Satanás
y la vida cristiana victoriosa
Dr. Victor M. Matthews y
Dr. Mark I. Bubeck
(Adaptado por José "Chema" Reinoso)
Introduccion:
Para la mayoria de los creyentes la verdad acerca de Satanas no es mas que
algo nebuloso o una teoria irreal. Esta actitud es en gran parte la labor del
mismo diablo.
Satanas busca impedir que el creyente adquiera
entendimiento ya que detesta al Señor Jesucristo. Puesto que no puede atacar
directamente al Señor, lo hace indirectamente, tratando de que el creyente no
madure espiritualmente ni produzca fruto. El hecho de no poder disfrutar del
Señor y de no vivir una vida fructífera mancha la reputación de nuestro
Salvador.
I. La necesidad de
liberación y libertad por parte del creyente
A.
En la caída (en Edén)
nosotros aceptamos las mentiras de Satanás y pusimos en práctica sus
sugerencias. Al decidir desobedecer a Dios nuestra relación con él (de
libertad) quedó interrumpida; y al obedecer a Satanás nuestra relación con
él (de esclavitud) quedó establecida (Juan 8:44). No podemos enfatizar
demasiado la seriedad de ese acto. Debido a él se introdujeron en la raza
humana todas las dimensiones del pecado: avaricia, depravación, esclavitud,
ignorancia, muerte y toda forma de intervención demoníaca. Como resultado,
ahora somos presa de Satanás por medio del error y del pecado.
B.
Descripción del control de
Satanás (gracias a la salvación nunca puede ser de posesión absoluta).
1.
Los nombres por los que se
conoce Satanás indican su actividad como:
o
acusador, Apoc. 12:10
o
adversario, 1 Pedro 5:8
o
dios de este mundo, 2 Cor.
4:4
o
engañador, Apoc. 12:9
o
león rugiente, 1 Pedro 5:8
o
homicida, Juan 8:44
o
tentador, Mat. 4:3
o
príncipe de la potestad del
aire, Ef. 2:2
1.
La Biblia enseña que el
creyente puede "dar lugar al diablo" (permitir que meta el pie en la
puerta Ef. 4:27). Satanás puede:
o
llenar el corazón del
creyente, Hech 5:3
o
estorbarlo, 1 Tes. 2:18
o
tentarlo, 1 Cor. 7:5
o
engañarlo, Apoc. 12:9-10;1
Tes. 3:55
o
devorarlo, 1 Pedro 5:8-9
o
envanecerlo, 1 Tim. 3:6
o
desacreditarlo, 1Tim. 3:7
o
enredarlo o cautivarlo, 2
Tim. 2:25-26
o
acusarlo, Apoc. 12:10
o
zarandearlo como trigo, Lucas
22:31
o
traerlo a condenación, 1
Tim. 3:6
o
corromper su mente, 2 Cor.
11:3
o
convertirlo en religioso
fanático, 2 Cor. 2:1-11
o
hacerlo hipócrita, Hech.
5:1-11
o
hacerlo blanco de dardos de
fuego, Ef. 6:16
o
atacarlo física, material y
espiritualmente, Job 1 y 2
Toda la fuerza de Satanás va dirigida a impedir que el cristiano crea, madure
en Cristo y desarrolle el fruto del Espíritu. Todo creyente, de una u otra
forma, es objeto del ataque de Satanás y de sus espíritus maléficos. La
evidencia a este respecto nos la dan muchos versículos bíblicos, así como
nuestra propia apatía y debilidad espiritual. Satanás opera directamente con
lentitud y con sutileza; e indirectamente por medio de sus demonios, no sólo
para impedir nuestro crecimiento espiritual sino también para debilitarnos en
los aspectos en los que aparentemente somos fuertes a fin de lograr que el
gozo y la satisfacción de la oración, la adoración, la obediencia y el
testimonio resulten inútiles.
A.
Las artimañas del diablo.
1.
El diablo sigue usando la
misma metodología que empleó con Eva (Génesis 3), que consiste en sembrar
la duda en cuanto a lo que Dios ordena. Eva cayó en su trampa y desobedeció
a Dios junto con Adán.
2.
El papel del diablo es rugir
como león para atemorizarnos, paralizarnos y hacernos presa fácil, si se lo
permitimos. Nosotros debemos rechazarlo y resistirlo en el nombre del Señor
(Sant. 4:7; 1 Pedro 5:6-9).
3.
Cuando Cristo fue tentado por
el diablo, al inicio de su ministerio, lo rechazó citando la Palabra de Dios
(Mat.4:1-11). De allí se deriva la importancia de memorizar y apropiarnos la
Palabra de Dios para resistir al enemigo de nuestras almas.
II. La provisión divina para liberación y libertad
A.
En la crucifixión y la
resurrección de Jesucristo Satanás fue derrotado (Col. 2:15; 1 Juan 3:8).
B.
Después de la ascensión el
Señor fue sentado en triunfo sobre Satanás (Ef. 1:19-21).
C.
Los días del enemigo están
contados (Apoc. 20).
Comentario: Esta victoria sobre Satanás y sus huestes ha sido hecha
extensiva a todo creyente. Nosotros también estamos sentados en los cielos
(Ef. 2:5-6); se nos ha dado el uso del hombre de Cristo para utilizarlo con
poder (Luc. 10:17-20); tenemos la armadura de Dios (Ef. 6:11-18); y una
poderosa arma en la Palabra de Dios (Ef. 6:17). Debemos aprender a usar lo que
El ha provisto.
III. Instrucción bíblica para libertad y liberación
A.
Honestamente debemos confesar
y repudiar nuestros pecados pasados y presentes (Ef. 4:27).
B.
Honestamente debemos
practicar la verdad con amor y fe (Ef. 6:10-18).
C.
Honesta y agresivamente
debemos resistir la actividad de Satanás (1 Pedro 5:8-9).
D.
Honestamente debemos ponernos
la armadura de Dios y vivir sujetos a ella (Ef. 6:10-20).
E.
Honestamente debemos resistir
y rechazar al diablo en el nombre de Jesús (Sant. 4:7).
F.
Honestamente debemos
reconocer que sólo en la fortaleza del Señor podremos triunfar y que no hay
lugar para el orgullo (Zac. 4:6; 2 Cor. 12:9; Fil. 4:13).
Conclusión: ¿Cómo saber si estamos bajo un ataque especial de
Satanás? Entendiendo lo que la Biblia dice y aplicándolo a cada situación.
La obediencia a Cristo siempre producirá confrontación con el enemigo.
Resístalo en el área que lo ataque: