No hay dudas que este atentado nos ha dejado a todos perplejos, la realidad histórica adquiere dimensiones geométricas que multiplican hasta el infinito los problemas que enfrenta la humanidad en estas difíciles épocas de globalización que se ven en todo su potencial aumentados por las contradicciones que genera y que adquieren condiciones propias de la barbarie imperialista.
El terrorismo sin dudas debemos repudiarlo como lo que es, un acto individualista y cobarde, perpetrado desde la sombra del anonimato y como siempre quienes primero sufren las consecuencias de esta barbarie son las grandes masas de la población que no fueron consultadas si estaban dispuestas a enfrentarse a una guerra a pesar del odio que sienten por el “país de la libertad” que a diario les quita lo que dicen defender.
La libertad en el caso de los países del tercer mundo que se hunden en la pestilente miseria que genera el desigual reparto de riquezas de la globalización de la economía imperialista no es otra que la liberación de las cadenas imperialistas.
Pero la perplejidad continúa, aún el mundo no sabe cuál será el camino de los acontecimientos, mucho menos cuando el imperialismo está movilizando todo el poder de su fuerza para dejar en claro ante el mundo quién manda aquí.
Así no tiene la misma magnitud la barbarie según de quién venga, cuando el ejercito imperialista bombardea una ciudad con su moderna tecnología de destrucción los gobiernos aceptan estos hechos de barbarie como daños colaterales, los bloqueos, las deudas externas fraudulentas, el lavado de dinero en los paraísos fiscales y la destrucción de las economías de regiones del mundo mediante el damping y la monopolización de ramas industriales que luego destruyen para eliminar la competencia y quedarse con el control total de los mercados, arrojando a centenares de miles de personas a la extrema miseria sin que ningún gobierno proteste por esos hechos de barbarie y de destrucción masiva que no son otra cosa que atentados a la dignidad humana de los pueblos.
Razones existen en el mundo para el odio de las masas contra el imperialismo. Por eso el atentado es una consecuencia directa de las contradicciones que genera con su política global que somete al mundo a sus supremos intereses que se resumen en que los “americanos” se consumen dos tercios del mundo y no les importa cargarse el planeta.
La crisis de dirección revolucionaria de la humanidad, el retroceso de la conciencia socialista y proletaria en el mundo, han permitido que las burguesías imperialistas junto con el gendarme mundial desataran una ofensiva contra la clase obrera hasta en los confines de la tierra. Hoy las masas del mundo sumidos en la desesperación son condenados a vivir en sociedades que se degradan en una “regresión histórica” o lo que es lo mismo... “un moderno estado de barbarie imperialista”que provoca en las grandes masas del mundo un estado de vida insoportable.
Así surgen entonces ante ese vacío y ante esa desesperación los fanáticos de todo calibre y los hombres se convierten en bombas. Es esa enorme contradicción la que posibilita que el terrorismo halla podido perpetrar semejante acto de barbarie contra el sistema que lo genera y lo posibilita ya que salen de entre sus propias filas, no se ha visto entre los acusados a ningún hijo del proletariado y más aún podemos decir los talibán y el propio jefe del atentado terrorista eran hasta hace algunos años agentes de la CIA.
Pero esto no es una casualidad del destino que suceda, por el contrario es la consecuencia de la profunda crisis del sistema capitalista que comienza a estallar en sus propias narices y que se ha adelantado al estallido de la burbuja financiera de wall street.
Como venía presagiando la recesión, la crisis mundial es inevitable y como ya sucedió en las dos guerras mundiales anteriores, se salda con la destrucción masiva y con el comercio de la guerra de la que los “americanos” siempre salieron con su economía fortalecida.
El capitalismo nunca tubo otro modo de resolver su crisis y siempre encontró el pretexto para desatar una guerra en la que como siempre irán a morir los hijos de la clase obrera y los sumergidos de la sociedad. Europa sabe que no solo no está a salvo de la guerra sino que está mas cerca de sufrirla que los EEUU, la guerra de los balcanes a sido siempre el presagio de las guerras que se ciernen sobre Europa.
Los “americanos” hoy no pueden hacer otra cosa mas que la guerra, no pueden ofrecer al mundo otra forma de resolver las contradicciones que genera su dominación mundial, es un imperio podrido e incapaz de ser el guía de la humanidad y mucho menos aún de ser los defensores de la libertad.
Soplan vientos de guerra en el mundo, es época de revolución. Los marxistas debemos desempolvar nuestro arsenal teórico en contraposición al pragmatismo anglosajón con su filosofía malthusiana y su lógica del “sentido común”que lleva a un mundo bárbaro donde la supervivencia del mas apto se reduce a las acciones que cotizan en la bolsa.
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