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¡Por la Revolución Socialista y el Final de la Miseria Capitalista! ¡Abajo el “Comercio Libre” Imperialista! |
La
Liga por un Partido Revolucionario de Estados Unidos (LRP) y nuestros camaradas organizados internacionalmente en
la Organización Comunista por la Cuarta Internacional (COFI), estamos con
los trabajadores que están luchando contra el FTAA. El
FTAA representa la planeada expansión del NAFTA a casi todas las naciones
de América. Esto significa una ominosa expansión del ataque que ya
significó el NAFTA. Desde que el NAFTA entró en vigencia los salarios
reales de los trabajadores mexicanos cayeron un
35%, además los campesinos de
México han visto reducido su nivel de vida. Los servicios sociales
como la salud y la educación han sido radicalmente reducidos. Por
supuesto, el NAFTA también significa un aumento de los ataques contra la
clase obrera de Canadá y EEUU. Libre
comercio = dominación imperialista
El
principal objetivo de los acuerdos de "libre comercio" es la
intensificación de la dominación imperialista y de la explotación de
las naciones oprimidas por parte de los grandes poderes imperialistas. Es
la eliminación de barreras para la dominación imperialista y la extracción
de beneficios de naciones actualmente super explotadas. Estos acuerdos son
el complemento necesario para el trabajo del FMI y el banco mundial
quienes mantienen subyugadas las economías del “tercer mundo”,
rechazando la adjudicación de créditos si leyes de comercio pro-imperialistas
no son aplicadas y planes de austeridad draconianos no son implementados. Obviamente,
como sus intereses en el “tercer mundo” aumentan, el imperialismo
necesita garantizar sus inversiones apoyando económicamente y entrenando
a las fuerzas armadas locales, respaldando dictadores amigos, y cuando
todo esto falla invadiendo a aquellos países.
Miremos otra vez a México. A medida que los intereses económicos
en este país crecieron aumentaron los subsidios y los entrenamientos para
el ejército mexicano. El apoyo al infame y corrupto
PRI también se intensificó. Cuando, como consecuencia del NAFTA,
se produjo el declive económico de México, produciendo una crisis política
que llevó al colapso del PRI,
los EEUU pasaron a apoyar el gobierno de Vicente Fox y el PAN, quienes han
sido incluso mas serviciales hacia los EEUU. Otro buen ejemplo es
Colombia. Bush continua como Clinton la lucha armada del gobierno
colombiano contra la guerrilla izquierdista equipando al ejercito
colombiano con el armamento, la tecnología y el entrenamiento mas
avanzados. Por su parte Canadá, en su intento de servir como leal socio
menor jugo un rol prominente en la reciente invasión a Haití como parte
de las tropas de paz de la ONU. El
imperialismo ataca a todos los trabajadores
El
imperialismo usa también el “libre comercio” para intensificar la
explotación de los trabajadores en casa. La amenaza de la desleal
competencia extranjera es usada para forzar a los trabajadores a aceptar
salarios bajos. Obviamente los efectos específicos del NAFTA en los
trabajadores de EEUU y Canadá no han sido tan desbastadores como en México.
Pero no hay dudas de que los patrones norteamericanos han usado la
amenaza de la competencia internacional entre trabajadores para forzar la
baja de salarios en casa. La respuesta a esto debe ser una lucha unificada
de todos los trabajadores contra el FTAA cruzando las fronteras nacionales.
El
problema no es sólo los efectos de los acuerdos de "libre comercio"
hoy, tan horribles como son. Los imperialistas manejan sus acuerdos de
"libre comercio" contra unos y otros amenazando a la clase
obrera de todos los países. Mientras que los beneficios del mundo
declinan, la competición entre las potencias principales se intensifica.
El extender las esferas de la dominación se vuelve aún más esencial.
Alemania aumenta su presencia económica en Europa, y Japón amplía su
potencia en Asia, los EE.UU. suben la apuesta presionando para que América
latina y a los países del Caribe se integren a un área de "libre
comercio" bajo su dominación indiscutida. Estos acuerdos de "libre
comercio" como el FTAA son realmente un camino hacia la guerra
comercial intensificada entre las naciones imperialistas, que conducirán
inevitable a una tercera guerra mundial si la clase obrera no intercede
antes. La
lucha de las masas contra el imperialismo
Por
suerte, la clase obrera ya ha comenzado su lucha contra el “comercio
libre” imperialista. De hecho, hay varias experiencias de las que
podemos aprender. Argentina fue recientemente sacudida por huelgas
generales contra las medidas de austeridad auspiciadas por el FMI, y más
luchas de este tipo se están preparando. Las masas bolivianas se
revelaron con éxito en contra de la privatización de los servicios de
agua, a pesar de la feroz represión militar.
Y en Ecuador, trabajadores e indígenas han usado las huelgas y los
levantamientos en varias ocasiones para derribar gobiernos en respuesta a
los intentos de dolarizar la economía para facilitar una mayor explotación
de parte del capital norteamericano. Mas allá de América, huelgas
generales y revueltas han surgido en respuesta a las políticas del FMI y
el Banco Mundial, desde Indonesia hasta Zimbabwe. Para
los socialistas revolucionarios, estas luchas de la clase obrera y los
pobres son la clave para derrotar los ataque del ‘libre comercio”
imperialista y cualquier otra política capitalista que implique el
aumento de la miseria. Las luchas de masas pueden hacer retroceder los
ataques imperialistas e incluso conseguir algunas reformas y mejoras
temporarias. Pero el capitalismo es un sistema económico basado en la
explotación y a medida que profundice su crisis sola será capaz de
sobrevivir intensificando la explotación y la opresión. Por eso, el fin
de la miseria no se podrá conseguir por medio de reformas, sino por medio
de una revolución que destruya al capitalismo. Sólo la clase obrera,
aliada con el resto de los oprimidos, puede sacar a la humanidad de la catástrofe
a la que nos conduce el capitalismo. Sólo la clase obrera tiene el poder
y la organización necesarios dado que ocupa un lugar central dentro del
sistema capitalista de explotación. Y lo que es más
importante, sólo la clase obrera es llevada por sus intereses económicos
a destruir el capitalismo, porque
no tiene ninguna opción dentro de él. La clase obrera puede destruir el
capitalismo y construir una nueva sociedad de libertad y abundancia. Esta
lucha revolucionaria atraerá también a los estudiantes y activistas
involucrados con los intereses de nuestra clase. Las
huelgas canadienses muestran el potencial de las acciones de masas
Mientras
los trabajadores del resto del mundo se levantaron en protestas explosivas
contra los ataques del “libre
comercio”, en Norteamérica no ha habido aun tal respuesta. Ciertamente,
la lucha de clases en Canadá esta mas desarrollada que en los EEUU. De
hecho, fue la presión de los trabajadores canadienses la que consiguió
que el congreso de trabajadores canadienses (CLC) convocase a las
protestas de 1996-7 contra el gobierno de extrema derecha de Ontario. Pero
en aquella oportunidad, los lideres sindicales evitaron llamar una huelga
indefinida a nivel provincial, la cual era necesaria para triunfar, y en
su lugar convocaron a simples huelgas de un día. De esa forma permitieron
que la lucha sea derrotada. Retrocediendo
en el tiempo, la huelga general provincial de Québec en 1972 fue el hecho
más avanzado para la historia de la clase obrera canadiense. Las
recientes huelgas de enfermeras y maestros de Québec (contra las medidas
de austeridad del gobierno provincial, así como también contra el
gobierno federal de los liberales) fue otra importante indicación de que
es lo que puede hacer nuestra clase. Bajo el liderazgo adecuado, estas
luchas no sólo podrían haber conducido hacia una huelga general que
derrotase los ataques gubernamentales, sino también servido para
construir un movimiento anti-FTAA mucho más poderoso. Las
luchas obreras en Canadá, si bien fueron mucho más
allá que lo que recientemente podemos encontrar en los EEUU, fueron
entregadas porque se desarrollaron bajo el liderazgo reformista de la
burocracia pro-capitalista. Estos
lideres sindicales aceptan los limites impuestos por el capitalismo y
desconfían de la acción directa de los trabajadores.
Esta es una buena razón por la cual nosotros luchamos para
construir el liderazgo del partido revolucionario internacionalmente. Los
trabajadores necesitan un partido revolucionario que pueda liderar las
luchas de hoy a la victoria, y también liderar la lucha por la victoria
final contra el capitalismo. Tal
liderazgo revolucionario abogaría ciertamente por huelgas generales
unificadas para derrotar los ataques capitalistas.
El
impasse post-Seattle
En
los EEUU, la “batalla de Seatle” contra Organización Mundial del
Comercio (OMC) le dio un gran impulso al movimiento anti-FTAA. Pero los
intentos para repetir este suceso en otras ciudades – como Washington
D.C., Windsor, Praga, y Niza – fallaron. El poder de las protestas de
Seattle vino del hecho de que los activistas estudiantiles fueron
secundados por una masiva movilización de trabajadores. Los líderes
sindicales movilizaron varias decenas de miles de militantes con el objeto
de realizar una protesta pacífica. Sin embargo muchos de los trabajadores
querían una pelea real, no sólo un paseo pacifico.
Con lo cual cuando vieron la oportunidad para romper el plan
establecido y marchar para unirse a los manifestantes que bloqueaban las
calles alrededor de la conferencia de la OMC no desperdiciaron la
oportunidad. Los burócratas así perdieron el control y el aparato
represivo del estado fue tomado por sorpresa. Los trabajadores y los
estudiantes se unieron para bloquear la reunión. (ver
"Battle Over Seattle" in Proletarian Revolution No. 60.) Después
de Seattle, el estado aprendió la lección y no será tomado otra vez por
sorpresa. Las vallas y cárceles preparadas en Québec testifican la
escalada del uso de la fuerza represiva.
Y los burócratas sindicales también aprendieron la lección.
Ellos evitarán movilizar a las masas y tratarán de mantener separados a
los trabajadores organizados de los jóvenes, cuando en realidad una
alianza de este tipo liderada por los trabajadores es imprescindible. Los
popes de la CLC/FTQ llaman a protestar sin luchar
En
esta oportunidad los lideres de la CLC, Fédération des travailleurs
et travailleuses du Québec (FTQ) y la Centrale des syndicats
du Québec (CSQ) hicieron mayores esfuerzos que en Windsor, o que
los que el AFL-CIO hizo en Washington. Pero su motivo para movilizarse no
fue la defensa de la clase obrera frente a los ataques patronales. Ellos
se movilizaron porque temían que sus militantes los iban a barrer si al
menos no aparentaban luchar. Sin
embargo su plan para oponerse FTAA es una muestra más de que su temor a
organizar una verdadera lucha es un factor determinante. Para intentar
acallar las protestas contra el FTAA, la marcha sindical fue convocada
para el final de la reunión – en lugar de unificarla con las medidas de
acción directa convocadas para bloquear la reunión.
Si lo lideres sindicales hubieran llamado a los trabajadores a
manifestarse el viernes seguramente hubiera habido fuerzas suficientes
como para bloquear la reunión. Revolucionarios
contra burócratas
Aquellos
que quieren enfrentarse al capitalismo deben oponerse al rol pro-capitalista
de los burócratas sindicales. Los revolucionarios impulsan la acción
directa de la clase obrera para derrotar al capitalismo. Pero siempre
deben prevenir a sus militantes del rol traidor de la burocracia sindical
y buscar exponer la conexión entre sus traiciones y sus políticas
por-capitalistas. Si queremos oponernos al capitalismo, debemos exponer a
los actuales lideres sindicales quienes emplean todas sus fuerzas para
mantener el sistema en pie. Nosotros debemos luchar consecuentemente por
la solidaridad internacional de los trabajadores y oponernos al
proteccionismo reaccionario y al chauvinismo nacionalista que proponen los
burócratas. Desafortunadamente,
la mayoría de las supuestas “fuerzas anticapitalistas” involucradas
en las actuales luchas no desafían a la burocracia sindical. De un lado,
mientras algunos grupos (desde el stalinistas Partido Comunista hasta los
trotskystas de Socialismo Internacional) participaron de la coalición
liderada por los jerarcas sindicales sin reclamarle a estos que movilicen
a los trabajadores para bloquear la reunión. De esa forma ellos tácitamente
aceptaron la decisión de los burócratas de evitar una luchar real. Por
el otro, quienes convocaron a la acción directa desde el Comite
d'accueil du Sommet des Ameriques (CASA) y la Convergence des
luttes anti-capitalistiques (CLAC) también evitaron confrontar con
los lideres sindicales obviando convocarlos a las protestas organizadas
por ellos. Puesteando a los lideres establecidos de la clase obrera trae
como resultado simples parodias de acción directa. Los estudiantes por si
solos no tienen el poder que tiene la clase obrera. En este momento solo
los lideres sindicales tienen los recursos necesarios para organizar el
tipo de acción que es necesaria para atacar los ataques del estado.
Y evitando enfrentar sus políticas pro-capitalistas solo sirve
para que ellos sigan dominando la lucha. ¡La
solución es la revolución socialista!
Las
tasas de ganancia caen en todo el mundo. Por ello los capitalistas
necesitan intensificar la explotación de las masas para que el sistema
sobreviva. Los burócratas sindicales no entregan las luchas por su
incompetencia o su cobardía, lo hacen por que ellos apoyan al sistema
capitalista, disfrutando de posiciones privilegiadas como diques de
contención entre los capitalistas y trabajadores. La
única dirección capaz de liderar las luchas de los trabajadores hacia la
victoria es una que no tenga compromisos con el sistema dado que su
objetivo es su destrucción --
o sea una dirección socialista revolucionaria. No
hay razón para el hambre, la escasez de vivienda y todas las miserias que
son usadas para enfrentar a los trabajadores de distintos países como
perros entre sí. El capitalismo internacional ha construido una economía
mundial con tal capacidad que no hay razón para la escasez de empleos,
bienes y servicios sociales en ningún sitio.
Si la economía mundial fuese liberada de las cadenas de la
producción de ganancias privadas, y en su lugar estuviese dirigida a
producir lo que la gente necesita, viviríamos en un mundo de abundancia.
Este objetivo se puede conseguir por medio de una revolución socialista
internacional. Un mundo socialista, cooperativo, sin clases y limpio de
toda opresión puede ser construido.
Pero
los capitalistas y sus sirvientes no se rendirán sin luchar. Su respuesta
militar a simples protestas como esta lo ponen en evidencia. No, el
sistema capitalista debe ser destruido por revoluciones que destruyan el
estado capitalista y coloquen a la clase obrera en el poder. Los
trabajadores mas avanzados de cada país
deben unirse para construir partidos revolucionarios como secciones
del partido revolucionario mundial, una
recreada cuarta internacional trotskysta. Solo con una liderazgo,
disciplinado y unificado, de este tipo los trabajadores de vanguardia del
mundo serán capaces de liderar la lucha de los trabajadores desde la
revolución socialista mundial hasta la victoria. !Los
trabajadores necesitan un partido revolucionario!
Así
la conexión principal entre las luchas cotidianas y la destrucción del
capitalismo es la construcción de un partido socialista revolucionario
que combine un liderazgo efectivo a las luchas inmediatas de los
trabajadores con la educación política de los mas avanzados políticamente
como lideres de la lucha de clases. Tal
partido revolucionario debe ser internacionalista. Esto significa que debe
defender el derecho de las naciones oprimidas, como Québec y Puerto Rico,
a la autodeterminación. Combatirá toda forma de racismo y chauvinismo
que dividen a la clase obrera. Trabajara por la acción unificada de los
trabajadores a través de las fronteras contra cada ataque capitalista e
imperialista. Fundamentalmente,
un partido revolucionario genuino no tendrá nada en común con el falso
socialismo de la ahora destruida Unión Soviética, o de aquellos estados
stalinistas que hoy sobreviven, como
Cuba, China y Vietnam. En estos países, la clase burocrática
administra economías capitalistas estatizadas en beneficio del
capitalismo mundial. ¡En China y Vietnam, tal socialismo incluye la super
explotación infernal en fabricas que trabajan para corporaciones como
Nike! Si
usted acuerda con estas ideas, o sólo estas interesado en hablar sobre
ellas, contáctate con nosotros. Tenemos un mundo por ganar, y no hay
tiempo que perder. ¡Por una huelga general contra los ataques capitalistas!
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