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| Editorial
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Hace algo mas de 18 meses, tras una provocacion montada por Ariel Sharon, estallo la segunda intifada. La respuesta del régimen de Israel al nuevo levantamiento palestino ha sido brutal, con el despliegue de helicópteros desde los que se disparaba con armas, bombardeos aéreos contra la zona gobernada por la Autoridad Palestina, francotiradores encubiertos para eliminar sobre el terreno a los dirigentes del levantamiento y finalmente con la ocupacion de las
principales ciudades de Gaza y Cisjordania. El régimen de Israel tambien ha cortado las comunicaciones entre las principales ciudades y centros de población palestinos, impidiendo los desplazamientos. Como colofon, con la escusa de protegerse de los ataques suicidas, el gobierno israelí ordenó la construcción de un sofisticado cerco metálico de 364 kilómetros de largo que separará a Israel de Cisjordania. A pesar de ello, lo mas probable es que los ataques suicidas continuen y la escalada de violencia siga en aumento. Claramente, la solucion al conflicto no pasa por lo militar, y la situacion actual pone en evidencia que ambos pueblos deberan primero enfrentarse con sus propios dirigentes para conseguir la paz. La tension en la region ha llegado a tal punto que el imperialismo norteamericano, la clase dominante israelí, el régimen de Arafat y las camarillas árabes de la región han perdido el control de los acontecimientos. Se han desatado fuerzas enormemente poderosas que, para los regímenes de la región, son ahora difíciles de contener. Por otro lado, el conflicto ya ha tenido un impacto inmediato en la economía mundial ya que los precios del petróleo se han disparado. Por todo ello, tanto los gobierno europeos como el gobierno de Bush estan tratando de encontrar alguna via de negociacion entre Arafat y el gobierno de Sharon. La situación actual en medio oriente plantea cuestiones importantes para los trabajadores y las masas oprimidas en todo el mundo. ¿Puede detenerse la guerra? ¿Cómo pueden llevarse a cabo las aspiraciones nacionales de los palestinos y transformarse sus terribles condiciones sociales y económicas? ¿Cómo puede darse una respuesta a los temores que tienen los israelíes por su seguridad? Pero ninguna de estas preguntas podra tener una respuesta mientras los trabajadores sigan siendo incapaces de responder a otra pregunta ¿Como destruimos el regimen de explotacion capitalista y construimos una sociedad sin explotados ni explotadores? Mientras no seamos capaces de encontrar esa respuesta seguira habiendo guerras, en medio oriente, o en Afganistan, o en los Balcanes, o en cualquier otro lugar; ya que la explotacion y la guerra son inherentes al capitalismo. Sin ellas no puede sobrevivir. Por ello desde Solidaridad seguimos trabajando tratando de generar conciencia sobre la necesidad de destruir al capitalismo, y lo hacemos con la seguridad de que en algún momento en el futuro los trabajadores lo conseguiran. |
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