómo se enteró?

 - Su amiguita Rin me comentó algo.

 - "Está momia me está asustando", ya veo... me fue muy bien, gracias por preguntar, si me disculpa, creo que mi teléfono está sonando...

Ayame entró lo más rápido que pudo.

 - Esa mujer me asusta cada día más- suspiró ella- tengo que largarme lo más rápido que pueda de aquí... ¡Pero este es el único lugar lo suficientemente barato que hay en todo Tokio! Como odio ser tan pobre ToT

Una abatida Ayame caminó casi arrastrando sus pies hacia su habitación y se dejó caer sobre su cama.

 - "Como extraño a mi abuelo"- pensó- "hace tiempo que no lo veo, pero ahora tengo que concentrarme en pasar ese maldito examen"

Como Ayame fue criada por su abuelo, no le interesaba mucho saber de sus padres ya que ellos nunca representaron un apoyo para ella en su infancia. Se podría decir que todo lo que había logrado era gracias al apoyo de su abuelo, a él le debía todo. Por esa razón en cuanto comenzara a ganar dinero, tenía como meta devolverle ese favor.

Pero el panorama que tenía ahora no la animaba mucho; estaba viviendo en un edificio de malas pulgas y la dueña parecía ser una vieja muy extraña... Si no fuera por su beca y a que se volvió a encontrar con su querida amiga Rin tal vez no podría continuar.

Rin era un gran apoyo, siempre lo había sido. A cualquier persona le sorprendería saber que una chica tan alegre como Rin tenía un pasado tan oscuro y triste como el de ella. Pero eso no alteraba para nada su personalidad, ya que su optimismo era admirable.

 - será mejor que me deje de quejar y me ponga a estudiar- suspiró animadamente Ayame levantándose y dirigiéndose al viejo escritorio que le obsequió su querido abuelo - ¡Kirara!- dijo Sango en cuanto entró a su departamento- ¡llegué!

Una gatita dorada con líneas doradas corrió a su encuentro

 - Kirara, ¿me extrañaste?- la saludó Sango tomándola en brazos- vamos te daré de comer

Luego de llenarle a su gata un plato de leche, se dirigió al living y se sentó en un cómodo sof

 - Estoy muy cansada- suspiró la doctora- creo que Kagome tiene razón nos estamos haciendo viejas...

 - miau...- responde simplemente la gatita que salta a su regazo

 - gracias por tu apoyo- suspiró Sango mientras le acariciaba su cabecita

Sango estaba agotada, y su cuerpo le suplicaba un merecido descanso. Así que lentamente cerró sus ojos y se durmió..

....

 - "¿Dónde estoy?"- se preguntó así misma una niñita de unos once años- "esto parece un cementerio"

En efecto, se encontraba en un cementerio. No muy lejos de ahí había un grupo de personas, la pequeña por curiosidad se acercó para ver lo que sucedía

 - "¡Sango!"- gritó una mujer conocida por ella- "¡Mi pequeña, que fuerte eres, no te preocupes, llora si lo deseas!"

 - "¿Y por qué quieres que llore mamá?"- preguntó la niña al reconocer a la mujer que ahora la abrazaba

 - "¡Todos sabemos que eres una niña fuerte, no es necesario que aguantes el llanto!"- comentó su madre que en ese mismo momento comenzaba a llorar, al igual que todas las personas que estaban a su alrededor

 - "Aun no te comprendo"- respondió extrañada la niña- "no entiendo, ¿por qué quieres que llore?"

 - "Sé que amabas mucho a tu hermano, tal vez más que nadie en el mundo, ¡pero ahora ya no lo verás más!"

 - "¿Algo le sucedió a mi hermano?, ¿¡qué le pasó a Kohaku?!"

 - "Por qué no se lo preguntas t- dijo lentamente su madre, pero ahora era un esqueleto que aun usaba las ropas de su madre

La niña la miró asustada y se alejó lo más que pudo de ella. Pero todos los que estaban ahí tenían rostros esqueléticos y lloraban sangre

 - "¡PREGÚNTASELO TÚ!"- decían todos ellos acercándose a ella- "¡PREGÚNTASELO TÚ!"

La niña retrocedía horrorizada, pero chocó con algo, rápidamente se dio vuelta y se encontró con un niño que estaba de pie y miraba el suelo

 - "¿Kohaku?"- dijo algo confundida

 - "¿Por qué no me ayudaste hermana?"- pregunto el niño levantando su cabeza, la cual tenía una herida que sangraba- "¡Por qué no me ayudaste hermana!"

....

 - ¡Kohaku!- gritó despertándose de golpe Sango, haciendo que la gata de dormía en su regazo se fuera

Sango estaba bañada en sudor y lloraba.

 - Kohaku...- volvió a decir ella ahora más calmada- "parece que volví a soñar contigo hermanito"

Continuará..

 -.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.- ESTE ES MI SEGUNDO FINC EN INUYASHA, ESPERO QUE EL CAPITULO LES HALLA GUSTADO Y OJALA ME MANDEN REVIEWS, TENGO QUE DEJAR CLARO QUE ME DEMORO UNA ETERNIDAD EN SUBIR LOS CAPs, LO SIENTO PERO ME CUESTA INSPIRARME AVECES, COMO SEA GRACIAS POR LEER ESTA ESTUPIDES...

Se despide

Mysao