Escudo

El Escudo de Aragón está formado por cuatro carteles.

En el primero se ve el árbol de Sobrarbe, con una cruz encima. En el segundo, la cruz de Iñigo Arista, de plata sobre fondo azul (que antaño fue violeta). Ambos símbolos aluden a milagros ocurridos en los primeros tiempos de la Reconquista. Pero los historiadores actuales piensan que son invenciones posteriores, ya que en los siglos IX y X no existían los escudos y signos nobiliarios y, además, estos emblemas comenzaron a aparecer muy tarde en los documentos y en los escudos (el árbol, por ejemplo, no aparece antes de 1499). La cruz es posible que proceda de que, en las primeras monedas aragonesas (siglo XI), al igual que en toda la Europa cristiana, figuraba una cruz en el reverso junto a la palabra ARAGÓN; y de que el reino, que nació débil y pequeño, se acogió frecuentemente a la protección del Papa, declarándose reiteradamente vasallo de la silla de Pedro.

En el tercer cuartel hay una cruz roja sobre fondo de plata (llamada de San Jorge) cantonada con cuatro cabezas de jefes moros. La tradición afirma que San Jorge se apareció a Pedro I en Alcoraz, junto a Huesca, ayudándole a tomar la ciudad a los musulmanes. Pero los investigadores no hallan documentos con esta cruz hasta el siglo XIII (mientras que la batalla de Alcoraz fue a fines del XI). Y, además, la devoción a San Jorge (que es una devoción asiática) se extendió por Europa en los siglos XII y XIII, a consecuencia de Las Cruzadas. Los reyes aragoneses en los siglos XIII y XIV fueron muy devotos de este santo legendario, declarado patrono de los guerreros y caballeros cristianos y con su nombre se fundó en Aragón una Orden Militar en época gótica.

El cuarto cuartel muestra las famosas barras de Aragón : unos bastones de gules (esto es, rojos), en número de cuatro, sobre campo de oro. Desde Alfonso II, en el siglo XII, fueron el signo del rey aragonés. Como el Rey de Aragón era señor de otras tierras (los condados catalanes, Montpellier; luego fue rey de Valencia, de Mallorca, de Sicilia), este signo regio aragonés fue empleado también en ellas. Ocupan el último lugar en el escudo porque éste se ordenó, en época moderna, pensándose que los signos legendarios eran ciertos y más antiguos, por lo que figuran más arriba, en ligar de honor.

Ningún Estado medieval tuvo bandera. La tenían (igual que los escudos) los reyes. En 1978, la Diputación General decidió usar el antiguo estandarte real aragonés (cuatro fajas rojas, horizontales) adornado con el escudo tradicional, para distinguirlo de otras banderas parecidas de los territorios de la Corona de Aragón; y porque en el escudo se resume la historia del viejo Reino. Los colores rojo y oro proceden, seguramente, del escudo de los Papas, de quienes los reyes aragoneses fueron vasallos.