Los titanes
Los titanes y las titánides, bajo el mando del rey
Cronos, habían gobernado el mundo hasta que la rebelión de
Zeus dio el poder a los dioses olímpicos. Había siete pares
de titanes y cada par estaba encargado de uno de los días de la
semana, junto con el planeta cuyo nombre llevaba aquel día. Cronos
y su esposa Rea tenían su propio día, el sábado (llamado
así en honor al planeta Saturno), que declararon festivo. Los mortales
fueron creados con fango de río por el titán de los miércoles,
Prometeo.
La mayoría de los titanes y las titánides
fueron desterrados al mismo tiempo que Cronos. Pero Zeus perdonó
a su tía Metis, a su madre Rea y a Prometeo, por haberle ayudado
a derrotar a Cronos. Atlas, el jefe del ejército derrotado de Cronos,
fue condenado por el Consejo Olímpico a llevar los cielos sobre
sus espaldas hasta el fin del mundo.
Más tade, Zeus descubrió que Prometeo había
entrado clandestinamente en el Olimpo, guiado por Atena, y había
robado un carbón encendido, para que los mortales que había
creado pudieran cocinarce la carne, y no comerla cruda. Zeus, para castigarlo
por facilitarles a los mortales este primer paso hacia la civilización,
tramó un plan. Creó a una mujer hermosa, tonta y desobediente
a la que llamó Pandora. , y se la envió como regalo a Epimeteo.
Cuando se quicieron casar, Prometeo le avdvirtió:
-Esto es un truco de Zeus. Sé prudente y
devuélvela.
Así pues, Epimeteo le dijo a Hermes, quien había
traído a pandora:
-Te ruego que des las gracias a Zeus por su amabilidad,
pero dile que soy indigno de un regalo tan hermoso y que tengo que rechazarlo.
Zeus, muy enfadado, hizo creer que Prometeo había
victado los cielos para robarle a Atena. Encadenó a Prometeo a una
roca en las montañas del Cáucaso, donde un buitre le roía
las entrañas.
Epimeteo, asustado por este castigo, se casó con
Pandora. Un día Pandora encontró un tarro sellado en el fondo
de un armario. Era el tarro que Prometeo le había encargado a Epimeteo
guardar bien oculto y no habrir bajo ningún concepto. Aunque Epimeteo
le ordenó a Pandora que lo dejara, ella rompió el sello,
tal como Zeus había previsto. De él salió un enjambre
de horribles bichos alados llamados: Vejez, Enfermedad, Locura, Rencor,
Pasión, Vicio, Peste, Hambre y muchos más. Picaron cruelmente
a Pandora y Epimeteo, y luego se pucieron a atacar a los mortales de Prometeo
(quienes hasta entonces habían vivido vidas felices), arrunándolo
todo. A pesar de ello, una criatura de alas brillantes llamada Esperanza
salió por último del tarro y conciguió que los mortales
no se mataran por pura desesperación.
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Este sitio fue creado por: Marina J. Orquera