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| Editorial |
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En estos momentos, miles de soldados norteamericanos están viajando hacia el golfo pérsico y la administración Bush continua enviando señales de que se propone invadir Irak hacia fines de enero. Por otro lado, después de cinco semanas los inspectores de armas de la ONU han sido incapaces de encontrar indicio alguno de que Irak posee armas de destrucción masiva. Esto deja sin pretexto a Washington para su planeada invasión y pone de manifiesto que el verdadero motivo para la misma es el petróleo. Claramente los EEUU necesitan fortalecerse económicamente y apoderándose de los recursos energéticos del golfo pérsico y de Asia central ellos estarán en una mejor posición para competir con sus socios imperialistas. Ese es el verdadero motivo de las amenazas sobre Irak y de la ocupación de Afganistán. Nuevamente, como en todas las guerras imperialistas, los medios masivos de comunicación están trabajando a destajo para darle una cobertura “creíble” a la futura guerra contra Irak. Ellos seguirán preocupándose por inventar excusas para encubrir a sus amos imperialistas y ocultar las masacres que ellos realizan. |
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