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¿A dónde va Venezuela?

Octavio Leal (Centro Internacional del Trotskismo Ortodoxo)

El golpe militar contra Hugo Chávez, y su posterior retorno y reinstalación en el poder, por las mismas fuerzas armadas que lo habían destituido, ha producido confusión entre la izquierda centroamericana. ¿Se han transformado en revolucionarias las fuerzas armadas de Venezuela?Es necesario discutir los alcances y repercusiones del golpe y contragolpe de estado en Venezuela.

El teniente coronel Hugo Rafael Chávez Frías irrumpió en la escena política venezolana como principal dirigente de un golpe de Estado frustrado contra el "corrupto" presidente Carlos Andrés Pérez, el 4 de febrero de 1992, que contradictoriamente lo condujo a la cárcel pero lo lanzó a la arena política.

Orígenes del "chavismo"

Este fallido golpe militar estaba organizado por la oficialidad media que, con una ideología y discurso nacionalista, pretendía salvar a la nación venezolana de la decadencia a que la sometió el sistema político bipartidista, que había funcionado en los últimos cuarenta años, y cuyos pilares fundamentales eran el partido Acción Democrática , de ideología socialdemócrata, y el partido COPEI, de inspiración social cristiana.

La época de la abundancia y de los petrodólares había pasado. El intento de golpe militar de Chávez se enmarca en el contexto de decadencia económica de Venezuela, que había entrado a la época de las "vacas flacas", provocando malestar y una respuesta nacionalista por parte de sectores de la oficialidad media de las fuerzas armadas. Chávez salió de la cárcel en 1994, previa renuncia a las fuerzas armadas, convertido en un mártir político. Sus habilidades como orador, denuncia permanente de las oligarquías de AD y COPEI, su encendida retórica nacionalista y latinoamericanista, la reivindicación permanente de la gesta de Simón Bolívar, lo convirtieron en todo un caudillo popular, que se contraponía a los políticos burgueses tradicionales.

El golpe de estado promovido por Chávez fue un fracaso militar, pero representó un triunfo político para sus actores, ya que logró atraer la atención de los sectores populares y de la clase media que estaban cansados de un sistema bipartidista extremadamente corrupto e ineficiente. Sin habérselo propuesto, la rebelión de Chávez dio origen al movimiento político conocido como "chavismo" y que posteriormente conformaría el Movimiento V República . De esta manera Chávez, como político nacionalista burgués, se convirtió en el máximo dirigente de una coalición de fuerzas y partidos de izquierda. En realidad, toda la izquierda venezolana le claudicó políticamente al fenómeno del "chavismo", al no cuestionar su programa y su política de conciliación de clases.

Rumbo al poder

Finalmente, en diciembre de 1998, el teniente coronel Chávez logró atraer a las masas venezolanas y ganó las elecciones presidenciales con un abrumador 56,2 por ciento de los votos. Chávez aprovechó ese enorme caudal electoral para convocar a una Asamblea Constituyente, con el objetivo de iniciar su llamada "revolución bolivariana" y modificar el régimen político y las instituciones venezolanas.

Apenas un mes después de haber asumido la presidencia, en febrero de 1999 Chávez pidió al Congreso poderes especiales para gobernar. Esto asustó mucho a la burguesía venezolana. El Congreso, controlado mayoritariamente por las fuerzas chavistas, aprobó la famosa Ley Ha­bi­li­tan­te , que le permitió al presidente Chávez legislar en materia económica y administrativa, bajo el pretexto de tomar medidas de "urgencia". Con ello, y como producto de las aspiraciones populares, fenómeno que se reflejo en el proceso electoral, Venezuela paso de un régimen democrático burgués decadente a un régimen bonapartista sui generis, ejercido a través de la figura del Presidente de la República y personificado en Chávez, que se apoyaba en las Fuerzas Armadas, en las ilusiones democráticas de las masas reflejada en la composición del parlamento, mas que en la movilización revolucionaria de estas.

Un régimen "bonapartista sui generis"

León Trotsky llamó " bonapartismo sui generis " a aquellos regímenes propios de los países semicoloniales, es decir, aquellos países que, como Venezuela, han conquistado formalmente su independencia política, pero en el fondo están sojuzgado económicamente por el imperialismo La debilidad o crisis de la burguesía nacional en países como Venezuela, donde el principal explotador es el imperialismo, da lugar a gobiernos que juegan como árbitros entre el movimiento obrero y de masas y el imperialismo dominante. En la medida en que la burguesía nacional ha sido incapaz de imponer directamente su gobierno, se impone la aparición de un árbitro entre la burguesía y los trabajadores, las dos fuerzas más poderosas de la escena nacional.

Este tipo de régimen "bonapartista sui generis", como el de Chávez, puede obrar como agente del imperialismo, en cuyo caso tiene un carácter acentuadamente reaccionario, o apoyarse en las masas obreras y campesinas para resistir la presión de la metrópoli imperial. En este último caso, tiene un carácter relativamente progresivo ya que, salvadas las distancias históricas, repite algunos de los rasgos positivos del bonapartismo clásico de Na­pole­ón en Fran­cia durante el siglo diecinueve.

Este ti­po de régimen "bonapartista sui generis" es relativamente progresivo en la medida en que se enfrenta al imperialismo, pero tiene su contrapartida en la medida en que impide que la clase obrera avance por una vía independiente hacia la revolución socialista, manteniendo la resistencia al imperialismo dentro de los límites de la propiedad burguesa. Cárdenas, Nasser y Perón son algunos ejemplos de este bonapartismo "sui generis": gobiernos burgueses hasta la médula, que defienden a sus países del imperialismo apoyándose en las masas explotadas.

En la historia reciente de América Latina tenemos regímenes "bonapartistas sui generis" mucho más débiles como el de Velasco Alvarado en Perú, en la década de los setenta, o un poco mas fuerte como el del General Omar Torrijos en Panamá, a finales de los años setenta, o mucho mas fuertes como el de Daniel Ortega, en la década de los años ochenta en Nicaragua.

Ante la debilidad de la clase obrera venezolana de postularse como dirigente de la nación oprimida, ahora le ha tocado el turno a Venezuela, con el régimen bonapartista sui generis encabezado y personificado en Chávez.

Roces con el imperialismo

El discurso nacionalista burgués de Chávez asustó al imperialismo norteamericano, por tres factores centrales: el petróleo, la amistad con Fidel Castro y el supuesto apoyo logístico a la guerrilla colombiana.

Venezuela es el principal abastecedor de petróleo para los Estados Unidos. Lo que pase en Venezuela tiene repercusiones directas en la economía norteamericana. El petróleo es la sangre vital de Venezuela, todo el país depende las exportaciones petroleras. La política exterior "tercermundista" de Chávez ha pretendido agrupar a los países productores de petróleo, con una clara bandera: subir el precio y reducir la producción de crudo. En ese marco, se produjo el acercamiento de Chávez con Fidel Castro. El gobierno venezolano se comprometió a suministrar hasta 53.000 barriles diarios de petróleo a Cuba en condiciones especiales, en momentos de asfixia económica para la isla y cuando más lo necesitaba.

Por otro lado, Venezuela tiene amplias fronteras con Colombia, un país en donde la guerrilla de la FARC tiene mas de 40 años de controlar una buena parte del territorio fronterizo. El gobierno de los Estados Unidos y los opositores a Chávez, acusan a este último de permitir que el territorio venezolano sea usado como "aliviadero" por la guerrilleros colombianos. En los últimos años, la guerrilla colombiana se ha convertido en una verdadera alternativa de poder, lo que preocupa mucho a los Estados Unidos, por la alianza política y militar que podría generarse entre Chávez y la guerrilla colombiana en una zona estratégica y vital para los Estados Unidos, por el petróleo y la cercanía al canal de Panamá.

Pero las cosas no termina ahí. Cuando se produjo la invasión imperialista contra Afganistán, Chávez critico duramente la política del gobierno de los Estados Unidos.

Síntomas de desgaste político

Cuando Chávez convocó a un referéndum para convocar a la Asamblea Constituyente, obtuvo el 88 por ciento de los votos a favor. Cuando se realizaron las elecciones para Asamblea Constituyente, el Polo Patriótico , la coalición que apoyó a Chávez, obtuvo 120 de los 128 escaños de la Asamblea Nacional Constituyente. Chávez había obtenido un triunfo aplastante, que le permitió posteriormente modificar la composición de los otros poderes del estado. El 15 de diciembre se aprobó la Constitución Bolivariana con el 71 por ciento de los votos emitidos, aunque la abstención había subido al 54 por ciento, lo que fue un primer síntoma evidente del deterioro político de Chávez.

El 30 de diciembre de 1999 entró en vigor la nueva Constitución Bolivariana, que sustituyó a la Carta Magna de 1961. A partir del triunfo de la Asamblea Constituyente, Chávez avanzó un poco más y convocó a nuevas elecciones generales, lo que le permitió reelegirse. Posteriormente, por supuesto "problemas técnicos", las elecciones se realizaron separadamente. El 30 de julio de 2000 se realizaron las elecciones presidenciales, legislativas, regionales, y posteriormente el 3 de diciembre se celebraron las elecciones para concejos municipales y juntas parroquiales.

Chávez ganó nuevamente los comicios presidenciales con el 59 por ciento de los votos, un 22 por ciento más que Arias Cárdenas , su principal rival. Los "chavistas" controlaban nuevamente la Asamblea Nacional, las regiones y los municipios. El Movimiento V República había triturado electoralmente a los partidos de la burguesía.

Los triunfos que Chávez obtenía por la vía electoral, sirvieron de cobertura para consolidar su régimen bonapartista sui generis. El 7 de noviembre del 2001 la Asamblea Nacional le otorgó poderes especiales a Chávez, lo que permitió dictar, solo en ese año, mas de 49 leyes económicas, por la vía del decreto, que provocaron una rebelión de las cámaras patronales agrupadas en FEDECAMARAS. El 10 de diciembre se realizó el primer paro de los empresarios, que obtuvieron apoyo en sectores de la clase media, que se sentía perjudicada por las medidas económicas de Chávez.

Estas leyes económicas, como la de reforma agraria, golpeaban a la burguesía y oligarquía tradicionales, —aunque no la liquidaban— lo que provocó un reagrupamiento en contra de Chávez. Para el 23 de enero del presente año, Caracas fue escenario de dos multitudinarias manifestaciones de signo contrario, una de la oposición unida contra Chávez, y otra a su favor.

El ajuste

En el contexto de un mayor enfrentamiento político entre el gobierno venezolano y la oposición burguesa y pro imperialista, presionado por la agudización de la crisis económica provocada, entre otros factores, por la caída de los precios del petróleo, Chávez decretó el 12 de Febrero un conjunto de medidas económicas, entre ellas la flotación del bolívar respecto al dólar. Esta devaluación encubierta provocó una airada protesta por parte de la clase media, que se sintió perjudicada.

Estas medidas de ajuste económico, son similares a las que el Fondo Monetario Internacional (FMI) receta a nuestros países. Ello significaba que Chávez, en vez de arreciar la lucha contra el imperialismo, apoyándose en la movilización de las masas trabajadores, y tomando medidas en contra de la burguesía y las empresas transnacionales, comenzaba a retroceder, descargando el peso de la crisis entre las masas, lo que hizo que la clase media que antes lo apoyaba comenzara a girar hacia la derecha, es decir, hacia la oposición burguesa representada por FEDECAMARAS

Golpe y contragolpe militar

Las declaraciones de algunos militares disidentes, como el coronel Pedro Soto, en el sentido de llamar a Chávez a renunciar a la presidencia, mas la destitución de la junta directiva de la millonaria empresa estatal, Petróleos de Venezuela (PDVSA), fueron los detonantes que hicieron estallar la crisis política que terminó en un golpe de estado, el día 11 de abril, encubierto por la "huelga general" convocada por la burocracia sindical de la Central de Trabajadores de Venezuela (CTV) , ligada al partido AD , con el apoyo de FEDECAMARAS .

Chávez fue encarcelado y Pedro Carmona , presidente de FEDECAMARAS , fue juramentado como presidente provisional, disolviendo todas las instituciones, y convocando a nuevas elecciones. Mientras tanto, las masas que siguen a Chávez comenzaron a manifestarse espontáneamente en las calles, ejerciendo una presión descomunal sobre las fuerzas golpistas. Algunos generales se declararon leales a Chávez y llamaron a la población y a los soldados a resistir a los golpistas: las fuerzas armadas se habían divido. En esas condiciones, cuando las masas chavistas se habían tomado las calles, Venezuela se hallaba al borde al guerra civil.

Los minutos se convirtieron en horas y los días en semanas. La OEA, reunida en San José, Costa Rica, se vio obligada a pronunciarse en contra de los golpistas que habían quebrantado el orden constitucional, basándose en una resolución tomada reciente en Lima. El gobierno de los Estados Unidos dijo no haber alentado el golpe de estado, pero al menos se mantuvo expectante con los resultados del mismo.

La decisión final fue tomada por la alta oficialidad de las fuerzas armadas, que temió el estallido de una guerra civil. Al final, después de intensas negociaciones con el prisionero Chávez, las fuerzas armadas se pronunciaron a favor del orden constitucional, y por el retorno de Chávez a la presidencia. Chávez había ganado formalmente la partida, había retornado al gobierno, pero a un costo enorme: debió negociar con sus enemigos.

La "revolución bolivariana" de Chávez tiene los días contados.

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