Índice

Costumbres de los famas

Agregar a Favoritos.

Sucedió que un fama bailaba tregua y bailaba catala delante de un almacén lleno de cronopios y esperanzas. Las más irritadas eran las esperanzas porque buscan siempre que los famas no bailen tregua ni catala sino espera, que es el baile que conocen los cronopios y las esperanzas.

Los famas se sitúan a propósito delante de los almacenes, y esta vez el fama bailaba tregua y bailaba catala para molestar a las esperanzas. Una de las esperanzas dejó en el suelo su pez de flauta -pues las esperanzas, como el Rey del Mar están siempre asistidas de peces de flauta- y salió a imprecar al fama, diciéndole así:

-Fama, no bailes tregua ni catala delante de este almacén.

El fama seguía bailando y se reía.

La esperanza llamó a otras esperanzas, y los cronopios formaron corro para ver lo que pasaría.

-Fama -dijeron las esperanzas-. No bailes tregua ni catala delante de este almacén.
Pero el fama bailaba y se reía, para menoscabar a las esperanzas.

Entonces las esperanzas se arrojaron sobre el fama y lo lastimaron. Lo dejaron caído al lado de un palenque, y el fama se quejaba, envuelto en su sangre y su tristeza.

Los cronopios vinieron furtivamente, esos objetos verdes y húmedos.

Rodearon al fama y lo compadecían diciéndole así:

-Cronopio cronopio cronopio.

Y el fama comprendía, y su soledad era menos amarga.

Julio Cortázar

Cuento Anterior

Índice

Siguiente Cuento

Quieres que te envie un E-mail cada vez que actualice ésta página?

Críticas ó Sugerencias