¿DEFENSA DE LA SOBERANIA
NACIONAL O DE LA SOBERANIA DE LA CLASE OBRERA Y POPULAR?
La actual tendencia irreversible
ya verificada, a la internacionalización económica y unidad
politica del capital, ha vuelto absolutamente incompatible con las antiguas
formas coloniales de dominio político imperial externo sobre las
débiles burguesías periféricas emergentes. Por esa
tendencia actual del capitalismo, tampoco tolera ya la utilización
politica del liderazgo social que determinadas burguesías nacionales
residuales dependientes, como es el caso de la burguesia paraguaya en particular
y las burguesías de los países atrasados y emergentes en
general, ejercen al interior de sus países para convertirlos en
compartimentos estancos, en limites o barreras políticas a la penetración
del gran capital multinacional.
El imperialismo norteamericano, en su carácter
de líder los países imperialistas y represor internacional
a través de sus Fuerzas Armadas, al servicio de la tendencia histórica
del capital a su unidad internacional, niega incondicionalmente el carácter
de colonia y acepta la soberanía nacional de los países dependientes,
solo de modo condicional, pasando por encima del derecho de no-injerencia
toda vez que determinados países dependientes, como el caso de Yugoslavia,
o estructuras poscapitalistas remanentes tipo URSS, o China, o como el
Paraguay, sigan oponiendo resistencia a la internacionalización
del capital. La única manera de impedir el desarrollo de la internacionalización
o Globalización del capital, esta en la realización de la
Revolución obrera y socialista. Si esto no ocurre esta tendencia
ha de cumplirse inexorablemente como que dos más dos son cuatro.
A esta altura de la historia y el desarrollo
de capitalismo, pues, la defensa de la soberanía nacional de países
donde todavía queda restos de fracciones burguesas menores, que
se ilusionan con sus aspiraciones de un autodesarrollo sostenido y autárquico
de su capital nacional no tiene nada que ver con las actuales necesidades
del sistema capitalista en su conjunto, que esta determinada por la enorme
masa de su capital social en funciones y la producción a gran escala.
El gran aumento de la masa de capital acumulado,
tiene como consecuencia lógica la expansión del trabajo asalariado,
es decir que, la GLOBALIZACION o internacionalización de la masa
de capital, hace que inmensas capas de la población mundial se proletarice.
Por lo tanto la politica de defensa de la
industria nacional, para proteger a la industria nacional de la competencia
de los capitalistas más grandes, para evitar su quiebra y el consiguiente
llamado a la clase obrera a estrechar filas con la burguesia nacional para
defender las fuentes de trabajo, no le conviene a las necesidades y a los
intereses históricos del proletariado nacional e internacional.
Estas necesidades, determinadas por el gigantesco
progreso de las fuerzas productivas y con la propia internacionalización
del capital exigen a los trabajadores unirse para responder al gran capital,
no en el terreno del enfrentamiento del capital internacional imperialista
con el capital nacional, sino en el terreno de la lucha de clases, no tanto
ya dentro los limites nacionales, como en el ámbito internacional,
no en nombre del atraso relativo, sino del progreso y no con la mirada
puesta en pasado sino en el futuro de la humanidad.
Para nosotros, pues tratar de comprometer
al proletariado en la defensa del capital nacional contra el gran capital
internacional globalizado, solo servirá para prolongar agónicamente
la explotacion "independiente" del trabajo asalariado a pequeña
y mediana escala, y lejos de contribuir a la desaparición de la
burguesia y el imperialismo, deja intactas sus condiciones de existencia
que estan en el desarrollo económico desigual en el ámbito
internacional. Pero lo más grave es que el despropósito de
esa lucha - defender la empresa capitalista nacional- no da ni puede dar
al movimiento obrero ninguna perspectiva de continuidad, ya sea estratégica
para sacudirse de la explotacion capitalista, ni tampoco táctica,
que se corresponda con las exigencias de la realidad.
Dijimos que llamar a los obreros a llegar
a acuerdos, con sus patrones capitalistas, en aras de defender las fuentes
de trabajo, para impedir su quiebra por causas de la competencia despiadada
entre capitalistas, es someterse voluntariamente a la explotacion. Y la
contradicción que plantea esta política, esta en ¿qué
pasa después de que los obreros aliados con sus patrones contra
el gran capital, logran impedir la quiebra y "salvan" su fuente
de trabajo? ¿La segunda etapa de la lucha contra él capital
será contra su propio patrón a con quien estuvo aliado anteriormente?
Nosotros creemos y estamos convencidos, que la lucha del proletariado no
pasa hoy por la alianza con los sectores de la Burguesía "progresista"
para enfrentar al imperialismo. La lucha es hoy por convencer al proletariado,
que la única vía para su emancipación definitiva es
lucha unida de todos los explotados para derrocar comenzando por la burguesia
nacional y liquidar al imperialismo.
LA SITUACION ACTUAL DEL MOVIMIENTO OBRERO
El movimiento obrero internacional esta pasando
por una etapa de crisis ideológica y retroceso político generalizado.
Nosotros estamos entre quienes atribuimos estas derrotas al fracaso de
la concepción de "la revolución socialista en solo país",
impuesta por el stalinismo, tras la muerte de Lenin. Hoy una gran mayoría
de asalariados, a la vez militantes prácticos del movimiento obrero
siguen insistiendo en aquella politica, en la falsa creencia de que representa
las más puras tradiciones del marxismo - leninismo. Seria muy importante
que estos sectores que conforman la "izquierda" verifiquen si
entre el bolchevismo y su posición hay o no una ruptura.
Para nosotros si lo hay, por eso estimamos
que lo importante para superar esta situación no esta precisamente
en las coincidencias teóricas y politica, sino en las divergencias.
Hay que poner énfasis, en los criterios teóricos que le condujeron
a sucesivas derrotas en los últimos 70 años. Y nosotros estamos
empeñados en eso, tratando de recuperar la vigencia del antiimperialismo
proletario, vigente desde los tiempos de Marx en la lógica continuidad
con Lenin y los Bolcheviques, y dejar de lado el antiimperialismo romántico
propio entre la pequeñoburguesía progresista y hasta anticomunista.
RECUPERAR EL METODO DE ELABORACION POLITICA
MARXISTA
Para actuar correctamente sobre la realidad
que queremos transformar, tenemos saber ver e interpretar correctamente
esa realidad que se pretende transformar. Por lo tanto antes de ponerse
a la tarea de elaborar "una política concreta para cada realidad
concreta" hay que responder a la pregunta: ¿Cuál es
la perspectiva general desde el cual observamos cada situación concreta?.
Para los marxistas, la perspectiva desde la cual observamos cada realidad
concreta es la perspectiva revolucionaria, óptica desde la cual
es posible observar la obra transformadora terminada, todavía sin
empezar, es el materialismo histórico, la Filosofía del proletariado
revolucionario.
Esto Lenin ya lo había comprendido
y asumido cuándo publicó al decir: "que sin teoría
revolucionaria no puede haber movimiento revolucionario" en su ¿QUÉ
HACER?. Las actuales discrepancias en el seno del movimiento obrero internacional
hunden sus raíces en el terreno de la doctrina, y en el de la distinta
óptica desde la cual observamos la realidad.
Este es nuestro convencimiento y hemos de
tratar de demostrarlo seguidamente.
NUESTRA POSICIÓN SOBRE LA "GLOBALIZACION"
DEL CAPITAL
Nuestra posición sobre la actual política
de Globalización e internacionalización del capital, no deriva
de la dialéctica del enfrentamiento de las débiles burguesías
nacionales con las burguesías imperialista, sino de la lucha de
clases.
Quienes hoy se pronuncian por la defensa de
la Soberanía nacional y defienden a la industria nacional de la
voracidad del capital internacional globalizado, lo hacen fundados en el
principio democrático burgués de la Soberanía nacional
de los Estados nacionales. Un principio que la actual tendencia a la unidad
internacional del capital esta destruyendo es la autonomía y la
autarquía de la producción nacional frente a la internacionalización
creciente del Gran Capital.
LENIN: SOBRE LAS NACIONALIDADES Y LA AUTODETERMINACION
NACIONAL
Lenin, para analizar el problema de las nacionalidades
y de la autodeterminación, planteó la necesidad de distinguir
entre dos etapas del desarrollo capitalista.
La primera corresponde al hundimiento del
feudalismo y a la formación de los Estados nacionales en lucha contra
la nobleza decadente. La segunda: se define por la tendencia a la internacionalización
del capital que niega las fronteras nacionales vigentes.
Lenin hablaba claramente de una lucha burguesa
por la liberación en la etapa de la transición hacia la internacionalización
del capital, cuándo el pasaje de las semicolonias a la condición
de Estados independientes, era él transito previo, progresivo, necesario
y obligado hacia lo que hoy es ya realidad. En esa época la doctrina
burguesa de la autodeterminación nacional y de la soberanía
popular, que se sigue aplicando hasta hoy dentro de muchos grupos de izquierda,
cumplió un papel revolucionario. En las antiguas formas de dominio
coloniales y semicoloniales del Imperialismo, se planteaba la liberación
del imperialismo desde el punto vista económico. Lenin veía
que esta liberación ya no constituía un objetivo democrático
burgués, sino socialista, PORQUE, LA DEPENDENCIA ECONÓMICA
ES PRODUCTO DE LA LEY DEL VALOR QUE VINCULA INDISOLUBLEMENTE LAS DISTINTAS
ECONOMIAS NACIONALES, lo cual fija y provoca el desarrollo desigual entre
ellas. Y es obvio que ninguna fracción nacional de la burguesía
internacional esta dispuesta a romper sus vínculos con unas leyes
económicas y formas de organización internacional del capital
que constituye su razón de ser COMO CLASE DOMINANTE NACIONAL. Por
lo tanto para eliminar el atraso relativo de los países formalmente
libres pero económicamente dependientes la clase obrera tiene que
atacar al capital internacional estructurado. Este fue el pensamiento de
Lenin durante la transición entre las dos etapas del desarrollo
capitalista.
En las presentes circunstancias esta visto
que el concepto de soberanía nacional ya no le sirve ni a la propia
burguesia. Por tanto la tarea del movimiento revolucionario no es hoy la
defensa de la soberanía nacional de los países económicamente
dependientes, sino el derrocamiento del poder del capital imperialista.
La tarea del proletariado internacional con
el objetivo de liberarse del yugo de la explotación y la opresión
que impone el Gran Capital imperialista no es la defensa de la producción
nacional, como expresión de la politica de Defensa de la Soberanía
Nacional. La tarea que hoy esta a la orden del día es la realización
de la revolución obrera y socialista.
EL IV CONGRESO DE LA INTERNACIONAL COMUNISTA
En el IV Congreso de la I.C, de 1.928, se
dio gran importancia a las llamadas oligarquías nacionales cuyos
intereses se consideraban contrarios al desarrollo capitalista de los países
dependientes. Ni Lenin, ni Rosa Luxemburgo sostuvieron nada parecido. Con
semejantes ideas, se hizo prevalecer la tesis de que el proletariado debía
luchar por un desarrollo autónomo del capital nacional. Hoy día
estas "oligarquías" nacionales, ya no tienen intereses
contrarios al gran capital internacional y no tienen ningún interés
en romper sus vínculos con el poder del gran capital. Mantener esta
tesis hoy día conduce al proletariado al terreno de la colaboración
de clases y por tanto a la renuncia a la emancipación del proletariado.
Si de verdad se quiere eliminar de una vez
por toda al imperialismo, la injusta distribución de riquezas en
el mundo, las guerras y la despiadada competencia entre capitalistas que
arruina y mata a la clase obrera, hay que comprender que esto no se puede
lograr defendiendo la soberanía nacional, y la autonomía
y la autarquía del capital nacional. Y esto solo es posible con
la implantación del socialismo como sistema mundial de vida y organización
de la producción alternativa al capitalismo, así como la
eliminación de las fronteras nacionales que de tal modo dejan de
tener sentido.
Para nosotros tanto el capital nacional y
el gran capital imperialista son tan enemigos de los trabajadores. Una
politica independiente del proletariado debe ser la liquidación
de la propiedad privada capitalista como defensa efectiva de los puestos
de trabajo.
La situación de retroceso y atraso
político en que se debate hoy la clase obrera, le impide por ahora
la realización de este objetivo. El proletariado no tiene otra opción
que organizase en partido político independiente, dela burguesia
y de la burocracia politica y sindical, conquistar el poder por la vía
revolucionaria y reorganizar la economía del país.
Por ahora esta tarea no es realizable inmediatamente.
Ante esto; ¿que puede hacer el movimiento obrero organizado para
defender sus derechos, a una mejor calidad de vida y sus fuentes de trabajo?
No hay mas remedio que organizarse para resistir los ataques de la burguesia,
utilizando los métodos tradicionales de lucha: La movilización
unitaria, exigiendo al gobierno la creación y mantenimiento de las
fuentes de trabajo por medio del subsidio.
En ningún caso los trabajadores, para
salvar las fuentes de trabajo, DEBEMOS HACER ALIANZA con nuestros "pobres"
patrones nacionales, y renunciando a la estabilidad laboral, a los beneficios
sociales, a la jornada laboral de 8 horas, las vacaciones pagas, al salario
familiar y a todos los derechos que hemos conquistados a la burguesia en
sacrificadas jornadas de lucha.
Este articulo esta basado sobre 2 trabajos:
1.- El articulo "Antiimperialismo Revolucionario"
del Grupo de Propaganda Marxista.
2.- "Argentina, semicolonia o país
dependiente" de Rolando Astarita publicado en la Revista Debate Marxista
de Argentina
Agradecemos la colaboración a esas
organizaciones.