Cuantas veces, amor
Cuántas veces, amor, te amé sin verte
y tal vez sin recuerdo,
sin reconocer tu mirada, sin mirarte, centaura,
en regiones contrarias, en un mediodía quemante...
era sólo el aroma de los cereales que
amo.
Tal vez te vi, te supuse al pasar levantando
una copa en Angol,
a la luz de la luna de junio, o eras tú
la cintura de aquella guitarra que toqué
en las tinieblas y sonó como el mar desmedido.
Te amé sin que yo lo supiera, y busqué
tu memoria.
En las casas vacías entré con linterna a robar tu retrato.
Pero ya sabía como eras.
De pronto mientras ibas
conmigo te toqué y se detuvo mi vida:
frente a mis ojos estabas, reinándome,
y reinas.
Como hoguera en los bosques el fuego es tu
reino.
Pablo Neruda
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