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Argentina: Para conseguir cualquier cambio social es primordial organizar y concienciar a la clase obrera
Daniel Bengoechea |
Las recientes elecciones argentinas han puesto al desnudo tanto la política de la mayor parte de la izquierda participacionista, que colaboro abiertamente en la búsqueda de salidas para la institucionalidad burguesa, como de la izquierda abstencionista, que planteando un boicot abstracto, apostando todo al movimiento piquetero y a las asambleas populares, dejo a la clase obrera a la deriva, colaborando también de hecho a resolver la crisis de gobernabilidad burguesa. Básicamente, en las pasadas elecciones, gracias a la falta de una verdadera opción obrera o de izquierda, la burguesía logró una victoria parcial. Esta victoria consumada tras la posterior asunción de Kirchner como presidente le permite cerrar la crisis política iniciada con la caída de De la Rúa en diciembre de 2001. De hecho, momentáneamente pareciera que el triunfo de Kirchhner ha abierto un cierto período de expectativas, sobre todo en las capas medias. La combinación del consenso creado de esta forma con la segura represión que prepara el gobierno para quienes se atrevan a reclamar por sus derechos le dará a la burguesía argentina un cierto periodo de estabilidad.
El principal error de toda la izquierda fue no valorar correctamente las jornadas de diciembre del 2001. En general se creo un mito de ellas llegándose a sostenerse que estas significaban una reversión de la derrota histórica del 76 y a llamarlas “revolución”. Este encandilamiento de la izquierda hizo que esta no viera las carencias de las jornadas de diciembre del 2001 y de los movimientos más activos políticamente durante los últimos años (piqueteros, asambleas populares, ...). Básicamente, la mayoría de la izquierda obvio la falta de intervención y centralidad obrera y en especial que el bloque de clases de diciembre estaba copado por la pequeño burguesía como un todo aparentemente indiferenciado. Y esto ocurrió por que la izquierda argentina es fácilmente encandilable por la explosividad de movimientos que prometen mucho a corto plazo (pero dejan poco a largo) y por la opinión de la prensa progresista internacional (Le Monde, El País, La Jornada, ...) que estuvo prestando mucha atención a los “nuevos movimientos sociales”, olvidándose de que el proletariado organizado es el único sujeto histórico capaz de derrotar a la burguesía.
Sin embargo la realidad es implacable y después de más de un año de largas luchas, ambos las asambleas populares y los piqueteros se han desgastado mostrando los límites de la radicalización de sectores de masas que no responden a la ideología proletaria. Lamentablemente, a pesar de que la realidad mostró que los pronósticos de la izquierda estaban completamente herrados (el abstencionismo fue insignificante y el voto a la izquierda también) tras las elecciones no ha habido ninguna autocrítica seria de parte de la izquierda. Esto significa que la izquierda argentina seguirá sembrando en terreno estéril. Por nuestra parte, quienes nos reivindicamos marxistas debemos reafirmarnos en nuestros análisis (que sostenemos desde antes de Diciembre de 2001) y continuar tratando de generar conciencia proletaria dentro de la clase obrera. Una herramienta fundamental para ello serán las luchas económicas por venir. Es nuestro deber impulsar en el futuro inmediato estas luchas económicas de la clase obrera y aprovecharlas para difundir las ideas del marxismo y desenmascarar a las direcciones sindicales traidoras. Por supuesto que esta no será una tarea fácil en tiempos de desempleo generalizado, pero es más que posible. Como comentábamos con anterioridad en estas mismas paginas, hay varios factores objetivos que pueden ayudar a ello. No todos los marginados del mercado laboral son fácilmente asimilables en las fábricas de la burguesía. La antigüedad del desempleo en argentina y la introducción de nuevas tecnologías dificulta el reemplazo de un trabajador por un desocupado de años, o por un joven marginado que nunca estuvo ocupado. Además la mayoría de los desocupados conforman una masa no habituada a la disciplina autocrática de la fábrica burguesa. En resumen, el ejército industrial de reserva no es tan grande como lo sugieren los números estadísticos. Por ello, aquellos que desde la izquierda usan el enorme desempleo (20% de la población adulta) para sostener que es muy difícil trabajar políticamente para organizar y concienciar a la clase obrera industrial sólo lo hacen para ocultar su incapacidad. Una vez la clase obrera entre en acción por medio de las luchas económicas, será mucho más fácil que la clase trabajadora logre generar una alternativa propia, acaudillando además una alianza revolucionaria con las amplias capas empobrecidas. Plantear que a la clase obrera que se movilice por detrás de los desocupados y de las clases medias como viene haciendo la izquierda argentina equivale a poner las cosas patas para arriba. Otra cuestión fundamental para la clase obrera argentina es la preparación para enfrentar a la represión. Con seguridad, en cuanto la clase obrera comience a moverse y aumente su organización y conciencia la represión de parte del estado burgués aumentara. El desalojo policial de Bruckman es una muestra de ello. Este hecho además mostró lo poco preparada que esta la clase obrera argentina para enfrentar a la represión. La izquierda tiene gran responsabilidad al respecto, ya que en su gran mayoría se niega a plantear la necesidad del armamento proletario. La ridiculez de la izquierda llega al limite de hablar de que estamos ante una revolución y olvidarse completamente de la necesidad de armar al proletariado. Sin embargo, si los trabajadores quieren tomar el poder, entonces deben armarse, esa es la única forma posible de derrotar a la burguesía, quien cuenta con el aparato militar y policial para defender el orden establecido. Por ello, quienes nos reivindicamos marxistas debemos propagandizar la necesidad de armar a los obreros, algo tan fundamental como la construcción del partido revolucionario, a la par que luchamos por el desarrollo de la conciencia proletaria. Las ideas planteadas aquí, podrán parecer básicas a muchos. A pesar de ello gran parte de la izquierda argentina las ignora. Por ello es necesario seguir planteándolas constantemente y nosotros lo hacemos periódicamente desde estas paginas con la aspiración de colaborar a la organización del proletariado argentino como clase independiente, sin lo cual cualquier cambio social será imposible. |
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