Mi cuerpo estalla como bomba atómica,
                                         Mis gritos se tragan mi lengua,
                                         Mi vagina está seca.
                                        
 Alfileres clavados en mi pecho,
                                         Mi consciente se halla en putrefacción,
                                         Mis manos se duermen ante la impotencia 
                                         De masacrar cuerpos inertes,
                                         Puñaladas contenidas por lo aprendido.
                                         
Miedo de desangrarme en el piso de la cocina, 
                                         Llenarla de olor fétido
                                         Y ensuciar su bella posición.
                                         
Migraña paranoica desenfrenada,
                                         Pudieran proseguir sueños prohibidos,
                                         Dulce castigo divino...
                                         
Lo repugnante es
                                         El no mayugar los insectos que beben de mi...
                                         mi dolorosa sangre,
                                         Mi único error...