Actualización de la violencia nuestra de cada
partido
SEGUNDA SEMANA AGOSTO 97
Procesamiento de la info: Marcelo MASSARINO
¿Y San Cayetano de quién
será hincha? ¿De Platense, a lo que tiene la sotana
marrón?
Un barrabrava es de cuna
Sabaleros y Tatengues, a palo
limpio
El Chapero canta la justa
Colón-Unión
MIE 06/08/97
CLASICO SANTAFESINO
Un saldo de 21 heridos y 23 detenidos arrojaron los
sucesos de violencia ocurridos durante el clásico
santafesino entre Colón y Unión. Veinte fueron
derivados
al Hospital José María Cullen, en tanto, el restante fue
un joven de 17 años, Cristian Verón, quien recibió
una herida de arma
blanca en una pierna, mientras que Manuel Irrazábal, de 20
años y vecino del Barrio La Ranita, fue víctima de dos
heridas
punzantes también en los miembros inferiores y fue
atendido en primera instancia en primera instancia
en una unidad móvil.
Un ómnibus de la línea 5 fue apedreado y sufrió la
ruta de vidrios y otro de la línea 7 fue tomado por
asalto y allí fue herido Irrazábal. En otro
episodio bravos de Unión que festejaban el empate se
dieron a la fuga tras disparar en tres oportunidades un arma de fuego, un
calibre 32, que fue abandonado en la calle cuando se percataron de la
presencia de efectivos policiales.
Casi un millar [nótese] de efectivos fueron contratados,
a un
valor de 25.000 pesos de total, para controlar a 20.000 simpatizantes.
(LA NACION Y CRONICA)
La crónica que envió el enviado especial de Clarín
(publicada el JUE 07/08/97) señala que hubo intercambio de
piedrazos de una
tribuna a la otra durante aproximadamente media hora.
Cuando empezaron a ceder los piedrazos, los jugadores de Unión
se acercaron entonces adonde estaba su hinchada para pedirle calma. Los
bravos se negaban a bajar del alambrado. Algunos de los 900
policías [nótese] que conformaron el operativo se
acercaron también a ese sector, se pararon delante -y de frente- a los
hinchas, con sus perros, y se estacionaron ahí para que
la situación no se agrave. Los bomberos arrojaron
agua pero no cedieron. La solución pareció hallarse
con un nuevo pedido de los jugadores de Unión -encabezados por
el arquero Juan Carlos Maciel- para que los hinchas bajaran del
alambre.
Según Crónica del JUE 07/08/97, cuando se jugaban
12
minutos del segundo tiempo del partido de la reserva, varios hinchas de
Unión apostados en la tribuna visitante y trepados al alambrado
comenzaron romper el tejido. El boquete abierto, de dos metros de
diámetro, permitió que algunos amenazaran con saltar al
campo. El árbitro del encuentro premilinar, Alejandro Toia,
suspendió el partido, con el resultado en cero.
Sin embargo, luego de que las autoridades pertinentes observasen de cerca
el inconveniente y con el
visto bueno del comisario Fernando Ferraro, se decidió que el
partido de la primera podía jugarse. Igualmente, a lo largo de casi 40
metros, varios
efectivos policiales formaron un cordón, desde el campo
de juego, para prevenir que algún hincha saltara al terreno.
Al finalizar el partido, varios hinchas de Colón, que salieron
20 minutos después que los de Unión, intentaron ir en
búsqueda de éstos, pero fueron reprimidos por la policía
a 50 metros de la cancha.
08/08/97
RESULTA QUE ADEMAS DE VIRGEN, DE LA ACADEMIA...
Un semanario que pone en circulación la editorial Sarmiento,
propietaria del diario Crónica, publica en la tapa
de la edición nro. 1.004 una nota titulada Exclusivo. En Perú
se agarró a
trompadas. El cura que es barrabrava de Racing. En las páginas 8, 9
y 10 el diácono de la parroquia Inmaculada Concepción, de
Belgrano, cuenta su historia y asegura que "la Virgen de
Luján es de Racing
porque tiene la camiseta celeste y blanca bien calzada", mientras
posa con la casaca de la Academia y aparece junto a El Tano, uno
de los jefes de la barrabrava. "Se conocen desde hace años. Son
amigos", pretende tranquilizar el epígrafe.
Aquí va parte de la entrevista a Juan Gabriel Arias, "el
sacerdote que integra la hinchada de Racing y en Perú se
agarró a trompadas con los simpatizantes del Sporting
Cristal".
-¿No creés que las barras están relacionadas con la
violencia, y la Iglesia se opone terminantemente a
todo eso?
-Yo creo que la actitud de la Iglesia, como la actitud de
Jesús con respecto de la violencia, no puede ser condenatoria.
Yo soy un hincha más, y desde adentro se pueden hacer muchas cosas. Por
lo general, muchos de ellos jamás se acercarían a una parroquia,
y si no fuera porque yo estoy con ellos, nunca verían a un cura. Yo con
la barra hablo, soy
amigo de ellos y me llevo bien. Hay que tratar de
ayudar de otra manera, desde un buen trato se pueden
lograr muchas cosas.
-Entonces, no hay oposición desde adentro.
-Hoy estuve con monseñor Gregorio hablando de esto
y hay muy buena onda. El, de hecho, me dio permiso para ir a
Perú. No hay problemas, él a veces me regala rosarios
para que les lleva a los de la barra.
(...)
-En Perú sí hubo violencia.
-Yo estuve ahí; fue todo muy injusto. Los medios
dijeron cualquier cosa y acusaron a la hinchada de
Racing de que fue violenta... y lo único que hicimos
fue defendernos. Era todo tan terrible: el clima
hostil que había, las cosas que nos tiraban, se nos
venía la gente encima y la policía era cómplice. Nos
vinieron a agarrar a trompadas, imaginate, éramos
350 contra 40 mil. Ahí, si querés, hubo violencia...
pero en ese caso me parece que fue en legítima defensa. Si no
reaccionábamos, nos mataban. Y más,
enardecidos como estaban los peruanos, venían con
palos, botellas, de todo. ¿Te das cuenta?, es todo
muy relativo.
-Pero entonces te tocó estar en el medio de una
pelea entre hinchadas.
-Yo no hice nada (sonríe), estoy desde hace mucho
tiempo con la barra y nunca estuve en una situación
así.
-Pero, ¿sos consciente de que ellos sí pelean?
-Bueno, sí, es probable. Yo no puedo decir cosas que
no sé. No puedo saber cuál va a pelear y cual no. En
la cancha está todo bien, adentro nunca pasó nada.
-¿Y afuera? Cuando salen, ¿vos te separás de
ellos?
-Muchas veces me voy con los que llevan las banderas. Nos vamos a comer y
esas cosas. Por lo general
me encuentro con ellos directamente allá, y cuando
me voy no pasa nada. Cuando se habla de violencia, yo
doy algunos datos, como por ejemplo, que al cuadro
que más hinchas le mataron es a Racing. De hecho, el
primero en la historia del fútbol es de Racing, y el
último también. Yo, entre nosotros, no conozco a
nadie que haya matado a alguien.
-Entonces, ¿es compatible la religión con el
fútbol?
-Sí, pero es difícil de decir. Yo hago como una
especie de comparación entre Racing y Jesús, que
vino, murió y resucitó para volver a morir por todos nosotros.
Con la historia de Racing pasó lo mismo,
resucitó cuando llegó a primera y ahora andamos en
la cuerda floja, pero igual seguimos para adelante.
La Virgen de Luján es de Racing, porque tiene la
celeste y blanca calzada. Todo cierra perfectamente,
aunque también es un poco el delirio mío, ¿no? (...) La
propia barra de Racing, esta barra es muy distinta a todas las
demás. En
Racing es casi imposible
que te roben o que tengas una mala experiencia mientras estás mirando
el
partido. Por lo general hay
muy buena onda en la cancha. Van muchas mujeres y
chicos, y eso es difícil que se dé en otras canchas.
El aire es distinto, va más allá del resultado. (...)
Hay canciones que yo no canto. Por ejemplo, la que
dice que "vamos a matar a un bostero", ésa no me
parece bien. En realidad, en eso hay mucho de folclore..., lo dicen par
amedrentar pero después no pasa nada. Yo soy bastante pasional y a
veces se me
escapan algunos cantitos en contra de las otras hinchadas. Pero no es
porque me guste la violencia ni nada parecido.
(...)
-Ahora, en octubre, te ordenás como sacerdote, ¿cómo lo
vas a festejar?
-Ahí van a venir varios de la hinchada de Racing. Van a venir con
los trapos, los bombos..., ya lo están preparando desde ahora. Pero la
premisa que les di yo es que adentro de la iglesia no se hace nada
porque me compromete a mí. Después, afuera de la iglesia,
que hagan lo que quieran. Ese día va a ser una fiesta. De
Racing, por supuesto.
N. de la R.: que Racing sea la
hinchada con mayor cantidad de bajas, aparte de ser un grueso y grosero
error, es una futblización de la muerte. Boca Juniors va
lejos al tope, no sólo por los 71 de la Puerta 12, sino
también en las muertes de a una. Revisar el listado completo de víctimas
fatales. Volver con el BACK del navegador.
MIE 06/08/97
PADRES BARRABRAVAS
Los padres de los chicos de Banfield arremetieron a
piedrazos contra el árbitro del partido que jugaron
el DOM 03/08/97 en la categoría 84 ante Argentinos
Juniors cuando iban 22 del ST con el resultado 1-1. El juez del encuentro
Diego Michelini suspendió el partido cuando un proyectil
le pasó a centímetros de su cabeza y la de un chico.
Ante la falta de garantías, Michelini resolvió suspender
el partido de la categoría 84 y las otras dos restantes, 85 y
86.(CRONICA)
01/08/97
PELEA CANALLA
Un informe en el quincenario policial, firmado por Osvaldo Aguirre,
titulado Puja de poder en la barra brava
de Rosario Central. Crímenes canallas, se refiere a
disputa por la jefatura de la dividida hinchada del club
rosarino. Los párrafos más salientes son los siguientes:
* El motivo formal de la última trifulca fue el reparto de
entradas. Hubo cuatro heridos y una revancha al día
siguiente. "Cuando el equipo juega afuera, se les da plata
(a los líderes de la hinchada), y cuando lo hacemos de
local les entregamos entradas", explicó el presidente de
Central, el escribano Víctor Vesco.
El dirigente precisó que cada grupo recibe 200 boletos.
Algunas estimaciones hablan de un presupuesto anual de 250
mil dólares para satisfacer las presiones de esos grupos:
apenas 50 mil menos que lo destinado a las divisiones
inferiores.
El financiamiento tomó estado público el 16/10/97, cuando
Sergio Enriotti, de 37 años y jefe histórico
de una temible facción, fue muerto a balazos por su novia,
Graciela Noemí Strembel, de 18. Hasta de las palizas que
recibía diariamente, la chica tomó una pistola HI Power 9
milímetros y vació su cargador en la cabeza y el cuerpo
del hombre.
En poder del barrabrava se halló un cheque por 500 pesos,
firmado por el presidente de Central, el secretario de
actas, Oscar Mendoza, y el vocal titular Juan Carlos De
Felice. Se supone que el dinero estaba destinado a
solventar un viaje a Montevideo, donde ese día Central
jugaba un partido con el River Plate oriental.
La historia de Enriotti
La nota hace referencia a el prontuario del bravo canalla:
* Dos homicidios, entre ellos el de un policía; varios
robos calificados, denuncias por lesiones y privación
ilegítima de la libertad, e incontables peleas con las
barras enemigas en la tribuna popular que da al Club de
Regatas fueron los jalones de su carrera.
El presidente Vesco habló a su vez de "enormes
presiones"
y se quejó de la inacción policial. También
entregó al juez de instrucción Carlos Carbone los nombres
de los tres
caciques que sobreviven a Enriotti: Juan Carlos Bustos,
(a) El Chapero; Andrés Bracamonte, (a)
Pillín, y Daniel
Paz, (a) Dani.
"Después, en el careo ante el juez, Vesco se echó
atrás
con el Chapero y con Pillín, y mandó al frente a
Dani", dice un allegado a la barra brava.
Muertos
* El 31/12/96, Juan Domingo Pedernera, de
23 años, apareció con un balazo en la cabeza en un pasillo
de la villa miseria de Juan Manuel de Rosas y 24 de
Setiembre, también en la zona sur de Rosario... La
primera versión fue que se había eliminado en una ruleta
rusa.
"Estaba en una reunión con gente de su barra; todos dados
vuelta de alcohol y cocaína", asegura un hombre de la
Brigada de Homicidios rosarina.
"Lo mataron porque quiso abrirse", dice su hermana,
María
Alejandra.
La zona sur de Rosario fue también escenario de un
sangriento choque ente hinchas de Central a principios de
06/97. Sectores de una barra de Grandoli y Ayolas
libraron una pela con otro grupo de la villa miseria El
Tanque, que ganó cierta celebridad luego que la prensa
descubriera allí a personas que comían gatos. En una
derivación del enfrentamiento, Marín Andreotti (18)
mató
de una puñalada a Jorge Oscar Rodríguez. "La
discusión fue
por el lugar que cada grupo ocupaba en la cancha y por
dónde ponían las banderas", dijo un vocero de la
sección
Seguridad Personal, que detuvo al homicida.
Buenos modales
* Pese a sus antecedentes, Enriotti era considerado como
el interlocutor más civilizado por la dirigencia de
Central. "Era un profesional de guantes blancos en
relación con los otros", se lamentó el ex tesorero
Roberto
Muñoz. El grupo que lo seguía se dividió entre las
huestes
del Chapero y las de Andrés Bracamonte.
El Chapero goza de las preferencias de algunos dirigentes,
que lo suponen menos violento y ajeno a la droga.
Sin embargo el 05/07/97, cuando Hugo Barrionuevo, (a)
Hércules, de la banda de Pillín, se apoderó
de todas
las entradas del amistoso Central-Vélez, parece no
haber dudado en apelar a las armas.
El enfrentamiento se produjo en una zona poblada, durante
la mañana. Además, entre los heridos se contó un hermano
de Hércules que es Testigo de Jehová y en
consecuencia se
negó a recibir una transfusión de sangre, con cierto
riesgo de su vida.
"Los chicos se van a seguir matando, se van a eliminar
entre ellos", pronostica Marcelo Barberis, (a)
Vitamina, que
integró la barra brava canalla en la década del 70 [y
llegó a vicepresidente del club por la fracción Rosario
2000, que lidera, entre otros, el humorista y escritor Roberto
Fontanarrosa]. Otro allegado a los jefes de la hinchada asegura que
"el sector
del Chapero está en decadencia; Pillín se perfila
como el
nuevo jefe de la hinchada".
Vitamina
Marcelo Barberis integró la barra brava entre
1975 -año marcado por el retiro del bombista Tula- y 1987.
Después formó un movimiento político, Rosario Central
2.000, que en alianza con otros sectores ganó la presidencia del club
en 1992. Se retiró en medio del escándalo, después de un
nunca aclarado incendio de la
sede del club, el 05/02/94.
Barberis habla con cierta nostalgia de su tiempo de
barrabrava, cuando -según dice- no había divisiones en la
hinchada. "Yo tenía mi fanatismo, que era ir detrás del
arco, colgar una bandera y tocar el bombo; era guacho y me
gustaba hacer eso, ir a pelearme con la otra hinchada y
robarle la bandera. Pero yo no mataba, ni le robaba a la gente",
dice.
Según Vitamina, "dividir la hinchada fue una
quinta más
que abrió la comisión directiva: les dan un cheque por 500
pesos y después lo anotan con un cero más, como gasto en
relaciones públicas. Yo les dije a los boludos que están
ahora: (Vesco) los está usando, y cuando se le quemen las
manos los va a mandar en cana, lo que efectivamente pasó.
Los usa como me usaba a mí, para apretar a opositores y
ganar las asambleasn".
Los barrabravas tienen otras salidas laborales, como la de
ser custodios en actos justicialistas. Hay otros datos que
ilustran acerca de las aceitadas e históricas relaciones
entre el peronismo y la barra brava canalla, como en el
reciente lanzamiento del Movimiento Peronista Menemista,
bajo la conducción de un ex jefe de la hinchada, Marcelo
Schamún, (a) Lolo. (PISTAS)
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