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Muy Leal y Benemérita, Respetable Logia Simbólica “Benito Juárez 25” No. 1

“De los estados del hombre, el bien y el mal”

Cada uno de los sufrimientos del hombre es un indicio de la felicidad que le falta, cada una de sus privaciones prueba que estaba hecho para gozar, cada una de sus limitaciones le anuncia su antigua autoridad, en una palabra, es una prueba secreta que en otros tiempos lo tenía todo. Por el sentimiento doloroso de la situación en la cual lo vemos hoy, podemos formarnos la idea del estado dichoso en el cual estuvo antes. No es hoy dueño de sus pensamientos y es un tormento para él tener que esperar los que él desea y el tener que rechazar los que él teme; de eso deducimos que el hombre está hecho para disponer de sus pensamientos y que podía disponerlos a su antojo; de lo cual es fácil presumir las ventajas inapreciables de semejante poder. No obtiene actualmente alguna paz y alguna tranquilidad más que por esfuerzos infinitos y sacrificios penosos, de lo cual deducimos que está hecho para gozar perfectamente y sin trabajo, de un estado tranquilo y dichoso y que el estar en paz ha sido su verdadera vida. Teniendo la facultad de ver todo a la vez que conocimiento de lo que le rodeaba, ¿no es una prueba cierta que la luz es su elemento? En fin, su cuerpo está sujeto a la destrucción y esa muerte de la cual es el único ser que tiene conocimiento, es el paso más terrible de su carrera personal, es el acto más humillante para él y el que le da más asco; ¿por qué esa ley tan severa?, ¿el hombre no nos haría concebir que había recibido otro cuerpo mucho más glorioso? Y debía disfrutar de todos los derechos de la inmortalidad. Pero ¿de dónde podía provenir ese estado sublime que hacía al hombre tan grande y tan dichoso si no es del conocimiento íntimo y la presencia continua del bien, puesto que es en el sólo donde se encuentra el origen de todo poder y felicidad. ¿Y por qué languidece ahora en la ignorancia, en la debilidad y en la miseria si no fuera porque está separado de ese bien, que es la única luz y apoyo de todos los seres? Si por consecuencia de su crimen, el principio del mal soporta aun los padecimientos encadenados a su voluntad rebelde, asimismo, los sufrimientos actuales del hombre no son sino las consecuencias naturales del primer extravío; y este extravío no ha podido provenir más que por la libertad del hombre, que habiendo concebido un pensamiento contra la ley suprema, ha adherido a él su voluntad.

Louis Claude de Saint Martin

Por M . ‘ . M . ‘ . Raúl Márquez Fernández

Or . ‘ . de Aguascalientes, Ags, mayo de 2002