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| Editorial |
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Desde hace ya semanas aumenta vertiginosamente, la propaganda del gobierno de EEUU en los medios masivos de comunicación para conseguir el consenso para una futura invasión a Irak. Como en Afganistán y en tantas otras guerras, en especial las imperialistas de rapiña, niños, ancianos además de hospitales, escuelas, zonas residenciales o centros de ayuda humanitaria serán masacrados o destruidos. Y para los señores imperialistas serán considerados como daños "colaterales". Todo vale para Bush y la burguesía imperialista en su ansia por aumentar o mantener sus tasas de ganancia. Al mismo tiempo, para cualquier persona inteligente queda cada vez mas claro, que tanto en Afganistán, como en Irak, como en cualquier otra intervención militar norteamericana los únicos que cuentan son los intereses económicos de la burguesía estadounidense. En los casos particulares de Irak y Afganistán, el control de los yacimientos de petróleo y de los oleoductos que le permitirán abaratar el costo del crudo, elemento fundamental para la economía norteamericana. Al mismo tiempo que el imperialismo continua asesinando y destruyendo a lo largo y ancho del planeta, los defensores de la guerra harán todo lo posible por criminalizar a cualquier movimiento crítico con sus planteamientos. Incluso, ya se escuchan voces que equiparan a algo tan poco peligroso para el capitalismo como el movimiento antiglobalización con el "terrorismo". Ante esta ofensiva ideológica del imperialismo y sus voceros de los medios masivos de comunicación hay quienes desde la izquierda equiparan el “terrorismo” de los oprimidos con el terror imperialista como método de autoprotección. No se dan cuenta que el imperialismo no necesita motivos para aplastarlos en caso de que le resulten incómodos. Comparar las acciones o la amenaza que representan unos pequeños grupos “terroristas”, por mortíferas que sean sus acciones, con toda la parafernalia bélica que tienen a su disposición EEUU y sus aliados equivale a justificar las acciones criminales imperialistas. La izquierda siempre debe tener en claro que su principal enemigo es el poder devastador de la burguesía imperialista, tanto en el ámbito militar como en el ámbito económico y social. Paremos las guerras, paremos las masacres imperialistas. No más muertes inocentes. |
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