Nº36// 3 de Octubre de 1998. Año II
Queridos lectores si queréis sugerir algo o ayudarme en la mejora
de estas páginas, os ruego paséis por el siguiente cuestionario y me
ayudéis a valorar determinados aspectos de estas páginas. Grácias.
SEGUNDA OPORTUNIDAD
Estimado Froggy,
Esta semana te escribo una historia, no se como terminará, ni cuantas cartas
ocupará, simplemente me limito a escribirla, veremos como sigue, hoy escribiré
lo que mi imaginación me dicte en un momento determinado. La llamaré:
SEGUNDA OPORTUNIDAD
Sam dormía tranquilamente en su dormitorio cuando el despertador marcaba
las ocho de la mañana, tiempo suficiente para asearse y dirigirse al
colegio en el que daba clase desde hacía exactamente un año, poco a poco
se había ido encariñando con esos alumnos crueles en un principio, pero
adorables con el paso de los días. Había ido descubriendo el interior de
aquellos niños.
A las nueve menos cuarto puso rumbo al colegio, se dirigió al coche que
aparcado frente a su casa permanecía constantemente fiel a su dueño, un
renault 5 de más de diez años, carrocería picada por el paso del tiempo,
apaños en las esquinas, era lo que su pequeña paga de profesor le podía
permitir. Una vida hasta el momento caracterizada por la falta de lujo y
en espera de que la diosa fortuna venga y le abrace entre sus brazos.
En el pasillo del colegio se dirigía al aula 13 donde sus pupilos se encontraban.
A través de la ventana que daba al largo corredor podía ver en el interior
a los 20 alumnos que formaban su cuadriga, papeles volaban en el interior
del aula, brazos en movimientos agitados demostraban que los niños se
encontraban sobre-excitados como consecuencia de su temprana edad, esto es
doce años de media. Una vez en el interior, el silencio predominaba como
habitualmente era constumbre, el único ruido era el de las mesas, el paso
de las páginas, el roze de la tiza en la pizarra,... los alumnos ajenos
a la entrada del profesor seguían en sus movimientos de manos comunicándose
unos a otros. Sam hizo destellar la luz del aula para así llamar la
atención de sus estudiantes, una vez captada, comenzó a comunicarse con
los gestos propios de los sordo mudos y así impartir su clase de Historia.
Las dos de la tarde marcaba el final de la jornada, Sam se dirigía al exterior tras
haber llevado a sus alumnos a la entrada donde las madres esperaban a sus
hijos, tras intercambiar unas palabras con ellas sobre el estado de sus
hijos, se dirigió al coche aparcado en el parking del colegio.
Por la avenida principal iba absorto en sus pensamientos, un autoanálisis
de como había transcurrido el día, un semáforo en rojo le obligó a frenar
sacándole de sus pensamientos. Con mirada perdida veía como las personas pasaban por
delante del coche por el paso de peatones. El rojo dio paso al verde y acto
seguido el viejo vehículo se puso a andar, doblando la esquina un balón de
futbol cruzó como un relámpago por el morrro del coche y tras ello lo
inevitable, un niño corriendo tras ella, de repente lo tenía en frente,
el cuenta kilómetros marcaba 50, sin espacio para esquivarlo dio un
volantaso a la derecha, acto instintivo que llevó al viejo coche a un muro
a la vez que el maletero del coche se movía a la izquierda dando así unas
vueltas en forma de trompo, golpeando al niño que paralizado de terror
permanecía en el centro de la calle y mandándolo a oltro extremo. Sam en
su interior veía como el muro se aproximada cada vez más, una eternidad
parecía que había transcurrido, sin embargo en décimas de segundos todo
terminó. El coche incrustado contra el muro echando humo indicaba que el
motor había quedado destruido, la cabeza de Sam reposaba sobre el bolante
con una brecha que manaba sobre su frente, tras ello el silencio.
Continuará.....
¿Que sucederá no lo sé aún?, quieres ayudarme, escribe más abajo y entre todos
construyamos esta historia.
SIEMPRE CON FROGGY...
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