Alemania: algunas conclusiones sobre el salvatage de Holzmann AG

Ante la inminente quiebra de Holzmann AG (la mayor empresa constructora de Alemania), la cual implicaría la perdida de 60.000 puestos de trabajo, y las luchas iniciadas por sus trabajadores para defender sus puestos de trabajo, el gobierno alemán ha otorgado a este consorcio créditos por 250 millones de marcos. Tras recibir esta ayuda la empresa acordó un plan de restructuración con los sindicatos que implica la retención de "la mayoría de los puestos de trabajo".
A pesar de la euforia existente entre los trabajadores, sobre todo de aquellos que no quedaron en la calle, la supuesta victoria obtenida por los sindicatos en realidad no es tal. Como parte de los acuerdos, los sindicatos, controlados burocraticamente por la socialdemocracia (SPD), aceptaron recortes en los beneficios sociales que no sólo afectarán a los trabajadores de Holzmann AG sino a todos los trabajadores de la construcción. Entre otras cosas, sin consultar a los trabajadores, el sindicato aceptó una reducción del 6% en los salarios, la extensión de la jornada de trabajo de 39 a 43 horas semanales y 3.000 despidos.
Los recortes aceptados por el sindicato son un precedente que en el futuro podrá ser utilizado por otros consorcios del area de la construcción. De hecho, la mayoría de ellos han sufrido una drástica reducción de sus ganancias durante los últimos años y seguramente seguirán el ejemplo de Holzmann AG para poder competir en igualdad de condiciones con dicha empresa. Esto significa la muerte del actual convenio laboral. Pero esto no es lo peor, los bancos, en especial el Deutsche Bank, que amasan inmensas fortunas con la especulación inmobiliria, no perdieron ni un sólo peso y además consiguieron que el estado salga de garante de la deuda que el consorcio tiene con ellos. De esta forma, podrán tranquilamente continuar dando prestamos para que se construyan viviendas para la especulación y carreteras que generalmente responden más a intereses económicos que a las necesidades reales de los usuarios.
Con seguridad rapidamente muchos trabajadores se darán cuenta de que las cosas ya no son como eran antes y que el peso del salvatage de Holzzman AG recae sobre sus espaldas. Lamentablemente, mientras no se organice una oposición sindical clasista a la socialdemocracia, la burocracia sindical podrá continuar libremente con sus traiciones. Para peor, Schröder terminó apareciendo como el salvador de los trabajadores. Justo en el momento en que su gobierno está realizando una gran ofensiva contra los beneficios sociales (pensiones, salud, educación, etc.) con el objetivo de reducir el deficit fiscal. Sin embargo, por más beneficios que obtengan de este hecho los publicistas del SPD, la realidad se encargará de poner en claro, como lo hizo durante la guerra de Yugoslavia, quien es Schröder y quien es la socialdemocracia.


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