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| Editorial |
| Tras su victoria parcial en Afganistán, el imperialismo yanqui y el resto de las potencias capitalistas pretenderán continuar con su ofensiva mundial. Una muestra de ello es la ofensiva contra la guerrilla colombiana, lanzada por el gobierno de Colombia en el marco del plan Colombia. La ofensiva de las burguesías más poderosas del planeta contra las masas no es solo militar, sino también ideológica. La idea es tratar de conseguir consenso para sus acciones. Como parte de esta segunda ofensiva ya se pretende que se otorgue el premio Nóbel de la paz a Bush y Blair en reconocimiento a la masacre perpetrada en Afganistán. Paralelamente hay todavía ingenuos que creen que reuniones como el foro de San Pablo y movimientos como el antiglobalizacion pueden frenar la barbarie capitalista. Nada más ingenuo que ello. Pretender que los capitalistas dejaran de explotar a las masas es ilusorio. La barbarie capitalista solo puede ser eliminada mediante la destrucción del capitalismo, y esto solo puede lograrse mediante una revolución proletaria que imponga la dictadura del proletariado. Cualquier otra propuesta equivale a esperar el suicidio de la burguesía y conduce a la derrota. Los hechos recientes acaecidos en Argentina ponen esta cuestión mas que nunca al orden del día. Parecería que muchos izquierdistas creyeran que la pequeño burguesía y las capas medias, ofuscadas por la perdida de sus ahorros, pudieran destruir al capitalismo. Lamentablemente, a pesar de los deseos de muchos la clase obrera, como clase organizada, se mantiene al margen de los sucesos. Y mientras lo haga será imposible destruir el capitalismo, siquiera suplantar al gobierno actual por uno más conciliador hacia las masas explotadas. Quienes no quieran ver esto podrán engrosar sus filas partidarias pero serán incapaces de agregar un mojón en el camino de la revolución. Es necesario revisar algunos principios fundamentales del marxismo. De otra forma, seguiremos dándonos de cabeza contra la pared. Nuestra intención es que Solidaridad sirva para ello. Para lo cual volvemos a anunciar que nuestras paginas están abiertas a todos aquellos honestos militantes que quieran reconstruir las autenticas tradiciones marxistas. |
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