SOLIDARIDAD
Número 1, Marzo 1999 / Alemania
Hoja informativa en castellano del acontecer político en Alemania y el mundo
Solidaridad
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Última actualización: 18/3/99 |
Estimados compañeros, como una contribución, a la información política y a las relaciones fraternales entre los que luchamos por la liberación de la clase obrera mundial, un núcleo De latinoamericanos residentes en Alemania, hemos decidido publicar esta hoja informativa que tienes en tus manos. Nuestra intención es contarles en forma sintética los acontecimientos políticos y sociales que ocurren en este país y en el mundo, desde un punto de vista clasista y revolucionario.
También queremos hacerles saber que esta hoja informativa está abierta a todos aquellos que deseen colaborar con esta iniciativa. Para ello, sólo tienen que comunicarse con nosotros en cualquiera de la direcciones indicadas en esta página.
Saludos revolucionarios,
Responsables: Cheo y Daniel
La situación de la clase obrera y demás explotados a nivel mudial, se ha ido tornando sumamente crítica. Dos son las razones principales para que esto ocurra. Una es la permanente crisis del sistema capitalista. La otra es la falta de una dirección revolucionaria a nivel mundial.
En la fase imperialista del capitalismo, la clase burguesa se ha quedado practicamente sin política para seguir gobernando a la humanidad. Permanentemente se pone de relieve que el capitalismo es un sistema agotado, que no está en condiciones de resolver el hambre y la desocupación. Las innumerables confrontaciones interburguesas por el reparto de las ganancias y el control de zonas estratégicas son otra muestra de ello. Por otro lado, un sinnúmero de conflictos armados demuestran que la crisis capitalista no pude ser resuelta por la burguesía de forma pacífica. Los ejemplos no son pocos, tenemos la guerra abierta entre la etnia albanesa de Kosovo contra la dominación serbia, las matanzas fratricidas entre los pueblos africanos (que son una consecuencia de la larga dominación y explotación colonial europea), las guerras religiosas en el mundo islámico (Argelia, Paquistán, Afganistán, etc..), que en el fondo son confrontaciones auspiciadas por el capitalismo.
A todo lo mencionado anteriormente, también debemos sumarle la expresión de la crisis en los propios países desarrollados, como Alemania, quienes no logran revertir la caída de sus sistemas económicos. Tamaña crisis del sistema la burguesía trata de resolverla descargando ataques contra las condiciones de vida de las masas. El aumento de la explotación salvaje del tercer mundo y la continuidad de la opresión de las nacionalidades históricas, como el pueblo kurdo o el pueblo vasco, son también herramientas con las que la burguesía trata infructuosamente de superar la crisis estructural del sistema. La alta tasa de desempleo, la criminalidad y el racismo son algunos de los derivados de la incapacidad de los capitalistas para salir de su propio atolladero.
Por su parte, la clase trabajadora mundial continúa sin levantar cabeza. Sobre todo después de la derrota que significó la desaparición de la URSS y el resto de los estados obreros degenerados. Esto permite que el nivel político de las luchas se vea muy desmerecido. Durante este período histórico podemos decir claramente que la clase proletaria se encuentra a la deriva. Debido a la falta de una dirección revolucionaria termina escuchando, una vez los cantos de cisne de la socialdemocracia, y otras las propuestas más reaccionarias que la propia burguesía hace a través de sus partidos conservadores o populistas, quienes ante la confusión generalizada arrastran a las masas populares tras falsas promesas e intimidaciones.
Sin lugar a dudas, esta es la hora de la verdad, en que las organizaciones políticas y sociales de los trabajadores deben luchar con más ánimos que nunca, combinando entre sus tareas la lucha frontal contra el sistema y la pronta reoganización de todas las fuerzas revolucionarias a nivel nacional e internacional alrededor de un programa clasista y revolucionario.
Tras cinco meses de gobierno, la coalición socialdemócrata-Verdes, aupada al poder después de las elecciones del 27 de septiembre del año pasado, hace agua por todas partes. Las promesas incumplidas a un electorado cansado después de haber soportado a los democristianos (CDU) y a los liberales (FDP), durante 16 largos años (quienes con un enorme abuso de poder, lograron barrer gran parte de las conquistas históricas del proletariado alemán) son una carga demasiado grande para la coalición de gobierno. Además, el gobierno de Kohl se encargó de "echar abajo" el muro de Berlín, prometiedo a los habitantes de la parte oriental del país un nivel de desarrollo igual al de la parte occidental. De esto hasta ahora no se vislumbra nada, ni por asomo.
El peso de este lastre esta siendo insuperable para el gobierno de coalición del socialdemócrata Schroeder y de los antiguos ecologistas, Fischer y Schilling; verdaderos estandartes del gobierno "rojiverde". Estos, desde que están en el gobierno no han cumplido en los más mínimo con su programa. Las medidas más urgentes relacionadas con el paro laboral, la política agraria, la transformación de la energía nuclear en una convencional, la reforma fiscal, la no intervención militar en otros países, y un largo etc.. estan quedando sobre el tapete de las oficinas ministeriales como casos sin solución. Y como si esto fuera poco, la renuncia de Oskar Lafontaine a sus cargos como Ministro de Finanzas del gobierno y como Secretario general del partido Socialdemócrata, han sido un duro revés para este partido. No sólo ha creado un clima de desconfianza y descontento entre las filas de su partido, especialmente entre la juventud organizada en la Juventud Socialista (JUSOS) quienes han mantenido siempre una postura crítica e izquierdista en cuanto a la línea del partido, sino que también ha hecho sembrar la inquietud entre el poderoso electorado y las bases sindicales. Por el contrario, ante la magnitud de la crisis y la renuncia a sus cargos del Ministro saliente, los empresarios alemanes y del mundo entero aplaudieron esta medida, y como demostración de fuerza las bolsas aumentaron los índices de ganancias hasta un 5% por encima de su nivel histórico e, incluso, el vulnerable EURO, buque insignia del sistema monetario europeo, subió sendos puntos con respecto a su compepetidor más serio, el dólar.
En realidad Lafontaine era una piedra en el zapato del gobierno, especialmente de Schroeder y compañia, ya que se desviaba considerablemente de las verdaderas intenciones económicas del gobierno. Por una parte el gobierno sostenía una mayor soltura económica con respecto a las inversiones (liberalismo), por otra, Lafontaine planteaba una mayor intervención estatal sobre la economía y los centros estratégicos (teoría de Keynes); posiciones teóricas que se vieron enfrentadas desde un comienzo. Debido a estas diferencias, mientras Schroeder busca la alianza estratégica con los laboristas britanicos de Tony Blair (junto con Clinton y otros pretenden encontrar en una "tercera vía" la solución a los males de la economía mundial); Lafontaine se convertía en un aliado natural de los socialistas franceses, más apegados a la tradición de ajustarse a las formas de un Estado fuerte e interventor.
En todo caso los problemas existentes, antes de la crisis de gobierno, continuarán tal como están, ya que el actual gobierno no esta en condiciones de hacer lo contrario, debido a que es parte del sistema de globalización de la economía, bajo el signo de continuidad económica impuesta por la gran burguesía.
Ya lo dijo claramente Schroeder durante su campaña electoral, refiríendose al gobierno de Kohl: "no haremos algo diferente, sino que lo haremos mejor". !Y vaya que mejor! Si el paro laboral ha aumentado, también el coste de vida, y los sueldos han subido sin la solvencia debida, permitiendo el acoso incesante de la inflación y otros lastres del sistema.
Cheo Morales
LIBERTAD A TODOS LOS PRESOS POLITICOS CHILENOS
El pasado 6 de febrero, con un gran operativo antimotines, fueron desalojados 56 presos políticos de la Cárcel de Alta Seguridad (CAS), construída por el gobierno "democrático" de Aylwin. El objetivo era trasladarlos al penal de Colina II. Al mando del Coronel Edmundo Letellier, los gendarmes descargaron su furia contra los presos, reprimiéndolos y torturándolos encarnizadamente. Después de estos acontecimientos los compañeros se declararon en huelga de hambre. Cuatro de ellos, Jaime Celis Adasme, Adolfo Fedor Sánchez, Ramón Escobar y Rafael Escorza, se mantuvieron en huelga de hambre hasta el 13 de marzo, cuando el director de gendarmería Hugo Espinoza Grimalt decidió que el 31 de marzo los presos retornarán al CAS.
Durante todo este período las autoridades han negado las visita de los familiares a los presos. Algunos de ellos, como Dante Ramírez Soto (Dirigente obrero de la Construcción), Marcelo Gaete y Juan Aliste Vega estuvieron heridos de suma gravedad, debido a los golpes propinados por los gendarmes, corriendo peligro sus vidas. Distintas organizaciones de Derechos Humanos y sindicales junto a los familiares de los presos realizaron acciones como la toma de la sede de la Democracia Cristiana y del Partido Socialista, la ocupación de la embajada de Australia y distintas movilizaciones de repudio. El 20/2 se realizó en Chile un acto convocado por la Central Única de Trabajadores (CUT), los familiares de los presos y la Organización de Defensa Popular (ODEP).
El gobierno de la Concertación mientras defiende al genocida Pinochet no tiene ningún "prurito" de que se torture en sus cárceles a los presos políticos. Notese que la gran mayoría de los 119 compañeros encarcelados fueron detenidos y juzgados en plena "democracia" concertacionista. Además, todos ellos están siendo doblemente juzgados, por las fiscalías militares y por la justicia civil. La democracia chilena "actualizó" la frondosa legislación represiva heredada de la dictadura con la sanción de la Ley Antiterrorista en el año 90. Con el consurso de esta ley, y bajo los supuestos delitos de "conformación de grupo armado" "portación de armas y explosivos" y "ataque a la democracia", logró encarcelar a una gran cantidad de luchadores en prisiones como la CAS, donde permanecen aislados, sometidos a golpizas y actos de tortura propios de la dictadura.
Todo esto no debería sorprendernos. Un régimen que continuó la "obra" de la dictadura, fundándose sobre la privatización de casi todas las empresas del estado, el sistema jubilatorio, la pérdida de las conquistas sociales, la "flexibilización" y dispersión del movimiento obrero y la entrega al imperialismo, necesariamente tiene que continuar con la represión del pueblo.
La Concertación pretendió "vender" a América Latina la imagen supuestamente "exitosa" de su modelo de "transición a la democracia" pactada con Pinochet y de economía "en crecimiento" basada en un sistemático ataque al movimiento obrero y al pueblo. Sin embargo, el caso Pinochet volvió a dejar al desnudo los pactos de impunidad con el ex dictador y los militares que unen a los "demócratas" del gobierno, con la derecha fascista y las FF.AA, para sostener a esta verdadera democracia "blindada" chilena, basada en la constitución impuesta por Pinochet, y en sus instituciones reaccionarias, como el Consejo de Seguridad Nacional y las fiscalías militares, y con un importante número de senadores designados directamente a dedo por los militares. En estos pactos están involucrados todos los partidos políticos, incluso el Partido Comunista (PC), quien hoy actúa como "oposición" dentro de la Constitución pinochetista, siendo su función la de contener el descontento obrero y popular. Notese que teniendo mayoría en la directiva de la CUT, el PC en lugar de movilizar a los trabajadores llama a confiar en la justicia imperialista y jamás convocó a luchar para encarcelar a todos los genocidas, ni para tirar abajo la ultrareaccionaria constitución del 80.
Hoy, ante la agudización de la crisis económica que golpea a Chile, la burguesía se prepara con todas sus fuerzas para hacerles pagar a los trabajadores y al pueblo los costos de la crisis. Para eso, quiere fortalecer el régimen y cierra filas en la defensa de Pinochet. También sabe que necesitará reprimir para imponer sus planes. Por eso, como escarmiento, se ensaña con los presos políticos. Ya tienen al compañero Dante Ramírez, dirigente obrero de la Construcción, encarcelado, brutalmente golpeado y torturado, para usarlo como ejemplo aleccionador ante toda la clase obrera y demostrar lo que está dispuesta a hacer con todos los que como él se levanten contra la opresión a la que son condenados.
Para que las cárceles de aislamiento y tortura no se sigan llenando de trabajadores y luchadores es necesaria la urgente movilización en Chile, así como el apoyo internacional, para pararle la mano a la tortura y la represión. Por eso también es urgente que tomemos en nuestras manos la lucha para arrancar de las cárceles del podrido régimen de la Concertación chilena a todos los compañeros que hoy tienen de rehenes y para encarcelar a todos y cada uno de los genocidas como el chacal Pinochet.