Localizada geográficamente en el cuarto suroccidental español, incluídos el Alentejo y el Algarve portugueses, la dehesa arbolada ha experimentado un progresivo crecimiento debido fundamentalmente a la creciente importancia económica que los productos derivados del cerdo ibérico ha ido adquiriendo a través de los años, lo que ha contribuído a detener el severo arranque de alcornoques y encinas que se venía produciendo en España.
Hoy, la dehesa arbolada se encuentra localizada entre los encinares de Fregenal de la Sierra y Jerez de los Caballeros en Badajoz, las dehesas de Montánchez en Cáceres, las serranías de Ronda, Sevilla y Huelva; el Valle de los Pedroches en Córdoba y una pequeña extensión de las provincias de Granada, Jaén, Ciudad Real, Toledo, Segovia y Avila.