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¡Rechacemos las elecciones tramposas de Duhalde! ¡Para que podamos gobernar! ¡CONSTRUYAMOS UN MOVIMIENTO POLITICO UNITARIO DE LOS TRABAJADORES! Movimiento al Socialismo |
Con la matanza de Puente Avellaneda, el gobierno intentó dar una "solución" represiva y reaccionaria a las protestas y al desastre nacional. Fracasó ruidosamente. Y como producto del inmenso repudio obrero y popular, Duhalde se vio obligado a convocar a elecciones anticipadas para el 30 de marzo del año próximo.
Pero esta retirada esconde una trampa. La convocatoria electoral es una maniobra para enterrar el proceso abierto desde abajo, en la trampa de un voto más amañado y antidemocrático que nunca. Convoca sólo a votar por presidente y vice, cuando las masas trabajadoras y populares —con su movilización en las calles— han puesto de hecho en cuestión a todo el sistema político y social. Y esto lo han hecho no sólo reclamando "que se vayan todos". También han surgido y se han desarrollado antes y después del 20 de diciembre, nuevas formas de organización y de expresión: movimientos de trabajadores desocupados, asambleas populares, agrupamientos de ocupados, etc. Con estas nuevas formas de organización, los mi-llones que se han movilizado desde el 20 de diciembre cuestionan en los hechos a esta Argentina capita-lista y colonizada hasta lo mas intimo de sus raíces. Esto es así, aunque es también un hecho que todavía no son plenamente conscientes de lo que esto implica, ni mucho menos tienen claro cuál puede ser la alternativa frente a la barbarie que vivimos día a día y al régimen político que la sostiene y que pretende continuarse con estas elecciones "truchas" La expresión política de esta pelea, es la voz cantada masivamente de "que se vayan todos". Y esto es lo que pretende ser escamoteado con el plan político-electoral de Duhalde. Su propuesta de elecciones antidemocráticas y totalmente limitadas en marzo, es en realidad una respuesta negando ese reclamo. Es como si dijera "voten, para que se queden todos". Por esto, la lucha contra el plan político de Duhalde, es la primera tarea planteada en estos momentos, en la perspectiva de echar con la movilización al gobierno, redo-blando los esfuerzos por desarrollar y fortalecer las formas de organización de las propias masas. Carrió y los dirigentes de la CTA: " dentro de las instituciones todo, fuera de las mismas, nada" Frente a esto, ha surgido varias respuestas. * El frente de hecho conformado por Lilita Carrió, los dirigentes del CTA, el Frenapo, Kirschner e Ibarra limitan su cuestionamiento al planteo de una renovación total de los cargos. A este frente único de hecho parece querer sumarse ahora Luis Zamora. Pero limitarse a ese reclamo (que se elijan todos los cargos) significa seguir dentro de las mismas instituciones podridas del Pacto de Olivos, organizadas en la reforma constitucional de 1994. Significa seguir dentro del mismo sistema político de "democracia" de los ricos, de "democracia" colonial arrodillada frente EE.UU. O sea, se pretende reafirmar las instituciones que sectores amplísimos de las masas han cuestionado con su lucha en las calles. Se pretenden legitimar las instituciones truchas de la falsa "democracia re-presentativa", cuando decenas de miles de trabajadores y vecinos en todo el país, han puesto en marcha instituciones realmente populares y obreras de democracia directa desde abajo. ¿Qué son si no, las asambleas populares, las asambleas del movimiento de trabajadores desocupados, las fábricas tomadas y puestas a funcionar por sus trabajadores? ¡Es en esas experiencias, en esos organismos de autodeterminación de los trabajadores y vecinos, donde están las bases de las que podría surgir un nuevo poder político, en el cual sean ellos los que gobiernen. * Las propias corrientes de izquierda (como el MST, PO y el PTS) —que no ponen el centro de sus esfuerzos en politizar, masificar y hacer confluir esas expresiones de autodeterminación y democracia directa desde abajo, sino que dividen y tratan por todos los medios de convertirlas en sus "colaterales", poniendolas al servicio de su propia construccion— han salido a "una carrera" a ver quien hace mejor el planteo de la "Asamblea Constituyente" como supuesta salida. Una Constituyente sería más democrática que una eleccion por sólo presidente y vice, e incluso por todos los puestos. Pero hacer el centro en el planteo de Constituyente, no sólo no toma en cuenta que éste "no prende" en las masas luego de 20 años de experiencia con la "democracia", sino que deja de lado la clave para una salida de poder de los trabajadores: que es la de masificar, hacer confluir y elevar políticamente a los nuevos organismos de democracia directa. Es a partir de esta ubicación, que creemos que es una obligación encarar una campaña unitaria contra la convocatoria trucha del gobierno de Duhalde. Algunas figuras políticas de la izquierda, como Luis Zamora, han salido ahora a plantear esta necesidad. Se trata de deponer hoy toda discusión electoralista y llamar a la movilización en las calles (y no a nuevos engaños como la nueva "consulta popular" que levanta el Frenapo) contra el plan electoral del gobierno. No hacer eje en salir a repudiarlo o meterse ya en campaña electoral planteando la "candidatura única de la izquierda" como hace Izquierda Unida (MST y PC), de hecho legitima este plan profundamente antidemocrático. Pero, insistimos, esto hay que hacerlo con la movilización unitaria en las calles y no sólo con declaraciones periodísticas. Llamemos a la conformación de un movimiento político de los trabajadores Pero esta planteado dar un paso político mucho más de fondo que esa movilización democrática contra las elecciones "truchas" o que simplemente agitar cada uno por su lado la "Constituyente". Si los movimientos sociales de los trabajadores, si sus activistas y militantes, si las corrientes consideradas de la izquierda revolucionarias, tenemos verdaderamente "vocación de poder", deberíamos poner al tope de la agenda el siguiente problema: existe un desarrollo desigual entre la experiencia de amplios sectores de trabajadores y jóvenes que luchamos y nos autoorganizamos, y los mas grandes masas que siguen sin visualizar una alternativa política y de poder frente a la catástrofe actual. Al mismo tiempo, la enorme mayoría de esos activistas y luchadores —de los piqueteros, de los trabajadores clasistas como los de Turbio o Zanón, de los asambleístas, etc.— siguen sin tener un marco de organización política propia. Esto es, siguen sin contar con una organización política de los trabajadores, con la cual dar una lucha de conjunto por una alternativa propia. Una herramienta política para que, desde abajo, pelear para que las grandes masas de trabajadores, vean la posibilidad de una alternativa de clase, revolucionaria, que señale una salida a la barbarie de la Argentina actual. Para colmo, desde la mayoría de las organizaciones de izquierda, se plantean variantes que no ayudan a los luchadores y activistas de los movimientos a construir una alternativa política propia. O pretenden plantear esta cuestión en términos de "unidad" por arriba entre los actuales partidos (MST) —es decir, un "frente de izquierda" puramente electoral y electoralista— o incluso se abren a la posibilidad de un acuerdo con sectores patronales o procapitalistas (PC), o simplemente se dedican a construir su propia organización (PO, PTS, Zamora), sin tomar en cuenta que este camino ni siquiera le resulta al propio Zamora, a pesar de tener detrás de si a millones de votantes. Nuestro planteo es distinto a cualquiera de esas variantes. Es un llamado unitario a lo mejor del activismo de los movimientos sociales y experiencias de la autoorganización, y también al conjunto de los partidos de la izquierda y el propio Zamora, a que, colectivamente, desde abajo, encaremos la construcción de un nuevo movimiento o partido de los trabajadores. Que este partido se base en los programas que ya están votados por los movimientos de desocupados, ocupados y asambleas, que se proyecte como una expresión o instrumento de representación política de amplios sectores de trabajadores que no encuentran lugar alguno en las organizaciones existentes y que ya estan rompiendo politicamente con los partidos patronales, en particular, el PJ. Al mismo tiempo, este planteo que hacemos, es de clase: no se trata de un "frente politico/social" con sectores patronales del que hablan los dirigentes de la CTA (para terminar votando a la Carrio), sino de un movimiento politico independiente, de los trabajadores, donde sean ellos los que se dirijan hacia el resto de la sociedad. Para los luchadores de los movimientos sociales y del movimiento obrero, esto significaría elevarse a la única salida real a sus necesidades: una salida que, en el fondo, solo puede ser política. Es decir, que sólo puede lograrse pasando todo el poder a manos de los trabajadores autoorganizados y autodeterminados. Para la izquierda, esto significaría demostrar una verdadera vocación revolucionaria. No es de revolucionarios creer que al gran movimiento o partido de los trabajadores que encare las transformaciones que el país necesita, podrá surgir evolutivamente, por la simple acumulación de fuerzas de cada una de nuestras organizaciones aisladamente. O nos ponemos al servicio de esta necesidad perentoria de las masas —la construcción de una herramienta política superior en manos de los trabajadores— o no ayudaremos a que el argentinazo pueda dar un paso fundamental y decisivo hacia el poder. Es por esto que, mediante esta carta abierta, llamamos a los compañeros del Bloque Piquetero Nacional, del resto de los movimientos de los trabajadores desocupados, de Turbio y Zanon, de las asambleas populares, a las organizaciones de izquierda y a Luis Zamora, a que reflexionen acerca de esta propuesta y a que a la brevedad podamos encarar iniciativas en común para discutirla y ponerla en marcha. |
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