Nš76 //22 de Enero del 2000. Año IV

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de estas páginas, os ruego paséis por el siguiente cuestionario y me
ayudéis a valorar determinados aspectos de estas páginas. Grácias.
ALUBIAS
(Anónimo)
Estimado Froggy,
Había una vez un hombre que tenia una loca pasión por las alubias
pintas ;las amaba, aun cuando siempre le producían situaciones embarazosas debido a
estruendosas reacciones intestinales.
Un día conoció a una chica de la que se enamoró. Cuando ya era una
realidad que se casarían, él se dijo a sí mismo: Ella es tan dulce y tan gentil, que
nunca aguantaría algo como esto. Así que el tipo hizo el sacrificio supremo; y abandonó
para siempre las alubias pintas.
La pareja se casó y, algunos meses después, un día él tuvo un accidente
de coche mientras iba de casa al trabajo y llamó a su esposa: Cariño, llegaré
tarde; tendré que caminar muchos kilómetros hasta llegar a casa.
De camino, se detuvo en una cafetería y no pudo resistir la tentación...
Pidió tres platazos de alubias pintas. Se pasó todo el camino a casa
ventoseando cual motoretta tirando gases y al llegar a casa creyó estar lo suficientemente
seguro de que había expulsado hasta el último gas intestinal.
Su esposa estaba muy contenta por su llegada y agitada al verlo,
exclamó:
Mi amor, esta noche tengo una increíble sorpresa para cenar... Para su
sorpresa, ella le vendó los ojos en la entrada de la casa y lo acompañó hasta la
silla del comedor, donde lo sentó. Justo cuando ella le iba a quitar la venda
de la cara, sonó el teléfono.
Ella dijo: No te quites el vendaje de la cara hasta que vuelva de hablar
por teléfono, por favor, cariño. Tomando en cuenta la oportunidad de su inasistencia, y
sintiendo inesperadamente una repentina e inaguantable presión intestinal, apoyó
todo su peso sobre una de sus piernas y dejó escapar un pedo. No fue lo
suficientemente ruidoso, pero tan oloroso que sólo lo soportaría el autor del mismo.
Sacó del bolsillo un pañuelo y empezó a moverlo vigorosamente para ventilar la
habitación.
Todo volvió a la normalidad pero de pronto sintió ganas de tirarse
otro, por lo que volvió a apoyar el peso de su cuerpo sobre una pierna y
lo dejó escapar.A diferencia del anterior, este podía ser el ganador de un gran
premio.
Desesperadamente, movió el pañuelo para mover el aire y ventilar más.
Con un oído atento a la conversación telefónica, le vinieron ganas de
tirarse uno más, y se lo tiró. La cosa se puso difícil. Siguió desesperadamente,
y con los ojos vendados, moviendo el pañuelo para hacer un poco de aire. Hasta
que oyó que su esposa colgaba el teléfono,lo que indicaba el fin de su
libertad.
Colocó su pañuelo en su pierna y cruzó las manos encima, con una sonrisa
de oreja a oreja, lo que sin duda alguna es la mejor imagen de una persona
inocente.
Disculpándose por haber estado tanto tiempo al teléfono, su esposa le
preguntó si se había movido el vendaje y había visto algo.
El le aseguró que no había visto nada y ella quita la venda de sus ojos y
allí estaba la sorpresa: Doce invitados a cenar, sentados alrededor de la
mesa para su fiesta de cumpleaños, sorpresa...
SIEMPRE CON FROGGY...
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