UNA MIRADA SOBRE LA HUELLA DEL HOMBRE
Desde sus inicios, la fotografía ha sido uno de los mejores métodos para documentar la historia y la forma de vida de las sociedades y personas. Famosos fotógrafos, como Chambi o Penn, han proporcionado un importante testimonio gráfico de las culturas de otros lugares y tiempos. Zanotti y Yas, en el caso de Guatemala, han podido hacer lo suyo al respecto. Este último dejó un legado que nos permite conocer lo que fue la Antigua Guatemala y su gente al iniciar el Siglo XX.
Si entendemos las manifestaciones culturales como entes cambiantes, y más aun amenazados de extinguirse brutalmente, debemos pensar en la fotografía como uno de los recursos que permiten a las siguientes generaciones tener un testimonio de lo que tiende a transformarse o desaparecer.
Daniel
Hernández Salazar, consciente de esto, ha enfocado su trabajo hacia
el registro de nuestra época, captando la cultura, las manifestaciones
y los actores que la caracterizan. Nadie, entre quienes lo conocen, ha
dejado de percibir su sensibilidad hacia aquellas cosas que han marcado
las épocas y hacia aquellas personas que las han hecho posibles.
Tampoco pasa desapercibido su respeto por esa amalgama que podríamos
llamar Cultura Guatemalteca, es decir, por su cultura -muy ladina- y por
la de todos los demás que comparten con él el territorio
donde nació. Estos sentimientos han dirigido el trabajo de Daniel
Hernández Salazar como artista... Para él, se trate de un
llamado a misa en Olintepeque, de la quema de pólvora en Ciudad
Vieja, o de la Huelga de Dolores en la Ciudad Capital, cada manifestación
ocupa un lugar preponderante y esencial en la vida y la cultura de su país.
Daniel Hernández se esfuerza por transmitirnos, a través de su mirada impresa en el papel, la vida de nuestra época y nuestro entorno, con toda la expresividad de los rostros, que que él encuentra en el retrato su más preciado medio de expresión... Y por eso no es casual la admiración que él siente hacia otros fotógrafos que nos han brindado, por medio del retrato, la posibilidad de conocer la Guatemala de antaño. Entre ellos, Ankermann, Legrand, Muñoz, Stein y Valdeavellano han influido, sin duda, en su mente y sentimientos, y a través de su obra, se siente igualmente comprometido por continuar la tradición de los grandes retratistas guatemaltecos.
Dentro de esa amplia perspectiva, Daniel Hernández Salazar realiza su serie de fotografía Músicos de la Tradición Popular de Guatemala, la cual inició conjuntamente con el proyecto del Antropólogo Alfredo Gómez Davis (+), entonces encargado del departamento de patrimonio cultural del Instituto Guatemalteco de Turismo.
El
proyecto global incluyó los registros etnográfico, sonoro
y fotográfico de distintos grupos étnicos del país,
no sólo con el fin de tener ese testimonio histórico, sino
con el de fomentar su aprecio y su mayor permanencia en el futuro. De esa
forma, ha podido captar notables representantes de la música de
los grupos Garífuna, Itzá, Ixil, Mopán, Q’eqchí
y Q'iché.
Esta serie persigue hace resaltar mediante la
interpretación artística, las expresiones y los sentimientos
de los individuos que forman parte del caleidoscopio cultural guatemalteco,
con el cual Daniel Hernández Salazar se siente tan identificado.
La fuerza de la misma radica, sin lugar a dudas, en esa expresión
personal del artista sobre las personas que hacen la música tradicional
en Guatemala. Ese personaje Ixil sosteniendo la matraca, como aferrándose
firmemente a su cultura; la mirada fija y segura de Martín Sic Tzul;
la armonía e integridad de las tres gracias garífunas, o
la paz que sugiere el niño petenero abrazando su contrabajo, por
citar algunos ejemplos, logran mostrar la necesidad de Daniel por reflejarse
en cada una de sus imágenes...
Oscar Iván Maldonado
Guatemala de la Asunción,
25 de abril de 1993.