|
|
|
|
|
Editorial |
El 2008 ha confundido a todos aquellos que creían que la globalización traía consigo una época prolongada de crecimiento capitalista, en la cual las luchas de clases iban a pasar a un segundo plano. La crisis crediticia del 2007 ha venido seguida por la crisis bancaria del 2008. Los Estados Unidos han entrado en recesión y próximamente Gran Bretaña seguirá el mismo camino. Por su parte, China y la India, las dos principales economías emergentes, enfrentan serios problemas inflacionarios y de sobreproducción de capital. Por su parte, la política guerrerista de los EEUU ha fracasado completamente tanto en Irak como en Afganistán. Al mismo tiempo, distintas crisis y situaciones prerrevolucionarias estallan en distintas partes de Asia y América Latina. Una vez más, el capitalismo nos sigue mostrando que es un sistema agotado, que no hace otra cosa que ir de crisis en crisis aumentando cada vez más la explotación de los trabajadores y demás explotados. Una vez mas es patente la necesidad de destruir este sistema que lleva a la humanidad hacia la barbarie y reemplazarlo por una sociedad socialista. Las condiciones objetivas para el derrumbe del capitalismo están más que maduras. La única condición que falta para conseguirlo es la existencia de un partido revolucionario de vanguardia a nivel mundial. Hasta que los revolucionarios no consigamos construirlo el capitalismo continuara campando a sus anchas por el planeta. Por ello desde Solidaridad creemos que la tarea de construir el partido revolucionario de la clase obrera es la principal tarea a la que debemos avocarnos. Solamente superando la actual crisis de dirección del proletariado podremos conseguir desarrollar la conciencia de la vanguardia obrera y organizarla para destruir el capitalismo. |