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Génesis IV.1-17

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Me acuerdo cuando nació mi hermanito.
Fue todavía en el Paraíso. Por lo menos en mi paraíso. Paraíso de niño, sin responsabilidades y sin problemas.
Lo llamaban Vani¹. Y verdad, llegó a ser engreído y vanidoso.
Mi madre me llamó Consio², porque dijo, que conmigo consiguió amistarse de nuevo con mi padre. Mis padres nunca me querían contar lo que pasó antes que yo naciera. Para mí, mi nombre y el pasado eran un misterio.
Desde que supo caminar, Vani estaba corriendo detrás de mí. Copiaba todo lo que yo hacía. A veces me fastidiaba, porque no me dejaba en paz. Desde chiquito era muy soberbio. No le gustaba ensuciarse. Se jactaba que lo querían más a él… y cosas por el estilo.
Siempre me interesé por todas las plantas. Cavaba la tierra, planté semillas. Me acuerdo del placer que me ocasionó, el ver como brotaban y crecían.
Tuvimos todos los animales imaginables como compañeros.
Yo tenía un animalito que lo quería más que otros. Era una ofidio con bellos movimientos ondulantes. Se deslizaba por la tierra. Me bisbiseó cosas placenteras al oído, en parte no las entendía. Hoy día sé, que me habló de cosas tentadoras. Mi madre me contó que antes tenía unas bellas patitas. Pero no me aclaró lo de "antes".
Mi hermanito se amistó con todos los seres vivientes pero sobre todo con las ovejas.
Era muy tranquilo, un soñador, con la cabeza en las nubes. Todo lo contrario a mí.
Más que todos los animales y las plantas alrededor de nosotros, amábamos y nos comunicamos con ÉL.
Pero, el encantado tiempo del paraíso se terminó. ¿Habrá sido por la culpa de mis padres? ¿O porque salimos de la inocente infancia?
Nunca lo supe. Lo único que sé, que de repente me di cuenta que mi padre trabajaba duramente, y mi madre se lamentó de cualquier cosa.
Era natural que yo ayudara a mi padre con la labranza. No me quejé, al contrario. Me gustó. No me importaba el sudor de mi frente, ni mis manos ásperas.
Yo era fuerte y emprendedor.
Inventé herramientas para trabajar la tierra con más comodidad. Siempre alguna hacha, trinche o azada estaba a mi alcance.
Y como era natural para mi ser labrador de la tierra, para Vani era natural ser pastor de ovejas.
Un día me vino la idea de hacer una ofrenda del fruto de la tierra para ÉL.
¿Y que hizo Vani? Escogió los primogénitos más gordos de su rebaño e hizo una ofrenda también. No había necesidad que él me copiara, siendo yo el mayor, ¡Era suficiente con mi ofrenda!
Por su puesto el aroma de la carne tierna era más placentera, que el quemado de mis frutos de la tierra.
Me puse colérico.
Escuche la voz de ÉL, "No te enfades", me dijo, "levanta tu espíritu, si hicieses bien, ¿No te estarías ensalzando? Pero si obras mal, pecas como una fiera hambrienta que acecha. No dejes que tu irritación abra tu corazón a pasiones malvadas, como envidia, ira y violencia."
Así que traté de tranquilizarme y me acerqué a Vani en el campo y hable con él.
Pero Vani siguió con lo suyo y me dijo: "Claro que mi ofrenda era mejor. Yo escogí de lo mejor de lo mejor, mientras tu, ofreciste cualquier fruto. Mira tus manos, están sucios. ¡Mira los míos! Y tu ropa llena de tierra. "Compárala con la mía."
Lo peor fue, que me dijo "Siempre estas encorajinado. ¿No puedes estar como yo, siempre apacible y sosegado? Si sólo quisieras, podrías conquistar tus infames pensamientos."
Esto ya era el colmo.
Mi furia era ciega e incontenible.
Lo derribé. "Aprenderás a no ser tan jactancioso", le grité. Cuando mi ira se esfumó, lo vi tendido en el campo.
Y otra vez escuché la voz de ÉL.
Y al preguntarme dónde estaba Vani, le dije que: ¿Acaso soy el guardián de mi hermano?
¡Pero Él me acusó de haber matado a mi hermano!
"¡Que hiciste! ¿No oyes las voces? Son las gotas salpicadas de sangre de tu hermano, que gritan hacia mí," escuché, "rociadas sobre la tierra de los hombres. Y no solamente la sangre de Vani, sino de todos sus descendientes, ya que no podría haber más.
Y he aquí tu maldición.
El suelo, que tenía que beber la sangre de tu hermano, ya no te dará sus frutos, y será infecunda. Y tu serás un vagabundo, y errante en esta tierra."
Le repliqué: " Mi castigo es demasiado grande. Me acusas de haber dado muerte a mi hermano. No sabía de La Muerte, ¿cómo iba a saber?
¿Y ahora tengo que errar por la tierra? ¿No la podré labrar más? No solamente que me destierras, sino que no me dejarás más verte. (¡Porque a ÉL lo amaba!) Y ahora cualquiera que me vea me matará."
Él me habló de nuevo y me prometió que no me matarían hasta la séptima generación.
Lo que no entendí muy bien.
Me puso un signo en la frente, así que nadie me podía asesinar.
Tenía que alejarme de SU presencia.
Finalmente llegué a Nod, la ciudad de los refugiados.
No pude labrar más la tierra. ¿Que me quedaba? ¿Mis habilidades? ¿Mis fuerzas y capacidades espirituales?
Conocí a mi mujer y tuvimos a Henoch...
Con mi hijo Henoch comenzó de nuevo mi futuro.
Ya no como labrador de tierras, sino como constructor de ciudades.
En el campo había cultivado la tierra. En las ciudades podía cultivar al hombre, las artes y la industria...
Y Henoch tuvo a Irad y Irad tuvo a Mehujael y Mejual tuvo a Methusael, y Methusael tuvo a Lamech hasta que se cumplieron las siete generaciones.

  Eva Lewitus 
elewitus@telematic.com.pe  


¹Vani:  En Hebreo es Hebel (Abel) y Hebel entre otras cosas significa Vanidad. Regresar al Texto
²Consio: En Hebreo es Cain. Esto es mas difícil. Eva, madre de Cain dijo: Conseguí el hombre, por Dios. Los comentaristas derivan de esta oración, que habiendo un alejamiento entre Eva y Adán, por la perdida del paraíso, Eva pensó que conseguiría de nuevo a Adán con su primer hijo.
Rashi, el comentarista, deriva del texto "Y conoció Adán a su mujer Eva…"que Cain y Abel nacieron todavía en el paraíso.
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El texto es por su puesto de la Biblia.

Y los comentaristas son : Rashi, Sansón Raphael Hirsch y el Dr. J. H. Hertz.  


Eva Lewitus nació en Checoslovaquia, debido a la segunda guerra mundial tuvo que abandonar su país con rumbo a Inglaterra. Después de una estadía de casi dos años y antes que la segunda guerra mundial llegase a Inglaterra, pudo salir en el último barco que zarpaba de Liverpool a Lima, Perú.
En Lima estudió en el colegio "Lima High School", editó en el último año de estudios la revista del colegio y participó en reuniones de aficionadas a la fotografía.
Se casó con Hans Lewitus, tiene tres hijos.
Trabajó como profesora de inglés y música. En sociedad con una amiga abrió un estudio fotográfico "Foto Art". desde 1955 ha expuesto su obra fotográfica en Israel, Colombia, Usa y Perú.
Eva comenta: - No sé lo que me gusta más, tomar fotos o escribir.- ¿O simplemente comunicarme?.

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