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La artista Johanna Hamann acaba de inaugurar una exposición de dibujos en Trilce, Galería de Arte (Miraflores), su tercera individual luego de las dos anteriores que fueron básicamente esculturas. Su obra está considerada como una de las más relevantes de la plástica peruana actual. Ejerce también como profesora de Artes Plásticas en la Universidad Católica.— ¿Por qué expones esta vez dibujos y no esculturas?
— Por dos motivos. Primero, por un proyecto para presentar un libro de Francisco Tola "Como el movimiento...", libro que consta de 19 partes y de 7 dibujos. Es un proyecto doble por ser de dos disciplinas y personas distintas: poesía y dibujo. Pensamos que era mejor hacerlo en conjunto. Y así, gracias a la acogida generosa de Gastón y Lucrecia Garreaud se pudo realizar este evento en Trilce, donde se presentó el libro y se inauguró mi exposición. Yo expongo 19 dibujos que he estado elaborando a partir de 1986, entre los cuales están 7 originales del libro. Mis dibujos no ilustran sino que acompañan el poema de Francisco. Y segundo, porque después de mi exposición de Camino Brent, el 85, sentí la necesidad de alimentar mi lenguaje plástico, y empecé entonces a estudiar los tejidos internos de nuestro cuerpo y la constitución de los órganos. En este caso escogí el corazón, observando sus arterias, vórtices, coronarias, fibras tendinosas, y tejidos envolventes. La riqueza formal y la estructura me atrajeron muchísimo. Encontré en ella una analogía con el simbolismo de la tela de araña, la cual, como lo refiere un Upanishad, va elevándose con la ayuda de su hilo y alcanzado así su libertad. El hilo es el medio, el soporte de la realización espiritual. Veo en esto un paralelo con el tejido, que consta de urdimbre y de trama, de nuestra anatomía.
— Lo cual estaría también relacionado con la línea activa, intermedia y pasiva de Klee. Bueno, pero ¿por qué escogiste el tejido, la estructura interna del corazón?
— Creo que me puedo atribuir el derecho de contestar: porque quise. Y aquí cito a Yourcenar, en ‘Las Memorias de Adriano’: "Me puse a estudiar anatomía, pero ya no lo hacía para considerar la estructura del cuerpo. Habíase despertado en mí la curiosidad por esas regiones intermedias donde el alma y la carne se confunden, donde el sueño responde a la realidad y a veces se le adelanta, donde vida y muerte intercambian sus atributos y sus máscaras".
— ¿Continuarás dibujando u optarás nuevamente por la escultura?
— Constantemente sigo dibujando y buscando en esa grafía temporal, formas consistentes que considere listas para volverlas tridimensionales, espaciales. No es tan fácil el decidirse a considerar cuáles son las formas físicas, plásticas, que expresen, dentro de la elaboración organizada de las mismas, lo que quiero transmitir, realizar. Sin embargo, esto no quiere decir que para mí el dibujo tenga un valor secundario, sino más bien que es en sí mismo como el eje estructural de mi trabajo.
(De La República, miércoles 15 de junio de 1988, Cultural, p. 29)
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