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Editorial
A pocos días de las elecciones presidenciales estadounidenses la izquierda norteamericana e internacional que sostiene la posición "cualquiera menos Bush") tendría que reflexionar por un momento sobre su responsabilidad en vender a Kerry como un candidato antiguerra.

La Convención Nacional Demócrata abiertamente adopto por unanimidad un programa proguerra. Este programa pone a Irán en la mira, y abiertamente sostiene que "con John Kerry como comandante en jefe, jamás esperaremos luz verde de países extranjeros cuando nuestra seguridad esté en juego". 

Es comprensible que millones quieran ver derrotado a Bush en noviembre a cualquier precio. Pero qué significa exactamente "derrotar a Bush"? Para el Partido Demócrata, significa derrotar a Bush en sus propios términos. En otras palabras, derrotar al individuo Bush, no a las políticas que él representa. Nunca ha sido más clara la realidad de que republicanos y demócratas son dos alas de un mismo establishment político. Muchos hablan sobre lo peligroso y destructivo que sería un nuevo período de cuatro años de Bush. Tienen razón. pero se equivocan en creer que Kerry será menos peligroso y destructivo. 

Igual que los republicanos, los demócratas defenderán el poder de las corporaciones y trataran de expandir la dominación imperial de EE.UU., como siempre lo hicieron (por ejemplo invadiendo Cuba y Vietnam). Votar por Kerry y "Estados Unidos más fuertes" es un voto para continuar la misma la política imperialista y de opresión a la clase obrera norteamericana de la administración Bush. 

Tanto los demócratas como los republicanos son partidos de la guerra, el racismo y la austeridad. 

La solución no es elegir entre dos verdugos, la solución es luchar contra los ataques capitalistas e imperialistas mediante la acción directa de masas. 

Para vencer al imperialismo es necesario que construyamos el partido revolucionario de la clase obrera.


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