Esta fue la carta que me motivo a escribirla cuando veía a esta persona deambular por la ciudad, a lo mejor algún día se la entrego para que la lea, quién sabe.Admiro tu constancia y tenacidad, todos los días te veo en el mismo sitio, con tus papeles en la mano tomando nota de lo que la vida te dicta día a día. Como si de un escribano se tratase con pluma y pergamino pasas las horas al sol, esperando que el devenir te dicte aquella frase que deseas con anhelo y aún no has encontrado.
Tu piel cuarteada por el sol, tu pelo rubio y grasiento por falta de un cobijo que te sustente, hacen de ti un ser misterioso que mañana, tarde y noche recorres las calles de mi ciudad en busca de esa frase que te haga sentir con esplendor tu naturaleza y así mientras buscas ese tesoro, todos los días me cruzo contigo en tu banco de mármol sentada y con tu bloc de nota en la mano, mientras la otra sustenta el bolígrafo con la mirada perdida sin que nada ni nadie te perturbe
Cuando el resto de la gente cuestiona tu coherencia he de decir que somos nostros que en le materialismo hemos encontrado el deseo de nuestras aspiraciones los que realmente nos perdemos ante tu profundidad y simpleza, así que admiro tu constancia y tenacidad.