Miguel
Ángel Asturias (1899-1974), autor, diplomático y premio
Nobel guatemalteco, Nació el El 19 de octubre de 1899
en Guatemala.
Sus
primeros estudios los realizó en Salamá y Ciudad de
Guatemala. En 1918 ingresa a la Facultad de Medicina, deja la
pintura y se dedica a las letras, posteriormente abandona
Medicina e ingresa a la Facultad de Ciencias Jurídicas y
Sociales en universidades de su país y Antropología en la
Sorbona de París, ciudad en la que recibió la influencia del
poeta surrealista francés André Breton. A los 39 años se
casa con Clemencia Amado, en 1942 fue elegido diputado en su
país y, a partir de 1946, fue embajador en México, Argentina
y El Salvador, hasta que, en 1954, se exilió de Guatemala.
Posteriormente, fue embajador en Francia, entre 1966 y 1970.
Sus poemas y novelas, de contenido fuertemente
antiimperialista, En 1946 se decide a publicar El señor
Presidente en Costa-Amic, en 1962 recibe el premio de la
William Faulkner Foundation a la mejor novela latinoamericana
por El señor Presidente y cinco años después el 19 de
octubre de 1967 se le otorga el premio Nobel de Literatura,
recibe en 1966 el Premio Lenin de la Paz. La muerte le
sobrevino, tras una penosa enfermedad, el 9 de junio de 1974,
cuando se encontraba en Madrid (España).
En
su obra, al igual que en la del escritor cubano Alejo
Carpentier, el mito se hace presente, pero a diferencia del
cubano, organiza sus novelas en torno a los mitos
precolombinos. Su primera obra Leyendas de Guatemala
(1930) es una colección de cuentos y leyendas mayas (véase
Mitología maya). La novela que le ha dado fama internacional
es El señor Presidente (1946) en la que traza el
retrato de un dictador de una manera caricaturesca y esperpéntica
pero siguiendo una estructura regida por la lucha entre las
fuerzas de la luz (el Bien, el pueblo) y las fuerzas de las
tinieblas (el Mal, el dictador) según los mitos
latinoamericanos. Es también un libro de protesta militante:
la descripción de un régimen dictatorial en términos de
terror, maldad y muerte. En las cuatro cadenas de episodios
que integran la trama predominan el miedo y la crueldad. Este
tema mítico vuelve a aparecer en Hombres de maíz
(1949) aunque ahora la luz está representada por los indígenas
y las tinieblas por los hombres de maíz, los colonizadores
que llegan a explotar las tierras de los campesinos en
beneficio propio. En esta obra, Asturias logra hermanar
armoniosamente lo mítico-maravilloso con la dura realidad de
la vida indígena.
Después
escribió novelas y relatos entre las que destaca la trilogía
formada por Viento fuerte (1950), El Papa verde
(1954) y Los ojos de los enterrados (1960). Otras
novelas son Mulata de tal (1963), Malandrón
(1969) y Viernes de Dolores (1972). Su producción
teatral es poco conocida y trata más o menos los mismos
temas, como Chantaje o Dique seco ambas de 1964.
Su novela Viento fuerte fue citada en el discurso de
entrega del Premio Nobel, que le fue concedido por "sus
coloridos escritos profundamente arraigados en la
individualidad nacional y en las tradiciones indígenas de América".
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