Nš22/ 18 de Abril de 1998

SIEMPRE CON FROGGY

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EL PRECIO DE LA FAMA

(por Nando)
Estimado Froggy,

Esta semana escribiré una historia que para los lectores más sensibles recomiendo de antemano que no la lean. Luego no digáis que no he avisado.

Todo parecía indicar que el día transcurriría de una manera habitual, más allá de todo aquello, este día que amanece depararía una serie de acontecimientos que marcarían la vida de nuestro protagonista de una manera profunda.

A la siete y cuarto de la mañana el despertador sonó y Francisco de manera mecánica se vistió, aseó y puso rumbo a la oficina bancaria donde trabajaba.

Un trece da Abril que sin ser martes haría que los acontecimientos futuros hiciesen pensar que sin duda el calendario se equivocaba.

Una vez sentado ante el terminal de su ordenador y colocando cuidadosamente los bolígrafos de su mesa, se encontraba dispuesto a atender a los clientes de su sucursal como año tras año había desempeñado de una manera impecable.

A las ocho y media se abrían las puertas al público, de manera constante y como si de un goteo se tratese iban entrando hasta formarse un gurpo de siete u ocho clientes.

Ante la puerta una persona con barba, pelo negro y cara marcada por una enfermedad no curada bién en su infancia, la mano metida en su gabardina gris que le llegaba hasta los tobillos, en los hombros gotas de aguas revelaban un clima inestable en el exterior.

En un acto reflejo, sacó la mano del bolsillo empuñando un arma y gritando al unísono aquello que siempre vemos en las películas y nunca nos creemos que nos pueda pasar.

El pánico se hizo presa de clientes, empleados. Francisco con mano temblorosa y sin dar crédito a lo que sus ojos estaban observando, dirigía el dedo indice hacia el botón rojo que se encontraba bajo el mostrador. Con ciertaa torpeza el dedo tropezó con los bolígrafos que minuciosamente había estado preparando momentos antes, provocando un ruido que llamó la atención del encolerizado y no tan presunto atracador.

Puso el arma sobre la sién izquierda de Francisco, recalcándole que una heroicidad procaría una masacre. Acto seguido se dirigió a la caja del banco en busca del papel que dicen que no compra la felicidad pero sí puede quitar la vida.

Francisco pensando que ese era el momento de demostrar el coraje que nunca había enseñado y hacer olvidar a aquellos que en su infancia le llamabar gallina y más aún de ser famoso y salir en los periódicos. Nuevamente y de manera menos torpe que la anterior presionó la alarma que encendería una señal en la policía. Pero no conformado con ese acto heroico, en un momento de despiste del atracado se abalanzó sobre este. Riñiendo por ganar el dominio del arma.

La gente gritaba neriviosa y lloraba al ver la pelea en la que todo parecía indicar un irremediable final. De pronto un disparó salió dando en el pecho de un anciano que tiritaba en el suelo, un segundo silbido dió en la pared muy cerca donde el apoderado trabajaba, un tercer destello impactó en la cajera que vislumbraba atónita el espectáculo, la sangre comenzó a manar de su vientre, sin duda la herida era fea. Finalmente un último disparo se perdió en seco, momento en el que la dispusta se paraba,malechor y defensor se miraban fijamente a los ojos, segundos después Francisco caía fulminado al suelo con una bala muy cerca del corazón, la sangre manaba con violencia del interior, sin duda alguna arteria había sido perforada, de su boca un hilillo rojo se desprendía, al tiempo que su cuerpo se contraía con espasmos.

El corpulento bandido viendo que todo aquello escaba a sus expectativas de un robo fácil, se dirigió corriendo a la salida cuando el apoderado en su intento de detenerlo recibió un disparo más callendo fulminado al suelo.

Una vez en la salida del banco los coches de patrulla esperaban indicando el final de tan desastrosa acción.

Al día siguiente los medios de comunicación se hacían eco de los acontecimientos ocurridos, señalando la impericia y temeridad de Francisco que provocó aquel desastroso desenlace.

Al final Francisco logró salir en los periódicos pero no por su heroicidad sino por todo lo contrario.

SIEMPRE CON FROGGY...



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